domingo, 2 de abril de 2017

REN HANG [20.062]

El poeta y fotógrafo chino Ren Hang, en una imagen publicada en su Facebook.


REN HANG

30 de marzo de 1987, Jilin, República Popular China - 24 de febrero de 2017, Pekín, República Popular China

Ren Hang nació en Jilin, una ciudad situada al noreste del país, en 1987 y con 18 años emprendió su carrera como fotógrafo, cuando se dio cuenta de que las clases de publicidad que estaba cursando les aburrían sumamente. Su trabajo se caracteriza por un estilo sencillo, directo y natural, muy cercano a la metáfora poética y a la locura como herramientas capaces de poner en tela de juicio los valores tradicionales y los significados del cuerpo normativo, en un diálogo constante entre la belleza y la decadencia. Todo esto en un contexto socio-político y cultural hostil que le costó varias veces la cárcel. De hecho, el gobierno chino censuró su obra por poner de relieve temas candentes como la desnudez, el género y la homosexualidad. Su apuesta queer ha sido apoyada por artistas de la talla de Ai Weiwei que, por ejemplo, en 2013, lo seleccionó para participar en la muestra colectiva Fuck off 2.

Al igual que su fotografía, también sus poemas son flechas que exhiben al desnudo toda la luz de un cuerpo que se apaga. Ren Hang sufría de una depresión crónica que lo llevó al suicidio el día 24 de febrero de 2017, mientras estaba de gira con su última exposición en Berlín. En sus versos escribe sobre el dolor, la pérdida, el desamor de una forma limpia y tajante, mezclando temas clásicos de la poesía popular china (como la naturaleza y su relación con el ser humano) con imágenes secas y directas propias de la vida cotidiana de un joven asiático en pleno siglo XXI, siempre con un lenguaje lúcido y espontáneo. Nos deja con estas palabras: “Si la vida es un abismo sin fondo, cuando me atreve a saltar la caída infinita también será una manera de volar”.

Ángelo Néstore

http://latribu.info/poesia/ren-hang-toda-la-luz-los-cuerpos-se-apagan/


A continuación, una selección de las traducciones de sus últimos poemas publicados antes de que se quitara la vida:



《爱情》

我买一把刀
我们可以共用
如果你不爱我了
我就杀掉你
如果我不爱你了
你就杀掉我



AMOR

He comprado un cuchillo
que ambos podemos usar.
Si dejas de amarme
entonces te mataré.
Si dejo de amarte
entonces me matarás.

04.01.2017



《爱情》

你不在我身边的时候
我想去找很多陌生人做爱
然后再打电话全都告诉你

如果你愤怒
你越愤怒
我才越感到安稳




AMOR

Cada vez que no estás a mi lado
quiero ir en busca de cualquier extraño para hacerle el amor,
luego llamarte y contártelo todo.

Y si eso te pone furioso
cuanto más lo estés
más a salvo me sentiré yo.

04.01.2017



《爱情》

我回头
你还站在那里
我又回头
你还站在那里

我再回头
门关上了
我看不到你
但是我知道
你还站在那里



Me di la vuelta
y aún estabas allí.
Me di la vuelta otra vez
y aún estabas allí.

Me di la vuelta una vez más
y la puerta ya estaba cerrada.
No te veo
pero yo sé
que aún estás allí.

04.01.2017





《爱情》

我知道
我会爱你
可是我怎么
也想不到
你也会爱我

更让我不敢
相信的是
你竟然也是
这样想的




Sé que
voy a amarte
pero realmente
nunca pensé
que tú también me amarías a mí.

Me parece
aún más increíble creer
que tú también
pensabas lo mismo.

04.01.2017






《爱情》

鸟会不会飞着飞着就死了
死了就停在那里
像一只悬空的标本

人会不会走着走着就死了
在路口等红灯的时候就死了
死了还站在那里
像一棵树在冬天死了
也不会马上被人发现

想到你
我真的好痛苦



Un pájaro también podría morir volando:
una vez muerto se queda allí, quieto,
como un arquetipo en el aire.

Un hombre también podría morir andando:
en un cruce muere esperando frente al rojo del semáforo.
Una vez muerto sigue allí,
como un árbol que perece en invierno
y cuya muerte nadie descubrirá en seguida.

Pensar en ti
me produce mucho dolor.

04.01.2017





《爱情》

我看着你
还是会怕你会消失
我抱着你
还是会怕你会消失

月亮不会消失
太阳不会消失

即使阴天
即使你抬头看不到它们
你也知道它们没有消失

(我只有这样安慰自己)



Te estoy mirando
pero sigo temiendo que desaparezcas
Te estoy abrazando
pero sigo temiendo que desaparezcas.

La luna no puede desaparecer.
El sol no puede desaparecer.

Aunque esté nublado,
aunque no puedas verlos al levantar la cabeza,
sabes que no han desaparecido.
(Eso es lo único que me infunde cierto consuelo).

04.01.2017








LA INESPERADA MUERTE, CON 29 AÑOS, DEL POETA Y FOTÓGRAFO CHINO MÁS CONTROVERTIDO

Apadrinado por Ai Weiwei y enfrentado al gobierno chino por su arte arriesgado, Ren Hang vivía su momento de explosión.

Por CARLOS PRIMO

La última foto que él mismo publicó en su Instagram está realizada dos días antes de morir. Se encontraba justo en el momento de explotar artísticamente. 2017 iba a ser el año de la consagración del artista chino Ren Hang. Casi de forma simultánea, el pasado enero el museo FOAM de Ámsterdam y el Museo de Fotografía de Estocolmo le dedicaban sendas exposiciones monográficas. Los medios hablaban de él, su obra se cotizaba al alza y, esta misma semana, la editorial de referencia Taschen publicaba un volumen dedicado íntegramente a su obra, algo sorprendente para un artista tan joven.

Y, de repente, el pasado jueves, un mes antes de cumplir los treinta años, Ren Hang fallecía inesperadamente. Lo anunció el diario belga De Morgen, que aportaba un dato adicional procedente de "personas de su entorno": que el artista chino más prometedor de su generación se había suicidado en Berlín, donde estaba de paso por trabajo.

"Una de mis exposiciones fue cancelada por el gobierno chino por su contenido sexual, y en otra ocasión un visitante escupió sobre una de mis fotos", declaró

La noticia ha sumido en la perplejidad al mundo del arte. El mismísimo Ai Weiwei, considerado como uno de los artistas vivos más influyentes del mundo, había apadrinado a Ren Hang al incluirle en la terna de artistas emergentes chinos (y críticos con el régimen) que conformaban la exposición colectiva Fuck Off 2, celebrada en 2013 en el Groninger Museum.

El joven fotógrafo solía hablar sin tapujos de su depresión. En su página web dejó constancia de esta enfermedad que, según todos los indicios, podría haberle llevado a atentar contra su vida. Bajo el título My depression se agrupan distintas anotaciones y poemas en chino en las que Hang apuntó sus obsesiones, su desesperación y sus crisis existenciales.


Portada del libro que la editorial Taschen ha publicado estas semanas con la obra de Ren Hang.


“Cada año pido el mismo deseo: morir antes”, escribió en una de sus últimas entradas en la popular red social china Weibo, publicada en enero, en vísperas del Año Nuevo chino. En ocasiones empleaba un lenguaje que recuerda que, además de artista plástico, se consideraba poeta. “Llevo tantos años intentando curarme, compartiendo mi yo entre el papel de médico y de enfermo”, dijo a mediados de 2016. “Si la vida es un abismo sin fondo, cuando salte, la caída sin fin será también una forma de volar”, añadió entonces. La editorial Taschen envió, antes de la muerte, una nota de prensa a los medios definiendo al artista así: "Hang es un rebelde atípico. De complexión delgada, tímido por naturaleza y propenso a episodios de depresión".

Contra todo pronóstico, el reconocimiento internacional no le había traído sosiego, tal y como confesaba su editora, Dian Hanson, a la BBC. "Ren llevaba sumido en una profunda depresión desde octubre, y se había agravado por los acontecimientos políticos globales. Finalmente, el dolor ha sido demasiado para él".

A pesar, incluso, de que el propio Hang negara estar interesado en hacer arte político, tal y como declaró a Dazed en 2015: "Las ideas políticas de mis imágenes no tienen nada que ver con China. Es la política china la que se empeña en obstaculizar mi trabajo".

Sus fotografías experimentaban con el desnudo en un país que censura la pornografía desde 1949, y las autoridades no lo veían con buenos ojos. "Una de mis exposiciones fue cancelada por el gobierno chino por su contenido sexual, y en otra ocasión un visitante escupió sobre una de mis fotos", explicaba Hang a Vice. "Son solo dos ejemplos de los problemas que he tenido. Ningún medio chino publicará mis libros. Y me han arrestado mientras disparaba fotos en el exterior".

Esta contradicción ha recorrido la trayectoria de Hang desde entonces: mostrar su obra en todo el mundo con la certeza de saber que nunca vería su trabajo expuesto en Pekín, la ciudad donde residía desde los 17 años. En 2013, el efecto Ai Weiwei cuajó y Hang participó en 15 exposiciones colectivas. Luego vendrían las individuales, en Amberes, Copenhague, Frankfurt, Nueva York, París o Viena.

Recientemente, el influyente British Journal of Photography lo definía como "uno de los faros guía de la nueva generación de fotógrafos chinos". Y no era para menos: sus imágenes, impactantes y no siempre cómodas para el espectador, reflejan la hiperactividad creativa de un adolescente que empezó a fotografiar "por aburrimiento" a sus amigos de clase en su apartamento pequinés.


El homoerotismo es una característica del arte de Ren Hang. En la imagen, su pareja, Jiaqi. TASCHEN

El rasgo más llamativo a simple vista es la celebración absoluta de una sexualidad libre, desprovista de prejuicios y de convenciones. "Suelo retratar a mis amigos porque los desconocidos me ponen nervioso", solía afirmar. Lo interesante es que, ante su objetivo, los modelos asumían poses extravagantes sin atisbo de pudor.

En sus imágenes, hombres y mujeres interactúan con naturalidad rodeados de extravagantes elementos de atrezzo: animales, alimentos y objetos cotidianos. Algunas fotografías ceden todo el protagonismo a los órganos sexuales de los protagonistas, pero otras evocan escenarios melancólicos: paisajes al atardecer, figuras rodeadas por una naturaleza salvaje, juegos acuáticos, incluso moda.



Muchos de los modelos de Ren Hang eran fans que contactaban con él a través de las redes sociales.

Ren Hang nació el 30 de marzo de 1987 en Nong'An, un suburbio de Changchung ubicado en la provincia china de Jilin famosa por su industria automovilística. Nunca estudió fotografía y solía emplear una cámara instantánea de forma intuitiva. "Nunca planeo mis sesiones", confesaba en 2013. "Las ideas me vienen sobre la marcha. No controlo mis pensamientos. Vienen con naturalidad". En eso, Ren Hang era genuinamente millennial. También en su empleo frenético de las redes sociales y los medios digitales. Compartía frecuentemente su trabajo con sus numerosos fans antes que con sus galeristas o editores, y concebía su página web como un diario personal en el que volcar sus obsesiones.

Su editora, en una conversación con Hang con motivo de la publicación de la monografía de Taschen, le arrancaba una reflexión sobre la naturaleza del triunfo. "¿El éxito? No sé lo que significa", confesaba el fotógrafo. "Me gustaría que la vida transcurriera sin más. Suavemente".

Finalmente, sus deseos no se han cumplido. Tras una trayectoria meteórica que le había traído el reconocimiento del mundo del arte, de la industria editorial e incluso de la cultura pop (colaboró con Frank Ocean en el fanzine Boys don't cry), el fallecimiento prematuro de Ren Hang en plena eclosión creativa y mediática es una noticia inesperada y dolorosa. Pero también el punto de partida de lo que promete ser una nueva leyenda del malditismo contemporáneo. Una de esas leyendas necesarias para recordar que, en ocasiones, ser genial no es fácil.















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