miércoles, 5 de septiembre de 2012

7703.- CARMEN INÉS PERDOMO





Carmen Inés Perdomo
Carmen Inés Perdomo Gutiérrez nació en Esmeraldas, Ecuador en 1973. Es escritora y periodista.
Es Licenciada en la carrera de Comunicación Social de la Universidad Central del Ecuador. Obtuvo el tercer lugar en el concurso de poesía femenina Gabriela Mistral. Colabora con regularidad en revistas y periódicos de su país. Además ha participado en recitales nacionales e internacionales.

Obra publicada

Silencio en llamas (2005)

Antologías

Ha participado en las siguientes antologías:
Mujeres poetas en el País de las Nubes, México 2005 y 2006
La voz de Eros. Dos siglos de poesía erótica de mujeres ecuatorianas (2006)
Antología de Poesía Rayentrú, Chile (2007)
Nueva Poesía Hispanoamericana, España (2007)
Antología poética Cascada de flores, Chile, (2008).
LA VOZ HABITADA.Siete poetas ecuatorianos frente a un nuevo siglo.(2008).
Mención de Honor en Poesía en el Concurso Internacional Editorial Novel Arte “2008 de Arte y Letras”, Córdoba- Argentina, (2008).





CÁNTICOS DE INVIERNO

Como una gran fogata, 
la pradera se avizora 
en un pálpito.

Viene mi nostalgia:
harapos de hojas, 
sueño,
olvido,
llanto,
campanadas de horizonte,
trinos,
en la bóveda lluviosa 
de mi melancolía.

Llevas en los párpados
el mensaje de los cánticos.

Como gotas
siento que gimes,
huyes.

Mis alas frágiles,
tristes,
se sumergen 
en un puñado de lágrimas.

Son turbios los rincones del crepúsculo.

Una mentira
sujeta la hoja.







OTOÑAL

I

Vuelve el cálido céfiro
a los lagos de invierno de la tarde.

II

Observé al sol desplomarse
en los ojos de los náufragos.

III

No retrasé el destino
en la mirada del caminante
a la hora del ángelus.

IV

Hojas caen 
sobre palpitantes restos.

V

Salvé su halo 
mas perdí sus huellas.







RETORNO

Huyen agónicas por el atardecer.
Vibran sus cuerpos sobre la espuma.
Se detienen en el último rayo.
Besan el mar con sus alas.
Se deslizan sobre la arena desnuda.
Revolotean bajo la lluvia.
Dejan sobre el silencio un trino inexplicable.





SIMIENTE

Brotan pétalos,
el vientre es la estancia 
por donde vaga la tristeza.

La tempestad de la floresta
abre venas,
desgarra la tierra,
deshoja caricias.

Entre relámpagos de sangre,
quedarse quieta en una sílaba
es parir la luna entre espigas.

La noche persiste en el rocío.







SENTENCIA

Invento tu piel,
como el fuego que nace en mis pupilas.

Hoguera,
labios pálidos, 
voces olvidadas.

La muerte me diluye en tu cuerpo.






VESTIGIOS

Arrebatas de las piedras
la imagen perpetua de un instante.

El ocaso vigila tus huellas
cuando en las eternas aras
se derrama sangre de siglos.

¿Dónde la mortal esfinge:
esa roca hecha carne
con los brazos caídos al mundo?

Noches lunares invocan tu nombre.

El silencio agita las tinieblas,
doblega al peregrino
y en su mirada descansan los reinos.

Sepultada la pregunta,
se despojan en pedazos las orzas,
ante el dios solitario.

(Silencio en Llamas, 2005)






HOJARASCA

Deshojado el otoño a espaldas del tiempo
colosos esperan la hora del guerrero;
en sus trémulas manos descansan los reinos
y sus áridos cuerpos son refugios de alas.

El camino hacia la aurora es un deseo amargo,
cuando potros sin riendas se desbocan en penumbra.

El miedo castiga los vastos dominios
del viento en las hojas ya muertas.

En orlas agitan los mantos de antaño
que esconden su canto en los límpidos lagos.

Tras la ausencia, quedan unas lánguidas huellas.

¿Acaso un desplomarse del tiempo sobre el fuego
que escapa.?

Entre arias de lluvias duermen los astros.

(Silencio en Llamas, 2005)






DESTIERRO

 A RAÚL ZURITA

Aquí yace el desierto encerrado entre muros.

De cenizas surgen cantos,
sarcófagos raídos,
escombros de mármol
inermes yelmos y corazas.

Inmóviles sombras desordenan las palabras.

Entre los devastados, reinos
se escucha un batir de alas.

Retorna el silencio.

(Silencio en Llamas, 2005)






RÉQUIEM

Desde el crepúsculo,
Llegan pájaros blancos a mi cuerpo.

Cesa el silencio.

Entre nocturnos restos
el resplandor del canto.

(Silencio en Llamas, 2005)





CANTO DE AGUA


I

Mar,
he naufragado.
sumérgeme junto al ocaso.
Tempestad.


II

A lo lejos,
el velamen es un pájaro muerto.


III

Los vientos descifran
los artificios del mar.


IV

La fuerza que sumerge
a los náufragos
es la misma que eleva su espíritu.

(Silencio en Llamas, 2005)











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