martes, 16 de septiembre de 2014

MARIO NOSOTTI [13.336]


Mario Nosotti 

(San Fernando, Buenos Aires, Argentina 1966) Cursó estudios de Letras (UBA). Formó parte de la antología de la 1º Bienal de Arte Joven de Buenos Aires (1989). Colaboró con las revistas de divulgación cultural Tsé-tsé, Parte de Guerra, La Otra. En 1998 publicó Parto Mular (Poesia Ed Ultimo Reino). En 2006 organizó el Primer Encuentro de Revistas de Poesía en la Biblioteca Nacional. Entre 2004 y 2006 editó la hoja de poesía Música Rara. Coordina talleres de lectura y escritura.Actualmente colabora con el suplemento Radar libros (Página 12), la revista Ñ (Clarín) y la revista Inrockuptibles.



génesis

Me comí una mandarina
Las semillas brotaron de mi boca
Desde el labio pulposo se lanzaron al plato
Ése fue el fin del árbol y del fruto. De ahí, a la basura,
Y basta.





parto mular

El rasgo del ganado
se compone con trazos indecisos
su faena es un lamido oscuro
encuentros viscerales donde la mano
entra ceñida de ceguera
hasta tocar el borde del rocío.

Sin remilgos el tuerto sobre el heno
aún se tambalea,
envuelto con la manta placentaria
de su edredón marino.

Cada pequeño vaso, succiona un latiguillo,
y el ojo saca fuerzas de su propio derrame,
porque no tiene el gesto del
lamido, esa base de lija,
desde donde lanzarse. Alguien
la romperá de afuera sin embargo
e inundará la nieve su pequeño ofertorio.

Sale a un siglo de moscas, huele el aire
de jugos y llovizna; el pasto poco a poco
lo encamina por la puerta indeleble.




definiciones póstumas al paso

Las horas que se pierden se pierden
Ya doblamos la esquina
Lo mejor de la inocencia es la desilusión
Esas cosas las decía mi madre
La belleza del mundo es sin consuelo
Lo perdido perdido y lo pájaros
Perdiéndose en el horizonte
Una hora sin moverse. Una hora.
De curva calentada y duradera
Las cigüeñas son las hijas perdidas
Viajan en la tormenta
Mucho antes de eso cada tarde
Sobre esa casuarina
Aparecía siempre un colibrí.



Comentario

I

Si tenemos en cuenta que Li-Po
y otros poetas chinos de la dinastía Tang
escribían principalmente de mañana
temprano y en el atardecer
poemas de ocho versos y poemas
truncados de cuatro versos
y que muchos de ellos fueron funcionarios
-poco tiempo si generalizamos-
como Wan Wei o el mismo
Li-Po del cual se cuenta
fracasó en la función pública
debido a su naturaleza irresponsable y su afición
al vino
veremos que un milenio después
natura habrá dejado en los poetas
intactas ciertas huellas, propensiones.


II

Cierto es que
probablemente algunos
escribieran de noche
alumbrados por trémulas farolas
y mirando el estanque
el jardín de bambúes bajo lunas
como hay sólo en la poesía china
y muchos habrán sido
funcionarios brillantes
o hasta monjes budistas tal el caso
del poeta – pintor Wan-Li:
de sus poemas
se decía parecían cuadros
de sus pinturas
que eran poemas.
Escribió un poema llamado
El corral del siervo
que es también un lugar.

De Parto mular (Último Reino. 1998)





El proceso de fotografiar

I

Cuando las ganas de eso
hacen buscar un lápiz
me doy cuenta que tengo
porvenir,
que hace rato tenía
el filtro de la lente en el bolsillo
y solo cuando voy y busco un lápiz,
recordé: entonces ir, guardarlo,
cuidar que no se rompa, mi señor, y es así,
siempre hay algo que obstaculiza el impulso
una piedra
en medio del camino había una.


II

Pero ahora lo repito
es ganas de escribir, es eso,
lo que hay en el bolsillo de la lente
entonces voy, aguardo, hay siempre
algo para guardar
y es parte del camino que en el medio
hubiese un puro gris
virando lentamente
hacia lo negro espeso

la imagen va pasando
por ese contrasueño del esfuerzo
pasa punto por punto
pasa mientras pasea y
ahí está: la pera de esperar,
el gesto donde el alma fue la cara:

es justo ahí, cuando hay que disparar.


IV

Voy a buscar la cámara y después
a caminar.
Bresson estaba horas esperando.
Tenía paciencia y dedo.
Sabía ver.


V

Pero yo cuándo? cuánto
voy a tirar hasta ver algo?
y si lo veo lo reconoceré?
Películas de metros de película enrollada en la más
completa oscuridad en el calor del cuarto
sudando si no engancha si se rompe un agujero
Si alguien abre la puerta y entra
luz.


VIII

La cara iluminada de un tomate
absorbe casi toda la luz.
El resto la refleja.
y siempre hay una cara
que permanece en sombras.
Por otra parte al ser una energía …


XI

Veo esa foto de Picasso del ‘44
de pie en su habitación revuelta,
con el torso desnudo como un viejo
boxeador retirado,
se ajusta el pantalón
y mira hacia el fotógrafo como
increpando ¿qué querés?
Se ve al fondo un baúl
atiborrado de libros y pinceles
también hay ropa, papeles,
y nada que denote un más allá,
algún aura de artista.
No se nota muy bien si está descalzo
o si tiene pantuflas, y mirando mejor
parece que sonríe, descreyendo.
Podría ser Picasso
si no fuese mi abuelo.




La caja de las fotos

XIX

Es la primera foto
donde los retrasados
hubieron de posar
casi 30 minutos
inmóviles o más.
Quizás en esa extrema rigidez
la imposición de una
compostura imposible
algo de lo que la felicidad tiene de rígido
incómodo y callado
supieron.
Ante todo
un silencio o distancia
de angustia suspendida en la mirada
la risa en la belleza
congelada y la vez
la terrible presencia
de aquello que no puede despertar.

XX

Fue como el esfumado de Leonardo
bastó un poco de sombra
así surgió la vida.

La perfección finalmente no vino
de la reproducción del máximo detalle
sino de ese dejar caer
algo en lo oscuro

algo que en la atracción de su
caída
donara la abertura a lo que el ojo
quiera, decida ver allí
.

Leonardo descubrió –entre otras cosas-
la magnética fuerza de aquella
invitación
mas fértil y perfecta
que un detalle del rictus, concretud.

Lo indiscernible fue
un líquido amniótico
ese espacio de vela y de
desvelo
lo que pueda surgir de su
frescura
el latente descanso
de imagen prometida.

Lo anterior, –me parece o mejor dicho,
confío- refuerza la teoría de la no voluntad
una vez que llegado al punto
la náusea del esfuerzo perfección
resta solo alejarse
confiar en lo que ocurra.

Fue Leonardo esfumado
como el máximo objeto de su amor
renuncia del que todo había buscado
bosquejado, pulido.

Su camino al absurdo:
mientras más claro está
no ve más ni mejor
lo que la imagen quiere
no es pulso de la línea, o la composición,
sino el precioso avance de
la sombra
llamado a lo que el resto
es apenas un cuadro
una apuesta a ese punto
que exige creación.

fragmentos de El proceso de fotografiar (2001 inédito)





Ahora nos encontramos para hablar
Estás lejos hermana. Pero seguís buscando dónde ir.
Los padres se preocupan por los hijos
que no encuentran el rumbo.
Se escucha entrecortado o vos directamente no
me oís. Como un verso escandido en música rarísima
yo trato de enlazarte en algún lado
pero a vos no te suelta la duda de probar.
Me hablás de unos terrenos, de casas de salud
allá en la serranía  de tus ganas
de por fin afincarte. Me decís:
no hay ningún devenir; las cosas cuestan.
Esta tarde de Marzo sin embargo
mientras tomamos mate a la distancia
la cresta de unas hojas se ilumina con el
último sol y la forma de hacerlo
de dudar y mirarnos se convierte
en un suelo tembloroso y fluctuante
dónde el surco que arás es algo nunca visto
en el campo de todo lo demás




Sur

Ahora lo llamo. Pero no viene.
Lo enterré en el jardín
Le puse encima un canto                                 
Rodado de los grandes
Como esos que dividen
En dos una corriente
Como si por las dudas
Me pidiera salir
                                                                                  
La tierra se levanta
Cuando bajan los ríos

Pasados cinco meses
El alma que se infla
No quiere envejecer

Abre grietas profundas
El agua las penetra
Cuando el viudo las riega

Entre bichos y plantas
La tarde va escurriendo                       

El jardín en verano                             
Sabe lo que recibe:                             
Por donde el agua entra
Algo pudo salir

de "La casa de la playa"




Columnata

la primera columna abre la procesión
la primera columna
la posesión de fuego

atrás el sustraído de durmientes
sedimento a la espera de la revisación.

en un cuerpo apretado en un cuarto chiquito
la falange. al momento indicado
todo sirve. a cada tecla llega San Martín.
batalla es la coreografía
de dedos que percuten la cuerda en sucesión.

avanza la sutura. el terreno se cierra.
la pérdida es total en las admoniciones.
ahogada rebeldía ¿dónde fueron
esos grupos osados depurantes
esas gargantas finas que el desierto
arengó? la primera columna
lleva al frente la imagen de la virgen.
levita en el mantel de la tarima ocultando
hombros que la resisten y aceptan
sumisión. En ese orden de cosas
una estructura vacua la sostiene
su celeste vestido todo lo sobrevuela.



Narciso

como ese viejo que bajo la sombrilla
a duras penas se incorpora
y deja atrás revistas lona
reposera y familia, y sosegadamente como quién
sabe bien lo que quiere,
camina hacia la orilla hundiéndose en el mar
así también yo busco distanciarme
de las cosas concretas
lo que está enfrente mío esta
mesa lo que veo incluido
lo que creo que oigo
la gente que entusiasta
debate allá adelante en el jardín.
Trato de alzar el vuelo carretaendo
encima de las mesas los arbustos
ser Saint Exupery sin más comercio
ni trato con el mundo

………………


Una hormiga que sube por el cable
la terraza argentina calcinada
y otras hormigas negras merodeando
su plan de operación.
Un toque transmisor y a segur el camino
el que no está trazado en éstas vastedades
nubes despanzurradas por el filo
de los acantilados. No hay figuras humanas
no hay especies cercanas a la mía
ni huellas que atestiguen de ese
que un día caminó por este sol.
Ahora subo mi cuerpo hasta el último piso
la mochila de pocos pensamientos
el ascensor se abre
traga la luz y expulsa un respirar.
Los tumultos del mundo son apenas sonido
suelo lunar donde rolan olas secas
pocas hormigas siguen contra ruido y marea
recorren la planicie con sus rueditas negras.



Glosa

Este pliegue de nubes se sumó                                 
al ámbito impasible del que vuelve
pensando más allá.
Un movimiento oscuro pero leve
atraviesa la seda que protege                                      
su deber de decir. El mensaje se mece                       
en una repentina más cierta
razón fundamental.
Tronco hueco y sombrero
mirada transeúnte o más bien
la cabeza hasta el mismo vacío,
hasta al fin alcanzarlo, depositándolo.

La quietud en el hondo                                             
batir de la emergencia. Lazo que hace
el polvo. La emergencia del polvo
que vendría a ser yo.

  
                                                                                      
“futuro cotidiano”
 Hilda Rais

Busco en esta pisada
la hora que no encontré
los otros días malos
Pensaba de la huella su obertura
entregaran el hilo de su ritmo
Escuchar para adentro
mirar y tomar nota
comparar
Tristeza que tratara
de atrapar un declive
en un mar que va y viene
un filo que no deja reposar
Y la foto
de concreta tan linda
la letra la disgrega
A esto quiero llegar   

 ***
  
Por cada sueño de la levedad
se cruzan las alarmas de los santos
ellos trazaron su circunferencia
y miraron adentro

Una forma consiste
en otear a lo lejos y escribir
lo que se ha recogido no se sabe dónde.
Otra forma es trabar una lucha
elevarse pisando
salientes y hendiduras
asentando la uña del zapato.

Tengamos la ilusión de recoger
después hay sólo hilos, yeso.

Con eso nos metemos y eso
da la gracia.

Los santos botan lámparas
que a poco los consumen.

Entran así a la noche inmensa.


1 comentario:

  1. Estudiaba con mi hijo, el otro día, los temas que podían caber en la poesía y aquí tenemos una muestra de diferentes tipos usados en los versos.Saludos.

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