lunes, 7 de abril de 2014

MIJAÍL LOMONÓSOV [11.477]



Mijaíl Lomonósov

Mijaíl Vasílievich Lomonósov (en ruso Михаи́л Васи́льевич Ломоно́сов) (19 de noviembre de 1711–15 de abril de 1765) fue un científico, geógrafo, mosaiquista y escritor, polímata ruso que realizó importantes descubrimientos en ciencia, literatura y educación, y fundador en 1755 de la primera universidad rusa, que hoy lleva su nombre. Por sus importantes y decisivos aportes es considerado el patriarca de la geografía en Rusia.

Nacido en Rusia en 1711, en la lejana costa del Mar Blanco, era hijo de un humilde campesino que alternaba las faenas del campo con la pesca. Hasta los 19 años Lomonósov no salió de su pueblo y, si adquirió algunos conocimientos rudimentarios, fue gracias a que su madre era hija del diácono de la parroquia. En diciembre de 1730, en un afán incontenible por estudiar, abandonó su aldea y, uniéndose a una caravana de mercaderes de pescado, se dirigió a Moscú, en pleno invierno y a pie. Sus comienzos fueron duros, pues tuvo que ganarse el sustento y, debido a sus escasos conocimientos, se vio obligado a inscribirse en una escuela para párvulos a sus 19 años y con más de dos metros de estatura. Su inteligencia natural y su capacidad de trabajo asombraron a los maestros y, al terminar el curso, con ayuda de éstos consiguió ingresar en la Academia Eslava Greco Latina de Moscú. En cinco años pasó brillantemente los estudios programados para ocho y, tras superar las pruebas de griego, latín, eslavo antiguo, historia, filosofía y otras, fue becado por la propia institución para proseguir sus estudios en la Academia de Ciencias de San Petersburgo. En agosto de 1736, tras concluir con premio extraordinario los estudios de la Academia de Ciencias, fue becado para estudiar en la Universidad de Marburgo en Hesse, capital del estado de Wiesbaden, Alemania, en donde tuvo como maestro al filósofo Christian Wolff. Entre 1739 y 1740 se trasladó a Freiberg (Sajonia) donde existía una prestigiosa Academia de Minería y tuvo como maestro a Johann Friedrich Henckel, lo que le permitió estudiar Química, Física, Mecánica, Minería y el arte de la fundición. Después regresó a Marburgo donde se casó en junio de 1740 con Elisabeth Christine Zilch, que era la hija de su casera, y empezó a desarrollar con gran intensidad su faceta de escritor y poeta.

Desarrollo en literatura y gramática

Como filólogo fue el creador de la primera Gramática rusa y de la primera Retórica (1748) adaptada a esa lengua. Adoptó el sistema de versificación silabotónico reformando la poesía rusa. Fue poeta oficial, bajo el reinado de la emperatriz Elizaveta Petrovna, y compuso odas, epístolas y tragedias, siendo la más importante Tamira y Selim (1750). En 1741 volvió a Rusia como adjunto a la Cátedra de Física de la Academia de Ciencias y en 1745 fue nombrado catedrático y miembro de la Academia de San Peterburgo. Su carácter engreído y violento y su excesiva afición a la bebida le provocaron algunos problemas, hasta el punto de que permaneció bajo arresto casi un año entero en 1743 y estuvo a punto de ser expulsado de la Academia. Sostuvo una gran enemistad personal con Sumarókov y Trediakovski, pero la emperatriz Isabel le protegió y le concedió grandes fincas, con siervos incluidos.

Teología y estudios geográficos

A mediados del decenio de 1750 comienza a trabajar en el Departamento de Geografía de la Academia de Ciencias rusa, que para aquel entonces estaba realizando una serie de levantamientos geográficos en la zona del Ártico siberiano, donde Lomonósov hace importantes contribuciones al descubrimiento de la geografía ártica. En 1755 se funda por iniciativa suya la Universidad de Moscú, que luego llevaría su nombre. Siendo profesor de las citadas instituciones, promueve el estudio de la geografía y la formación de geógrafos, muchos de los cuales fueron sus discípulos y ayudantes en la exploración del Ártico. Como ferviente cristiano ortodoxo,1 en 1755 escribe una gramática que reformó la lengua literaria rusa combinando el vocabulario sacro de la iglesia eslava con la lengua vernácula rusa. Más tarde escribiría más de 20 odas ceremoniales solemnes, donde destaca «La meditación de la grandeza de Dios».

En 1758 es nombrado director del Departamento de Geografía de la Academia de Ciencias, puesto desde el cual elaboraría una metodología de trabajo para el levantamiento geográfico que guiaría durante mucho tiempo las más importantes expediciones y estudios geográficos en Rusia, sin contar una serie de importantes contribuciones, como la demostración del origen orgánico del suelo o su estudio explicativo sobre el origen de los icebergs en 1760. En el mismo año Lomonósov publicó su propia historia de Rusia. En 1763 compila una serie de importantes contribuciones en su obra titulada Breve descripción de las diferentes travesías en los mares del norte y demostración de la posibilidad de llegar a las Indias orientales atravesando el océano siberiano, donde indica los rasgos esenciales de la dinámica marina ártica, establece una carta hidrográfica señalando las rutas para embarcaciones que recorriesen el océano y descubre una ley general de los movimientos de los hielos. Por sus importantes aproximaciones al estudio geográfico de los hielos y su ley general, se le atribuye ser el padre de la glaciología. En 1764 es designado Secretario de Estado. Muere un año después en San Petersburgo a la edad de 54 años.

Aportaciones en otros campos científicos

Replicó el experimento de Robert Boyle, lo que permitió deducir que la teoría del flogisto era falsa. Asimismo consideró el calor como una forma de movimiento contribuyendo a la teoría cinética de los gases y avanzando el carácter ondulatorio de la luz.

También expresó la Ley de conservación de la materia y del movimiento en una carta fechada el 5 de junio de 1748 dirigida al matemático Leonard Euler. Desarrollada unos 40 años antes que Antoine Lavoisier, por lo que a la ley de conservación de la materia se le conoce también como la Ley de Lomonósov-Lavoisier. Lomonósov descubrió que en una reacción química la materia se conserva, la masa inicial es igual a la masa resultante. Posteriormente, Lavoisier descubrió que los elementos que participan el una reacción química, conservan cada uno de ellos su propia masa después de la reacción.

Otros de sus logros fueron: la medida del punto de congelación del mercurio, la demostración del origen orgánico del suelo, de la turba, del carbón, del petróleo y del ámbar. También publicó un catálogo con más de 3.000 minerales.

En 1762 presentó un telescopio reflector a la Academia de Ciencias en el que había desplazado el foco a cuatro grados del eje, lo que permitía mirar por un tubo separado sin que la cabeza del observador fuese un obstáculo a la visión. Sin embargo, este diseño no se publicó hasta 1827 cuando ya existían los modelos de William Herschel. Otra aportación en el campo de la astronomía fue la suposición de una atmósfera en Venus fundamentada en observaciones del tránsito de Venus.

Otras aportaciones

Lomonósov estaba orgulloso de haber reinstaurado el antiguo arte de los mosaicos . En 1754 , en su carta a Leonhard Euler, escribió que sus tres años de experimentos, en los efectos de la química de los minerales sobre su color, le habían impulsado a involucrarse en el arte del mosaico. En 1763 puso en marcha una fábrica de vidrio que sería la primera en producir mosaicos esmaltados fuera de Italia. Se atribuyen a Lomonósov cuarenta mosaicos, de los que sólo veinticuatro nos han llegado. Entre todos ellos cabe destacar, el Retrato de Pedro I (1754) y la obra titulada Batalla de Poltava (1762-1764) con un tamaño de 4,8 x 6,4 metros.2 3 En 1925, con motivo del 200 aniversario de la Academia de las Ciencias de Rusia, la fábrica Imperial de porcelana es nombrada en su honor como Fábrica de Lomonósov, nombre que conserva hasta el año 2005 donde vuelve a su origen de Fábrica Imperial de Porcelana.







Los pensamientos matinales sobre la grandeza de Dios.

Ya la hermosa luminaria
Extendió su brillo sobre la tierra
Y reveló las obras Divinas.
¡O, espíritu mío, con alegría escucha!
Maravillado por tan claros rayos,
¡Represéntate, como es Creador Mismo!
Si para los mortales tan alto
Sería posible volar,
Para acercándose al sol
Nuestro ojo perecedero pueda ver:
Entonces, de todos lados se abriría
Un océano eternamente ardiente.
Allí olas de fuego se precipitan
Y no encuentran costas;
Allí olas de fuego giran
Contendiendo muchos siglos;
Allí las piedras hierven como agua;
Las lluvias ardientes hacen ruido.
Esta magnitud ardiente
Es como solo un destello ante Ti;
¡O, cuan preclara lámpara
Está prendida por Ti, o Dios,
Para nuestros trabajos cotidianos,
Que Tú nos ordenaste hacer!
De la lúgubre noche se liberaron
Campos, colinas, mares y bosque
Y se abrieron a nuestra mirada
Plenos de Tus milagros.
Allí clama toda carne:
¡Grande es nuestro Creador, el Señor!
La luminaria diurna brilla
Solo sobre la superficie de los cuerpos;
Pero Tu mirada traspasa el abismo,
No conociendo límites ningunos.
Desde la luminosidad de Tus ojos
Se vierte la alegría para toda creación.
¡Creador! A mí, cubierto de tinieblas,
Extiende rayos de sabiduría –
Y lo que es deseable ante Ti
Siempre hacer enseña
Y, viendo a Tu creación,
Alabar a Ti, ¡o Rey inmortal







Pensamientos de la tarde sobre la grandeza de Dios en ocasión de una gran aurora boreal. 

Su rostro esconde el día;
Los campos cubrió la lúgubre noche;
Subió a los montes la sombra negra;
Los rayos se inclinaron de nosotros,
Se abrió el abismo pleno de estrellas.
Las estrellas son incontables y el abismo – sin fondo.
Como un grano de arena en olas del mar,
Como pequeño destello en eterno hielo,
Como un polvo fino en potente torbellino,
Como una pluma en voraz fuego:
¡Así en este abismo estoy hundido,
Me pierdo de pensamientos cansado!
Las bocas de los sabios nos dicen:
Allí hay numerosos mundos diferentes;
Incontables soles arden allí;
Allí hay pueblos y círculo de siglos;
Para la común gloria de la Deidad,
Allí es igual la fuerza del ser.
Pero ¿dónde está tu ley, naturaleza?
¡Desde el norte se levantó la aurora!
¿No sería que el sol fija allí su trono?
¿No tiran el fuego mares helados?
¡Es que una llama fría nos cubrió!
¡Es que de noche, el día sobre la tierra entró!
O, vosotros, cuya rápida mirada
Atraviesa el libro de leyes eternas,
Para quienes el signo de objeto pequeño
Revela la regla del ser, –
Les está conocido el camino de todos los planetas:
Digan ¿qué es lo que nos admira tanto?
¿Qué es lo que manda de noche un claro rayo?
¿Qué es lo que golpea al firmamento con fina llama?
¿Cómo un rayo sin amenazantes nubes
Se dirige desde la tierra hacia el cenit?
¡Cómo puede vapor congelado
Generar en invierno un incendió!
Allí discute la espesa niebla con el agua;
O brillan los rayos del sol,
Inclinándose hacia nosotros a través del aire espeso;
O arden las cimas de aguas espesas;
O en el mar dejó de soplar el zefir.
Y olas lisas golpean al éter.
Vuestra respuesta está de dudas llena
Sobre lo que está alrededor de lugares cercanos;
Digan ¿cuán extenso es el mundo?
¿Y qué hay mas allá de estrellas menores?
Es desconocido para vosotros el fin de las criaturas:
Digan, aunque sea, ¿cuán grande es el Creador?


 Traducidas por Elena Ancibor (E.A.), Doctora en Ciencias Naturales y colaboradora de Iglesia Rusa-Ortodoxa en el Extranjero









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