miércoles, 23 de septiembre de 2015

ALEXIS SOTO RAMÍREZ [17.126] Poeta de Cuba


ALEXIS SOTO RAMÍREZ 

(La Habana, Cuba, 1967). Recibió el Premio Luis Rogelio Nogueras en 1992 con el poemario Estados de calma (Extramuros, Cuba, 1993). Poemas suyos aparecieron en la antología Algunos pelos del lobo. Jóvenes poetas cubanos (Instituto Veracruzano de Cultura, 1996). Actualmente reside en Maryland, EEUU, donde trabaja como arquitecto de sistemas informáticos. Ha publicado en varias revistas literarias de los EEUU.




JAMES ROBERTSON

James Roberson ha estado caminando
treinta y tres kilómetros diarios a su trabajo
por diez años seguidos.
Por los suburbios de Michigan
lee anuncios de autos usados
mientras se mueve entre masas
de aire frío y desolados barrios.
Su canosa cabeza y su decoro
dan ganas de estrecharle la mano
y acompañarlo diariamente en su
rutina.
James Roberson no espera milagros
ni intervenciones divinas,
sigue su rumbo fuerte
con la premura sabia de un dios
cansado.
No lo interrumpan,
tiene prisa por llegar
y ningún tiempo que perder.
James Robertson, de Michigan,
treinta tres kilómetros de dureza
insospechada.




BENITO PASTORIZA

¡Qué bonitas las palabras
      de Benito
           Pastoriza
                Iyodo
cuando habla de César Vallejo
o de Juan
      Antonio
           Corretjer,
cómo descubre hilos ocultos
semisembrados aguaceros
ventanales invernales
llevando nieves sucias
en calles oscuras
de pobre humanidad!
¡Qué bellos reflejos hablan en su verso!
Y yo, tartamudo humilde
esperando a las
macabras musas
inundado de vino
y pequeñeces.





EL CICLISTA AMARILLO

El ciclista amarillo pasó
cargaba pesadísimas demoras en su espalda
descuidado casi
de las debidas precauciones avanzaba
rodante bacteria de hilos
anudando anillos concéntricos
sobresaltos recogiendo
reflejos pálidos en la tarde.
¿Qué oscuro designio,
qué siniestra intuición
el amarillo borde
sobre el verde escandaloso
proyecta?
Verano que palpa el polen denso
y es arrastrado por incipientes
mares.
Cuando pasa el ciclista
se lleva el paisaje
y la demolición de la calzada
tropieza contra el viento
por vericuetos dormidos
la peregrinación de la cordura
navega indecisa.





CUCHILLOS

Y no volverse hacia el fondo donde
ya no queda roca
sobre roca
y no se oye ni el clamor
del pisoteado
bajo tanta mojigatería
donde no cabe un pelo
entre el ha de ser y el es,
o el fue y el hubo.

Ya llovió tanto sobre esta tierra.

Cuando volvemos a la plaza donde
han asesinado a muchos
no vemos ya aquellas manchas,
solo el café y los olores
del recién horneado pan.

Nos queda, sí, del retorno
solo la cortada voz
y un escaparate de lustrosos
cuchillos anacrónicos.









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