miércoles, 3 de abril de 2013

ÁNGEL ERRO [9.605]


ÁNGEL ERRO

Ángel Erro (Burlada, Navarra 1978), licenciado en Derecho y en Filología Vasca, es autor de dos libros de poemas en euskera: Eta harkadian ni (2002) y Gorputzeko Humoreak (2005), que recibió el Premio de la Crítica de ese año y fue finalista del Premio Nacional de Poesía.


En esta foto mamá era una niña, mira
qué desamparada parece,
como ahora, qué atemorizada, sin saber
a dónde la llevará la vida,
quién va a abrazarla.
Yo quisiera tranquilizarla, decirle
que no tema (cogerle la mano),
que yo conozco su futuro,
desde donde la estoy esperando.



Argazki honetan ama haurra zen, begira
zein babesgabe dirudien,
orain bezala, zein beldur, ez dakiela
bizitzak nora eramanen duen,
nork besarkatuko.
Nik nahiko nuke lasaitu, esan,
ez dadila beldur (eskutik heldu),
ezagutzen dudala haren etorkizuna,
non ni ari natzaion itxaroten.

(Zurgai 2012)




Tiempos heroicos

No soy capaz de ligar si no bebo,
me dices, Nacho; pero si he bebido,
quince poetas vienen en mi auxilio
(recuerdo, o casualmente están pinchando,
aquella canción de los Pet Shop Boys,
You only tell me you love me when you're drunk).
Y tú empiezas a recitar poemas
de Catulo, con los ojos cerrados.
Estás muy bebido; si no, de qué.
Dame mil besos, dame cien mil besos,
no lleves la cuenta. Si fuesen tantos
los besos (y tú no abrieses los ojos),
yo te pondría el gorrión de Catulo
en la mano. Vivito y coleando.



Garai heroikoak 

Edan gabe ligatzeko ez naiz gai, 
esaten didazu, Nako, edanda 
hamabost poeta datozkit lagun 
(You only tell me you love me when you're drunk 
Pet Shop Boys-en kanta gogoratu zait 
edo jarri dute kasualitatez). 
Katuloren poemak hasi zara 
begi hertsiekin errezitatzen. 
Edanda zaude, bestela bai zera. 
Emazkidazu ehun, mila musu, 
oraindik gehiago. Esan adina 
balira (begiak ireki gabe), 
Katuloren txoritxoa nizuke 
-berriz bizirik- eskura emanen.

(2002) y Gorputzaren humoreak

[Los humores del cuerpo] (2004), finalista del Premio Nacional de Poesía.



Ángel Erro

Por Aitor Francos

La de Ángel Erro (Burlada, Navarra, 1978) es una poesía de estirpe en apariencia culturalista y raíz indudablemente grecolatina, aunque de intención claramente lúdica, donde el arma de la ironía y el goce de jugar con el lenguaje son la prioridad. Los versos, de inusitada sencillez, provechosa oralidad y desvergonzada puesta en escena, lo confirman. Las imitación de formas clásicas (epigramas, diferentes modelos de sonetos, son un buen ejemplo), las citas frecuentes, la intertextualidad, las digresiones y paréntesis, el diálogo dentro del poema y el coloquialismo, son casi normas en su poesía. Si bien Erro es, en el fondo, un poeta serio, que se ha adherido a la herencia de la tradición mejor aprendida, la que entronca con las viejas fuentes de Góngora o las modernas de  Luis Antonio de Villena, Luis Alberto de Cuenca o de Juan Antonio González Iglesias y más lejanamente, pero de un modo crucial, acaso con Cavafis. Es de rigor advertir que Erro sale airoso del tinte culturalista, es como si al poeta le fuera impuesto y necesitase sacudirse el barniz de erudición plasmándolo, de alguna manera, buscando el rescate de la oralidad vasca, actualizándola, una escritura del euskera acomodada a los tiempos que vive, asequible y directa. Poeta de obra escasa (dos títulos, en 2002 y en 2005), pero de intensidad y exigencia máximas, quien quiera rupturas sin más no debe acercarse a la poesía de Ángel Erro. Él se sabe parte de una tradición (también como filólogo) y, sin embargo, no duda en mostrar a sus maestros y sus cartas. Es como si convirtiese su personaje (porque, ¿qué otra cosa es un poeta si no un personaje?) en un altavoz de sus inclinaciones estéticas, en el fruto de sus lecturas y admiraciones. Se intuyen y se ven en sus poemas muchas notas de lecturas, referencias a poetas, a aforismos, reflexiones sobre el arte, sobre la propia poesía y, por supuesto, numerosas evocaciones autobiográficas. Una especie de persuasión tranquila refuerza su poesía; en ella adivinamos  una voluntad de acompañar silenciosamente al lector, de responderle y conmocionarle.  Toda su poesía tiene un efecto tan contundente como el toque de una aldaba: su deber es la celebración. El poeta y la realidad participan de la misma aspiración: ser esencia, actualizarse, redescubrirse mutuamente en cada poema. Son sus libros, tanto Eta arkadian ni como Gorputzeko humoreak, manuales de autoexploración, de búsqueda de una armonía, a través de la arquitectura interior y las emociones. Y, por qué no, una poética del silencio, de homenaje a la palabra, de elevación de la cultura. FUENTE: http://www.navarra.es/




EPIGRAMA CII

Y como (según me dicen) yo soy
muy dado, de siempre, a las digresiones
(algunas con ínfulas eruditas,
otras –¿cómo decir?– ambientadoras,
y muchas, si no todas, prescindibles),
de entre mis muchas amistades nadie
(quizá Raquel sí) se sorprendió apenas
de saber que por ti bebo los vientos,
oh Javi, el de las piernas arqueadas
(el epiteto lo tomo de Homero),
defensa de tercera regional.

–Concédanme este verso de suspiro–

Me pregunto qué aclaración (acaso
de mí) llevas ahí, entre paréntesis.




CII EPIGRAMA

Eta nola–diote– ni emana
bainaiz oso digresioetara
(batzuk jakintsuak diruditenak,
girotzaileak edo beste batzuk,
asko –guztiak?– alboragarriak),
nire ezagunen artean inor
ez zen sobera harritu (Raquel bai)
erakartzen nauzula jakitean,
Javi, hanka gakotuetakoa
(epitetoa Homerorena da),
hirugarren mailako futbolista.

Galdetzen bainuen neure artean
zer argibide dakartzazun (nitaz
akaso) parentesi artekoan.




LA BELLEZA

La belleza suele ponerme triste
(me impone cruelmente su victoria
que es breve y en engaños generosa,
y me trae a la memoria otros tiempos
más amables). En las piscinas públicas
moja las espaldas y las broncea
de sol, resplandecientes de alegría.
Corta el césped, distraída, con los dedos.
Ignorante y silente,
yace la belleza. No sabe nada
de deseo, de muerte. Enfermedad
oportunista, sigue su camino
a través de cuerpos siempre más jóvenes
hacia la eternidad. La vemos irse.




EDERTASUNA

Edertasunak tristetu naroa
(anker inposatzen dit bere garaikunde
llabur, iruzurrez naroa
eta gomutara ekartzen garai
hobeak). Piszina publikoetan
bizkarrak busti eta eguzkiaz
urreztatzen ditu, pozaren pozez
segail. Belarra mozten du hatzekin.
Ezjakinez, isilik
dago edertasuna. Ez daki deus
desiraz, hil beharraz. Eritasun
oportunista, bere bidea du
gorputz gazteagoetan hartuko
eternitatera buruz ni gabe.



UN POEMA DE AMOR

Los muertos no reciben e-mails,
pero eso no quiere decir
que no pueda escribírseles.

Pedirles perdón, por ejemplo, confesarles
que debíamos habernos atrevido
al sexo, contarles qué hemos hecho hoy.

Hoy he sabido de tu muerte;
me lo ha dicho, triste, Alaitz.
Me he acercado a la sala de ordenadores
y he tecleado tu nombre en el buscador.
He averiguado cosas de ti que no sabía.
En un sitio aparecían el teléfono
de tu trabajo, el de tu casa y esta dirección

electrónica.

Quiero que estas palabras se pudran
en tu bandeja de entrada, extrañadas
de su propio contenido y su destino.
Eres un muerto mío. Desde hoy
te amo. Nunca lo hubiera sospechado.




MAITASUN POEMA

Hildakoek ez dute e-mailik
jasotzen baina idazten ahal zaie.

Barkamena eskatu. Idatzi
sexura ausartu behar genuela.
Kontatu gaur zer egin dudan.

Gaur zure heriotzaren berri
eman dit Iñigok, triste.
Hurbildu naiz ordenagailu gelara
eta zure izena bilatzailean teklatu.
Zutaz ez nekizkienak jakin ditut.
Leku batean laneko telefonoa dago,
eta bai etxeko telefonoa eta helbide
elektroniko hau ere.

Nahi dut hitz hauek ustel daitezen
zure sarrera zerrendan, harrituak
beren edukiaz eta beren patuaz.
Nire hil bat zara. Gaurtik aurrera
maite zaitut. Ez nuen inoiz jakinen.



EL POETA IMPEDIDO

El poeta está sentado oyendo a Bach
cuando le alcanza la iluminación
de que nadie es verdaderamente feliz.
Repasa la lista no menguada de sus conocidos
–comenzando o acabando por él mismo–
y reconoce la infelicidad intrínseca de sus vidas;
puede que ellos no lo sepan
porque están muy ocupados 
en olvidarlo, trabajando, quedando para mañana
en un café, manteniendo conmigo polémicas inútiles.
Decide el poeta que ahí hay material para un poema

y corre –se le diría feliz– a buscar papel.
No. Aún no escribe nada, prefiere madurar el argumento.
Es muy vulnerable: cualquiera podría contestar,
echando por tierra el clímax del poema,
que trabajar, quedar para mañana en un café,
mantener conmigo polémicas inútiles es precisamente
la felicidad. Y él sabe que no.
No va a convencer a nadie.
Así que escribe, una vez más, un poema cualquiera 
sobre los niños de la guerra. 




POETA EZINDUA

Poeta –irratian Bachen txakona– eserita dago argialdia
egin zaionean: inor ez da egiazki zoriontsua.
Bere ezagunen zerrenda ez gutxitua birpasatu du
eta haien bizitzen zoriongabe intrinsikoa ezagutu,
baliteke haiek ez konturatzea lanpetuta baitabiltza
huraxe ahazten, lan egiten, kafe batean biharko
gelditzen, alferrikako polemikak nirekin edukitzen.
Poetak erabaki du hor badagoela poemarako gaia

eta –zoriontsu irudi– paper bila doa.
Ez. Oraindik ez du ezer idatzi, argudioa ondu nahi du.
Ahula da oso, edonork lezake erantzun,
poemaren klimaxa guztiz hondaturik,
lan egitea, kafe batean biharko gelditzea,
alferrikako polemikak nirekin edukitzea dela hain zuzen
zoriontasun delakoa. Eta berak badaki ezetz.
Ez du inor konbentzituko.
Berriz idatzi du, beraz, edozein poema
gerrako haurrei buruz.




UNA CANCIÓN POP

La batería comienza con unos acordes
de Take Five de Brubeck, entra un piano,
un coro de hadas susurra un estribillo
sin letra, dulcemente,
acompañado (ahora suena) de un clave.

Un hombre, joven de voz,
canta unas líricas inglesas
con distorsión, como si le oyéramos
desde lejos, desde una radio.

Le he entendido looking for night clubs  
en la parte en que un hada le hace la segunda voz.
Driving alone. Un solo de clave.
El coro sedante de las hadas.
El chico, de nuevo, conduce solo.




ABESTI  POP  BAT

Brubeck-en Take five-en akorde batzuekin hasten da
bateria, piano bat sartzen da,
maitagarrien koro batek berba gabeko lelo bat
egiten du leunki,
hasi berri den klabikordio baten laguntzaz.

Gizonezko ahotsez gazte batek
ingelesezko lirikak kantatzen ditu
distortsio batekin, urrun, irratitik
entzungo balitzaio bezala.

Looking for night clubs ulertzen diot
maitagarri batek bigarren ahotsa egiten dion partean.
Driving alone. Klabe solo bat.
Maitagarrien koro sedagarria.
Mutila berriz bakarrik gidatzen.




MI CALAVERA

Traigo aquí dentro una calavera
que a su tiempo alguien cogerá 
en su mano diciendo memento mori 
o “ser o no ser”, si es que aún se estila.

Tratará de adivinar mi sexo.
No le costará mucho. Es fácil, cuestión 
de tamaños. Está ya muy visto.

Aspirará también a explicar 
mi muerte –qué pena que tan tarde–.
Esto ya le dejará más espacio 
a la especulación –qué felices
son entonces–, a no ser que la evidencia
grosera de un orificio –así dicen ellos–
limite las posibilidades a trepanación 
o disparo –ya sea en la sien o en la nuca–.

Mis dientes le dirán qué comía,
qué debería mejor haber comido;
le informarán también 
de los años que acumularon. 

Se podrá, si juzgan que vale la pena,
proyectar cuáles fueron mis facciones,
en qué se cifró mi belleza, en qué minucias. 
A alguien le recordaré a alguien.

Puede que para entonces la ciencia 
permita interpretar mucho mejor que hoy
las marcas casi fósiles que, sabemos, deja 
el cerebro sobre las paredes del cráneo,
y que sepan leerme un poco el pensamiento,
leerme el temor a poder haberme ahorrado
este poema, y otros temores menos atávicos.



NIRE BUREZURRA

Hemen barruan badakart burezurra
norbaitek bere garaian hartuko duena
eskuan eta memento mori esanen
edo izan ala ez izan, oraindik ohi bada.

Sexua zein nuen igartzen saiatuko dira.
Gutxi eramanen du. Erraza da, tamainu
kontua. Oso ikusirik dago.

Gogo izanen dute halaber esplikatzea
zergatik hil nintzen –domaiez berandu–.
Honek espekulazioari tarte handiagoa
utziko dio –zein zoriontsu dira orduan!–,
zulo –haiek orifi zio esaten diote– baten
nabaritasun baldarrak ez baditu aukerak
trepanaziora edo tiro batera mugatzen.

Nire hortz eta haginek salatuko dute
zer jan nuen, zer hobe nukeen jatea,
berri ere dute emanen
pilatu zituzten urteen.

Posible izanen da, merezi duela uste izatera,
nire aurpegiera nolakoa zen proiektatzea,
nire ederra zerk, zein apurrek osatu zuen.
Norbaitek norbaiten antza hartuko dit.

Nire pentsamendua irakurtzen ere ahalko dute
–jakingo denez, garunak arrasto fosilak uzten ditu
burezurraren paretetan; ordurako jakingo dute–.
Irakurriko ahal didate poema hau denborak eroana
eta bertan adierazten asmatu gabeko hainbat beldur.



MUNA CITA DE VASARI

Un frío recorre todo lo bello.
                                    Ángel Erro

Un día de enero
de 1493 hubo una gran nevada
en Florencia. Pedro de Médicis
mandó llamar a Miguel Ángel
para que en el patio de su palacio
le hiciera una estatua de nieve.



MVASARIREN AIPU BAT

Hotz bat dabilkio eder denari.
                                    Ángel Erro

1493ko
urtarrilaren egun batean
elurte handia egin zuen
Florentzian. Pedro Medicikoak
Michelangeloren bila bidali
zuen bere morroi bat,
jauregiko patioan
elurrezko estatua bat egin ziezaion.




EN EL HOTEL FOXÁ 25

Recuerda que tan sólo en estas palabras
–suspendido por la herida de la duda– existes.
De silencio muere la palabra en el poema,
sobre la sábana blanca, premio aún más blanco.

La realidad no va a perdonarte, ya lo sabes;
porque, al fin y al cabo, un personaje literario
(tú mismo, por ejemplo) no concuerda con nada,
ni siquiera en esta habitación kitsch de hotel.

Y rumiando dudas irás al baño, ya lo sabes,
a enterrar tu memoria en el espejo,
como si allá pudieras dejar enredado
el tiempo de la luz en su tela de araña.

Entonces seré yo quien te abrace, único testigo,
movido por una compasión carnal y falsa.
Para qué contestar. Un grito ambiguo
resuena en el televisor encendido.




FOXÁ 25 HOTELEAN

Gogoan har hitz hauetan baino ez zarela
–dudaren isuriak etenda– existitzen.
Isiltasunez hiltzen da hitza olerkian,
izara zurian sari bat zuriagoa.

Ez zaitu errealitateak barkatuko,
azken buruan pertsonaia literario bat
(zu zeu, adibidez) ez dator bat ezerekin,
ezta hoteleko gela kitsch honetan ere.

Eta dudati bainugelara joanen zara,
zure memoria ispiluan ehorztera,
hor geldirik froga bazenezake bezala
argiaren denbora armiarma sarean.

Besarkatuko zaitut nik orduan, lekuko,
erruki haragizko eta faltsu batekin.
Zertarako erantzun. Oihu anbiguo batek
durundi egiten du telebista piztuan.




SOBRE LA FUGACIDAD DEL TIEMPO

Ignoran que el poeta se encierra
–digo poeta, disculpen la imprecisión–
en una oficina pintada en crudo
como la vida, y que racanea folios.

Que el ordenador le recuerda la hora
y retumban censores los fluorescentes.
Desde su puesto suma tres calendarios:
el de Ashegui, el de la CAN, y el de la Caixa.

Relojes, sólo dos; y resulta extraño
que, aún así, tan requerido,
el tiempo se muestre remiso a pasar.

Y, sin embargo, pasa, pero en otra parte:
en los versos, mejores, de otro poeta
o en los marcadores de los concursos.



DENBORAREN IGAROTZEAZ

Ez dakite. Poeta bildu ohi da
bizitza bezain hitsez pintaturiko
bulego batean. Eta zekena da
eskatzen dizkioten folioekin.
Ordenagailuak zuzen dakarkio
ordua begira. Fluoreszenteek
zaindari egiten diote burrunba.
Dagoen tokitik hiru egutegi
jotzen ditu begiz: Ashegi, Berria
eta Caixakoa; soilik bi erloju.
Eta bitxia zaio nola denbora
hain galdatua izan arren, itxuraz,
uzkur den igarotzen, akitzen, joaten.
Halere igarotzen da. Beste inon:
beste inoren poema hobeetan
edo konkurtsoen markagailuetan.




ENMENDANDO ALGUNOS POEMAS VIEJOS

He encontrado entre mis papeles dos viejos poemas.
No me han parecido tan malos, para ser míos,
aunque no coinciden con mis gustos actuales;
ya no soy –¡por Dios!– tan existencialista
ni tan llorica.

Pero todavía puede salvarse algo de ellos,
si desnudo la paradoja, que siempre la hay,
y le doy luego otra vuelta de tuerca.
Y me he puesto a ello.

Pasados unos cuantos días, unas semanas,
me he dado cuenta de que eran traducciones
de Antero de Quental, de cuando era su fan.
Pero ya era tarde para enmendar el error.
Los había ya convertido en poemas de Pessoa
y perdido de nuevo entre mis papeles.



POEMA ZAHAR ZENBAIT ATONDUZ

Paperen artean bi poema zahar kausitu ditut.
Ez zaizkit txarregiak iruditu, nireak izateko,
nire gaurko gustuekin bat ez datozen arren;
ez naiz gehiago –otoi– horren existentzialista
ez horren negarti.

Baina oraindik zerbait salba daiteke hortik,
paradoxa, beti baitago, biluzgorritzen badut
eta koxka bat estuago ematen badiot gero.
Eta gogoz ekin diot.

Hortik egun batzuetara, aste batzuetara,
konturatu naiz poemak itzulpenak zirela,
Antero de Quentalenak, zale nintzaionekoak.
Berandu zen, baina, okerra konpontzeko.
Pessoarenak bilakaturik neuzkan harrezkero,
eta paperen artean galdurik.




TEORÍA LITERARIA EN EL BAR KAIXO

Te acercaste. La mano o el labio o el pájaro
vuelto nieve en un mar de hilos dorados. Me habías leído, 
y esperabas de mí, primero, humor;  
y luego, si la noche fuera propicia, sexo. Medio
en broma dijiste, citándome, hazme 
un poema y yo me haré tuyo. Incitándome.

¿Cuándo aprenderán algunos a distinguir
entre el yo poético y yo?

En realidad, no soy nada espontáneo,
me ha llevado mucho tiempo plagiar 
eso de la mano o el labio o el pájaro.
Me da vergüenza o miedo o culpa,
además, ligar delante de mis amigos,
y no se me ocurren fácilmente salidas
ingeniosas. No supe qué contes-
tarte. Tartamudeé. Dije algo que no recuerdo,
tal vez eras más bello en la literatura;
pero eso lo digo ahora, solo, encerrado
en una habitación donde nadie puede verme.

Quiero pensar que nos acostamos
porque olías a pino, que es la única 
verdad en este mundo. En éste.



LITERATUR TEORIA KAIXO TABERNAN

Hurbildu zinen, Nilok urreztutako itsasoan
eskua edo ezpaina edo hegaztia elur egina.
Irakurrita bide ninduzun eta nitaz 
umorea lehenbizi eta gero, gaua aldeko bazen,
sexua espero zenuen. Erdi irriz,
nire aipuaz esan zenidan egidazu 
poema bat eta ni eginen naiz zure. 

Batzuek noiz ikasiko dute bereizten
ni poetikoaren eta nire artean?

Ni ez naiz espontaneo batere.
Eskua edo ezpaina edo hegaztiarena
plagiatzeak denbora asko eraman dit.
Lotsak edo izuak edo erruak hartzen nau,
gainera, adiskideen aitzinean ligatzean,
eta ez zaizkit aise bururatzen ateraldi
ingeniosak (nago aburusoiltzen hasia).

Ez dut jakin zer erantzun. Toteldu naiz
total. Gogoratzen ez dudan zerbait esan dut,
agian ederragoa zinen literaturan,
baina hau orain esaten dut, bakar, zerratua
inork ikusten ez nauen ganberan.

Pentsatu nahi dut oheratu garela
pinu usaina zenuelako, eta hori da egia 
bakarra mundu honetan. Honetan.



POR QUÉ LEER

Los hombres respetables se lavan las manos
después de manejar un libro, de abrir una paloma.
Así obran, sí.
Yo los respeto, 
es decir, los odio. 

Yo no me lavo las manos ni siquiera antes.
Les sudo los lomos. Me dejo en ellos la piel.
Mojo su celulosa
pongamos que llorando,
aunque sea agua de piscina.

A los hombres respetables los libros los hacen mejores.
Los dejan igual. Ya eran mejores antes.
Se les nota. Se les notaba.
Anda que llamar paloma a un libro.
Leer siempre es trágico.



ZERGATIK IRAKURRI

On gizonek liburuak eskuetan ibili ondoren
garbitzen dituzte eskuak, usoa ireki ondoren.
Hala egiten dute, bai.
Nik errespetatzen ditut;
gorroto diet, alegia.
Nik ez ditut eskuak ezta lehenago ere garbitzen.
Bizkarra izerditzen diet. Uzten naiz liburuetan.
Zelulosa bustitzen dut,
demagun negarrez busti ere,
nahiz igerilekuan den urez.
On gizonei liburuek hobearazten diete, diote.
Berdin uzten dituzte: lehen ere hobeak ziren.
Nabari zaie. Nabari zitzaien.
Liburuari usoa deitzea ere.
Irakurtzea beti da tragiko.






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