miércoles, 15 de marzo de 2017

TERESA MATEO [20.036]


Teresa Mateo 

Teresa Mateo Marcos nació el 12 de Octubre de 1984 en Murcia. Pese a su timidez, estudió Arte Dramático en la Escuela Superior de Arte Dramático de Murcia y después estudió Trabajo Social en la Universidad de Murcia. Es una mujer a la que no le gusta hacer planes, y todas sus preocupaciones o aquellos sentimientos que le parecen extraños y que le atormentan, los expresa en el papel, mediante la poesía.

Actualmente, vive en Madrid, con sus sueños. Ha participado en diversos recitales y proyectos colectivos, incluída en 'Doce veces un año', una antología autoeditada de jóvenes escritores vinculados a las redes sociales.

El primer poemario de Teresa Mateo, ‘Cuando nos repartimos los bares’, Frida Ediciones, 2015



Sé qué es lo correcto (IV)

Sé qué es lo correcto.
Sé exactamente por dónde.
He trazado caminos en los mapas
atravesando océanos en ámbar.
Cruzo sin mirar los restos,
me miran a mí,
me observan a mí
que no soy yo,
me dicen por allí no, 
cómenos con tus labios navaja, me dicen.
Maldita ruta surcando tu pelo,
maldita marejada
con olas de tu tamaño
gemelas de ti y unidas al nacer
que extirpa mis velas de caso omiso a lo atado
y bien atado.
Me arranco los ojos,
que no me miren,
que no me miren
tus restos.

Texto incluido en Noviembre (Doce veces un año)






CUANDO NOS REPARTIMOS LOS BARES"-FRIDA EDICIONES-2015 


Toda esta ausencia tenía un motivo vistiéndose de verde, toda esta ausencia era para volcarme en papel, para tocar los dedos que pasan las hojas, para dormir cerca de las almohadas, para compartir los trayectos en metro, para ver el recorrido de las miradas pasando al siguiente verso, para estar y para ser. 

Pedro Andreu dice que "Cuando nos repartimos los bares habla de eso que el propio titulo explica: de ruptura sentimental. De ese jodido infierno que todos hemos tenido que sufrir alguna vez: el saber que los lugares comunes harán daño y deberemos desprendernos de ellos si queremos seguir adelante, esos bares donde fuimos felices y que tendremos que repartirnos para no encontrarnos. Habla de esa difícil carretera hacia el olvido que tendremos que atravesar sin luces para lograr reconstruir de nuevo nuestra vida y nuestro ser. Pero Teresa Mateo no cae en el sentimentalismo ni la ñoñería en la que es tan fácil incurrir al hablar de desamor. No, ella encara los poemas con un fino humor desencantado, se ríe del dolor y de ella misma, se distancia de su propia tristeza para vencerla, ahogarla, darle patadas."

Estoy aquí. 




SEÍSMO ERES TÚ
            
¡Dame tus dedos, acres                 
de olor a gasolina.  
Esos dedos cerrados                        
que precintan la oscura      
mercancía del vértigo!
          
Ernestina de Champourcín


Cabalgamos libertad
tras las dunas,
con las plantas de mis manos
buscando tu agua.
Cabalgamos libertad
sobre líneas imaginarias,
con los océanos de tu boca
empamando mi tierra.
Mi amazona vence a tu héroe.
Atroces caníbales los labios.
Y ladran los perros,
y bésame los arrecifes.
No me imagines mujer terrestre,
sirena varada
orillada en tu vientre.
Escríbeme secretos en la nuca,
siendo yo refugio,
siendo tú cénit.




HASTA CUÁNDO IBAS A SER BANCO RECIÉN PINTADO

Llevas el reloj de tu vida
con la mía atrasado,
es por eso que los trenes
que tienen mis dedos
se marchan antes de que aparezcas.
Me disparaste a quemarropa
siendo bala perdida,
es lo que tiene besar con los ojos cerrados
y quedarte a vivir soñando,
haciendo que mi sentido común
fuera el de tu tacto.
He intentado tantas veces encajar
en la silueta de tu cadáver,
pintada en el suelo,
solo para que me abraces,
que al final tanto frío me ha quemado.

Tan solo me queda arrancarme
tus puntos suspensivos del corazón
y que sea la primavera la que me sangre.


Quién me iba a decir
que a una herida tan
profunda sólo le hacía
falta un punto.

                                   El final.



MI ANIMAL

Porque el amor anhela su sepulcro en la carne;
quiere dormir su muerte al calor, sin olvido,
al arrullo tenaz que la sangre murmura
mientras la eternidad late en la vida, insomne.

ROSA CHACEL 

Me he mirado a la cara
y he desarmado al sentido.
Mi animal tiene hambre.
Mastica los recuerdos
de un pasado que no existe.
He saltado por la ventana
que se abre cuando se cierra una puerta.
Mi animal tiene hambre.
Devora esquinas de mares,
tú despides calor y con adioses
me dejas tiritando
dentro de la recámara
como si no fuese yo arma de fuego,
como si no fuese yo pólvora negra,
cápsula fulminante.
Tengo la boca llena de tierra de por medio.
Chirrían mis dientes que son las balas.
Se me caen de los bolsillos
y los meto debajo de la almohada.
Mi animal tiene hambre
de noches arrasadas por incendios,
de estepas y caballos,
de sol de media noche




ERES UN MONTÓN DE POEMAS DE AMOR Y UNA CANCIÓN CUALQUIERA

Estoy escuchando la canción
tu canción,
una canción,
podría ser cualquier canción,
como esta noche, una noche cualquiera
en la que se me ha clavado
la espina de tu recuerdo entre los dientes
convirtiéndome en todas esas ganas
de abrir el frasco de la mermelada de fresa.
No hay kilómetros suficientes para medir
la distancia desde este punto hasta tu punto, 
la mido con el espacio sobrante
de entre mis dedos desde que tú no,
y qué lejos
y qué lento el tiempo, 
se me ha ido de las manos sin despedirse,
ahora permanece en la arena 
de una playa desierta sin huellas.
Sabes a huida y sólo me has dejado relojes de cal.
Estoy escuchando la canción,
tu canción,
una canción, 
podría ser cualquier canción,
como esta noche, una noche cualquiera
en la que pienso que qué hija de puta toda la historia de la música. 





Reseña "Cuando nos repartimos los bares" de Teresa Mateo

Cuando nos repartimos lo bares habla de eso que el propio titulo explica: de ruptura sentimental. De ese jodido infierno que todos hemos tenido que sufrir alguna vez: el saber que los lugares comunes harán daño y deberemos desprendernos de ellos si queremos seguir adelante, esos bares donde fuimos felices y que tendremos que repartirnos para no encontrarnos. Habla de esa difícil carretera hacia el olvido que tendremos que atravesar sin luces para lograr reconstruir de nuevo nuestra vida y nuestro ser. Pero Teresa Mateo no cae en el sentimentalismo ni la ñoñeria en la que es tan fácil incurrir al hablar de desamor. No, ella encara los poemas con un fino humor desencantado, se ríe del dolor y de ella misma, se distancia de su propia tristeza para vencerla, ahogarla, darle patadas.

Si tuviera que definir con una sola palabra este libro, la elegida sería divertido. No tanto por el tema del que trata el libro, que como podéis ver en el título es el desamor, sino por la forma tan ingeniosa de tratarlo, un característico juego de palabras utilizado por la autora. 
Esto, hace que veamos las rupturas amorosas desde un punto diferente, porque en esos momentos es cuando se escribe desde el dolor y es muy complicado, o por lo menos yo lo pienso así, darle ese toque especial y muy característico que hace verlo desde otro punto de vista.
Me ha encantado que no hable sobre el amor desde esa tristeza que se contagia. Sería por lo principal que os recomendaría este libro.

Las personas que son luz al 
principio del túnel son 
las más peligrosas

En general, lo he considerado una buena lectura. Es un libro se lee con mucha rapidez porque ser bastante corto y porque los poemas que lo componen son bastantes ligeros, por regla general de una página cada uno.
Os vais a encontrar versos muy bueno, que a veces transmiten ideas opuesta. A mi, personalmente, me ha encantado este verso "He llegado hasta infinito contando/ hasta tres para olvidarte", puede que no os diga nada a simple vista, pero a mi me ha recordado a cuando era niña y jugaba a cualquier juego en el que tenía que quedarme contando y los demás se escondían, mientras se mezcla con vivencias de una pasado de no tan niña en el que quieres olvidar a alguien.
Sensaciones como estas las he experimentado con diversas frases del libro y creo que a cada uno le recordará a algo diferente según los recuerdos de cada persona.

Todo permanece en el silencio de una
canción antes de que empiece la siguiente
y yo bailo como si sonara tu risa
y no tuviera miedo del ladrido de ningún perro

Aunque me ha parecido un libro recomendable y que de vez en cuando le echaré un ojo, me han fallado algunos detalles.
Principalmente, aunque hable del amor desde otro punto de vista, todo el libro es de amor y para mi gusto, aunque no sea pesado de leer, es un poco repetitivo por el tema, porque sabes de lo que va a tratar el siguiente poema aunque esté expresado con otras palabras. Hubiera preferido un poco de diversidad, pero por lo menos no es el amor típico.
También me ha fallado un poco en la estructura de los poemas, no en todos, pero si en algunos me ha parecido poemas hechos con frases bonitas que hablaban del mismo tema y eso es algo que me sacaba un poco de la lectura. Esto puede que se deba al estilo de escritura de la autora, que en algunos poemas es de poner puntos cada dos o tres versos, pero como digo, no me ha pasado con todos, sino puntualmente en algunos casos aunque si me distraía bastante, aunque como ya sabéis son manías personales mías, porque los frases son preciosas y si os gusta este estilo os vais a enamorar de los versos, os lo aseguro.

En esta casa sin ti
hay sonetos nunca escritos
y un destino emborronado a lametones.

Para terminar, lo único que tampoco me ha convencido del libro es la última parte. En ella no encontramos poemas, sino frases sueltas.
Eso lo he visto en muchos libros últimamente y siempre es la parte que menos me gusta. En este caso, toda la alegría que desprende el libro ha desaparecido en esta parte, no por la forma de escribir o tratar el tema, sino por qué no conecto absolutamente nada con estas partes. Se me ha hecho más pesado de leer que el resto del libro y solo son unas frases en comparación con lo demás que son poemas.
Las frases que vemos son bonitas y con las que te puedes identificar en más o en menos medida. Que no me guste no significa que sean malas, sino que como siempre digo, tengo un estilo bastante definido a la hora de leer poesía y las frases sueltas para mi no lo son y prefiero leerlas en Twitter, pero se que para la mayoría de la gente es una de las mejores partes del libro. Por eso, evitando mi opinión personal en lo referente a todas estas secciones en todos los libros, he de decir que son unas frases bonitas, que transmiten muchos sentimientos y siguen con la temática y estilo personal de la autora. Con ese juego de palabras en algunas ocasiones y ese optimismo que desprende.

Ven, que la distancia sabe mantenerse sola.

En general es un libro que recomiendo, porque aunque hay detalles que no me han gustado, me ha parecido una lectura muy entretenida que puede ser un grato acercamiento al mundo de la poesía que os dejará con buen sabor de boca y con ganas de más. 
Es por eso por lo que principalmente me parece un libro recomendable, ya no solo a la gente que esté comenzando a leer poesía sino a los lectores avanzados pues es un poco de aire fresco dentro de tanto formalismo.

Mai Velasco
Colaboración con Frida Ediciones




X

Está cerrado a cal y canto
sólo canciones tristes
No tengo voz para dejar de llamarte
Sopla el viento
y se me ve lo tupido de las entrañas
Dejas una migaja dentro
de la manga en la que tendría que estar el as
de perder la última mano de tus cartas
me molesta como si fueras
la etiqueta de mi camiseta favorita
rozándome la piel
la corto y se descose la costura de la sonrisa
Desapareces mientras estoy en mis cosas
que ya sin más remedio que el que no tengo
son solo mías
Me encuentro como x perdida
marcando la suposición rotunda de un puede ser
desubicada desde que no vive
encima de un usted está aquí.




Buscándote azul

He estado buscándote azul desde siempre
esperando a que llamaras a mi puerta
y decirte sí quiero con cara de boba
con los pies en el aire
Esperando
Tejiendo un velo con papel del váter
No puedo follar contigo sin pensar que hay algo más
sin pensar
Se me ulcera la vida sintigo amor
Me falta el aire
Cuando no estás no puedo respirar
Contaminado
Te necesito
Te necesito
Te necenecio
también tengo que decirte
que de mi boca
que lame cuando quiere
con quien quiere
como quiere
no va a salir ápice de ese pensamiento rancio
que huele 
que apesta
que no es que asuma que no quieras nada conmigo
que se parezca a una palabra que empieza por 'a'
y termina en 'mor'
Que no es que te esté desesperando
a que me des un visto bueno ni malo
Que corro libre
Que me corro libre amor




La tormenta

Limpiaparabrisas a la velocidad de mi mente,
haciendo camino de capazos
de arena marcando el tiempo,
eterno o infinito, confundiendo
los términos con los principios.
Las punzadas de agua se
trasmutan en un abandono
del estado líquido;
ya no hay estado ni bandera del olvido.
Corro hacia el portal queriendo adelantar
al pensamiento en voz grito
del que palpita dejando mensajes en morse,
dictando lo que le sale de los cojones,
y yo, tonta de ti, haciéndole
todo el caso de tu mundo y guardando
lo que sobra en una fiambrera,
por si más tarde, por si algún día.
Abro la puerta, calma inquieta, desértica.
Aparecen las olas por la cocina,
me hago barricada, me declaro en guerra.
Desabrocho los botones de la pasión apagada
que resbala por mis rodillas hasta el desagüe,
atascado en empeñarse,
atascado en este no dejar fluir cotidiano
que ha decidido cogerme confianza
negándose a expirar de asco.

Estoy en tu recuerdo, achicando agua
y sin llamar a los bomberos,
pensando en cuánto tarda en secarse 
la ropa en invierno.




El disparo

Le iba a decir que tengo ruido en la mirada,
y que no se preocupe si no alcanza
que yo le paso la sal de mis pestañas.

Le iba a decir que tengo una contracción proyectiva
latiendo en un campo de flores-mina
y un mal perder la cuenta
de las vueltas que da la vida.

Le iba a decir que soy laberinto conocido
que vale menos que salida por conocer,
que empiezo a pensar que dentro de control
no hay espacio suficiente para estirar las piernas.

Le iba a decir que soy paso en falso de escalón
y que tengo una sonrisa gris ceniza
de un cigarro que se apagó
por fuego cruzado ausente.

Le iba a decir que no se esfuerce
que soy un contra de todo
y no iba a ser menos su pronóstico.

Le iba a decir tantas cosas
que no me dio tiempo a nada,
con un disparo certero
me calló la mirada a besos:

' Dame la mano aunque yo lo quiera todo,
voy a sacarte de dudas a bailar '











Me matas de ganas

De follarte
de quererte
de reírte y de lamerte
que me matas de ganas de verte
en blanco y negro
y de colores
de odiarte a ratos cortos y largos.

Si me concedes este baile
me agarro a tu clavo ardiendo
y entonces el tiempo,
que no pasa sino que se corre
como cuando llueves a mares
entre mis piernas
porque sabes que
cualquier cosa que digas
podrá ser utilizada para que
me pongas entre tu espada
y mi pared.

que me mates de ganas te digo
que me mates de ganas te digo

que me mates de ganas.




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