viernes, 12 de septiembre de 2014

ALFREDO BRANDÁN CARAFFA [13.283]


ALFREDO BRANDÁN CARAFFA

(Córdoba, Argentina, 1898 - Buenos Aires, 1978)
Entre los autores más prestigiosos de nuestra vanguardia, que procedía del cosmopolitismo y la literatura ultraísta, Brandán Caraffa, había nacido en Córdoba, en los últimos días de 1898. Como Brandán Caraffa compartía una tradición artística (su hermano también era poeta), fue alentado por el ambiente intelectual. El poeta juvenil, inquieto, vivaz, sedistinguió en los claustros universitarios por sus arengas en las memorables jornadasde la Reforma del 18’. Se recibió de abogado –profesión que nunca ejerció-pero resueltamente estúdio filosofía en Buenos Aires. Viajó mucho por el mundo, oportunidad en la que conoció en Europa poetas fecundos, líricos y disidentes. Regresó a la Argentina com ese afán particularísimo, la cabeza llena de sueños y poemas. En 1921 fundó la revista “Inicial” y después la célebre “Proa” (1924) junto com Borges, Guiraldes y Rojas Paz. Dos libros, especialmente revelan las mayores creaciones exquisitas y elevadas de poeta, Nubes en el silencio (1927); y Voces del amor inmenso (1943). Sus otros libros de curiosa inventiva, fueron Las manos del Greco (1921); Aviones (1932); El silencio y la estrella (1934); Visión sobre la pampa (1939) y Ecos del hombre infinito (1965). Desborda gracia la silueta irreal de La serpiente rosada. Muere en Buenos Aires el 12 de septiembre de 1978. Sin ansias y sin temores se olvidó de él nuestra cultura, en cuyas bibliotecas no hay un breve libro ni un simbólico laurel del venturoso poeta.




Secretos de la Torre Eiffel

     Ametralladora silenciosa, perfora el cielo de París con sus balines de éter.
     A las 5 de la tarde dispara su primer impacto que incrusta un fulgor sobre la bóveda celeste.
     Después, no descansa un instante de regalar ventanas a la mística voracidad de los telescopios.
     Hasta el alba despierta círculos psíquicos sobre la opaca sonoridad del silencio.
     ¡Qué crueldad misteriosa abrir tanta llaga de luz en la frente casta de la cuarta dimensión!
     Una noche desfondará los cielos y caeremos todos sobre un clamor de ángeles.
     Sólo la torre flotará sin zozobra con un gran salvavida de ondas hertzianas.
          Éter:
depósito general del silencio, eras una pampa sin huellas donde gritaban su libertad los abismos del cielo.
     El Norte no sabía del Sur ni el Este del Oeste porque cada camino transitaba la eternidad desnuda.
     El misterio era un huerto sellado que guardaban con su exacto ladrido los cuatro mastines cardinales.
     Pero una noche se levantó un gran signo de silencio.
     Árbol perfecto, de una simiente de aerolitos, se empinaba sediento de pájaros astrales.
     Y en su copa de acero se enredaron los gritos de los cuatro horizontes.
Desde entonces
           el polo magnético sufre nerviosos sobresaltos,
           y el misterio ha huido de su cárcel sin saber dónde refugiar su insomnio.
Torre Eiffel
tu sombra marca una hora sobre el cuadrante de los océanos.
     Cuando los hombres se trepen sobre ti encontrarán la lengua que le quitó el castigo.
     En tu antena
          filosa espada pronta a rasgar el gran vientre absoluto [45]
          anida el verbo que sonó en los ijares de la Babel maldita
Torre Eiffel
     Ametralladora de siglos
     árbol ultrasensible del moderno génesis.



Rotativas en marcha

     El corazón de la tierra se ha puesto a latir:
      es necesario pulverizar el silencio y todo ruido también que no tenga mil años.
     El pasado y los muertos
han caído desnudos en un viento de llamas.
     Una gran catarata de aceros
golpea incontenible las futuras edades:

HOY
MAÑANA
DESPUÉS

los golpes aterrizan en un planeta sin sombra.
Bajo el cemento que trepida pectoral victorioso
pulmones gigantescos bombardean atmósferas
y la prole de hierro da su alegría de émbolos más clara
que una alegría de astros en el silencio.
Su gran rotativo conecta sus vísceras con un cable de estrellas
y trepida el espacio
y se pone a trabajar una usina de mundos.
Y el corazón de la Tierra es un motor ultrarrápido
enrojecida la hélice poderosa del sol tan rápido
que la tarde,
hangar del viento
se ha puesto a temblar anunciando
El gran vuelo. 





PRESAGIO

Lunas enormes,
Que toman posesión del mundo,
Y brillan hasta el alba
Como flores monstruosas.
En la muerte del día
Se aparecen trinfando;
Como un impenetrable presagio,
O como un palio.

Parece que trajeran
Una antigua promesa,
Y que fueran a abrila la primera noche.

Pero siempre se marchan,
Maduras y divinas,
Sin dar lo que su carne
Sueña para la tierra.





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