domingo, 8 de febrero de 2015

KENIA LÓPEZ [14.755] Poeta de El Salvador


Kenia López

Nació en Soyapango, El Salvador el 29 de septiembre de 1987. 
Ha pertenecido al Taller Literario de la UTEC y al Grupo Letramorfosis, Taller Literario Serpientemplumada de Soyapango. Egresada de la Licenciatura en Ciencias Jurídicas de la Universidad de El Salvador. Desde el año 2005 es miembro del Taller Literario Serpientemplumada. Cultiva la poesía y la narrativa. Ha colaborado en la organización del Festival Internacional de Poesía “El Turno del Ofendido” de Fundación Metáfora El Salvador, y en la organización de diversas actividades artístico-culturales. También, ha participado en El Simposio Internacional Rubén Darío (León, Nicaragua) en distintas ediciones y en el Encuentro Internacional de Poetas, Bluefields 2014. Al igual que en diversos recitales. Sus textos aparecen publicados en “Retornos” antología poética del Taller Literario Serpientemplumada (2008), y en “Una madrugada del siglo XXI: poesía joven salvadoreña”.


10

No supliques
ahora me niego a escuchar el grito
desde tu vientre desgarra
las paredes de mi habitación
tragándose mis espantos
y la sombra del hombre que ayer fui
y no seré más.



14

Todo se tiñe al color de tu piel.
A ti,
que gustas perderte en tierras ajenas
invito a explorar cada rincón de mi ser
invade mi geografía ecléctica
incendia mis países cervicales.
Viajero,
Sé el último en corromper
mis hemisferios virginales.



18

“Por mi cerebro se pasea,
lo mismo que por su aposento,
un bello gato, fuerte, dulce y encantador…”
Charles Baudelaire

El reflejo de la luna toca mi ventana
con la suavidad nocturna
con el instante verde
escabulle su hambre a los pliegues de mi piel
perdido entre mis sábanas
recorre los hemisferios de la almohada
descubre en mi pecho una estrella fugitiva
lentamente
se quita la ropa
camina por la habitación
sembrando un olor al mar experimental.




RUINAS MALDITAS

Lágrima seca,
paño mojado.

Ruido sonoro,
tímpano mutilado.

Voces sin voz,
mente vacía.

Rosa negra,
rocío amargo.

Canto fúnebre,
boina arrugada.

Cenizas del tiempo.

Después de la lluvia
sólo persisten
mis ruinas malditas.



I.

“Lo esencial es invisible a los ojos.”
Antoine de Saint-Exupery, El Principito.

a Patricio Navas Cañadas

Y yo que creí en el canto de la soledad.
Al abrir mis pétalos
tu mirada se convirtió en luz de mis tinieblas
sin miedo a perecer a tu tacto.



CRIMEN

¿Nada nos falta?
No veo a nadie.
¡Alguien ha entrado aquí!
Cualquiera pudo ver esto.
¡No!
De todos tus crímenes,
éste es el más limpio.



REVOLOTEO

En una multitud de hombres
sacudo mi amargura
revoloteo
muero en mi venenoso pecho
sedienta de vida.




NO HAY VACÍO

a J. R.

Descubro el dolor en tu mirada
indestructible
ante la inmensa soledad de mis palabras
no hay vacío.





SIN TÍTULO ALGUNO


1

“Como yo soy la libertad
Serás libre”
 Carlos Alejandro Flores


Huyes
Maldices el tiempo
al destino
rechazas mi nombre
cadenas te atan a la rutina
quieres salir de tu cárcel
fabricar quimeras
hundirte en tu estómago
y compartir el secreto que nos hace bestias
destrozarte
destrozarme
destrozarnos.
No acates sus llamados
ellos no proveerán los placeres que yo te daré.
No vuelvas
el ayer murió en nuestra cama.





2

“Detrás de la cerradura del invierno
 la muerte me espía con ojos ambiciosos”
 Julio Iraheta Santos


La muerte toca a mi puerta
susurra a mis oídos:
− La hora está cerca.
Me pierdo en sus gemidos menstruales
se desvanece en afrodisíacos espantos.
La muerte toca a mi puerta.
Se despide
llevando en su vagina un pedazo de hielo. 





3

“Buscando estoy
 el silencio más dulce de tu lengua”
 Silvia Elena Regalado


Tu mirada se perdió en la cerradura de la atmósfera
carbonizando el más leve parpadeo.
Me conecto a las caderas del silencio
y siento correr tus dedos
por los poros abyectos de mi cuerpo.
Erosionada por tu ausencia
abro los ojos y desapareces
cierro los ojos y me soplas las entrañas.
Esparces tu neblina piel
En la volcánica superficie de mis vértebras. 



La serpiente a Eva

“Empero la serpiente era astuta,
más que todos los animales del
campo que Jehová Dios había hecho”
Génesis 3:1


Soy la serpiente:
que braza tu cuello
mordisquea tus labios
recorre tus venas
exprime tus senos
saborea tu sexo
rasgo tu útero
lo hago arder en ron.
Miras al espejo
colonice tus muslos.
Piensas
Yo doy tributo
por la semilla
que planté en tu mundo. 



La serpiente a Adán.

“... y tomó de su fruto, y comió; y
dio también a su marido, el cual
comió así como ella.”
Génesis 3:6


Si le abres o le besas las piernas a ella
no sabrás soportar la tentación
de ir arriba
abajo
hasta engolosinarte de su carne.
Te hundirás en el lago ardiente de sus labios.
Comerás la manzana
su verdad.
No podrás detenerte
querrás más.
Tarde
te enredó su selva tropical.
Serás un piojo viviendo de su sangre. 





Salificación.

“Entonces la mujer de Lot miró atrás,
a espaldas de él, y se volvió estatua de sal.”
Génesis 19:26


En la distancia:
Sombras van
se acercan
se cuelan en los pórticos de los barcos tardíos.
Quieren naufragar en tus caderas
y beber de ti el son piratesco.
Dar a luz amaneceres sin marejadas.
Edificar faros luminosos en las espaldas caídas.
Salificar tu nombre
sus nombres
mi nombre.
¡Aleluya!
No mires el estruendo
te pueden aniquilar.
Ellos parecen demonios -son criaturas peores-
Ángeles convertidos en armas suicidas. 





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