martes, 29 de julio de 2014

NELSON ESTUPIÑÁN BASS [12.556]




Nelson Estupiñán Bass 

(Esmeraldas, Ecuador 1912- Estados Unidos 2002), narrador, poeta, ensayista, diplomático y periodista ecuatoriano, se caracterizó por retratar la vida de la población afroecuatoriana, que en su mayoría vive en condiciones marginales y de pobreza.

Narrador, poeta, ensayista, diplomático y periodista ecuatoriano, se caracterizó por retratar la vida de la población afroecuatoriana, que en su mayoría vive en condiciones marginales y de pobreza.

Nació en Esmeraldas el 19 de septiembre de 1912. Sus estudios primarios los realizó en su lugar natal y los secundarios en el Instituto Nacional Mejía, en donde se graduó de contador en 1932. Ejercía la docencia y desempeñaba un cargo bancario en la provincia.

Viajó a China y a la Unión Soviética. Fue presidente del Núcleo de Esmeraldas de la Casa de la Cultura Ecuatoriana.

Nelson Estupiñán Bass ha querido insuflar de aliento y sabor plenamente vernáculos del cuerpo vital de su obra literaria. A través de ella, ya en prosa o en verso se trasunta en líneas esenciales y firmes, no sólo la realidad física y geográfica del paisaje telúrico que les sirve de fondo y sustento en su diario subsistir y acontecer. Son hombres verdaderos, de carne y hueso, sencillos y auténticos modos de vivir y desvivir los que pasan a lo largo de las obras de Nelson Estupiñán Bass. Su primera esposa era Julia Elena Ortiz. Nelson a sido un buen hombre y luchador por la libertad, la justicia y la igualdad.

Obra

Novela

Cuando los guayacanes florecían (Quito, 1954)
El paraíso (Quito, 1958)
El último río (Quito, 1966)
Senderos brillantes (Quito, 1974)
Las puertas del verano (Quito, 1978)
Toque de queda (Guayaquil, 1978)
Bajo el cielo nublado (Quito, 1981)
Al norte de Dios (Quito, 1994).

Poesía

Canto negro por la luz (Quito, 1956)
Timarán y cuabú (Quito, 1956)
Las huellas digitales (Quito, 1971)
Las tres carabelas (Portoviejo, 1973)
negra bullanguera (1980).

Ensayo y crónica

Luces que titilan: guía de la vieja Esmeraldas (Esmeraldas, 1977)
Viaje alrededor de la poesía negra (Quito, 1982)
Desde un balcón volado (Quito, 1992)
El Crepúsculo (1983)
1993 Los canarios pintaron el aire amarillo (novela).






Oh! ¿Dónde está ese mundo que soñé
allá en los años de mi edad primera?
¿Dónde ese mundo que en mi mente orlé
de blancas flores? 

Todo fue quimera! 
Hoy de mí misma nada me ha quedado,
pasaron ya mis horas de ventura,
y sólo tengo un corazón llagado
y un alma ahogada en llanto y amargura.

¿Por qué tan pronto la ilusión pasé?
¿Por qué en quebranto se trocó mi risa
y mi sueño fugaz se disipó
cual leve nube al soplo de la brisa?

Vuelve a mis ojos óptica ilusión,
vuelve, esperanza, a amenizar mi vida,
vuelve, amistad, sublime inspiración,
yo quiero dicha aun cuando sea mentida.





LA NOCHE Y MI DOLOR

El negro manto que la noche umbría
tiende en el mundo, a descansar convida.
Su cuerpo extiende ya en la tierra fría
cansado el pobre y su dolor olvida. 

También el rico en su mullida cama
duerme soñando avaro en sus riquezas;
duerme el guerrero y en su ensueño exclama:
soy invencible y grandes mis proezas.

Duerme el pastor feliz en su cabaña
y el marino tranquilo en su bajel;
a éste no altera la ambición ni saña;
el mar no inquieta el reposar de aquel.

Duerme la fiera en lóbrega espesura,
duerme el ave en las ramas guarecida,
duerme el reptil en su morada impura
,como el insecto en su mansión florida.

Duerme el viento, la brisa silenciosa
gime apenas las flores acariciando;
todo entre sombras a la par reposa,
aquí durmiendo, más allá soñando.

Tú, dulce amiga, que tal vez un día
al contemplar la luna misteriosa,
exaltabas tu ardiente fantasía,
derramando una lágrima amorosa,
duermes también tranquila y descansada
cual marino calmada la tormenta,
así olvidando la inquietud pasada
mientras tu amiga su dolor lamenta.

Déjame que hoy en soledad contemple
de mi vida las flores deshojadas;
hoy no hay mentira que mi dolor temple,
murieron ya mis fábulas soñadas.





Canción del niño negro y del incendio 

Negro, negro, renegrido,
Negro hermano del carbón,
Negro de negros nacido,
Negro ayer, mañana y hoy.
Algunos creen insultarme
Gritándome mi color,
Más yo mismo lo pregono
Con orgullo frente al sol:
Negro he sido, negro soy,
Negro vengo, negro voy,
Negro bien negro nací,
Negro, negro he de vivir
Y como negro morir.

Ayer estaba jugando
En el portal de una casa
Con Pepe, que es más pequeño
Y que es hijo de dos blancos.
Pepe, como buen amigo,
Su tambor había traído.
Cuando su madre nos vio
Vino veloz a la carrera
Y del brazo lo llevó.
-No debes jugar con negros,-
Le dijo, y limpió el tambor
Y la cara de mi amigo.

Juro que si algún pedazo
De mi color en la cara
De Pepe hubiera quedado,
Con la mano se lo arranco,
Porque mi color lo quiero
Y lo quiero para mí.

¡Barrio Caliente está en llamas!
¡Se quema Barrio Caliente!
El barrio negro se quema
Con un trozo de algodón

Los bomberos ya se acercan,
¡Pero el barrio está sin agua!
Barrio Caliente es hoguera
Y el fuego es una pantera
Que nos está persiguiendo
En una selva de llamas.
Crepitan guadua y pambil,
Cade, piquigua y rampita.
¡Ay, mi rancho que se quema
Y mi madre que naufraga
En marejadas de llamas!

¡Ay, mi hermanita, mi hermana,
Que nos llama, que nos llama,
Con una voz que se apaga
Por la escalera encendida
Que cayó sobre el cuerpo,
Que la tiene aprisionada
Y no la deja salir!
¡Que la salven a mi hermana,
Que yo pago lo que pidan,
Que si no tengo dinero
Puedo pagar con mi vida!

Mi madre tiene las ropas
Todas, todas, encendidas.
¡Mi madre que ya se quemó!
Más por el bosque de llamas
Como un fantasma abre campo.
¡Que una madre, por sus hijos,
Hasta el fuego lo domina!
Ya la rescató a mi hermana
Del infierno del incendio.
Yo recuperé mi voz,
¡Más que me llenan los ojos
De lágrimas de contento!
-¡Mama –digo, y somos tres
Que rodamos por la calle.

Ahora las llaman saltan
Del trampolín de mi rancho
A la casa del vecino.

Cuando la madre de Pepe
Ve que llevan por la calle
A mi madre y a mi hermana
En camillas militares,
Dice en tono suplicante
Alzando al cielo los brazos:
-¿Por qué se nos quemó, dios mío,
Todo ese Barrio caliente?

En los tiempos que vendrán,
Cuando caigan las barreras
Del odio de los adultos,
Las barreras de colores
De los niños que hundirán
Será cuando sea hombre,
Será cuando tenga hijos,
Será cuando el mundo nuevo
Nazca de todos los puños.
Niños blancos, niños negros,
Niños negros, niños blancos
Mano a mano se unirán,
Corazón con corazón,
Unirán casa con casa
Para la unión de la raza.
Otros serán ya los niños
¡Pero yo estaré presente!

Seré espiga de maizales,
O gota de agua cayendo
En las pupilas humildes
De marinos y soldados,
Machete de macheteros,
Rayo de sol en los juegos
De los niños del suburbio,
O quizás modesto abono
De la tierra repartida,
¡Pero yo estaré presente!

Negro, negro, renegrido,
Negro hermano del carbón,
Negro de negros nacido,
Negro ayer, mañana y hoy.
Algunos creen insultarme
Gritándome mi color,
Más yo mismo lo pregono
Con orgullo frente al sol:
Negro he sido, negro soy,
Negro vengo, negro voy,
Negro bien negro nací,
Negro, negro he de vivir
Y como negro morir.

2 comentarios:

  1. Nelson fue un hombre maravilloso y un gran ejemplo a seguir para las nuevas generaciones de nuestro pais, conocerlo para mi fue una gran satisfacción, ya que inculco en mi el hábito de escribir

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  2. Qué poesías más sentidas, Nelson Estupiñan que gran ser humano, que gran artista, gran poeta, gran ecuatoriano. Qué orgullos ser esmeraldeña.

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