viernes, 18 de marzo de 2016

MARLENE AYALA [18.252]


Marlene Ayala

(Buenos Aires, 1991) Actualmente vive en La Rioja (Argentina). Publicó su primer libro  de poemas en el 2013: “Donde solíamos gritar: poemario de una ninfómana” (tahiel ediciones). Diseña, edita y escribe en Revista Perniciosa  que se publica de forma impresa en la provincia de San Luis (Argentina) y de forma digital.



Poética

Mamá y papá no estaban orgullosos de mí. Entonces decidí perforarme la lengua con una  estalactita y me puse a escribir poesía. Cuando mamá leyó me dijo que la gente iba a pensar que tenía problemas mentales o que me drogaba. Quizás la poesía sea como un problema mental o una aguja debajo de la lengua.



Mi casa es una tumba y yo duermo mucho

Duermo demasiado.
Mamá me reta para que me levante y grita:
!Son las doce!,
¡laven los platos, arreglen la cama,
hagan limpieza profunda y los otros, corten el pasto!
y yo duermo para evadir el tiempo
y a veces chateo toda la noche,
y dejo pasar la vida como quien chatea hasta morirse.
De verdad que duermo mucho.
En la cama hay
humedad y poemas y sueños
de amigos virtuales. Y tengo
la boca llena de miedo,
y el miedo se sale por debajo de mi puerta
y toda mi alma tiembla de miedo.
Mis padres
caminan firmes y torpes.
Me pellizco la cara, de pronto,
y no siento la piel.
¡no existe nadie en este cuerpo!
¡este es el único cuerpo del mundo que no existe!
¡he olvidado quien soy y que sigo viviendo!,
Me toco los ojos y las tetas y estoy sucia
y sueño que vivía y que me llamaba Marlene
y que era cierto,
y estaba en La Rioja
y que ese lugar era parecido al infierno
y me visitaban fantasmas que venían del desierto.
Me digo que soy Alejandra
y me digo “ ¡Estás enferma de vida,
de esta única vida real!”
y agarro de nuevo el teléfono y lo aprieto en mi pecho
y escucho la músiquita de los angry birds
y como el cerdito verde ríe
y la risa era como la de papá
cuando venía a mi cama con magnolias
pero en realidad eran pájaros sangrando.
Papá viene como un muerto,
con el olor a Nacarí en la remera de Quintela
y habla mucho,
habla sobre el poder de existir.
Papá ha naufragado.
Mamá me salva a veces
pero no sabe que pasa.
Ella es tan bella en su ruina,
sé de ella cuando duerme
y se parece a mamá cuando yo tenía 4 años
y se pintaba los labios de rosa
y usaba largos vestidos.
Ahora se la pasa mordiendo la rabia
y le jura a un santo de plástico que si lo cambia
ella va a ser mejor persona.
Pero ninguna de las dos cosas pasan
y papá comienza a morirse en las esquinas.



Recuerdo…

    las sombras que habitaban mi cuarto
tenían nombres de muerte.
Se respiraba un aire ciego,
apenas un borde de luz
se asomaba desde el baño.
Afuera llovía.
El espanto dormía
en la inmensidad
de mi habitación.
Todas las madrugadas
me despertaba
para ir al baño
y al levantarme
ruidos venían
desde la oscuridad de la cocina.
Pasos de hombre
se oían.
Entonces me invadían las sombras
y el desvelo.
Cuando no daba más
bajaba lentamente un pie
y luego el otro
(debajo de mi cama acechaba la intemperie).
Caminé despacio hasta el baño.
Corrí la puerta
a la que papá le había puesto ruedas
para que pudiéramos abrirla.
Chirrió.
Los pasos se detuvieron
y entré rápidamente.
Papá dormía.
Mamá dormía.
Mi hermano dormía abrazado a su oso.
Salí del baño.
Apenas abrí la puerta
me invadió el temor,
mi piel temblaba como si quisiera salirse de mí
y esconderse en la luz.
Corrí hacia la cama.
Me tapé hasta la cabeza,
por un huequito espiaba la habitación.
Las sombras habían crecido.
Sobre la cama de mi hermano
se asomaba una bestia
con cabellos de serpiente y cola de pez,
a su lado se alzaba un payaso asesino.
Los monstruos comenzaron a jadear,
un jadeo similar al sufrimiento
de un cerdo degollado.
Una cucaracha me recorrió la espalda,
las sombras se movían
cada vez más
y más cerca,
las paredes temblaban como perros inválidos.
La casa parecía venirse abajo.
Alguien sufría
y a la vez reía
y a la vez llamaba a dios en una blasfemia.
Quise cerrar los ojos
para no ver la muerte
pero no pude.
Miles de insectos me recorrían todo el cuerpo,
ahogué el llanto por miedo
a que se metieran en mi boca.
Un grito,
como el de una sirena decapitada
me aturdió.
Abrí los ojos,
apenas un leve quejido se oía,
se fue apagando en un murmullo.
La bestia había desaparecido,
la puerta del cuarto de mis padres
se abrió lentamente.
Papá pasó al baño,
pisó algo
y renegó de nosotros
por haber dejado los juguetes tirados.



               Mamá me odia tanto

soy hija de su lujuria
de la boca obscena
que se abre frente al falo que llueve
Pudo haberme abortado,
si,
pudo haberme arrojado a la zanja
donde se arrojan todos los gatos muertos
pudo haberse quitado el peso
como un perro que lame la muerte ajena.
Pudo haberse limpiado las piernas
llenas de sangre como quien lava el piso
con jabón magistral
que todo lo deja siempre brillante
y con la frescura del limón.
Pudo haberme dormido bajo una almohada
al ritmo de las canciones de Maria Elena Walsh
y su arroz con leche
arroz que ella pone debajo de mi cama
para ver si soy princesa
pero no…
no siento el arroz y ella se enfurece
y le arranca la cabeza a todas mi muñecas
y se las arroja a la boca de mi padre
que se aleja en bicicleta
hacia un país oscuro.



         Papá está en todos lados.

Es el ojo que todo lo ve.
Todos aman a papá.
La perfección la vomitan sus ojos.
Papá, papá, este pálido cuerpo
ya no duerme en la tersura
de nubes que siempre llueven en tu boca.
Papá todos los pájaros
comen de tu mano
Papá, mamá duerme con los ojos abiertos
mientras vos acaricias mis cabellos
que se mueven como peces fuera del agua.
Papá, mi conchita es una florcita roja
ajada de tanto espanto.
Papá, tus manos son un espectro
provocándome arcadas.
Papá, tus palabras son escarcha
congelándose en mi vientre
que hace poco aprendió a sangrar.
Papá,
¿Porqué buscas a dios en mi cama?
Papá, las puertas del abismo
están entre tus piernas.



A mamá le gustaba ver Discovery Home&Health,
              a la hora de la cena,
               y gritaba extasiada
          cuando la cámara enfocaba
            un alíen rojo e hinchado
             saliendo de una mujer,
       -¡mirá, mirá el milagro de la vida!,
  ¡mirá algún día vos también lo vas a hacer!
                Cerré los ojos y vi
 un monstruo arrancando mi vientre a pedazos.
                Me vi desangrada
          en un cuarto blanco infinito
             de mi sexo expulsaba
                 un líquido verde
               y había enfermeras
                 que me gritaban
                    que pujara
           que no sea una maricona
                 y yo suplicaba,
            como la mujer de la tele.
                  que por favor
                     como sea
                   me quitaran
                  ese parásito.




Todas las noches venís con el calor a fondo

Todas las noches venís con el calor a fondo. 
te estiras en la cama como una mariposa
 a punto de morir. 
 Me decís que la noche es la promesa 
de una catástrofe. 
De tu sexo salen abejas que pican en mi espalda 
como una maldición. 
 todo tu cuerpo es una sombra
 que baila en el borde
 de un charco de barro.
 me decís flaca, ese nombre que llevas 
no es tuyo,
 tu nombre es  ambrosía
 y la palabra te muerde los labios
 y se arrastra como un moribundo 
 hacia el cuaderno 
donde escribes “ambrosía 
es el nombre de los pájaros 
que mueren en el aire. “ 
MAR 15 , 2016 / SHARE
Como el sueño de un pájaro… / Marlene Ayala
Como el sueño de un pájaro
toda la casa respira silenciosamente
toda la casa huele a incienso
ahora hay bruma blanca en la casa.
Alguien llora y llora y llora,
llora de cariño
y llora de hambre.
Mamá vuelve a ser niña.
Alrededor de la cama de mi madre,
mi abuelo es un árbol blanco
que camina descalzo.



Pacto de sangre

Hay árboles que apresan el cielo
 Un cuerpo  se despereza en medio del camino
 Y busca el sol en su bolsillo.
 Pájaros que se besan a escondidas. 
De repente todo es claro. 
Tu boca abriéndose a la noche 
Como una luciérnaga 
 Muriéndose en mi cama. 
Yo no te digo que no vengas
 Pero la verdad es que es tan difícil
 Escribir de nuevo tu nombre
 En el buscador
 Y que todo esto que te digo suene anti poético. 
La verdad que tu cuerpo
 Era música primitiva
 Era un tambor
 Bom bom bom 
 Haciendo estallar la cama 
BOOM BOOM BOOM 
Estamos esclavizados 
Uno del otro. Apresados.
Hicimos un pacto de sangre. 
Debajo de un árbol blanco, 
blanquísimo. 
Y había un manantial,
 y aunque suene poética 
la palabra manantial,
 la verdad que no son tan lindos, 
son un charquito de agua que surge 
entre los pastos
 como si el rocío del césped se fuera acumulando, 
la verdad que un manantial
 es un charquito de mierda,
 nada poético, 
pero estábamos ahí 
y había un manantial 
y árboles derribados por rayos 
y estaba el sonido del río
 y la voz del viento entre los árboles 
 que nos decían “¡oOOHH hagan el amor ahora,
 este es el llamado de la naturaleza! 
Pero sólo tomamos un cuchillo 
para hacer nuestro pacto de sangre.
 Todo el día, toda la noche, toda la mañana 
 Todo el día, toda la noche, toda la mañana 
 Todo el día, toda la noche, toda la mañana
 Todo el día, toda la noche, toda la mañana
 te voy a amar.



Monte de Venus

Qué es esto pegajoso
qué es esto frío que viene
y se afirma en mi pierna
se escurre
se tira
se evapora
se.
se estiraestiraaaaestiraa
ahí viene 
brrrrr 
hay un sismo en el monte de venus
brrrrr 
se estremece la diosa 
y se toca a si misma.
brrrr 
OH/UF
toda se humedece la diosa
toda río
toda toda toda toda
toda toda toda toda
manantial 
Invisible baila pálidamente 
en el monte de venus
con su caperuza roja
baila pálidamente 
en el monte de venus
y se desnuda
nuda nuda
sobre el agua
y toda se baña 
de sí. 
toda se baña 
y se pinta los labios
con su sexo. 
y su poder
y besa a la serpiente 
que la exilió
La abraza
y se adorna con ella.
“ahora 
serpiente- sombra,
me adornas y embelleces”
le dice
y la llena de lentejuelas
y un dije manzana de rubí.
Oh. 
Ahora la serpiente se duerme 
y la diosa baila 
adorada para siempre. 



El Día que conocí a Diana Bellessi

El día que conocí a Diana Bellessi
casi me muero
casi casi casi que me muero
que se me arrugaban los pies 
como princesita china.
Me quedé congelada
como una barbie girl.
Oh. 
No se me ocurría 
no se me ocurría nada más que
decir
oh señora 
esta boca no dice nunca nada 
siempre tonta siempre siempre
se calla.
siempre siempre le pone sombrero
a las palabras y dice 
qué es poesía.
¿que poesía es quien?
¿que poesía es qué?
ahí viene otra vez el silencio….



Oh señora
podría comenzar un poema 
con enumeraciones mainstream
sobre un picnic como
migas de pan en el mantel
las mancha de té / café 
las pelotitas de jugo 
como nubes sin revolver,
un esmalte de uñas 
brillos de princesa secándose.
un ejercito de hormigas 
amamantándose con una manzana.
uf.
A mi no se me ocurre nada. 
un picnic es un picnic
yo, en un picnic,
sólo pienso en no desesperarme
por comer los sanguchitos de miga.
y que al chico no se le de por querer
hacer el amor en el piso
porque el pasto me pica mucho. 
y pienso “que no haya traído forros, por favor”
y me hago la tonta.
como siempre, me hago la tonta
como cuando escribo poesía.



Como en una película de Tarantino

Mi amor, todas las noches tengo el mismo sueño
sueño que la casa se llena de abejas
y un pez dorado con la cara de Marylin Manson
flota al ras del techo.
Sueño que una piara rasca las puertas de nuestra casa
Y entonces
Cerramos las ventanas con desesperación
Porque hombres de fuego vienen con lentitud hacia nosotros.
Entonces abrimos el placard que acabamos de comprar en cuotas
Y de él salen osos de peluche
Que se mueven sólo cuando parpadeamos.
El daguerrotipo con la cara de tu abuelo,
Ese que se parece a Franz Kafka
Comienza a reírse fuerte.
Yo tiemblo de miedo
Y vos llamás a Patchu para que traiga su bate de beisbol
Pero él no atiende el teléfono
Seguro está garchando
Me decís
Y el abuelo Kafka abre la boca
Y no tiene dientes.
Entonces vos y yo nos tomamos de la mano
y unimos nuestros dedos índice
pasando nuestros brazos por encima de nuestras cabezas
FU-SIÓN - Gritamos
Y nos convertimos
en la reina del pop.
Los hombres de fuego abren las puertas de un golpe
Se desnudan
Y son Britney spears, Christina Aguilera y Rhianna.
Britney nos hace un kamehameha
Pero nada puede contra los pasos de baile de la Gran Reina del Pop.
Todo lo esquivamos.
Y le damos nuestro golpe mortal.
Un beso frente a las cámaras.
Y le rapamos la cabeza.
Finish HIM!
A las demás las convertimos en posters
O figuritas de colección
Y las vendemos por dos pesos.
Entonces apareció un hombre peludo y blanco
Y nos dijo
Mi nombre es Jacobson.
nos tocó la cabeza dulcemente y nos separó
“«La fortaleza de un Jedi fluye de la Fuerza.
Pero cuidado con el lado oscuro: Ira, temor, agresión;
de la Fuerza del lado oscuro son.
Fácil fluyen rápidos a unirse en el combate.
Si una vez tomas el sendero del lado oscuro
para siempre dominará tu destino. “ Dijo
Entonces se desvaneció
Y nos pusimos a ver la tele.
Susana  Gimenez daba una clase sobre dinosaurios
En el canal Encuentro.
“Este es un dinosaurio vivo
Que mata  y mata mucho
Y todo el que mata tiene que morir…
En la  cárcel digo…”
Vos rompiste la tele con el control remoto.
Me puse una máscara de gato siamés
Vos usaste un preservativo que brilla en la oscuridad.
Y nos pusimos a hacer el amor.
La felicidad es tan frágil
Como un globo amarillo en las manos de macri.
Me dijiste.
Y exploté.
Toda la casa se llenó de luces.
Alguien golpeó la puerta.
Era Bullrich con 15 canas.
Está prohibido coger
En este país
Es una emergencia de seguridad.
Marchen todos presos.
Marchen todos despedidos.
En la cárcel escribiste un poema
Con mi nombre
Y la cana te pegó
Hasta  reventar como un globo.
El cana que te pegó era Tarantino
Actuando de botón.
Pucha que el sueño era lindo.
Lo único que se me ocurrió
Después de despertarme
Es que en en este país del revés
Solo se puede morir de poesía.



No hay nada tan misterioso 
como el sexo de un pájaro

No hay nada tan misterioso
como el sexo de un pájaro.
Bajo sus plumas se esconde
el temblor de Dios.
El pájaro se masturba
para habitar el aullido
de su delgada muerte.
Su sexo estalla y palidece en los árboles.
El goce es una bestia agonizando
en la marea de la noche.





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1 comentario:

  1. Es una verdadera catarata de imágenes esta poesía, me encanta en su modernidad, en su espontaneidad, en su denuncia.
    Walter MondraGÓN

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