martes, 21 de agosto de 2012

7468.- GHJACUMU THIERS


Gthiers


Ghjacumu Thiers (Bastia, FRANCIA 1945) es un escritor y activista corso.
Ha sido profesor de literatura clásica en Niza, Ajaccio y Bastia. Desde 1983 da clases en la Universidad de Córcega y desde 1995 es presidente del jurado de las clases de lengua corsa en los institutos. Ha colaborado a menudo con el CIEMEN y las revistas Otras Naciones y Europa de las Naciones, donde en 1981 publicó un dossier sobre Córcega.
Como escritor, es autor de piezas de teatro como El Orcu, Uno Rè, Pandora, Uno Casale, Uno più hè por fà lo yerro Y Strapazzi di Bazzicone y Tutti in Pontenovu (1979-1999), varios artículos sobre la lengua corsa y un método de aprendizaje de la lengua, Stà à sente o Pè !, Dì tù.



Tozuda

Me duele
donde asoma
la frontera
y se impregna
la cadena
de los viejos desprecios
e intento vislumbrar
la prueba de la tierra
según dicen era escrita
en la fauna y la flora
en lo duro de la piedra
en lo friable de la arena
y la forma del agua,
alguna vez
la raya que separa
Oriente y Occidente
el blanco y el negro.
Mas nada nos separa de nada.
La eternidad de la hermandad
es tozuda,
más que las navajas y el odio.







Furiani (1)

Han encendido hogueras
esta noche
que era negra y cerrada
en la tierra dura
de la isla
tinieblas
que se lamentan abajo
bajo las alas siniestras
señal que ya no hay
ni Dios
ni piedad
ni sentido común en la ingeniería
nuestro corazón es juez
de semejante locura 
de cada cuerpo caído
se desprenden fulgores
en los mástiles secos.
Y ni siquiera grita.


(1) El 5 de mayo 1992, el derrumbe de las tribunas del campo de fútbol de Furiani (Bastía), hizo cinco muertos y más de 2340 heridos






La Camisa de Palma de Mallorca

Nunca me he puesto
la camisa comprada en Palma
doblada
planchada
tal vez sea mitad prenda
y mitad recuerdo
pues nos está cayendo
el mismo sirimiri
que entonces llovió cerca de la cartuja
Valldemosa sollozaba
bajo la página escrita
de aquel cielo de mayo
pasaba George Sand 
su falda se arañó,
¿las espinas del jardín
no son también espinas?,
por contrariar
el terciopelo de las rosas
y luego regresó
y entornó la puerta
para contrarrestar la frescura
y corrió las cortinas
Cuando Chopin compone
bajo palmeras un poco tristes
la vida se ha marchitado
pero eterno el arte levanta el vuelo 
detrás de
la vidriera
empañada.







Lestrigones

Vosotros sí que sabéis erguir
fronteras
alzando muros de agua
en medio de nuestros rumbos.
Y os tapáis bien los oídos
que no queréis que se propaguen
los horrendos lamentos
de las sirenas
escondidas bajo las caras
de nuestras jóvenes
el domingo
preocupadas
por el muelle
entretenidas en masticar
chicle
sin ver a los chicos
que pasan y vuelven a pasar
con la mano en el bolsillo
lista para sacar el peine
o hacer algún saludo
incluso grosero…
Fue hace tantos años:
me parece haber encontrado
a Lestrigones al acecho
en las cimas de las frustraciones
tan altas como los acantilados
de Bunifaziu.

(En los dedos, 2007)





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