martes, 19 de julio de 2016

GEORGE REYES [18.943]


George Reyes

Es ecuatoriano de nacimiento, pero reside en la Ciudad de México. Posee un bachillerato, una licenciatura y dos maestrías en Teología, y es candidato a un PhD en Teología. Es Presbítero, profesor, teólogo/escritor, poeta y ensayista. Ha publicado  poesía y ensayos literarios y teológicos. Su poesía ha recibido homenaje y  ha sido incluida  en antologías internacionales de papel virtuales, y está dispersa en diversas revistas literarias de papel y virtuales. Ha publicado el  e-book Hermenéutica posmoderna y hermenéutica bíblica. Tiene varios poemarios inéditos: Filosofía risueña; Signo XXI; El árbol del bien y del mal; Salmo hondo; Mañana; Ese otro exilio, esa otra patria. Es miembro del Movimiento Poetas del Mundo, y otros. Ha ofrecido recitales de poesía. Es editor de  la antología poética Nuestra Voz (Buenos Aires, Argentina: Editorial Tersites, 2015). Ha participado en talleres literarios. Dirige dos grupos de poesía lírica en Facebook. Ha publicado el poemario El azul de la tarde & Dama3Lunas (Santiago de Chile, Chile: Apóstrophes Ediciones, 2015). Su poesía ha sido galardonada en concursos internacionales. Consta en la Enciclopedia de la Literatura en México, FLM-Conaculta. 

E-mail: george_reyes@email.com.





CON SONRISA DEL ALMA 

Se fue
despertando
con bostezo de ironía
al tic tac de un reloj
que de viejo se dormía…

Despierto yo…
y su mano
en mi hombro
me canta la canción
de esa frágil sonrisa  
del alma



LO DIRÁ DE NUEVO 

En el suspenso
se cuela la esperanza
de ese viejo amanecer tardío
que ha rayado en tu horizonte
Volverás hablar 
en tu dolor 
teñido de ese eterno azul
entonces volveré
a chorrear
la resina que encandila
la frente que se postra
empobrecida



ERES 

Tú,… 
libertad de antaño
en noche destrellada
que suspira por el sol  
sonriendo en una tarde de preguntas...
Tú,… 
ojo
de horizontal mirada
que humedeces 
tus ojeras
que empapa de azul
ese murmullo de mi geografía
al que solo tú 
tienes acceso a su camino



EN LUZ DE PLATA

Te pillo sonriendo
en tu silencio terco
recluido en la recámara
del tiempo
donde duerme en luz de plata 
ese sueño
sin arrugas
ni ojeras
Si el silencio
no es tu idioma
ha de hablarte todavía
en tu lengua de alborozo



EL SOLLOZO DEL OLVIDO

Has pintado 
el  perfil
de tu presencia 
en un cuaderno
desgastado
en la pupila
de mis ojos
y rojo
de mi corazón
¡Qué presencia…!
Cansada está la espera
recostada en sofá de terciopelo
viendo que se marcha
en lontananza
en sollozos
el olvido
por la ruta 
que le impide su regreso:
el oído dulce tuyo



ME REVESTIRÁS DE OTRA PIEL

Cayendo el telón
tu señorial silencio
salen de  la escena
mis vesperales horas

Será en el segundo acto
o quizás en el tercero
que otra vez 
te veré en escena 
para revestir 
mi gran piel de niño

Tu  camisa 
de tibieza
a mi silueta 
le quedará pequeña
en estas horas
tardeantes y holgadas
con tantas voces chorreando 
h
i
e
l
o



EN EL ESPEJO DEL AMANECER

Ya que tú has querido
                           servirme una vez más
                           una copa
                           de tu voz 
                           en bandeja cristalina
no mendigo ni una gota 
en el trillo en que camino
floreado de azulino

Ya que tú has querido
                          pintarme esta vez
                          estos pies  
                          con que te anuncio
danzo aquí en mi espejo
que enmarca tu imagen
este ritmo 
increado
al clarear mis días



REVERSO DE LAS SOLEDADES 

Detrás del alero
de mi paso ambulante
hallé lo que había perdido
hace tantos siglos:
el timbre de mi nombre
que se anuncia
en clara voz…

Se oye a un espectro
marchando hacia el destierro
de la fosa de agonía
borboteando espuma
de colores pestilentes
Este siglo es 
tachado de injusticia
zurcido de soledades

Detrás del alero  
cuelga un paisaje 
en tela que encanta y recanta
la canción sin fin
encarnada en tu ser



BAILE DE LA SILUETA  

Esta silueta
que cabe en tus manos
será clareada
hasta cesar el día
Y será deshecho
en azulino estanque 
el terrón 
de sombra
que hirió
su aliento

Será un arte
que no se aplaude
en la platea
de otras sombras
aun si danza 
al son de flautín
ese otro vals 
            que celebra la vida
en pasos 
            que pisotea al olvido



CAÍDA DE LA CARETA

¡Careta
endiosada
en altar
que adora la nada
pasea en vergel 
de árboles secos!
¡En el estante del ego
archivas delirios
a vestir de blanco
y en tu murmullo
de letanías 
yace tu aureola sentada 
hasta vaciar tus palabras…!  
  
Palideces tú su color mañana 
en un flash  capturas su rostro real 
chorrea su maquillaje
en el gran desfile 
de su agonía y mortaja



SIGILO DE ÁNGEL  

En el bosque enorme
que todavía camino 
el sol me espía  
detrás de un lienzo vuelto hilachas
y con pesar quema 
lo que tejió sus manos
Sabe que ese lienzo 
está gastado
con el peso de cada hueso
Y yo sé
que todavía no ha racionado  
ese oxígeno que moviliza 
mis partículas que se han viciado



NARRATIVAS DE LAS NOCHES Y UN EPÍLOGO 

Esas noches
con ropaje de papel rasgado  
ante mi espanto
se tildan diosas
en cielo
hurtado
Lo acechan cuando duerme el día   
y manchan con gran neblina su estación contraria    
Da pena como lucen y se incrustan alas…   
¡Lávale tú su osadía en agua de mares 
marca en tu reloj sus horas 
asciende en ellas como espuma bendita 
el vértigo de su travesía  
en océano que yo ignore!

+++

Al despertar el día
mi ser descalzo
en la caminada
por tu vergel 
leerá tu gloria    
en sus follajes que se doblan con estos versos



DE ALONDRAS Y JAURÍAS 

Toma ahora un cincel
con la diestra de un artista
talla en mi arcilla adentro
un trío afinado de alondras
que te entonen 
en el ramal del tiempo 
el estribillo 
de mi recital en tu oído
El vendaval de tus lágrimas
arrase en olas a un pozo 
la ausencia que hiende el alma 
allí donde duermen jaurías
en guaridas de pobre lumbre



AL OÍDO TU VOZ LÍMPIDA  

El cristal
con el que filtro tu mirada
se ha empañado
con barniz de llanto  
en cada charco de oleada, de espumajo 
Y me hace oír
tu afonía    
en la luz que parpadea a la distancia
Aunque sabes lo que corre 
por mi río de añoranza 
y sé que a ti no se te grita en ninguna tinta 
musítame al oído
que no soy huérfano
desempaña mi cristal con llovizna de tu ojos
y refresca cual aireada de una ardiente tarde 
cada paso que se canse de ironía
con tu voz límpida



OPCIÓN BENDITA 

Reescribo el resto 
de mi verso
en un descanso de este viaje  
llevando el peso de un bolsón de soledades
y de un puñado de nada enmohecido
   
Es que mis días
una “historia en reverso” 
se han transmutado vérsicos  
follaje de folclor en magazines… 
Mas ha irradiado mis sienes
el resplandor del sol naciente
que quita el hielo mi pan que escarchó tu paso 
en un recipiente que acopia mil migajas…  
y despinta los hilos de esta madeja  
pintarrajeados con estopas de tiranía 
pues cual poeta que la luz y vida ensalza  
Dios ha optado por leer mis versos

©George Reyes, del poemario El azul de la Tarde & Dama3Lunas (Santiago de Chile, Chile: Apostrophes Ediciones, 2015).







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