lunes, 31 de agosto de 2015

TATIANA BERGER [16.944] Poeta de Perú


TATIANA BERGER

(Lima, Perú, 1963). Estudió parte de las carreras de antropología y literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y se dedicó al periodismo. Ha publicado  dos libros de poesía: Preludio (1996) y Delgadísima nube (2001). Viene trabajando un libro de traducciones de Emily Dickinson.




Se posó un ave

Rafael se pierde en mis palabras
Rafael no existe
Yo me muevo.

Pucallpa es mi cuerpo al final de cada noche
Cada noche que veo en este silencio

¿Hacia qué caminos verde y plateado
quieres llegar?

La ausencia es las ganas de estar siempre detrás de la puerta
Quiero no ser y lo estoy logrando. No espero.
Rafael transita cada instante por mi mente la luz le llega dorada
Delgadísima y su cuerpo desaparece.
El ruido de las palabras que nunca pronunció me lo está entregando.

Hasta cuándo esta estúpida manía
de inventar a la gente?

El olor de los dioses la piel de sus ojos
El mundo nos rodea y nosotros le regalamos piedras
¿No es cierto que azul conviertes todo lo que no tocas?

El amor como el mundo giran alrededor de mi corazón.

No me muero, siempre estuve en otro lugar
¿Existe para nosotros?
Siempre estuve en otro lugar. Afuera son los truenos
Acá en la habitación todo arde como en el inicio

Rafael está al frente tratando de llevar sus palabras a mi cerebro
De llenar sus palabras en mis palabras
¿Alguien puede evitarlo?

Estoy solo porque no quiero salir y Él suena suena suena

¿Esta es la claridad del cerebro
solo el juego de la huida?

No interesa
A nadie le interesa ya nada
El comienzo es el final
Y quieren saber que todo es cierto
Cuando luego atrás de tu sombra la habitación gira gira gira

Abrir por fin el tiempo

 ¿No es el tiempo el color de nuestros
Corazones?

Rafael encuentra mi silencio y me deja descolgada

Eres el silencio de ninguna mirada
Miras buscando el color y todo es
Transparente.

El lugar no es el que deseo
Es el ritmo acelerado de otro corazón
Solo eso
Y sentarme en la noche a sentir el cielo dentro de mis ojos.
El sonido de su piel no es el que importa. Es Ellos
Él es Ellos. No sé otra manera de amar.

¿Quién salió de este sueño?

La habitación responde con todos sus habitantes
Mi piel está lejos del Mar
Y Él siempre
Abriendo los ojos
Diciendo soy tu azul

Ave negra encima de tu espalda

Regresaré
Sin que nadie sepa que fui el momento.

¿Por qué llegamos en este
al abrir la habitación?

Nadie responde y la puerta se abre

Hace mil años que existo y nadie sabe por qué
Solo Ellos tendrán las heridas
Nuestras herencias.

Nadie responde y la puerta se abre
Rafael pregunta Cómo será el sueño?

El olor y mi cuerpo debajo de otros rostros no salen de escena
Escribir es no dejar ir el silencio
Acariciarlo cada noche hasta que sangre y jamás me deje sola

¿Huir o ser?
Esa es la respuesta.

No tengo cuerpo y nadie lo sabe
Algunos creen que entran y salen pero es solo su vacío
Y no puedo continuar sin saber que nada sirve para llegar al final
Castillo azul que abres la puerta cada mil años
¿Llegaré en el tiempo a hundirme en tus sonidos
en los altos cielos que prometiste?

A nadie se le cree
Nadie habla y mi cuerpo no existe
Solo esta piel prestada de Ellas
Las que siempre retornan cuando el día no se parece más que a
La noche en esta habitación.

Todo suave gira gira y nos destroza.

Cierto sopor en el que uno habita
Cerca al hastío y la belleza

Buscar sombra
Como labio y
Noche
Vacío
Ruido Ruido Ruido










No hay comentarios:

Publicar un comentario