miércoles, 17 de octubre de 2012

MAJA GJEREK - KUŠENIĆ (8.072) Poeta de Croacia


MAJA GJEREK - KUŠENIĆ

(Koprivnica, CROACIA 1961.),poeta y escritora.

Libros de poemas

"Tajna", "Podravski zbornik", Koprivnica, 1979.
"Iskrene bajke", "Albatros", Velika Gorica, 1982.
"Trag nevidljivog", "Spektar", Zagreb, 1983.
"Zlatno zrcalo", "Astarta", Koprivnica, 1990.
"Mjesečeva karta", "Mark-Rob", Koprivnica, 1991.
"Rođena riječ", "Podravski pisci", Koprivnica, 1995.
"Posvećene pjesme", "Naklada" MD, Zagreb, 1998.
"Stakleno more", "Štajergraf", Zagreb, 2001.
"Metafizički prozor", "Nagnuća", Koprivnica, 2003.
"RA-DIO" "Matis", Koprivnica, 2005.
"Kristalna ruža", (knjiga pjesama na bugarskom jeziku), Varna, 2009.
"Nebo", DHK- Podravsko-prigorski ogranak, Koprivnica, 2010.

Novelas 

"Vino ili zaborav" "Mark-Rob", Koprivnica, 1991., pod pseudon. Tarna Rose
"Agora" "Matica hrvatska", ogranak Koprivnica, Koprivnica, 1992.
"Sin sunca" "Centar mladih", Koprivnica, 1994.
"Zavjetna ruža" "Animation", Koprivnica, 1996.
"Agora" "Nagnuća", Koprivnica, 2002., drugo prošireno izdanje
"Konjanik i dijete" "Nagnuća", Koprivnica, 2004.
"Radiovizija" DHK - ogranak Rijeka i Verba d.o.o., 2007.

Libros publicados con su madre Anica Gjerek

"Nove krilate bajke" "Zagreb", Samobor, 1990. - za djecu
"Srce sfinge" "Globus", Zagreb, 1992. - za odrasle
"Zvjezdana košulja" "Alfa", Zagreb, 1993. - za djecu
"Bijeli dimnjačar" "Znanje", biblioteka "Stribor", Zagreb, 1997. - za djecu
"Ljubičasta kruna" "Znanje", Zagreb, 2001. - za djecu
"San o Žar-ptici" "Matica hrvatska", ogranak Koprivnica, 2003. - za djecu
"Zvjezdana kočija" "Karista", Zagreb, 2007.- za djecu
"Labud u kapi rose" "Karista", Zagreb, 2008.- za djecu


Los poemas aquí publicados fueron tomados de la antología “Puentes. Poesía croata: diez poetas contemporáneos” 
(Selección y traducción de Zeljka Lovrenic)

HIMNO DE AMOR DE UNA PECADORA 

Fui tu querida
Dormía en el polvo y almorzaba espinas,
En la ceniza y en la niebla andaba desnuda,
Te escribía mensajes en el agua, por la tierra,
Te escondía en mí misma como a un niño,
Fui tu cuchillo en la caña y la fuerza del ángel,
La mano que en la nieve desparrama confetis

Yo era tu mujer
Olía a leche y sangre,
A las heridas bajo la piel cosidas con un lápiz,
A las mañanas llenas de soledad, nubes lluviosas
Y a los clavos con los que clavaron mis dedos
A tus muñecas
Aquellos que esconden sus rostros en la oscuridad
Crueles como los siglos pasados

Me llevaron a los cadalsos, a las encrucijadas,
Me escupieron y levantaron los vestidos,
Me señalaron con el dedo y me mordieron
Mis labios con el vinagre de la manzana paradisíaca,
Se rieron y me dieron vueltas como a juguete de latón
Al viento, a los anillos de los planetas de oro mostraron,
Burlándose, mis manos vacías
Lavadas en el bautismo por las lágrimas que suman los momentos

Yo era tu destino
Abandonada en la calle, robada y triste
Como rosa que florece sólo una vez,
Y se llama Mañana, fui sirvienta y
La primera bailarina, entre nubes de papel
Y las sábanas arrugadas sin tu cuerpo,
Los tuve, los llevé orgullosamente como joyas,
Los ojos miopes de tu hijo no nacido
Era tu querida,
Cruz y dicha nunca nombrada,
Casada con el dolor, invisible en tu mesa
Y ahora sonrío tranquilamente, mientras hablas al espejo
Que no me recuerdas y que no sabes como puedo ser
En el acto del amor, que no muere nunca, terrible y suave,
Mientras escondes el anillo que robaste al sol para mí,
Mientras me cubre con las flores de la nueva primavera
Y en vano cierras la boca al muchacho de tu corazón
Que susurra a la sombra de mi sombra: “querida, fuiste loca
Y mía y yo todavía soy tuyo”,
Y todo lo que perdimos
Es nuestro premio más grande,

Caja de años consumidos
Y un mundo pasajero.


EL RELOJ SOLAR

Así a lo mejor estaba sentado Pavese
junto a la taza vacía
aquel bochornoso agosto
perdiendo casi en total
la conciencia de la existencia.

Frente a las cafeterías semivacías
no ha pasado cara conocida
y fue –¿sería para alguien?
totalmente inadvertido
pasar al otro lado.

(Calle Tkalciceva)*
*Calle en Zagreb en la Ciudad Alta. (n. de t.)




POEMAS DE MAJA GJEREK - KUŠENIĆ (TRADUCCIÓN AL CASTELLANO DE LA DRA. ZELJKA LOVRENCIC)


EL POEMA SENCILLO
(Jednostavna pjesma)

Éste es como un cuaderno
En el que empiezas al mismo tiempo
A escribir en uno y otro lado,
Y cuando la escritura se encuentra en la mitad,
Doblada en el agua del espejo oculto,
El abrazo del sentido es completamente ilegible,
Pero claro,
Simultáneamente principio y final.

El poema sencillo.
Sencillamente, Poema.
La habitación a la que Dios entra cuando está cansado
De las mentiras en la frases humanas
Compuestas de palabras verdaderas.

El ascensor que te eleva
Amarrado al pie de un ángel.
Beso inmerecido de labios invisibles.
El poema sencillo, y el mar, y el río.
Eso que observa detrás de mis ojos,
Lo que escucha las frecuencias de las estrellas.

Perro pequeño de ojos dorados
Que se introduce corriendo en el papel,
Menea la cola y entusiasmadamente canta.
La gata que impregnó sus distinguidas patas en la tinta
Y afirma que un moño
Alrededor de su cuello es la espuma de Afrodita,
O no sabe, quizás, la pupila dilatada de Adonis.

Monopatín sin ruedas,
Pero con alas transparentes,
En el que corres por los versos aquí y allá,
Con la corona y en el manto de papel de seda,
O de pergamino embalsamado en el corazón,
Junto con las claves de una desaparecida escritura,
Hace mucho tiempo.

La mano en la cual quisieras
Eternamente meter la mano como en un guante,
Inteligencia en la que quisieras construir un castillo,
Que sabe más, que escribe al cuadrado mejor,
Nuevamente descubierto Dios de los niños en las letras,
Palacio blanco.

El poema sencillo, llegó tan sencillamente,
Como cuerpo de fruta celestial en néctar, extracto matinal de frutas.
Y conoce todos los pasos,
Mientras baila con el secreto,
A la música de ángeles silenciosos.    



CARTA DE LA REINA DE SABA A SALOMÓN
(Pismo kraljice od Sabe Salamonu)

Con alegría escucho los mensajeros en rápidos caballos
Mientras me hablan como continúa creciendo
Tu reino incomparable con algún otro,
Como construido de cálida nieve,
Como si lo construyesen ángeles de doradas nubes
Y de las joyas en tus ojos de hombre honesto.
Pero, me pregunto…

Dicen que hablas y  juzgas sabiamente
Y todos vienen ante tu trono
Por consejo. Para escucharte
Y para hacerte reverencia,
Muchos amigos y todo el mundo lejano,
Porque de tus labios gotea la miel del conocimiento,
Y la espada de la justicia es santa en tus manos.
Pero, ¿por qué entonces temo…?

En tu harén hay miles de bellezas,
Muchas conocen los secretos del baile y de la música,
Cada una podría darte un hijo
Y a cada una, por ti, a menudo le pasa la sombra
De ternura por el semblante.
Tu hogar es la montaña fuerte, y
Muchas de tus noches son alegres.
Pero, ¿por qué aún no creo?…

Has visto tantos países, has pasado
Huertos paradisíacos y desiertos,
Sabes como hablan los niños nómadas,
Como es el loto cuando florece
Y el cisne plañidero.
En el alma, has vencido a los demonios, acogiste a los ángeles,
Y ahora en tu crepúsculo arden las antorchas del justiciero y santo.
¿Por qué entonces no sé, no me atrevo…
Preguntar, rey mío, el poema de mil poemas,
Si cura todo este marfil y seda,
Las sabias escrituras y la ardiente cercanía de mujeres,
La admiración, los viajes, el signo de Dios
Impreso en el cielo, las visiones de templo?
¿Si ayudan, en la oscuridad, cuando cierras los ojos,
Antes del sueño,
A que no veas mi rostro, mi pálido rostro,
Como espejo en tus manos?….    
        


LA PRIMERA LÁGRIMA
(Prva suza)

Ayer vi un ángel como lloraba.
Nunca creí que eso era posible,
Ellos son siempre tan callados, como las hojas,
O el viento que visita las casas quemadas.
Pero en sus ojos nunca llueve -
Siempre pensé que su dolor era
Aquella luz que a veces en sus alas murmura.
Y nosotros mismos, cada día, estamos callados.

Pero claramente vi dos frágiles lágrimas,
Rosas trasparentes que se le escaparon
De los ojos y rodaron por la cara. Estaba erguido,
Apoyado en el árbol de castaño, detrás de la mujer
Que colocaba flores en las tumbas de gente desconocida
Flor por flor,
Como si todos fueran sus padres o sus hijos.
Puso la mano sobre la cara. Sus hombros le temblaban.
Sí, ayer vi un ángel como gemía.

Y anteayer muchas caras conocidas alrededor del fuego.
Al anochecer nos reunimos y callamos,
Esperando algo, algún derrumbe de secretos. El signo.
Los ángeles pasan y no dicen nada.
Sabemos que aún no han encontrado nuestros cuerpos,
Asesinados, quemados, echados del campo de víctimas
Y destrozados por el dolor acerado.
Como crisantemos. Tan irrealmente blancos.

Callamos y esperamos. Si no fueran los ángeles,
En general no tendríamos ni luz.
Sus alas en brillo son aún la única
Aureola de la ciudad destruida.
Nos hemos acostumbrado. Sabemos que somos almas
Y que todo ocurre aquí y ahora.
Los edificios quemados aún de vez en cuando se derrumban.
De vez en cuando, algunos de nosotros, todavía nos derrumbamos con  ellos.

Vukovar en el crepúsculo dormita
Entre dos líneas de luz,
Sobresaliendo en la noche con su columna vertebral quebrada.
Nosotros somos suya, y él es nuestra diurna
Y nocturna sombra. Como cisnes sin alas esperamos
A aquel que nos levantará del suelo,
Arrancando nuestro sufrimiento de fe
Como una lápida sepulcral. Que somos almas,
Eso sabemos. No tenemos cuerpos. Y ya no dormimos.

(1992)     



LA SEGUNDA LÁGRIMA
(Druga suza)

No sé cuantos años tengo.
No tuve tiempo de aprenderlo. Me parece
Que me estoy olvidando y de mi nombre.
Un hombre alto de largas alas
Hace días me lleva de la mano.
Buscamos no sé qué.
Escuché cuando dijo al otro
Alado. “Si por lo menos la encontrásemos
Hasta el final del invierno…”

Tenía un osito de suaves orejas,
Dorado, y dados, y peces en el acuario,
Una gata que se llamaba Miau
Y la que, dicen, desapareció en la guerra.
Cuando nos derrumbaron la casa
Nos fuimos al sótano del vecino.
A veces lloro, aunque no siento
Frío y no me duele nada.
Hace mucho tiempo que no veo a mi hermano, a mi mamá y a mi papá.

Tengo algo rojo en mis pechos
Que me ha salpicado el vestido y a veces
Me acuerdo como grité cuando
Sentí como ardía. Luego apagaron la luz
Y me dormí. Y cuando
Desperté ya estaba aquí, donde
Ahora paseo con el hombre de blanco.

Constantemente buscamos algo. Nos encontramos también con otros.
Y ellos caminan a través de las brechas y restos de los incendios.
Y algunos vecinos y soldados,
Y muchachos que conozco del campo de juego,
Y algunos otros, raros, parecidos a cuadros…

El hombre de blanco me dijo que
Él era mi ángel. Es muy valiente,
No le teme ni a la nieve, ni a la lluvia,
Y a su lado siento calor. Constantemente caminamos.
Por eso quiero que el sol siempre sea
Como una pelota dorada, alta y brillante.
Y que Vukovar de nuevo sea bonito,
Como en la primavera cuando florecen las prímulas y las guindas.



LA VENTANA METAFÍSICA
(Metafizički prozor)

Ella sólo tiene forma de un libro.
A través del que te agito la mano con los dedos entumecidos
Y como las cortinas abre las páginas escritas,
Para que me veas por lo menos una vez más,
Para verte por lo menos una vez más,
A través de la palabra, chispa de la mirada de Dios,
A través de la Palabra, la misma cara de muchacha y de anciana.  

El libro como la ventana. Parece ser parte
De la casa para enanos escondida. Sin embargo el alma
Puede entrar y pasar a través de ella
E incluso silenciosamente salir. A pesar que parece quedar mejor
Junto a los muebles para las muñecas,
En los aposentos de cartón
A las que ilumina sólo el sol de una bombilla
Y ante los cuales vuelan estremecimientos de nieve de papel.

Pero, yo te veo y tú me ves claramente,
Y sólo esto es importante.
Y el ángel puede introducir sus alas por aquí si es necesario,
Porque no es esto un amor cualquiera,
Como dice el poema. Éste es el anillo que
Ha caído sobre nosotros como un cerco y aprieta cada vez más fuerte,
En medida que las almas crecen. Su anillo, desde el cielo.

Por eso está aquí la ventana metafísica. Para sobrevivir.
Y Brodski y Czeslaw miraron a través de ella
Y todavía se asoman del otro lado
Del espejo que oculta el maravilloso abismo
De los conocimientos inversos. Nuestras valiosas heridas
Como rosas que cubren la cima de la montaña de hielo.

Para que los días gris oscuros se pinten de luz
Y sean besados uno por uno todos los anillos de tu columna vertebral,
Cuando caiga la nieve y se pierdan todas las fórmulas de
Supervivencia en el calor abrasador. Y aunque sepamos
Que no es nada más que un simple cuaderno de niños
En el que se escribe y dibuja, ella de todas maneras está aquí.
Porque una sola mirada sobre el amor, nuevamente,
Borra todo el dolor garabateado y parte nuevamente de cero,
Lo que ha nacido y nunca morirá en el sueño,
Sólo porque también es parte de los más bellos sueños de Dios.



LA REINA DE LOS ÁNGELES BLANQUINEGROS
(Kraljica crno-bijelih anđela)

Ella es la Reina de azúcar
Y se disuelve bajo los dedos,
Cuando pasas de una a la otra
Orilla del río para besarla
Con la boca congelada.

Ella es una falsa esmeralda,
Y el alcohol arde en sus pupilas,
Envuelta en la piel de doradas hojas caídas, con
Los anillos en el fondo del lago más profundo y del ente,
Y  con las venas cortadas y cosidas con niebla.

Su nombre es Psique, metal y avalancha,
Le pelará la cáscara a todo frutal inmaduro
Con sus uñas de negras perlas,
Le quebrará las manos al arbolito inmaduro
Con las pesas de miles de luces heladas.

Ella es la Reina de la sal y la dueña de todas las agujas
En las cavernas y en los sombreros, en los lápices y en la pluma,
En la entraña,
Escribe tu nombre con letra cuneiforme
En el mismo borde de las nubes.

Y luego te deja para que, igual que un globo,
Encuentres la salida del laberinto
Del sueño y del tejido, al éter,
Si el poema está suficientemente ligero y suave
Y si su espejo cristalino,
Con una miga de falso dorado,
Está en el alado ojo del verso.
Canta, del oído, como un ángel blanquinegro
Un salmo sobre el amor inmortal de los seres mortales,
Y te ofrece la clave de violín para tu salvación
En las manos, tan extendida y brillante, sólo tu voz,
Te la entrega tranquilamente, la sonriente Psique.




LA FLECHA DE CAIROS
(El romance para el Rey de los relojes)
(Kairosova strelica)                                              
(Romanca za kralja satova)

A Željka Lovrenčić
Mejor que no me veas.
Este verano otra vez estoy especialmente bella.
Los muchachos corren detrás de mí en la calle
Y tratan de tocarme las manos
Como si yo fuera la única rosa en el puerto.

El viejo pescador casi dejó caer el pescado
En su deseo de inclinarse frente a mí,
Y dos jóvenes, ruborizándose,
Estaban sentados en la costa hasta el crepúsculo,
En la roca, exactamente frente a mí,
Y de voz baja cantaban algo sobre las sirenas y la espuma.

Es mejor que no me veas,
Porque este verano algo en mí de nuevo florece,
Algo que había sido roto y robado
Y que podría entristecerte,
Como cuando miras el águila en las alturas
Y en vano extiendes las manos desde el fondo del mundo.

Y lo lamento, alma mía, que aún no está terminado todo,
Porque viviremos eternamente.
Y aquí en la Tierra, tengo la intención de
Hacerme rica espiritualmente,
Y famosa por mi sabiduría,
Como Ana Ajmatova en el pueblo.

Y tú por siempre tendrás que callarlo todo,
Aunque te gustaría decirlo a todos, y hasta  a ella,
La amaba. Pero, desgraciadamente, no desde hace mucho tiempo.
A esa paloma de sangre, rosa y blanca.

No, mejor que no me veas.
Porque en el último tiempo
No quiero demasiado ni a ti, ni a mí.
Nosotros tuvimos un jarro dorado en las manos
Y lo dejamos romper.
Y dijimos, el hielo es nuestro graal,
Y fue fuego de brillo divino.

Por eso, es mejor que no me veas,
Porque sofocamos el amor
Como dos Pedros aquel día
Del grito y la vergüenza de Cairos,
Aunque sabemos que algún día
De nuevo resucitará entre nosotros

Sonriente, como Cristo,
Y con todas esas heridas.
Y dirá: es el tiempo justo
Para abrazar el secreto con secretos… 


De la colección poética: La ventana metafísica/Metafizički prozor 



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