lunes, 9 de marzo de 2015

MARCO ANTONIO CORCUERA [15.164] Poeta de Perú


MARCO ANTONIO CORCUERA

Marco Antonio Corcuera Díaz (Contumazá, 1917 - Trujillo, 2009) fue un poeta peruano, editor fundador de los Cuadernos Trimestrales de Poesía y creador del premio Poeta Joven del Perú.

Marco Antonio Corcuera Díaz nació en Contumazá (Cajamarca) el 19 de noviembre de 1917. Es hijo de doña Teodosia Díaz Alfaro y del jurista Oscar E. Corcuera Florián. Fue hermano del también poeta Arturo Corcuera.

Cursó los estudios primarios en el Colegio Centro Viejo (hoy Pedro M. Ureña), Trujillo; y,los secundarios en el centenario Colegio Nacional San Juan de Trujillo (Promoción Luz, 1935). Estudió Letras en la Universidad Nacional de Trujillo y Derecho en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

En 1940 obtuvo una Mención Honrosa en los Juegos Florales Universitarios de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, distinción recibida de manos de “El poeta de la juventud”, José Gálvez Barrenechea.

En 1941 editó en la ciudad de Lima los primeros números de Cuadernos Trimestrales de Poesía, con un grupo de poetas conformado por Julio Garrido Malaver, Mario Florián Díaz, Luis Carnero Checa, Guillermo Carnero Hoke, Eduardo Jibaja, autodenominándose "Poetas del pueblo".

En 1950 editó en la ciudad de Trujillo, la segunda versión de Cuadernos Trimestrales de Poesía, conjuntamente con los poetas Horacio Alva Herrera, Wilfredo Torres Ortega, Carlos Humberto Berríos y Héctor Centurión Vallejo, tomando el nombre de Grupo de Cuadernos Trimestrales de Poesía.

En 1955 contrajo matrimonio con doña Celia Magdalena García Granados, con quien tuvo cuatro hijos Marco Antonio Martín, César Justo Abraham, Justo Paúl Iván y Julio Guillermo Rafael.

En 1958 fue nombrado regidor de Cultura en el gobierno municipal del Dr. Teodoro Zavaleta. Con un grupo de intelectuales trujillanos (Andrés Ulises Calderón, Virgilio Rodríguez Nache, Víctor Ganoza Plaza, Fernando Ganoza Plaza, José Félix de la Puente y Julio Garrido Malaver) funda la primera Casa de la Cultura, ejerciendo la dirección de la misma hasta en tres oportunidades. La primera en triunvirato Marco Antonio Corcuera, Víctor Ganoza Plaza y José Félix de la Puente.

En 1960 creó el prestigioso concurso nacional quinquenal “El poeta joven del Perú”, alcanzando 9 ediciones ininterrumpidas. Entre los ganadores de este concurso destacan los poetas Javier Heraud, César Calvo y José Watanabe.

En 1967 editó conjuntamente con Eugenio Buona, los Cuadernos Semestrales de Cuento, publicándose cinco números.

En 1982, fue co-fundador del Instituto de Estudios Vallejianos de la Universidad Nacional de Trujillo.

En 1985 fue designado Director del Instituto Nacional de Cultura – Filial La Libertad por un período de cinco años.

Falleció en Trujillo el 9 de septiembre de 2009.

Obras

Dedicatorias a Marco Antonio Corcuera

Poemarios

Semilla en el paisaje (Cuadernos del Hontanar, de Javier Sologuren). Lima, 1961.
Sendero junto al trino. Trujillo, 1979.
La luz incorporada. Trujillo, 1980.
Piedra y canto. Trujillo, 1980.
Semilla en el paisaje. Lima, 1988.
El poeta espera respuesta. Lima, 1988.
Los aires del alhelí. Lima, 1988.
El salmo herido. Trujillo, 1992.
Sonetos transitivos. Trujillo, 1994.
Halcones y torcazas. Lima, 2000.
Alba de cosecha. Guayaquil, 2009. Edición póstuma.
Identidad. Guayaquil, 2010. Edición póstuma.
Estrella de cinco puntas. Trujillo, 2011. Edición póstuma.

Cuentos

La Maldición Burlada y otros Cuentos. Lima, 1988.
Agua de tiempo. Trujillo, 1990.
Los músicos de la aldea y otros cuentos infantiles / Alegoría primaveral. Guayaquil, 2010. Edición póstuma.
«El Coronel Aniceto Hoyos» y otros cuentos. Guayaquil, 2010. Edición póstuma.

Memorias, homenajes

Siembra de Caminos (Memorias). Lima, 1998.
Homenaje a Contumazá. Cajamarca, 2001.

Antologías

Poetas de la Libertad. Trujillo, 1992.
Tala en el silencio. Lima, 2001.
Tareas de la palabra. Guayaquil, 2010. Edición póstuma.

Opiniones de los críticos



                           Marco Antonio Corcuera con Mario Vargas Llosa

«Tiene la poesía de Corcuera ternura, imaginación y energía. No es un poeta que se deje vencer por las palabras: las domina y las recrea. En toda su obra hay una singular mixtura de metafísica y misticismo: la poesía suele y debe ser así.» (Luis Alberto Sánchez, 1980).

«Marco Antonio Corcuera, al igual que Mario Florián, demuestra una precoz maestría en el manejo de la técnica del verso. Pensamiento, expresiones elegantes y audaces. Tiene imágenes magníficamente logradas. Este poeta tiene un brillante porvenir.» (Antenor Orrego, 1940).

«A Marco Antonio Corcuera, poeta de quien siempre se podrá decir poco en nombre de la poesía.» (Javier Heraud, 1960).

«Para Marco Antonio, el largo cuaderno de mi afecto y el trimestre sin tiempo de mi admiración.» (César Calvo, 1960).

«Aparte de las tareas de este desbordante agitador de la poesía, su propia obra es una límpida cantera cuya sencillez invita a leerlo y a recordarlo así como a escribir y a vivir como él en olor de poesía: como él mismo lo diría, con el corazón tendido como una baraja.» (Eduardo González Viaña, 2010).

«Marco Antonio Corcuera es uno de los escritores más valiosos de la Generación del 50 en el Perú. Fino poeta, destacó también como un estupendo animador cultural. Todos los que amamos la literatura y lo conocimos, le tenemos inmensa gratitud.» (Marco Martos, Presidente de la Academia Peruana de la Lengua, 2009).

«Para mi amigo el poeta Marco Antonio Corcuera, con el reconocimiento, el saludo y el agradecimiento de los poetas (por mí hablo, y por todos).» (Antonio Cisneros, 1966).

Reconocimientos

Marco Antonio Corcuera con José Watanabe
Diploma y medalla “Honor al mérito” por su labor poética, otorgado por La Casa del Poeta de Trujillo, en 1999.
Diploma y medalla confiriéndole la distinción de Hijo Ilustre, por su valiosa producción literaria, otorgado por la Municipalidad de Cajamarca, en 2002.
Es declarado “Hijo Predilecto”, por el Concejo Provincial de Contumazá, en 2002.
Resolución y medalla otorgándole la Gran Orden Chan Chan en el grado de Gran Oficial, porque a través de su obra y poesía ha contribuido enormemente en acrecentar el acervo cultural de nuestra nación, otorgada por Gobierno Regional de la Libertad, en 2003.
Diploma y medalla en mérito a su invalorable aporte a las letras peruanas e iberoamericanas, otorgada por Instituto Nacional de Cultura, en 2004.
Medalla de la Cultura Peruana (Generación del 50), otorgada por Instituto Nacional de Cultura, en 2004.
Distinción honorífica de Segundo Grado “José Faustino Sánchez Carrión” y Medalla en reconocimiento a sus méritos literarios, entregada por Universidad Nacional de Trujillo, en 2005.3
Medalla de la ciudad y Diploma de Honor como testimonio de reconocimiento del pueblo de Trujillo por su significativa contribución a favor del arte y cultura en Trujillo y el Perú, otorgados por la Municipalidad Provincial de Trujillo, en 2008.
Condecoración de la Orden “Al Mérito por Servicios Distinguidos” en el Grado de Comendador, otorgada por Estado Peruano, de manos del Ministro de Relaciones Exteriores del Perú, José Antonio García Belaúnde, en 2009.




Princesa del sueño

…Te desvelas en mi alma…
cruzas la noche entre suspiros
Y llamas a la tormenta, calma
Cuando apenas los destellos
Sonrían… cuando… llorabas
¿Y aún dudas del alma mía?
Pues dudas de tu alma
Ya que princesa dormida,
Dejadme que os dibuje en la cara
Con un beso, la suave brisa
Eres el sueño que yo esperaba.





La metáfora de tus ojos

La metáfora de tus ojos
Se diluyo con tu sonrisa,
Dejadme que os dibuje en la cara
Con un beso, la suave brisa.





Los poetas han muerto

Los poetas han muerto
los mató la rima cansada,
los versos tristemente nacidos
como un sol que se paga
decidieron quedar en el aire
y morir sobre el suspiro
de aquel poeta que los evoca
la poca tinta de la pluma
se secó con los ríos delirios 
de un papel diluido
por el abismo de las lágrimas.
De tantas veces llamar
a la palabra melancolía
se entristeció  el alma frágil
y se apagó la voz mía.





El retrato de mi vida

Sobre la fría imagen callada
del retrato que finge ser poeta,
cuelga el recuerdo en la entrada 
de mi única ilusión muerta.

Ojos que imitan estrellas.
 se clavan angustiosos en mi pupila,
ellos saben el secreto de ella
que me mata cuando se olvida.

Pero no es eso lo que temo,
y el silencio me duele por dentro
y al intentar hablar con él me quemo
como la fugaz mecha del tiempo.

Yo, moriré sintiendo no haber vivido,
y el cuadro que rompe mi vida,
seguirá joven y con el mismo vestido,
es decir, bella y bien vestida.




A VECES ME RÍO

A veces me río de la vida,
del caracol de sus venas,
de sus líneas de dientes aislados,
de su relación circulatoria,
de su apéndice diario;
de su bolsa vacía
con ansia de llenarse,
del rictus de sus labios,
de su debe y haber
y de su fin, al cabo





EN LA CUESTA

En esa cuesta queda el ansia,
va el corazón a pie con su guadaña,
trina el pájaro ciego
y Dios descalzo se levanta;
suda el lomo del asno,
cae el bastón delante
y el hombre sube a trechos
con su carga a la espalda.

La cuesta enseña mucho.
¡Todos deben subir, a pie, la cuesta!





HÁGASE LA JUSTICIA

Y dijo el hombre: ¡Hágase la justicia
y la justicia fue hecha!;
y vio que era tan buena como el día;
era el octavo día de la tierra.

Y que se diera lo justo al pobre,
lo medido al rico;
que la choza quedara en el paisaje
y el castillo bajara su puente levadizo.

Habían transcurrido las edades
de la espora a la ameba y a los simios;
y el hombre vio que era su obra buena,
y descansó, después que la bendijo.

Desde entonces pasaron los camellos
por los ojos de todas las agujas
y los ricos en tropel en el reino de los cielos.
Y sucedió a la hambruna la abundancia,
y siguió a la sequía la cosecha;
y dijo el hombre: ¡Hágase la justicia!
Y la justicia fue hecha.










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