martes, 21 de abril de 2015

RAFAEL MONDRAGÓN [15.702]


Rafael Mondragón 

(Villahermosa, Tabasco, México 1983). Profesor de la FFyL UNAM. Textos suyos han aparecido en revistas como Acequias, Alforja, Periódico de poesía y Tierra Adentro y en los libros Los mejores poemas mexicanos de 2005, Espacio en disidencia y Anuario de poesía mexicana 2007. 


Fragmento Tercero

(fragmentos)



Es como en el momento en el que estás con tu amada. Tocas su cuerpo, en la ceguera; buscas su cuerpo en la noche como si la buscaras en niebla. Ciego vine al mundo, para buscar a mi amada. Le pido me diga su nombre para saber si ella existe.


*

Entonces llega su voz, y entonces nace la belleza. Soy como aquel pescador, que durante años sacaba piedras del río utilizando aquellas manos ajadas. Las piedras no dan de comer, ni hacen a un buen pescador. Y sin embargo aquél sabía que ellas tenían un secreto… Guarda las piedras en tu mano, en tu bolsillo, entonces camina y siente al secreto en tu bolsillo. El Mundo es el secreto. Contempla. Contempla durante horas las piedras, esperando a que aparezca la belleza.


*

Herido en el costado, camino, como si fuera entre la calle un navegante, con el cuerpo atravesado por un rayo de sol. Camino, atravesado por la lanza del sol celeste, como Pablo en su dolor y con la boca reseca. Sin saber a dónde voy.

Anuario de poesía mexicana 2007



Treceavo fragmento

Hay una metáfora que creo que viene de la Biblia; yo nunca he leído toda la Biblia, sólo pedazos. Dice que cuando Dios creó al hombre le insufló el aliento vital. Eso quiere decir que sopló sobre él para que con su soplo naciera la vida. Algo parecido sucedió con la muerte de mi padre. Aprendí que el dolor nunca pasa, porque el dolor es parte de la vida, y le da sentido. Me dolía su muerte precisamente porque lo amaba mucho. Era como el soplo de Dios; mi padre sopló sobre mi cuerpo, y su aliento quedó grabado. No grabado. Digamos que quedó flotando allí, adentro de mi pecho. Ese soplo me acompaña a todos lados donde voy. Es el amor que da vida. Me recuerda que estoy vivo. Esta vida, que se parece a veces tanto a la melancolía. Con su muerte, mi padre sopló sobre mí, y en ese momento mi figura de barro se estremeció, y miró al mundo, comenzó a caminar a gatas, a tientas, aturdido, enceguecido.

Anuario de poesía mexicana 2007.





Mil sombras
corrieron en tren la madrugada
en la punta del alba 
estalló 
fusil 
de cartuchera contada

condenados al olvido
de su sangre
de par en par
sin nombre 
los hombres
de cananas vacías

el desierto permaneció
huella sed
nopalera 
trinchera 
fuerte ciudad
trozo de tierra 
que se gana 
derrota 

noche en luz 
de estallido inicial
revela 
carente de rojo
su ideal
carente de todo
su real 

conciencia 
en esperanza 
dejó caer 
sangre de cien 
en victoria de uno






Poeta poeta

El poeta pone 
en juego 
el verso
-c o n o z c o p r o s a m a s p o é t i c a q u e s t e v e r s o-
poeta 
se pierde 
en el marco 
de la puerta 
-e n t r a e n e l m a r c o h a y n a d a-
poeta como
todo reflejo
en la ventana 
-a f u e r a n o e s p o e t a d e n t r o t a m p o c o-
él vaiviene 
azul mar
da color al intento 
-p o e t a-





la sombra del alba
dibuja vientre 
sabor a revancha

tus hombros
expulsaron el último sueño
que dejemos en espejo

mi labio amordazado
dejo caer palabra
última
en tu oído
-receptor 
de todo Yo-

desdobla en ti
luz 
que deja ver
egoísmo

tomo por asalto
la parsimonia 
en tu pecho
vertido en sombra
tus muslos
cara a cara 
seguí la primer
línea en blanco 
que d e v i n o rojo

con la realidad
clavada en el marco
a tientas termino
el fardo de mi vida 





Erótika 
en reflejo 
nocturno de tu vientre
bebí 
tus labios
polvo

mi mano 
pedestal 
de tus ojos
quiere tomar
de tu pecho
la vida
y de tu boca extraña
cada resuello

tu cuerpo ingrávido
que abro para oír
tu respiración

el cirio aclara tu noche
renombra 
trazo de ti
cuerda sobre cuerda
el sonido
devana tu sombra
para dejarte 
inservible de día





Respiro claro
oscuro-
tomo matiz
blanco 
para teñir
la venidera 
vida

busco la figura 
en línea de sal
-pupila-
que c a e n e c o
sombra 
que
soy 
tu rojo-
vivo 
logro prender 
tacto 
que se levanta
raíz
que
eres 
sin pálida luz-
en la ventana
reflejo de estrella
somos








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