lunes, 9 de julio de 2012

7235.- MARIANA VACS



Mariana Vacs. Nació en Rosario, ARGENTINA. Partició de los talleres literarios de Alma Maritano, Gloria Lenardón y Nora Hall. En el 2003 estudió poesía con Hugo Padeletti y en el 2005 con Beatriz Vignoli. 
Editora Literaria de la revista electrónica mexicana “Ahí va el agua”. Participó en Encuentros de Poetas en México y Costa Rica. Colaboró en diversas antologías, revistas y publicaciones literarias de Argentina y Latinoamérica. Publicó Infimo Infinto (poesía). Ed. Tantalia, Buenos Aires, Argentina, 2006. 

Entre las antologías figura en :

CUANDO EL RIO SUENA (Poesía). Ed. Vicinguerra. Buenos Aires. 2012.-
LAS VOCES DE LAS MARIPOSAS  (Poesía) Centro de Estudios de la Cultura Mixteca. Oaxaca, México. 2011 
FIN ZONA URBANA (Poesía). Ed. GatoGrillé, Rosario, Argentina, 2010
PAISAJES INTERIORES (Poesía). Centro de Estudios de la Cultura Mixteca. Oaxaca, México. 2010.
JUEGOS PELIGROSOS. (Antología de cuentos para adolescentes) Ed.Cuenta Conmigo, Rosario, Arg. 2009 
HECHICERAS DE LA PALABRA (Poesía) Centro de Estudios de la Cultura Mixteca. Oaxaca, México. 2009 
POETAS DEL TERCER MUNDO, LA ANTOLOGÍA. Ed. Ciudad Gótica. Rosario, Argentina. 2008
GORRIÓN SIN TIEMPO (Poesía y cuentos) Ed. Cuenta Conmigo. Rosario, Argentina. 2002 
POETAS ROSARINOS (Poesía) Ed. Universidad Nacional de Rosario, Argentina. 2000







La escritura me pervierte;
marchitan los silencios la zona
donde tu boca es arena
y mi beso se astilla.

El espacio es sólo una palabra
que aún no fue dicha.






Nada me nombra,
todo me transforma.
Un silencio es un cerco
y un maleficio
que curva el horizonte.

Si la noche no aparece,
¿Cómo recordar tu sombra de pájaro?,
¿dónde despabilo el cielo?






No es que no entienda,
elijo no hacerlo. El saber
se multiplica como espinas
en el cuerpo del pez.

Te escuché,
y ahora disimulo.






Repetir
inmenso
mi nombre
en el vacío.

Repetir
el nombre
del nombre
hasta que desaparezca.

Repetir la palabra
que me nombra
hasta el vértice del silencio,
hasta donde no me pertenezca,
hasta la muerte del nombre.

(Los cuatro poemas pertenecen al libro “Ínfimo Infinito”)






Mi ciruelo

El ciruelo se quedó dormido.

Recuerdo sus frutas:
se hinchaban como planetas
y hacían dulce mi boca
de enero.

Un verano despertó tarde,
pocas ciruelas lo habitaron.
Después murió,
sin rencores.

Desde su esqueleto
una ninfa del viento
dibuja sus brazos en el aire.

(poema Inédito)






En ciertos paseos urbanos,
cuando las lámparas
de la noche
inventan figuras
y los árboles
se besan,
yo veía la muerte
y temía.

Miraba la espalda
de mi madre
observar mi pequeñez
atolondrada
y sonreír.

La muerte tomaba los cuerpos
y moría sin mí.
Lo otro era saberme sola.

(de Infimo Infinito)






Volcán arenal

Fumarolas se elevan
en mi cabeza,
preñadas de cenizas
se desprenden del volcán
y arman los pensamientos
que te nombran.

El aire las desaparece.

(poema inédito)







Piedras blancas, heridas,
violentas, regresan al instante
donde el mundo era de otros;
cicatrices que se hunden
en el paso del agua buena
y cambian el color del silencio.

Piedras calientes, blandas, sutiles;
anidan pájaros en el atardecer
de un cuenco robado.

(de Infimo Infinito)






LEYENDA DEL MURCIELAGO – OAXACA

Eras mariposa desnuda
y les pediste atuendo a los dioses.
Cada ave te dio una pluma
y los colores te adornaron.
Un eco de tu vuelo creó el arco iris.

Eso cambió tu esencia. La soberbia
ofendió a los pájaros
que te habían vestido.
Los dioses te llamaron al cielo
y extendiste el orgullo de tus alas.
Aleteaste y perdiste tu belleza.
Todo el día llovieron
tus colores perdidos.

Y volviste desnudo, como naciste,
ciego para no verte,
oculto en cuevas,
para que no te vean.

(del libro inédito, Alma de paso)





SIRENA

Dentro del cenote,
tu cuerpo es sirena y canta.

Escucho tus melodías de infancia,
no es desaire mi mudez,
es que el aire hace rondas en la memoria
y me estaca.

(inédito)







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