viernes, 22 de junio de 2012

7138.- YOAN RICARDO LEYVA


Yoan Ricardo Leyva
12/ 4/  1991. Holguín. Cuba. Artista de la plástica. Premio Poesía Primitivo Arco. Premio Nuevas Voces.




Jardín de los extraños

 3

Desde hoy. Alejándome, intentando escapar de este ruido amenazante. Permito descubran la mirada,  lanzo a contraluz el imposible, y caigo, - quiero que resurja de nuevo-   Mas nada se entiende desde aquí. Ellos descubren la parte interior, amenazan, se alejan. Luego vuelven como mano a la espada que salva en medio de la lucha.  Aun así me   prohibo escuchar voces. Aguardo.
 Soy un pez formidable que siente una espantosa sensación de impotencia en su profunda soledad.
 Durante algunas horas ellos descubren luces y sombras en  mis ojos, pero este ciego monumental
es solo reflejo del pasado, de donde se alejó, escapando a contraluz de aquella historia secreta 
 donde algunas voces ya eran ese ruido.



1

Si el interior de la luz no fuera tan oscuro. Si la pólvora no fuera tan duradera. Admitiría ser noble.
Aunque mientras el dolor penetrara disolviéndose mi sangre  en ácido o en la trinchera del desconsuelo la misericordia fue una salida y aunque en el interior no hubiera luz alguna la imperfección de palabras tiernas avanza contra el cadáver de una mujer que tristemente siempre  esperó. La eternidad es un silencio muy transparente que puede volvernos como locos y en medio de esto, el rostro de esta alma mía calla,   sobrevive,      arde en el patio, meditando sobre los huecos de esta piel con los guantes que fecundan el esfuerzo cotidiano la salida me descuelga. Como un viajero comprometido a la dócil vibración como un pálpito en el pasado en el instinto de la flor que desata el odio se esconde la maldad el rigor de haber nacido en medio de un busto de una voz que nos evoca ciudades y cielos su condena es esperar en una sala cubiertas de flores amarillas pasadas de la embarcación a una aventura entreabierta de tantos luchadores por  banderas blancas. Realmente  los niños llevan unas manos ingeniosas y en el interior de su luz una blancura por esto, paso días sin abrir boca difícil es observar como el ancho corazón de la humanidad cuelga de la respiración, con un feroz encierro a la verdad, como una pólvora que se pudre en las manos apretadas. Ceso - Un suave acento de verdad amenaza la bestia- Presento lealtad frente a lealtad para hallar fin sin embargo estos apóstrofes de terribles amenazas se manipulan entre una docena de hilos que cuelgan de mis guantes, la extremada pequeñez de la semilla se convierte en virtud
- Semilla primitiva -   Las palabras tiernas avanzan y su impulso compacta la  reconstrucción del pasado si en el interior de su luz no reinara la maldad Admitiría ser noble.



2

Suspiro por las mariposas que atacan el pecho de los extraños prometo en cada esquina de la casa robada sin miedo a la insinuación se desase el miedo, se desase el viento en los ojos del misterio,
vuelvo, prometo pero esta ves por prohibir la entrada. Advertí,  pretendiendo alejar los extraños 
con mariposas contra sus pechos fatigados como casa que no elige su dueño y aun por razones del tiempo ama a cualquiera y no ocurre nada, la partícula se congela en la infinita extensión del jardín de los extraños por donde las mariposas ya no pasan se le esta prohibido, se le es casa en silencio, también extraña rodeada de murallas de piedra piedras de un poema dulce sobre labio dentro de un lugar escondido, miles de historias maderos cambiados comidos por el propio tiempo de los  extraños las mariposas esta vez amenazaron sobre mi pecho son esclavas de violines, melodía de noche, demonios que también atacan a esta casa en soledad como el agua silencios exactos cubren esa casa  en soledad silencios exactos extraviado de los extraños ladrones de la nada.



4
Hoy  brújulas y formulas veleros que alimentan dimensiones, sobre aguas espinadas, por encima de todo por encima del viento y del enigma sin preguntas a finos y transparentes secretos se marchan. Los muchachos elevan sus cometas con demasiada ingenuidad para ellos el desafío de la altura es un juego de vanidad tersa. Tengo edad y regocijos ocultos, excesos de rasgos tenues perecidos a la marcha no desando sobre ilusiones de un lívido desierto el vendaval de este época se enreda tiendes la mano, dentro una brújula no deja escapar hay ilusiones de miedo y espinas hay una extensa llanura en la cual te encuentras transformada en laberinto mediando la profundidad de mis abismos el tiempo es testigo feroz. En el fondo de las soledades serán esos los recuerdos que eleven mis cometas  esta vida este hecha de cristal en algún tiempo las olas pasaban por mis calles  y la insinuación de ti atasco mi barca. Hoy camino por las mismas calles sin olas y sin mar pero en el fondo en cada paso la sensación de horizonte se forma y puedo tener la misma ingenuidad de empinar cometas y soltarlas al aire. Hay armas capases de traspasarlo todo pero también existen esas cosas inasibles. Existen formulas y desafíos la palabra lo estremece todo, solitaria una vez solitaria, como cometa encima de árbol exigiendo la misma vida de tu mirada y fabulaciones de cosas mortales difíciles de confesar lo extraño, son esos muros que siempre rodean el camino
 cualquiera podría descubrirnos siempre, descubrirnos y formar esa imagen sin descripción prejuicios y formulas a mar abierto quedaran nuestras noches y su visión, transparente secreto,
insoportable luz



5

Hay decisiones que me hacen callar como un ave amenazada en este mundo las luces del arrepentimiento no resucitan, yo he tratado de ceder mis manos atadas al mundo pero en el fondo renunciamientos de una época innoble no me dejan perdonar Hay decisiones con las que he muerto, mis amigos todos los días tienen un nombre distinto y los cambios son una triste resignación estas son las promesas con las que me inclino ante el mundo y así se rompe la envoltura de la inocencia. El ave esta amenazada, sus alas duermen, las promesas duermen la luz ciega es no perdonar sobre rostros de aquel tiempo en cada movimiento la pureza se alza con una mascara Hay decisiones que me hacen callar como un ave a la cual le han atado su pico.



6

A veces nos detenemos ante el testimonio de la impotencia a veces un paso marca la condenación, y nos miramos ardiendo. Miramos como se va perdiendo la sombra  no relevamos ningún canto para salvarnos las telas de las leyes también se queman y las leyes aveces nos dejan un estado de impotencia  que marca la condenación de nosotros mismos frente al espejo en que cada día nos retenemos y después ninguna mirada podrá rebelarnos el testimonio de la salvación.



7

Callar es como volverse un suave viento lleno de ecos en el alma he callado por la sustancia de un sentimiento he desgarrado mi alma de los depósitos que guardan el grito. todo procede, la sombra de mi corazón se extingue, y  sobre el una capa de hielo se imprime no lo acerco al fuego, quiero observar como lentamente cesa la palpitación. Sin embargo cuando callamos no se siente frío alguno, una tormenta de hielo puede caer sobre nuestro corazón cuando callamos esos gritos que rebotas en las paredes del alma mantienen el corazón impenetrable es  temer, aguardar ante el terror irreversible del silencio.



8

la ultima evidencia confunde, permanecemos se venden amantes como maniobras hay muchas noches entre nosotros  muchos encargos al tiempo de espalda a la traición uno se desviste como ensayando  a las mascaras que observan desde los días morimos como piedras prohibidas sin esconder nada sin evidencias son reglas encargos del tiempo.



9

Deslumbrarse, leer un poema, temblar decidir esconderse abandonar los testigos que nunca lo fueron itinerario de palabras peligrosas, temibles. Palabras dibujadas sobre negro protegiendo la carne vida y horizonte, solo destino palabra, miedo encontrado.



10

Ahora no es necesario arrepentirse y naufragar cada estrella el aliado derriba las rosas los planes estrujados en esquinas algo se arruga debajo de las sabanas del perdón una sombra perdida  se enfrenta al destino ya no se trata de volver y arrepentirse cada hoja se cuña y se guarda, sin tratarse de hojas de oficina todo suele transformarse y la luz va descubriendo los abismos los ruidos de esta generación  van alcanzando aire no se pueden conformar con solo palabras que desnuden el cuerpo
la vida nos es una contemplación de lo fugas hecho de menos a lugares y amigos pero la supervivencia es una formula que he aprendido de este aliado talador de rosas.






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