viernes, 24 de octubre de 2014

TOMÁS LAGO PINTO [13.820]


Tomás Lago Pinto 

(Chillán, Chile 1903 - Santiago, 1975)
Poeta, investigador y gestor cultural, este chillanejo visionario fue pionero en la protección y difusión del patrimonio cultural. Su labor le hizo merecedor del título de "profeta del arte popular chileno".

A principios del siglo XX, la fundación de la Sociedad de Folklore Chileno por parte del filólogo alemán Rodolfo Lenz sentó las bases para el estudio sistemático de las tradiciones populares en nuestro país. En la década del treinta, con el ascenso al poder del Frente Popular y su discurso centrado en el desarrollo espiritual y material del pueblo, la preocupación por la cultura vernácula adquirió importancia también desde un punto de vista político, en cuanto factor de cohesión social. Este contexto permite situar mejor la labor de Tomás Lago, cuyas acciones en favor de la valorización, preservación y difusión de la cultura popular lo convirtieron en un pionero de este campo.

Nació en Chillán, donde cursó sus estudios primarios y secundarios. En esa ciudad participó de diversas iniciativas de índole artística y literaria, como la revista estudiantil Ratos Ilustrados, publicación a través de la cual trabó amistad con un igualmente joven Pablo Neruda. Sus inquietudes intelectuales fueron cuajando al fragor de estas actividades, que dieron fruto a su primera creación literaria: el libro de prosa poética Anillos, escrito en conjunto con el vate parralino y publicado en 1926.

Establecido en Santiago, cursó estudios de Derecho en la Universidad de Chile, carrera que, sin embargo, no completó. Activo y versátil, se dedicó a la escritura y la crítica literaria, colaborando con artículos para varias publicaciones periódicas y llegando a editar trece libros de su autoría, entre novelas, cuentos, ensayos y biografías. Entre estos últimos destacan sus trabajos sobre pintura chilena, una obra póstuma sobre la viajera inglesa María Graham y el libro Vicuña Mackenna en California (1939), sobre el político, historiador, polígrafo y filántropo Benjamín Vicuña Mackenna, personaje por quien Lago sentía especial admiración y que inspiró, en buena medida, la principal empresa intelectual que abrazó a lo largo de su vida: el reconocimiento público de la cultura popular como fuente de saber, identidad y desarrollo social.

En este afán, llevó a cabo una serie de iniciativas orientadas a crear conciencia -particularmente en la élite política e intelectual, pero también entre la población general- del valor patrimonial de la artesanía tradicional. El primer paso que dio Lago en esta senda fue la organización, en 1935, de la I Exposición de Arte Popular en el Museo de Bellas Artes de Santiago. El éxito de esta aventura dio pie a la realización, tres años más tarde, de una segunda versión y se convirtió en el espaldarazo decisivo para que en 1939 una muestra de artesanía chilena viajara hasta Nueva York. En 1943 se realizó una tercera versión del evento, esta vez incorporando trabajos de artesanos de toda Hispanoamérica. Las piezas donadas para la ocasión constituyeron el acervo que sirvió de base para la fundación del Museo de Arte Popular Americano (MAPA), primero en su género en toda América Latina.

En forma paralela, Lago había comenzado ya a recoger información acerca del origen, la historia y los cultores de los oficios tradicionales, poniendo de manifiesto con ello que se trataba de un arte digno de convertirse en objeto de estudio académico. Sus investigaciones inauguraron una veta hasta entonces inexplorada en los centros universitarios: creó cátedras dedicadas al tema, organizó encuentros de especialistas y publicó el libro Arte popular chileno (1971), obra de divulgación que cuenta ya con cinco ediciones. Junto con su ensayo El huaso (1953), que aborda las costumbres campesinas desde una perspectiva histórica y antropológica, este título se convirtió en una obra de referencia obligada para el conocimiento de la cultura tradicional chilena.

Sus esfuerzos por promover la cultura nacional dieron vida a otras importantes iniciativas: creó y dirigió la Revista de Educación (1928), órgano del ministerio del ramo; fue miembro fundador de la Sociedad de Escritores de Chile (1932) y de la Alianza de Intelectuales de Chile; organizó la Primera Feria del Libro de Santiago (1938) e impulsó la instauración del Premio Nacional de Literatura, oficializado en 1942.

Si bien fue en el ámbito del arte popular donde dejó la más profunda huella, las reflexiones de Tomás Lago acerca de la cultura local desbordan ese campo y exploran problemáticas tan adelantadas a su época como el turismo y la propiedad intelectual.

Tal como lo dispuso antes de morir, sus restos descansan en Chillán, ciudad que nunca se cansó de evocar, como horizonte entrañable de sus fantasías de juventud y fuente del ser criollo.


1903
Nace en Chillán el 22 de septiembre. Sus padres fueron Teobaldo Gregorio Lagos Saavedra y María Jesús Pinto Gajardo.
1922
Ingresa a la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.
1926
Publica Anillos, obra escrita junto a Pablo Neruda.
1929
Funda la Revista de Educación, órgano oficial del Ministerio de Educación de Chile, cuya dirección ocupa hasta 1931.
1932
Participa en la fundación de la Sociedad de Escritores de Chile (SECH) junto a Domingo Melfi Demarco, su primer presidente, Mariano Latorre, Marta Brunet y Antonio Acevedo Hernández, entre otros.
1935
En el contexto de la 5a Conferencia Nacional del Trabajo, organiza la I Exposición de Arte Popular Chileno.
1937
Forma parte de la Alianza de Intelectuales de Chile, en el contexto de lucha internacional contra el fascismo y en apoyo al bando republicano durante la Guerra Civil Española. Es comisario de la II Exposición Chilena de Arte Popular.
1938
Junto a Manuel Rojas organiza la I Feria del Libro de Santiago. Organiza asimismo la II Exposición de Arte Popular Chileno, con el auspicio de la Comisión de Cooperación Intelectual de la Sociedad de Las Naciones.
1939
Lleva a Nueva York, comisionado por el Gobierno de Chile, una muestra de arte popular chileno.
1942
Asociado a Manuel Rojas, Joaquín Edwards Bello y a Rubén Azócar, logra que el Estado, a través de la ley n° 7.368, instaure el Premio Nacional de Literatura, que se entrega por primera vez ese mismo año favoreciendo a Augusto D'Halmar.
1943
Organiza la III Exposición Americana de Arte Popular, realizada con motivo del Centenario de la Universidad de Chile.
1944
Fundación oficial del Museo de Arte Popular Americano por el Consejo de la Universidad de Chile. Queda instalado en el Castillo Hidalgo, Cerro Santa Lucía, con Tomás Lago como su director.
1952
Es nombrado profesor extraordinario en la cátedra de arte popular americano en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile.
1955
Quiebre de la amistad con Neruda, a causa del abandono que Este hace de Delia del Carril para contraer matrimonio con Matilde Urrutia. Lago no perdona esta falta del poeta.
1957
Viaja a Londres para efectuar las investigaciones que se plasman en La viajera ilustrada: vida de María Graham, obra póstuma publicada en 2000.
1961
Viaja a París donde es recibido por Walter Leheman, jefe de la sección americana del Museo del Hombre, y por Henry Riviere, director del Museo de Arte y Tradición Popular de París, entre otros especialistas.
1962
Realiza un viaje a China, atraído por su cultura. De ahí resulta Artesanías clásicas chinas, publicación de 1963.
1968
Deja la dirección del Museo de Arte Popular Americano.
1969
Deja su cargo como profesor extraordinario en la cátedra de arte popular americano en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile.
1975
Fallece el 2 de abril en Santiago, víctima de un ataque cardíaco.
1998
El Museo de Arte Popular Americano de la Universidad de Chile es bautizado con el nombre "Tomás Lago" como homenaje a su fundador y director por más de dos décadas.





SOMBRA PARALELA 

Corre el tiempo velozmente 
como si ocho caballos lo arrastraran 
al lado de la frente en lo informe donde 
las escamas del sueño acrecienta entre si 
debajo de su sombra cuya tela ha tejido 
de estigmas corazones muertos polvo funerario 

Los enemigos del otoño 
llevan un color verde en los hombros 
sí, como los soldados, 
su trozo guarda a lo lejos el natalicio del tiempo

Vuelve vuelve a tu mitad desprendida 
tiempo olvidado vestíbulo amoroso 
tu parte rigen pálidas tus cifras metales 
que se alimentan de puntos y rayas rojas

Lo rápido lo inválido lo pequeño 
lo que se aproxima a no existir 
ay, el invierno su pezuña negra. 





POEMA 

Ahora bien, cinta exclusiva, obstáculo melancólico. 
mi pobre alma está sombría 
como si fuese tu nombre la palabra 
perdida que a veces interrumpe el sueño. 

He aquí, lejos de todos, a través de caminos forzosos. 
bajo palios de hojas ateridas 
en la marcha sin objeto más allá de las landas. 
Te escribo estas palabras para que no me olvides. 

Sólo con mi triste corazón acongojado 
canción de los antiguos poetas que decían "doquier"
y sabían el nombre de todas las flores, 
niña mía, sin los compañeros alegres. 

Va en mi reloj tu retrato, estoy alegre sin embargo. 
tan distante, ¿qué podría decirte para acercarte a mi? 
rodearte de palabras sin exactitud, 
con ellas puedo sin duda anticipar la noche. 
Entonces en la lámpara, mariposas nocturnas 
traen la presencia de un muerto querido. 

En las márgenes del Boroa, en la estación de los ulmos floridos 
saltando el alto sueño de los cazadores y comparsas 
de estrellas victoriosas. 
Tarde vigilo, liberto los vientos, le prendo fuego a los árboles;, 
yo soy el que puso nombre a todas las cosas. 

He aquí lejos de todos en las montañas del Sur; 
¿qué más puedo contarles, amigos míos? 
Compañeros, aquí está mi abrazo de siempre, 
inútil como un anillo vacío. 





LA HIJA DE LA NOCHE 

El baile de los sifilíticos las largas torres cruzadas 
la noche consiste en mi color preferido 
a la sombra de los telescopios que la tenían entre sí 
hoy inclinada como un cabello dulcemente 
rodea la pequeña cruz de un pájaro cayendo 
circunscribe afanosa una flor de dobles pétalos 
como una dócil mancha de agua desanimada 
al borde de mi memoria está al punto de zafarse. 

Es lo mismo que otras veces la traía prontamente 
que hoy hacia otra parte se la lleva 
se va con ella todavía el alma está entreabierta y húmeda 
adiós adiós era la hija de la noche 
el alto en que las estrellas pálidos fulgores lanzan.

Entonces la perseguida brisa marítima 
decapitando los pesados racimos de flores 
de un árbol el árbol verde del hilan-hilan 
galope de cuadrúpedo sobre el olor de las umbelas 
venía hasta ella y le decía mañana estaremos muy lejos. 

Canta su voz dormida quiero una bebida vigorosa 
oir tranquila la música terrible del mar 
todo está muy obscuro pronto estaremos lejos 
oh costa azul veraneantes sin sueiio. 

Pero el que no sabe donde alienta el corazón por el cual suspira 
que sólo lo siente a través de velos impenetrables 
en todas partes con constancia ese ha perdido su alegría 
y la noche cae a sus ojos llena de lanzas blancas 
una sombra herida corre detrás de los viejos trenes nórdicos 
observatorios sin vigilancia ahí torres momentáneas 
desdibujadas declinantes yo las nombro como si partiera 
adiós adiós adiós era la hija de la noche 
con su estatura de miel silenciosa. 





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