viernes, 2 de enero de 2015

JORGE VILLATA RIBBECK [14.399] Poeta de Perú


Jorge Villata Ribbeck

Jorge Villata Ribbeck. Lima-Perú, 1979. Le conocemos algunos poemarios inéditos: “Poemas desde el prejuicio” (2001). “Gritos Suspendidos” (2002). “Cuando Mezo mis Ojos” (2003). “La China Surreal” (2011). “Cuerpo en Blanco” (2013). Entre otros publicó fragmentos de su primer libro en la revista nacional e internacional de literatura “Olandina”. Participó en repetidas ocasiones en los recitales colectivos: “Poesía en el Puerto”, Sentimientos en Voz Alta” (Biblioteca Nacional de Lima), Poesía en el Parque (Auspiciado por la Municipalidad de Miraflores). Actualmente se dedica a la creación literaria.
 
 

Cuerpo en blanco (fragmento)

 
 

VIII

La estrella fuga
en concierto con tu luna;
en obsequio con mi pena.
La China se va
y no sé cuándo estará cerca…
Como yo en el verano del precipicio,
en el invierno, cuando
me olvidaste,
y te olvidé tanto
que tu mano violó mi ojo de vidrio…
Y fuimos vidrios…
Cuando el mar dijo tu voz.
 

IX

Despedazado
en mi baile de arcoíris,
toco tu hechizo de avenida.
La pena, la pena y siempre la pena,
hacen delito bajo tu espalda,
bajo tu cuerpo de sien,
bajo el dibujo del mar…
Océano eterno
donde te miro hacia el cielo…
Y no volverás,
pero estás
en esta última madrugada,
en este silencio de caída,
bajo este amor ajado como un refrán.
Vuelve al acurrucado tiempo de las mariposas.
 

X

Desapareces y te nombro
de agua,
de árboles muertos
y deshojados de ilusión.
Manoseo tus manos
por encima del suicidio,
no me enternece mirarte carcajada,
al último día que te vi…
Orinando la facción del universo.
 

XI

A la hora de llegar,
desaforada de voces últimas.
Caes en el ruego,
despedazas la tierra, y a tu paso
la vía se hace,
como caritas tuyas,
como engendros míos;
pero ya no estás.
Dibujamos es cierto,
dónde está tu hechizo del alma,
tu alma de barro,
tu silencio en nombre del aire.
Tu paso refriega el mundo en la
invitación
dónde estás,
luces demacrada y dulce
para estar muerta.
 

XII

Nada te costaría gritar.
Ya no existes China,
ya no te canto,
ni redoblo esta ternura ciega.
Adónde te fuiste China…
El incendio abre paso a tu sien,
a la síncopa donde despiertan
las manos de la llaga.






Tiempo retenido 


 
I

De tiempo retenido,
de mercado incendiado
para tocar tu miel…
y en la última catarata dormir,
dormir la calma
dormir tu recuerdo,
y la llaga toma la forma de tus ojos,
ya para qué gritar
ya para qué escribir…
La China llueve
Sobre el último rincón del beso;
Mecanismo donde suplicas la tierra,
La risa.
No sé dónde estás,
La depresión relegada
para recordar que ya no estás…
que tu último girón
piel en el abanico de la ternura.


II

Fui yo sé que fui,
Todo tu mundo
Todo tu cuerpo…
Mientras te escondías
En la sed del encuentro,
Páginas muertas
Principio de la lucha.
La piel nos trajo
Y hoy no estás,
Tampoco te quiero obedecer
Dame chinita
No llores de árboles
Ya no acaricies la pérdida
Porque yo sé que aún vives.


III

Mercado estallado en flores,
mercado de la nada
mercado de la luz,
hijo de la tristeza.
Recuerdo que caminabas
Tocando mi ruido de invalidez.






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