jueves, 24 de marzo de 2016

RAÚL FERRER [18.295]


Raúl Ferrer

Raúl Ferrer Pérez. Educador y poeta cubano. Coordinó la Campaña de Alfabetización en Cuba.

Nació el 4 de mayo de 1915 en Meneses, poblado que en la actualidad forma parte del municipio Yaguajay, aunque su inscripción de nacimiento consta del 1 de julio.

Su niñez transcurrió en el poblado de Yaguajay. A los 13 años fue enviado por su padre a Caibarién para que continuara sus estudios, en esta etapa ocurren hechos significativos en su vida pues rompe con sus concepciones religiosas, tiene contacto con los bohemios, intelectuales y gente diversa, comienza su noviazgo con Raquel, y también tiene el primer encuentro con las ideas marxistas a través de su futuro suegro.

En 1936 comenzó a trabajar en una cuadrilla de tuberos en el central Vitoria, en Yaguajay. Es allí donde estrecha sus vínculos con la clase obrera, se inicia como dirigente sindical y se relaciona con figuras como Jesús Menéndez.

Sus primeras nociones poéticas las recibe de su abuelo Eufemio, que más tarde descubrió su profesor de literatura. La oportunidad de relacionarse con hombres de letras y la influencia de los clásicos de la literatura universal, contribuyen al enriquecimiento de su posterior trayectoria literaria. Asociados al laboreo pedagógico aparecen sus primeros poemas: escuela, gente de pueblo, ideología y amor se fusionan en un verso vigoroso, saturado de carisma de su personalidad.

En ese instante no tiene vocación definida, sólo desea ser útil y decide matricular medicina, pero no logra recibir clases. Luego, de forma autodidacta, se prepara como maestro y durante los meses de tiempo muerto se gana la vida dando clases a los hijos de familias con recursos económicos.

Labor como maestro

Se gradúa como Maestro Cívico Rural y en Septiembre de 1937 comienza a trabajar en la escuelita del central Narcisa, donde se consolida como pedagogo aplicando métodos novedosos. Es en esta época cuando realiza una parte importante de su obra poética, a la vez que desarrolla y fortalece su actividad partidista. Esta etapa le permite, dentro de su enseñanza sui géneris, combinar la docencia con el canto a la poesía y a la vida.

En 1941 se dedica con ahínco, a organizar la Federación Nacional de Maestros Rurales en la que asciende como dirigente, desde el municipio a la provincia y de esta al ejecutivo nacional. En esta organización magisterial, donde militaba un fuerte grupo de maestros revolucionarios, con los cuales tiene los primeros lazos de políticos con la Asociación Nacional Campesina. En 1949 recibe el título de Maestro Normal en la ciudad de Santa Clara.

Continúa su labor política y de maestro, a pesar de los ataques de los esbirros del Presidente de turno, Carlos Prío Socarrás. Se trasladó hacia La Habana. En 1953, es nombrado maestro de 6º grado, de la escuela pública # 7 de varones, sita en la calle Enamorados # 215 entre Flores y Serrano, Distrito Escolar de La Habana (hoy Escuela Nacional Capitana Adela Azcuy), en ese mismo año realiza su ingreso por traslado al Comité Socialista de Maestros (CSM).

En 1953, al ganar un aula por oposición, pasa a ejercer como maestro en La Habana, donde realiza una ardua tarea como dirigente del magisterio en niveles progresivos, a favor de la unidad magisterial y en defensa de la escuela pública. Se desempeña principalmente como miembro del Comité Socialista de Maestros.

En 1954, es acusado públicamente por los dirigentes del Colegio Nacional de Maestros Normales y Equiparados (CNMNE) de realizar actividades comunistas. La corrupta dirección recibe respuesta rápida con una manifestación del Comité Socialista de Maestros, con el titulo "El dilema es: Patriotismo contra la Sumisión al Extranjero". El magisterio provoca la cólera de los dirigentes del CNMNE quienes señalaron a Raúl Ferrer como autor de lo escrito y lo acusan ante el Ministerio, por sus actividades comunistas; lo que aparece reflejado en la Resolución No. 10826 del propio año.

En 1956, es apresado por el BRAC, conjuntamente con Salvador García Agüero, Eduardo Corona, Alfredo Guevara, José Massip y otros. La prisión duró cinco días. Al recibir la libertad, nuevamente es detenido por el SIM, lo conducen a la cárcel de la calle Picota, en la Habana Vieja, luego es puesto en libertad, pero queda fichado.

El 2 de enero de 1959, junto con los compañeros del Comité Socialista de Maestros y miembros del Partido de Oposición Magisterial, participan en la toma revolucionaria del Colegio de Maestros Normales y Equiparados sito en la calle Milagros # 10 esquina Delicia, Arroyo Apolo (hoy 10 de octubre). Por acuerdo asamblea de maestros queda destituida la dirigencia mujalista batistiana, que ocupaba la dirección del Colegio Nacional Normales y Equiparados.

Después del Triunfo de la Revolución Cubana

A partir de 1959 ocupó importantes responsabilidades en el Ministerio de Educación; desempeña un papel de primer orden en la Campaña de Alfabetización y luego en la Dirección de Educación para Adultos, hasta ocupar la responsabilidad de Viceministro. En 1981 fue designado Consejero Cultural en la Embajada Cubana en la URSS, y al regresar encabeza la Comisión Nacional de Promoción de la Lectura.

En 1961, desarrolla un intenso trabajo en la Comisión Nacional de Analfabetismo, concurre a todos los actos en que se van declarando Territorios Libres de Analfabetismo de los diferentes municipios y provincias del país. Participa en el Congreso Constituyente del Sindicato Nacional de la Enseñanza que se realiza entre el 22 y el 24 de noviembre de 1961, en el Círculo Social Obrero "Félix Elmuza". En ese evento es elegido como Secretario de Organización. Posteriormente fue designado inicialmente Asesor Nacional de la Educación Obrero-Campesina y posteriormente Viceministro de Educación. Entre las actividades que dirigió están: el Seguimiento que dio continuidad a la alfabetización, la superación obrero-campesina y la batalla por el 6º. Y 9º. grados, entre otros.

Artífice de la Campaña Nacional por la Lectura que se inauguró en la fábrica de tabacos Luis Fernández Roig, el 28 de enero de 1985 lanzando la convocatoria con un lema según un pensamiento de Fidel Castro cuando al principio de la revolución expresó: "No le decimos al pueblo cree; le decimos: lee." Vale aclarar que ya en 1998 esta Campaña Nacional por la Lectura dió lugar al Programa Nacional por la Lectura como acción concertada de los Ministerios de Educación y Cultura, y la participación de todos los sectores de la vida nacional.

También desarrolló otras importantes tareas, entre ellas: representante de la cultura en la embajada cubana en la antigua URSS.

Muerte

A pesar de sus responsabilidades y quehaceres, nunca olvidó el terruño donde había nacido y dado inicio a su fecunda obra. El 28 de octubre de 1990 fue nombrado Hijo Ilustre de Yaguajay. Murió el 12 de enero de 1993 en La Habana.

Homenaje

Cada año, del 3 al 5 de mayo se celebra en Meneses y Yaguajay el Evento "Raúl Ferrer entre nosotros", donde se presentan nuevas investigaciones y se hacen conversatorios, encuentros teóricos, exposiciones en homenaje al maestro. En el marco de esas actividades la Casa de Cultura Municipal, que lleva por nombre "Raúl Ferrer" premia los ganadores del concurso anual de literatura y artes plásticas del mismo nombre.

Bibliografía activa

"El romancillo de las cosas negras y otros poemas escolares" (poesía), 1957.
"Viajero sin retorno" (poesía), 1978.



ALFABETIZACIÓN

Voy a aprender a escribir,
guajirita desdeñosa, 
para ponerte una cosa 
que me da pena decir.

Qué doloroso es sentir 
que llevo dentro un jilguero 
cantándome: ―Compañero, 
toma lápiz y papel 
y escribe: “Guajira cruel, 
si no me quieres me muero”.

1961



AMOR

Me gusta saludarte
con la misma
mano con que te toco y te recuerdo.

Me gusta hablar contigo
con la misma
boca con que frenético te muerdo.

Y me gusta mirarte
con los mismos
ojos en donde vienes a perderte.

Y me gusta ir contigo,
con las mismas
piernas con que camino hacia la muerte!



MARTÍ

Tiene que haber, con su dolor entero,
un corazón de rosa navegante…
Y ha de vivir allí, para que cante
el ufano milagro del jilguero.

Para marcar tus rutas, un lucero.
Para cargar tus libros, un gigante.
Y para que el amor siga adelante,
la sonrisa de luz de un tabaquero!…

Allí el pasado ardiendo en una hoguera.
La paloma y la estrella. Y la bandera,
florecida con todos los cariños…

Allí, para hacer tuyo el monumento,
dulce el futuro, con la miel de un cuento
de los que diste al mundo de los niños.

1953



ROMANCE DE LA NIÑA MALA

                               A mis alumnos del Central Narcisa

Un vecino del ingenio
dice que Dorita es mala.
Para probarlo me cuenta
que es arisca y mal criada
y que cien veces al día
todo el batey la regaña.

Que a la hija de un colono
le dio ayer una pedrada,
y que a la del mayoral
le puso roja la cara
sabe Dios con qué razones
por nosotros ignoradas.

Que de los cinco, tres días
está ausente en la semana,
y los dos que a duras penas
asiste llega atrasada.
Que si la visten de limpio
al poco rato su bata
está rota o está sucia;
que anda siempre despeinada,
que no estudia la lección
y nunca sabe la tabla.
Que el sábado y el domingo
se pierde en las guardarrayas
persiguiendo tomeguines
y recogiendo guayabas…

Y yo pregunto: Vecino
—vecino de mala entraña—,
¿quién puede decir que sea,
por eso, mi niña mala?

Si hubieras visto lo íntimo
de su vida y de su alma
como lo ha visto el maestro,
¡qué diferente pensaras!
Verdad que siempre está ausente,
pero si viene no falta,
entre sus manitas breves
un ramo de rosas blancas
para poner al Martí
que tengo a mitad del aula.

Con quien no tenga merienda
parte a gusto su naranja.
Si cantamos al salir
se oye su voz la más alta:
su voz, que es limpia y alegre
como arpegio de guitarra.

Y cuando explico Aritmética
le resulta tan abstracta,
que de flores y banderas
me llena toda la página.
Y prefiere en los recreos,
cuando juegan a «las casas»,
jugar con Luisa, la única
niña negra de mi aula.
A veces le llama Luisa,
a veces le dice ¡Hermana!
Y cuentan los que lo saben,
que en aquella tarde amarga
en que no vino el maestro,
era la que más lloraba.

Cuando se premie el cariño
y lo rebelde del alma,
cuando se entienda la risa
y se le cante a la gracia,
cuando la justicia rompa
entre mi pueblo su marcha
y el tierno botón de un niño
sea una flor en la esperanza,
habrá que poner al pecho
de mi niña una medalla,
aunque el batey malicioso
me le dé tan mala fama,
y tú —mi pobre vecino—
no entiendas una palabra.



MONÓLOGO DEL MAESTRO ANTE EL NIÑO

                                         A Belarmino Castilla
 

Niño, niño:
Si es amarga esta copa de verdades
que sin querer derramo aquí,
échame la culpa a mí.

Si ignoras que en la lluvia, el sol y el viento
cuaja el futuro para ti,
que eres dueño del cielo y de la tierra
que se encienden y paren para ti,
échame la culpa a mí.

Si no supieras distinguir entre una gota
de sangre y un rubí,
échame la culpa a mí.

Si te dije que hay pobres en el mundo
porque siempre fue así;
que el girasol que cuida tu vecino
es más flor que tu mínimo alelí,
y que está hecha de perdón y olvido
la rosa blanca de José Martí,
échame la culpa a mí.

Si te crees que es toda la victoria
la que a caballo conquistó el mambí;
que esos héroes que adornan las paredes
sólo flores esperan desde ahí,
échame la culpa a mí.

Por todo lo que ignoro. Sí.
Por todo lo que ignoro,
y por lo que sabiendo no te di,
aunque mamá te diga que perdones,
échame la culpa a mí!

1957



DÉCIMAS DEL TIEMPO TIEMPO

                                       A mis hermanos

Me duele que pase el día,
no porque me ponga viejo
ni por la tarde que dejo
ni por su melancolía.
Me duele esa paz vacía
cuando la pude llenar
con la fiesta de luchar,
el trabajo, la visita
y con la suerte infinita
de las cosas por crear.


Ah, pero a veces sucede
que buscamos tiempo y no
lo encontramos porque lo
hemos escondido adrede.
Dejar el tiempo que ruede
para buscarlo después,
es una locura y es
jugar a perder la vida,
para ganar la partida
que el tiempo paga al revés.


Cuando abandono el recuerdo
de la sonrisa de un niño
para dar vida y cariño
a la grasa de mi cerdo,
no podré saber que pierdo
ese tiempo en que me canso,
rico y gordo, falso y manso,
en el pantano mullido;
como otro cerdo, vendido
a la muerte y al descanso.


Cuando no estudio ni leo,
ni a los que saben escucho
porque pienso que ya es mucho
lo que sé, conozco y creo,
entonces miro y no veo:
como un animal cualquiera
que frente a la primavera
ve sólo pasto en lo verde
mientras el tiempo le muerde
su color a la pradera.


Hay un tiempo de estar triste,
pero de activa tristeza,
donde llanto no es pereza
que a la siembra se resiste;
pues si lo triste que existe
de muchos enturbia el día,
busquemos su compañía
para tramar y lograr
en ese tiempo sembrar
semilleros de alegría.


Cuando el hombre es la unidad
el tiempo lo pulveriza
en la arena movediza
que es su propia soledad.
Se gana la eternidad
en su presencia más plena
sólo cuando un hombre llena
su eslabón de creador
dando su mano de amor
al resto de la cadena.


En el tiempo va el embrión
que de tiempo se sostiene,
pero el tiempo también tiene
su tiempo de prescripción.
Pone el tiempo en su sazón
lo que el tiempo pudrirá;
por el tiempo que se va
canta otro tiempo en el río,
pero si derrocho lo mío
mi tiempo no volverá.


En el tiempo, el tiempo crece.
Nace el tiempo cuando pasa.
Y en su venero sin tasa
la vena no desfallece.
Sobre su noche, amanece.
Y quien quemándolo va
a la mañana tendrá
los milagros de la espuma:
mientras más tiempo consuma,
más tiempo le sobrará.


Mayor que el cielo tu ramo
y a pétalo por segundo,
en toneladas de mundo
se convertirá tu gramo.
Y si trabajas el tramo
con que el tiempo te convida,
aunque tu tiempo es tu vida
verás un tiempo mayor
donde en la piedra y la flor
dará el tiempo tu medida!

1956



PARADA EN GUARACABULLA

¡Qué dulce debe ser
vivir aquí en Guaracabulla!
¡Junto al guajiro que a los trenes viene
con esa ingenua transparencia suya!

Las lomas azuladas en la tarde,
noche que con los astros se encocuya,
mansa quietud del pueblecito aislado.
¡Sueño sin bulla!

Un día sacaré
mi boletín hasta Guaracabulla.
¡Quiero entrar a vivir el sol tranquilo
que al crucero del tren tanto me embulla!

¡Ojalá no me digan que en las lomas
o en el palmar donde la brisa arrulla,
no tienen los muchachos una escuela
ni permite un señor que se construya!

¡Ojalá no me encuentre campesinos
trabajando la tierra que no es suya,
logrando su cosecha de sudores
para que venga el amo y se la engulla!

Denunciaré esa paz de ruda cáscara
vista con ojo de furtiva grulla,
romperé la quietud del pueblecito,
en el café se formará la bulla.
Dormiré en el cuartel, y al día siguiente
saldré amarrado de Guaracabulla!

1945






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