jueves, 12 de septiembre de 2013

PIERRE ALFÉRI [10.494]


Pierre Alféri

(Nacido en 1963), es un poeta francés, novelista, ensayista y profesor de la Escuela Superior Europea. Alferi es hijo del filósofo francés Jacques Derrida y de la psicoanalista Marguerite Aucouturier.

OBRA:

Poesía

Les Allures naturelles POL, Paris, 1991 ISBN 2-86744-218-4
Le Chemin familier du poisson combatif , POL, Paris, 1992 ISBN 2-86744-308-3
Kub Or , POL, Paris, 1994 ISBN 2-86744-411-X
Sentimentale journée , POL, Paris, 1997 ISBN 2-86744-557-4
Personal Pong (avec Jacques Julien), Villa Saint-Clair, Sète, 1997
Handicap (avec Jacques Julien), Rroz, 2000
petit, petit , Rup et rud, 2001
La Voie des airs , POL , Paris, 2004 ISBN 2-86744-993-6

Novelas

Fmn , POL, Paris, 1994 ISBN 2-86744-440-3
Le Cinéma des familles , POL, Paris, 1999 ISBN 2-86744-713-5
Les Jumelles , POL, Paris, 2009 ISBN 978-2-84682-309-8
Après vous , POL, Paris, 2010 ISBN 978-2-8180-0009-0

Ensayos

Guillaume d'Ockham le singulier , Minuit , coll. « Philosophie », Paris, 1989 ISBN 2-7073-1200-2
Chercher une phrase , Christian Bourgois , coll. « Détroits », Paris, 1991 ISBN 2-267-01025-9
Des enfants et des monstres , POL, Paris, 2004 ISBN 2-86744-992-8



domicilio y territorio de los peces 
(fragmentos)

Primera habitación. Los muebles, los objetos se disponen 
en orden de importancia alrededor, sin embargo 
sus preocupaciones aumentan. 
¿Dónde estás? Es hora de levantarse y volver 
a casa. Las paredes son amarillas y la madera es azul, 
las cortinas tienen un pliegue inquietante. Acá estoy 
sin hablar, un lado se pega al suelo, una calcomanía. El cuerpo 
se extiende a las seis paredes, en casa 
o no, no sabe. Está exactamente acá -- empieza 
despojándose, con un cambio – lo puede imaginar. 
La habitación de mi infancia es ahora uno de los archivos de mi padre. 
Una pintura abstracta en la puerta, en tonos pastel, 
canciones de cuna checas, una mano en la oreja, 
y el sueño hinchado como una funda de almohada, persiguiendo a ciegas
ideas por los rincones. Estoy hablando de una sombra no física 
y un eco. Un desprendimiento, una adherencia, algo del todo distinto 
a ser huésped, a simplemente ser. Esta habitación también, 
esta burbuja que no contiene nada, aire.
Además del papel de la pared y los títeres de sombra, 
además de una cama fantasma debajo de la mía, 
no recuerdo nada. Esta es la única versión habitable 
de un cuerpo: dado vuelta como un guante. 
Un lugar donde somos felices, un lugar agradable, 
es todo lo que quiero encontrar. 
Es claro, incluso acá, algo queda, 
algo que ya no pertenece al niño, algo que los padres 
nunca consiguen heredar. Para vivir, pero de un modo pasivo, 
como en voz media, sin sujeto ni objeto. 
Una habitación, cuando no es propia, 
de la misma manera que una idea. El primer acto 
es perderse, dejar los lugares así como están. 
Quiero decir una especie de idea de habitación, 
La idea de entrar.

Le Chemin familier du poisson combatif (1992) 
versión Patricio Grinberg



domicilio y territorio de los peces (fragmentos)


Segunda habitación. Cuando el huésped adivina tu cara, 

la presencia que los lugares no consiguen de mí, 
un enfrentamiento empieza. Vamos, dejá de quejarte. Vos 
me reprochas tu reticencia, tu miedo a entrar. 
Mi habitación de estudiante daba a un patio,
un sol blanco, un árbol desnudo. 
Un espacio que asegura casi todas las necesidades, 
relegando al segundo lugar, al exterior, al menos un elemento
de la lista vital básica, comer, dormir, lavarse, leer. 
Un casillero, una variación sobre el tema arquitectónico más elemental: 
el cubo. En un pequeño marco de hierro, 
bajo un número de tres dígitos, había un nombre en la puerta; 
yo proyecto una sombra todavía temblando, 
que zigzaguea entre una cama plegable y un escritorio, 
estantes. Pura coincidencia, pero a la que le debo 
esta sospechosa y poco saludable primera sensación de autonomía. 
Eras esta sombra, y mucho más, agrandada
hasta los ángulos de la habitación. Seguimos un pasillo,
linóleo, neón. Viniste acá para coger.
Me metí en tus sábanas frías, oímos pasos.
Cada uno en su puesto día y noche, la única ventana parpadea,
emite señales, mira la ciudad sin abarcarla,
vigila. Pero las escenas a través de las separaciones 
y -peor- las reconciliaciones? Yo no tenía mi lugar.
Eco y discordia, una pregunta que se responde con otra pregunta.
Recuerdo un aro que se había caído,
la separación de voces, una pelea. El segundo
pasa al primero. Sin embargo, estas todo el día solo,
como hacías antes, como una página, como una habitación. 
El segundo acto no es encontrarse, sino
dar un paso frente a la puerta. Casi nunca siento
la puntada de la soledad o su extenderse, uno es 
a más que una habitación, o menos, aunque contenido.

Le Chemin familier du poisson combatif (1992) 

versión Patricio Grinberg




domicilio y territorio de los peces 
(fragmentos)

Séptima habitación. En casa, donde uno nunca está, 
cerrando una utopía con paredes. 
Mi habitación no es la suma de todas las otras, la copia 
de sus llaves están en el placard. 
Sólo tengo sobreimpresiones, la familiaridad, la resonancia. Y, si hay 
espacio, teatro. Cuatro rectángulos de techo, 
una máscara de asustar africana, 
un cabeza precolombina cortada, varias máquinas, 
tres fotos sin color y un torso tatuado bajo un vidrio, 
dos alfombras rojas y marrones, los libros en posición vertical cubiertos por 
otros libros. El negro domina. Los muebles, 
los visitantes fueron reemplazados, a veces por ellos mismos. 
Nada es seguro, excepto el desorden, su crecer lentamente 
como tu voz en la mía. Sólo un deseo. 
Algunas cosas dispersas en el piso, documentos, cartas, un colchón 
que un cinturón mantiene sin desenrollar, pero 
una habitación extraña, un centro vacío, 
un refugio temporal. Desde donde yo me oriento. 
hacia donde me gusta dirigirme, incluso cuando no voy hacía ahí. 
Sin embargo, siempre encerrado en si mismo, cuidando este placard, 
esta zona libre donde no hiciste casi nada. Un verbo 
que sería simultáneamente frecuentativo de tener y su contrario. 
Así. El séptimo acto es para volver a dibujar el lugar 
donde uno se deja a sí mismo. Dejé que me guiaras 
hasta este lugar. Nos detuvimos en la entrada. 
Después cerré la puerta.

Le Chemin familier du poisson combatif (1992) 
versión Patricio Grinberg


I

cuando nada conduce a nada 
no agita fuera de la inercia 
se hace agitación conducida para 
nada más que una nada que es 
dificultad y el mínimo contacto 
invirtiendo el sentido de la marcha (sin saber 
que lo miran a través de dos ventanas, un desconocido 
vestido, se desviste, se sienta, se levanta, atiende, cuelga 
el teléfono) primero la incoherencia 
de partículas en suspensión 
después un período. Un gesto cotidiano 
filmado en video 
un gesto repetido, su lugar 
recorrido por completo como un paso 
de breakdance que sólo puede ocupar 
el reverso del reverso, ya está 
otra cosa: una forma 
cristalina impasible

Les Allures Naturelles (1991) 
versión Patricio Grinberg



from Les Allures Naturelles

1.

when nothing entices nothing
stirs beyond inertia
becomes agitation impulse aiming at
nothing but a nothing in the
way and the slightest contact
reverses the directional flow (ignorant
of being observed through two windows, a stranger
dresses, undresses, sits, gets up, lifts up, sets down
the receiver): first the incoherence
of suspended particles
then the period. An ordinary movement
filmed in video
a gesture replayed, its space
run through in every direction like
a break-dance whose surface is only
the other side of the reverse, is already
something else: a form
impassive crystalline



En el marco de nuestro dossier de Poesía Francófona Reciente coordinado por Sergio Eduardo Cruz y Gustavo Osorio de Ita, presentamos tres poemas de Pierre Alféri (París, 1963). La traducción es de Arturo Velasco.



Ton oreille ouvre sur un monde
invisible comme tu es
invisible et me fais jacasser
dans un bout de plastique
depuis la chambre basse
d’une voix basse après
cette horreur d’hibernation –
sur les pentes enneigées
du quartier une jambe
après l’autre
a tracé une ligne après l’autre
c’est tellement nouveau –
ici je ne parle à personne
et tout le monde entend
l’air froid est conducteur.





Tu oreja abre a un mundo
Invisible tal cual eres
Invisible y me haces parlotear
en un trozo de plástico
desde la recámara baja
de una voz baja tras
aquel horror de hibernación –
en las cuestas nevadas
del barrio una pierna
tras otra
dibujó una línea tras otra
esto es tan nuevo –
aquí yo no hablo con nadie
y todo el mundo escucha
el aire frío es conductor.





Je ne danse qu’au lit
toi sur l’ardoise –à l’hôpital
tu paies au prix fort tes pas
de gitane par temps de gel
-bras ébréché, bris, défaillance –
mais tu verras comme les plus crispés se lâchent
ou l’inverse, par exemple
après tant de changements
de plateau, après tant
de déraillements, soudain
ma chaîne engrenait, je buvais de l’air
quand le mégaphone rappela mes dettes décontractées.




Yo sólo bailo en la cama
tú entre cuentas –en el hospital
pagas un gran precio por tus pasos
de gitana en tiempo de heladas
-brazo mellado, rotura, desperfecto –
Pero verás cómo los más nerviosos se acobardan
o al revés, por ejemplo
después de tantos cambios
de escenario, después de tantos
desvíos, de pronto
mi cadena engranaba, bebía aire
cuando el megáfono despertó mis deudas olvidadas.





Autres méthodes
Quand
Le dimanche
T’abat
Fais l’Hausa
L’Aka
Le Jivaro

Quand tombent les rideaux
De fer et les gens
Ont cet air nu enfariné
De filets de merlan, le dimanche
T’abat te dit
Tu ne feras rien jamais
Alors
Fais l’Hausa qui fait le calao
Planqué dans les joncs deux trois feuilles
Sur le crâne pour la queue
Bras levé main penchée
Doigts repliés en bec le cri
S’obtient la bouche
En cul-de-poule
Fais
L’Aka bébé pygmée
Bercé à l’entrée de la hutte
Tôt le matin très tôt
Par le yodel que sa mère jeune
et belle fredonne bas
Très bas parce qu’elle sommeille encore
Voudrait que tu lui laisses une heure
Et par sa cousine jeune et belle
Aussi elle a de beaux seins en
Contrepoint le fameux
Contrepoint tu ouvres un œil
Ouhou ouhou ouhou
Tu te retournes dans l’odeur
Du feu d’hier soir
Fais
Le Jivaro qui râpe
Sa liane empaquette les copeaux
Crache fait couler le jus
Rouge le cuit trempe
Dans la confiture sa flèche
Part en un soupir nul
Ne l’a vue nul n’a vu
L’oiseau tomber et toi
Tu es comme elle dans la forêt
Domaniale dominicale
Disparu disparu
Avec ta proie ta phrase à plumes.




Otros métodos
Cuando
el domingo
Te abate
Haz como el hausa
El aka
El jíbaro

Cuando caen los velos
De metal y la gente
Tiene ese aire desnudo enharinado
De filetes de merlán, el domingo
Te abate y dice
Nunca vas a hacer nada
Entonces
Haz como el hausa que imita al cálao
Metido en los juncos dos tres hojas
En la cabeza hacia la cola
Brazo arriba, mano inclinada
Los dedos doblados en la trompa el grito
Se logra hacer la boca
Que ofrece un beso

Haz
Como el aka bebé pigmeo
Arrullado a la entrada de la choza
A hora temprana muy temprano
Por el canto que su joven madre
Y bella entona en yodel muy bajo
Muy bajo porque dormita todavía
Le gustaría que le dieses una hora
Y por su prima joven y bella
Que tiene también lindos senos en
Contrapunto el famoso
Contrapunto tú abres un ojo
Uju uju uju
Te revuelves en el hedor
Del fuego de anoche

Haz
Como el jíbaro que raspa
Su liana envuelve las virutas
Escupe derrama el jugo
Rojo lo cuece sumerge
Su flecha en mermelada
Se va en un soplo nadie
La ha visto nadie ha visto
Al ave caer y tú
Eres como ella en el bosque
Comunal dominical
Disipada disipada
Con tu presa tu frase emplumada.

http://circulodepoesia.com/2016/08/veinte-poetas-francofonos-recientes-pierre-alferi/










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