jueves, 23 de octubre de 2014

BELISARIO GUSMÁN CAMPOS [13.809]



Belisario Gusmán Campos

Belisario Gusmán Campos (Santiago de Chile, 1847 - 1925). Escritor y abogado. Según Raúl Silva Castro: "Su colaboración quedó dispersa en "El Ferrocarril", "La libertad Electoral", "La Tribuna", "La Situación", "La República", "La Familia" y la "Revista Chilena", fuera de otras publicaciones menores, y consistió generalmente en odas patrióticas, fábulas y algunos cantos amatorios".



¡INFELIZ!

¡Dichoso el miserable peregrino
que aunque exhausto de sed, en un desierto
sigue por senda fija, y está cierto
de hallar el agua al fin, en su camino!

¡Dichoso el que, obediente a su destino,
va en proceloso mar, mirando abierto,
su sepulcro en cada onda; pero a un puerto
sabe que llegará, si quiere el sino! ...

¡Infeliz el que en mar de sombra y duda,
perdidos la ilusión, la fe 'Y amores,
cual nave sin timón, sin rumbo avanza!

¡Infeliz el poeta de arpa muda
que ni siquiera entona sus dolores!
¡Infeliz quien no alienta una esperanza!





¿NADA. NADA?

¡Cuán pura mi pasión, cuán abnegada!
Así el rayo de sol que del oriente
cada día a besar llega tu frente
por darte vida y luz, no pide nada.

Así la flor su esencia perfumada,
sin interés te obsequia en el ambiente;
así, por sólo amor, sentidamente,
te canta una avecilla su tonada,

Así alma mía con pasión sublime,
el corazón por ti de amores gime; 
y nada aguardo en pago, a nada aspiro

¡A nada!, dije, ¡a nada! .. , ¡pero miento!
¡Quién te inspirase un dulce pensamiento! 
¡Quién te arrancase un tímido suspiro.





ETERNO

¿Dónde y cuando alma mía, en cuál estrella 
te amé ya con purísimos amores?
¿En cuál astro tus ojos soñadores
su luz me enviaban, pudorosa y bella?

¿Cuándo escuché primero la querella
de tu acento que envidian ruiseñores?
¿Desde cuándo esparciendo castas flores,
viene tu mano en mi espinosa huella? ..

¡Ah!, no se alcanza en sólo una existencia
de ternura inefable este tesoro,
este infinito, amante desvarío.

¡En vidas mil gocé de tu presencia;
desde una eternidad, firme te adoro
y eterno ha de vivir este amor mío!



POESÍA MONOSILÁBICA
CRÍTICA APARECIDA EN LOS TIEMPOS EL DÍA 1922-09-26. AUTOR: ANÓNIMO

En un interesante artículo de Ramírez Ángel, encontramos a lo largo de algunos comentarios sobre la actual prisa del vivir, sentada la curiosa teoría de que los poetas, influidos por el ambiente, tienden a escribir composiciones cada vez más breves, especie de poemitas sintéticos o de micro-poemas, de acuerdo con el ritmo de velocidad impuesto a la vida por el teléfono, el automóvil, el telégrafo, y más recientemente el aeroplano y el telégrafo sin hilos.

Según el citado escritor, ya no basta a los poetas traducir sus emociones en micro-poemas, sino que se sienten tiranizados por la necesidad de emplear de preferencia los metros breves, de no más de tres sílabas, opinando que el alejandrino y aun el endecasílabo están reñidos con el estilo lacónico que es el sello característico del lenguaje del día.

Y al efecto, recuerda algunos fragmentos de poemas de Espronceda y de Zorrilla “quienes por coqueterías con la musa o por gala de dominio de su instrumento, han usado, hace ya muchos años, versos de una sola sílaba y hasta de una sola letra.

Reproduce también algunos versos de Jules Lemaitre quien, seguramente para distraerse de sus pesadas labores de crítico, hizo tales travesuras con la pluma, y un poema completo titulado “Eva” cuyo autor no cita y cuyo texto es el siguiente:



-Eev
saas
treve
prends
vite
ta
fuite…
Va!”
-“Grace!”
-“Non!
Passe
done
Je
te
chasse.
Ta
faute
t’ote
ta
douce
paix!...
Pousse
mais
belle,
elle
fuit
L’orabre
suit…
L’ange
bleu
venge
Dieu!...



Apenas leída y saboreada esta extraordinaria elucubración, hemos debido recordar una serie de tres sonetos monosilábicos publicados hace muchos años, en un almanaque literario chileno con la firma de don B. Gusmán Campos, uno de los cuales, que se titulaba “Esposos Viejos”, decía así a la letra:



La
tos
nos
da

a
los
dos
ya...

Ve,
Paz:
haz

con
ron.



De la cosecha de otro poeta por el estilo es el siguiente fruto, ni mejor ni peor que los anteriores. Se titula “La Chismografía”. Lean y gocen nuestros abonados:



-Luz

Cruz
de
T.
se
fue.

-Diz
que
con
don
Juan
San
Luis,
chis-
ga-
ra-
bis.

-Ya

¿Y
des-
pués,
qué?

-Ni
yo
lo
sé.



Esto, por su brevedad, corrobora la teoría del escritor español. Pero se nos ocurre objetar que, mientras tanto, nadie tiene en cuenta el exceso de tiempo y paciencia empleados por los autores.

¿O será verdad que esos factores no afectan a los poetas, llámense Homero, Gabriel D’Annunzio o Rubén Darío…



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