viernes, 22 de agosto de 2014

ADOLFO GARCÍA ORTEGA [13.006] Poeta de Castilla-León


Adolfo García Ortega

Adolfo García Ortega (Valladolid, 22 de mayo de 1958) es un escritor y traductor español.

Nació en Valladolid aunque es residente en Madrid desde 1982. Durante la década de los 80 se dedicó al periodismo de carácter cultural y a la crítica literaria en periódicos como El País, Diario 16 y La Vanguardia, además de colaborar en revistas literarias como Leer, El Urogallo, La balsa de la Medusa, Ínsula, Quimera, Revista de Occidente y Letra Internacional.

En su faceta de traductor ha trabajado con autores como Valery Larbaud, Roland Barthes, Blaise Cendrars, Isabelle Eberhardt, Colette, Claude Lanzmann, Raymond Queneau, Laurent Binet, Jean-Luc Seigle, o el poeta catalán Miquel Martí i Pol.

Desde el año 2000 al 2007 ha sido Director Editorial de Seix Barral. Actualmente es asesor del Grupo Planeta.

Obras

Novelas y cuentos

Privado paraíso (Endymión, 1988).
Los episodios capitales de Osvaldo Mendoza (Mondadori, 1989).
Mampaso (Mondadori, 1990; Ollero & Ramos, 2001; Debolsillo, 2008).
Los días rusos (Pre-Textos, 1996; Debolsillo, 2007).
Café Hugo (Ollero & Ramos, 1999; Bruguera, 2007; Debolsillo, 2008).
Lobo (Ollero & Ramos, 2000; Debolsillo, 2007).
El comprador de aniversarios (Ollero & Ramos, 2003; Debolsillo, 2008; Seix Barral, 2008), Premio Dulce Chacón de Narrativa Española.
Autómata (Bruguera, 2006; Debolsillo, 2007) Premio de la Crítica de Castilla y León, y Premio de la Crítica de Bilbao
La ruta de Waterloo (Menoscuarto, 2008)
El mapa de la vida (Seix Barral, 2009; Booket, 2011)
Pasajero K (Seix Barral, 2012; Booket, 2013)
Verdaderas historias extraordinarias (Seix Barral, 2013). Incluye Privado paraíso, La ruta de Waterloo y el volumen inédito La mujer de Sorrento.

Ensayos

Un fin de siglo (Fondo de Cultura Económica, 1988).
Los falsarios de la Luna (Julio Ollero Editor, 1994).
Habitaciones irreales (Trama, 1999).
Londres/Edimburgo (Trama, 2000)
Lecturas rescatadas (Ediciones Brevedad, Colombia, 2003).
Contra la República Perfecta (Abada, 2007)

Poesía

Esta labor digital (Balneario, 1983).
La mirada que dura (Endymión, 1986).
Oscuras razones (Editorial Trieste, 1988).
Fortuna (Pre-Textos, 1993).
La ceniza del paraíso y otros poemas (Fundación Jorge Guillén, 1997).
Travesía (Pre-Textos, 2000).
Pienso siempre en aquellos (Maillot Amarillo, 2002).
Te adoro, Kafka (Pre-Textos, 2006)
Nuestra alegría (Abada, 2011)

Traducciones de sus obras

Sus libros están traducidos al inglés (Harvill Secker; Vintage; HispaBooks), al italiano (Piemme), al portugués (Temas & Debates), al griego (Papiros), al holandés (Mouria) y al hebreo (Even Hoshen).

Premios

Premio ABC Cultural & Ámbito Cultural (Madrid, 30.05.2014).1







Fortuna

Vivir en los hoteles
que he leído, en sus cuartos que he soñado,
y no ser nadie: terrible azar.
¿Recordáis, amigos, el tiempo
en que trazábamos un dibujo de la vida
amable y completa, dorada
por el pensamiento fino y la ironía?
Misántropos, con una honesta
arrogancia entregados a la idea moral
de los placeres,
buscábamos en los lugares
de una geografía inventada
el sitio exacto, el último,
queriendo que nada nos doliera
nunca más.
                        Y ya lo veis,
ahora deambulamos por hoteles perdidos
en donde no ser nadie, 
a la espera de un golpe de fortuna
que nos revele cuanto los años
se propusieron esconder.



Amores de viaje

Por la luz oscura de la muerte hoy pasáis,
indefensos, crueles amores de viaje,
sembrando las postales de esa distancia sepia
que es el tono del olvido. No os retengo
sino tan lentamente, que parece inmóvil
la emoción de hallaros en un tiempo sumido
que no existe, igual que el eco de aquel tacto
en nuestro cielo, ardido y callado cielo
de silencio.

Como la muerte sois, dejada atrás
desconocida y única, soledad de un roto
hechizo a cuya sombra el color de lo pasado
nos previene.

Pero aunque fuera así, prendidos
del soñar que nada pasa en vano, por los hoteles
y camas y pasillos y plazas de un lugar monótono,
allí encerrada, como una música, permanece
la dicha fiel a nuestro cielo, la dicha inerme
de ser dos en tránsito y desesperados.
Por la luz oscura de la muerte hoy pasáis
hacia el invierno, importantes solo en la memoria
de quien sabe que no hay nada, absolutamente nada
que hacer.





Te adoro Kafka



“Describían una constelación a medida que la inventaban. 
Se  besaban,  se quitaban la ropa, 
la carne de los dos se buscaba mutuamente. 
El lago ennegreció. 
El agua carece de historia: siempre en movimiento mientras corre, siempre presente. 
Se amaron”.





"¿Qué sentido, me pregunto yo, tiene saber
cómo es el humor de los suecos, 
o cuáles son los conceptos del arte abstracto, 
o cuántas las óperas de Mozart, 
o si aumenta la inseminación artificial, 
o las grandes aportaciones de Norman Foster, 
o los récords de los Juegos Olímpicos, 
o la duración de un partido de polo, 
o cuántos reyes quedan en Europa, 
o la distancia entre jugadores de esgrima, 
o en qué consiste la fisión nuclear, 
o cómo se llama el perro de Bill Gates, 
en Zanzíbar?"








NUESTRA ALEGRÍA

Me gustan las guerras
que permanecen abiertas
entre tú y yo,
ser los dos el límite lejano
de países irreconciliables
(...)
  

                                                                       
Sólo se pierde lo que no se ama                                                                                               Claudio Rodríguez

NUESTRA ALEGRÍA

Nunca te he dicho
que cuando bebo champán
soy inmortal, soy inmortal.
Nunca te he dicho que es de locos
nuestra alegría, de locos
nuestros besos, inmortales.
Nadamos en el mar de la música
que oímos en el champán
de los locos, la alegría inmortal.
En el champán de los locos
la alegría suena inmortal
y tu voz loca suena dentro
de mi ser alegre, suena inmortal.
Tengo suerte. Una suerte alegre.
Mala inmortal buena suerte
alegre, pero pienso cambiarla,

es en eso en lo que más pienso
a cada hora, hora inmortal.

Cambiar mi amor por tu amor.
Beber champán. Alegre, inmortal,
extraño champán que nos cambia.
El cielo sí, de verdad que sí
nos cambia en el champán inmortal.

No hay más alegría que la nuestra,
nuestra alegría que nos cambia.
Tú y yo observamos ciertos cambios
cuando bebemos champán.
Sí, hay ciertos cambios
en el cielo inmortal cuando
el alegre champán nos dice locos.

Luce el sol, alegría y buena suerte
hasta donde yo recuerdo,
hasta donde tú recuerdas.
¿Recuerdas, champán
loca alegría inmortal?
¿Sabes acaso que eres inmortal,
que yo soy inmortal?

Vagamos por el amor como en inmortal
día soleado, como en alegre día loco
impropio de este mundo.
Somos extraños entre los extraños
locos de este mundo inmortal.
¿El próximo año qué locura traerá,
y el próximo mes, y el día que viene
detrás de este día, qué locura?
Un día inmortal
y soleado de alegre champán
será suficiente para nuestra alegría.





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