viernes, 5 de septiembre de 2014

CARLOS HÉCTOR TREJOS REYES [13.201]


Carlos Héctor Trejos Reyes 

Nació en Riosucio, Caldas, al occidente de Colombia, el 7 de noviembre de 1969. Muere el 11 de septiembre de 1999 a la edad de 29 años.
Sus padres fueron Esteban Alonso Trejos y Lilia Miriam Reyes. Hijo menor de 12 hermanos. Desde pequeño hasta el fin –podría decirse que aún mientras se leen estas palabras- amó a su madre como una cómplice de su dolor. Ella lo entendió como nadie, sólo ella sabe acerca de él lo que los estudiosos jamás han de saber por arte o por ciencia. Todavía hoy al recordarlo nos hace el perfil de una persona introspectiva, solitaria, alejada del bullicio de los carnavales, concentrado en su escritura. 

Un Dadaísta a la colombiana de fin de siglo para usar la expresión de Henry Luque Muñoz. Había nacido en Riosucio, Caldas, al occidente de Colombia en 1969 y en menos de 25 años ya se había apropiado de la cultura universal. Conocía al derecho y al revés la poesía de Hölderlin y el pensamiento de Nietzsche y sentía una simpatía excesiva por los personajes malditos de la historia como Caín, Judas y Ahasverus por quienes abogó ardientemente en sus versos ante los tribunales de la divinidad. No fue ateo, pero sí abdicó de Dios y de los dioses y no rindió pleitesía a nadie. La poesía, su único amor, la única mujer de su vida, lo condujo a la muerte.

Había publicado tres libros de poesía: Poemas de amor y desamor, editado por el Instituto Caldense de Cultura y la Casa de Poesía Fernando Mejía Mejía en 1994; Ahasverus, ganador de los II Nuevos Juegos Florales de 1994 organizado por el Centro de Escritores de Manizales que dirigía entonces Orlando Sierra Hernández, y Manos ineptas, una obra sublime y auténtica en todo el panorama de la escritura poética colombiana y galardonado con el Premio Nacional de Poesía Universidad de Antioquia, en 1995. A la vez tenía inéditos los libros Escrito desde la amnesia y Al filo de las palabras entre manuscritos incontables de poemas y ensayos trabajados con rigurosidad. En 2006 la Corporación Encuentro de la Palabra de su tierra natal conformada por sus amigos y donde fuera Vicepresidente hasta días antes de morir, publicó un homenaje a su labor estética bajo el nombre de Obra Inédita. 

Selección, resultado de una ardua labor de lectura y relectura y de las asesorías de expertos reconocidos del país, con el fin de sacar a la luz sus textos más lúcidos y profundos y dejar en lo oscuro aquellos que él mismo hubiera deseado reservar, y para emprender el camino doloroso de rescatar a este poeta del olvido, empresa a la que humildemente este trabajo desea sumarse, no como un obituario, sino como una hagiografía de la nueva poesía colombiana.

Con todo el panorama prometedor y los caminos abiertos del éxito, Carlos Héctor Trejos Reyes había logrado más que muchos de sus contemporáneos. Tenía la vitalidad, la inteligencia, la obra, el conocimiento y el amor por la escritura como para gozar de reconocimiento en el país. Sin embargo el 11 de septiembre de 1999 desaparece de este mundo. 

Cuando sus amigos conocen la noticia de su muerte lamentan que haya sido interrumpida la creación de uno de los intelectuales más grandes de Caldas, y queda en el aire de Riosucio la sensación de un vacío irrecuperable como cuando dice Plutarco en El laberinto De Las Sirenas que la muerte de Pan producía en el mundo una gran tristeza sólo con imaginar la naturaleza vacía.

Cronología del autor

1969: Nace en Riosucio (Caldas, al occidente de Colombia), el 7 de noviembre. Hijo menor de Esteban Alonso Trejos y Lilia Miriam Reyes.
1975: Ingresa a la escuela Francisco de Paula Santander de su pueblo.
1980: Inicia su bachillerato en el Instituto Nacional los Fundadores, lugar donde creció como hombre y persona y donde además de hacer sus amigos descubre su vocación poética. 
1987: Ingresa a la Universidad de Caldas para estudiar Filosofía y Letras, carrera abandonada en el primer semestre.
1993: Es nombrado Secretario de la Corporación Encuentro de la Palabra de Riosucio.
1994: Entra a desempeñar el cargo de Organizador en la Orquesta de Cámara de Caldas de Manizales. Ayudado por Carlos Arboleda publica Poemas de Amor y Desamor. Instituto Caldense de Cultura, Casa de Poesía Fernando Mejía Mejía. Publica además Ahasverus. Manizales: Imprenta Departamental de Caldas. Libro que en marzo 24 recibe el primer puesto en el concurso de poesía de los II Nuevos Juegos Florales de Manizales.
1995: Recibe el Premio Nacional de Poesía Universidad de Antioquia por su libro Manos Ineptas. 
1996: Con motivo de los 75 años del diario La Patria de Manizales, es seleccionado en el grupo interdisciplinario de “75 líderes Caldenses para el Siglo XXI”. Regresa a su pueblo natal para siempre.
1999: Muere el 11 de septiembre a la edad de 29 años a causa de lo que se presume fue un paro cardiaco provocado por la hipoglicemia.
2006: La Corporación Encuentro de la Palabra publica Obra inédita. Selección. Riosucio Caldas. Editorial Andina.


[EXTRACTO TOMADO DE:  
Carlos Héctor Trejos Reyes
POESÍA DE LA MUERTE Y MUERTE DE LA POESÍA
POR
ALBEIRO MONTOYA GUIRAL]




Carlos Héctor Trejos Reyes
De Poemas de amor y desamor




ERÓTICA

Tengo miedo de entrar 
En tu pasadizo secreto y perderme.
Sé que no tiene salida.
Que no conduce a ninguna parte
Y que luego de estar adentro -sin embargo- 
Celebraré a cada nuevo instante 
Mi hundimiento. 





BORRANDO LETRAS 

Recorté para ti 
Un poema que encontré en el periódico. 
Supe al leerlo que yo sólo seria el emisario 
(Ya que mi precariedad de palabras 
Me impide escribirte lo que él dice) 
Pero que tú eras la mujer 
A quien se remitía el poeta. 
Tal vez Juntos lo entonaríamos 
Una y otra vez hasta aprenderlo. 
Celebraríamos el nombre del poema, 
El de su autor. 
Sería para los dos como la oración 
De todos los días. 
Pero alguien, lo ha venido borrando 
Letra a letra 
Sin poder saber ahora 
Qué es lo que guardo en ese papel deshecho 
Alguien que no puede ser más 
Que tu ausencia.





EL CONFINADO 

En tus ojos me llevas a todas partes 
Pero yo no me hallo en ningún lado. 
Dónde estaré 
-me pregunto-
Ahora que nadie me reconoce, ni me escucha. 
Ni siquiera me señalan los espejos. 
Soy un desaparecido. 
Sólo existo en ti, ojos adentro 
Como un sueño.






ALQUIMISTA 

La ardua tarea de destilar, 
De fundir una y otra vez 
Y no se cuántas veces más 
Las palabras en una hoja de papel, 
Aún perdura en mí. 
Como si lo hiciera por primera vez
Con el método más risible 
Pretendo alcanzar lo más valioso. 
Sé que estoy metido en terrenos ajenos 
Y que esta profesión no es muy clara. 
Pero aunque parezca imposible a ojos 
De la demás gente; yo te convertiré 
De un momento a otro en verdad.
Confío que no estoy muy lejos 
De tu cuerpo, de tus besos. 






NOTICIA 

Alguien, sube al último piso 
De un rascacielos y decide lanzarse 
Alguien, sin paracaídas ni alas 
Desde una gran altura 
Decide venirse a pique. 
Alguien, al borde de un precipicio 
Decide atender el llamado del vacío. 
La prensa, la radio, 
Los tilda de suicidas 
No sé qué dirían de mí. 
Yo me asomo al bello abismo de tus ojos 
Y caigo sin remedio. 






ORACIÓN PARA TODAS LAS NOCHES 

Ángel de mí Insomnio 
No me dejes dormir. 
Podría soñar con ella.





EXCEPCIÓN 

En casa de este suicida 
Está permitido hablar de sogas, 
De armas, de venenos, de precipicios, 
De aguas profundas, de todo que a bien 
Sirva para consumar una existencia, 
Menos de amor. 
Alguien podría incomodarse 
Desde mi adentro.





VASIJA PERFECTA 

Me gusta tu cabeza hueca, 
Porque en ella, 
Puedo meter cosas 
Tan sin sentido 
Como el amor. 





De Ahasverus



PARA UN DÍA DE CUYO AÑO NI FECHA QUIERO ACORDARME

Allá vienen con sus velas
Sedientas de riquezas,
Allá vienen con sus pensamientos oscuros
Se acercan a nuestras costas.
A fundar la hipocresía.
A intimidar a nuestro hermano
Con sus juguetes mortíferos.
El mar no pudo tragárselos
Y nosotros nos vemos obligados
A recibirlos sin haberlos invitado,
Nos vemos obligados a alzar las manos
Y dejarnos robar.
Llegan con su raro idioma
A burlarse de nuestra lengua
Con sus pies blancos nos patean, 
Porque no usamos ropa
Y porque no adoramos a un tal Dios.
Hasta este momento fue santa nuestra tierra
Sin conocer santos.
Hasta este momento tuvimos patria
Sin conocer su significado
Hasta este momento el sol nos gobernó
Y la luna nos educó.
Ahora la sombra ha entrado a tomar su trono,
La mano asesina entra con su puñal hambriento.
De carne inocente.
Ahora al invasor se le rinde culto
Se trabaja para ellos y se muere por ellos.
Ahora los animales y los bosques lloran
Porque nunca se vio tanta sangre,
Porque la desgracia llegó a nuestras playas
Y se extendió como la noche.
Allá vienen los barcos,
Los látigos, las cadenas;
Allá vienen, los veo.






RESPUESTA

Lo único que sé del amor,
Es que alguien se tiende en la noche
A repasar una a una las estrellas
Hasta aprender de memoria
Que no está solo.





ABRIL 15 DE 1938

En las Galias,
Confabulado con el tiempo
Agoniza César Vallejo.
Su alma bruja baila la danza india
Alrededor del su cigarrillo encendido,
Para que la lluvia lo acompañe
En su hora final.
La hoguera ha dado resultado.
Sus pronósticos empiezan a encasillar
Letra a letra,
“Me moriré en París con aguacero”. 





SEÑOR RIMBAUD

Le doy la razón.
Preferible cazar elefantes
A cazar palabras,
Ir en busca de palabras,
Es como ir en busca de fantasmas.
Dispararles, es dispararle a sombras
Y sucede muchas veces,
Que la nuestra se atraviesa
Y quien recibe todos los impactos
Es nuestro propio cuerpo.
África no está lejos
Pastan más lejos los sueños
Y de esa larga correría,
Nada se trae útil, ni un trofeo.
Es más valioso el marfil.
No me volveré a armar
Contra los espejos oscuros de la poesía,
No me volveré a enfrentar contra mí mismo.
Preferible, hundirse sobrio
Con armas y pieles
En un mal negocio. 






AGENCIA DE OLVIDOS

Lo que la muerte ha olvidado
A su paso, yo lo escribo
Y lo anuncio en voz alta
Para que vuelva y no deje nada.
He abierto y he llenado varios libros
Con sus olvidos.
Las cuentas son muy claras.
Cada día apunto lo que ha dejado atrás
Por andar a las carreras.
Así conmigo, cuando me veo en el espejo,
De inmediato me incluyo.
Soy a quien más olvida. 






AHASVERUS

Quien se ha extraviado a sí mismo,
No puede encontrar alivio en ningún estadio.
Como marea movida al incierto
No tendrá playa para escoger.
Descansarán las palabras en un papel,
Pero el errar de su alma a cada rato
Le mostrará una nueva bifurcación.
Inclusive el abismo le será poco.
No será huésped en ninguna región,
Sólo será un viento acosado.
No tendrá padres, ni nombre común.
Su sombra apenas lo podrá seguir.
La posada siempre estará más adelante,
En dirección del nunca, del jamás,
Para él, no habrá paraíso,
No habrá infierno; ambas moradas
Serán despreciadas por su andar.
Ni siquiera lo detendrá la muerte.
Debe seguir hacia su desencuentro






DESGANO

Mis asuntos de hombre,
Esas pequeñas necesidades
Ya no me interesan.
Jamás sabré si subiré al cielo
O bajaré como una rata de alcantarilla
Al mismísimo infierno.
Me quedan estas palabras
Y las estoy gastando.
Quien me ha de juzgar
Que las tenga bien presentes.
La vida me ha corrompido.






LA VERDAD DE CAÍN

Llegada la hora de la ofrenda
Mi hermano y yo, (cada quien por separado)
Reuníamos leña seca para hacer la hoguera.
Él por sus habilidades de cazador
Lograba sacrificar los más hermosos
Y robustos ciervos. Sus oraciones,
De inmediato eran escuchadas.
Yo me la pasaba en el campo
Anotando cuanto veía, o en la noche
Preocupado más por las estrellas que por la caza…
Yo que a solas anotaba cuánto sentía en mí
O en mis sueños; no encontraba otra cosa más
Qué ofrendar. Entonces llevaba
Mis manuscritos a la hoguera, pero por suerte atroz
No subían mis oraciones al cielo.
Nadie me atendía.
El humo se esparcía por el suelo
Y me rodeaba hasta asfixiarme.
A cada rato sucedía lo mismo. Mientras mi hermano
Se burlaba de mí en medio de sus oraciones;
Pero yo no tenía más qué ofrendar que mis sueños.
Hasta que un día, por el cual
Seguiré señalado siempre, comprendí
Que no hay mejor arma que las palabras
Y asesté el golpe.
Mi hermano decide suicidarse al escuchar,
Cómo lo comparaba con un servil asno
Porque allá arriba un obeso dios
Manipula sus actos. 




De Manos Ineptas




Karma

De lo hecho en esta vida,
En balance, agradezco mi mal tino
De lo contrario me arrepentiría.
Siquiera odié a mis semejantes
Siquiera tuve los más oscuros pensamientos
Siquiera maldije cualquier bondad
Siquiera me apresuré a ir contra mis padres
Siquiera mis amigos me negaron
Siquiera las mujeres a las que me aproximé
Se dieron cuenta, que cuando hablaba de amor
La única acepción a la que daba validez
Era la de destrucción.
Siquiera comí con avidez cualquier pedazo de carne
Que me sirvieron, sin importar la víctima.
Siquiera huí de los templos.
Siquiera tengo ganado otro infierno.






Trampas

La poesía tal vez la deba
A mis años de infancia.
Yo de pequeño, en vez de cazar pájaros,
Construía jaulas para atrapar nubes.
Las observaba en el cielo
Y me parecían aves más exóticas;
Porque podían de un momento a otro
Transformarse en más animales O tomar diferentes formas.
Ahora que sé que no hay musas o hadas
Construyo palabras, para atrapar del aire
Lo que dice el silencio.






Alma ebria

Ebria mi alma
Maldice a todos los dioses
Que debieron haber existido al menos
Para echarles la culpa 
De lo sucedido en la vida.
Pero no; nadie aparece.
Ni una voz o un rayo o una tormenta responde
Al paso zigzagueante de mi alma.
Cobardes todos.
Qué sobriedad tan vana
Guardan allá en la altura.

Son peores que los hombres.
Fingen ser grandes y no son nada.
Mal nacidos sean todos los Dioses,
Por haber nacido sólo en la imaginación.
Maldito Baco, por no brindar con mi alma.
Por qué he de ser siempre
El perdedor, el culpable.




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