miércoles, 30 de diciembre de 2015

DIEGO ALEGRÍA [17.837]


Diego Alegría Corona 

(Santiago de Chile, 1994) es estudiante de Licenciatura en Lengua y Literatura Inglesas, de la Universidad de Chile. Su trabajo poético ha sido reconocido en diversos concursos literarios nacionales e internacionales, como Premio Municipal Juegos Florales Gabriela Mistral del año 2012, con su poemario Raíz abierta, y finalista del Premio José María Valverde (2014) en España. Ha participado en el Taller Intensivo de Poesía (2012) y Taller Ópera Prima (2012), teniendo como profesor a Raúl Hernández en ambos talleres. Ha publicado poemas, cuentos, ensayos y traducciones en libros como Escritores para Chile y Los mejores 100 cuentos de VII de “Santiago en 100 Palabras”, y en revistas electrónicas como Colectivo Río Negro, Lakúma-Pusáki, Letras5s y Letrasenlínea. Ha realizado lecturas en eventos nacionales y participado como expositor en las Terceras Jornadas de Literatura General y Comparada (2013) y en las Primeras Jornadas de Lingüística y Literatura Inglesas (2013), organizadas por la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, con la ponencia “Escenas de Londres de Virginia Woolf: la experiencia individual y la experiencia común”.


"Sobre el lenguaje" - Poemas
Por Diego Alegría



El nombre

Sin tronco
ni monte
ni cielo

El árbol




Crátilo

Largos años 
hemos dedicado
a discutir 
sobre el nombre 
de las cosas.
A veces, 
acompañados 
por Sócrates,
afirmamos 
la exactitud 
de los nombres.
Mas ahora, 
Hermógenes, 
he vuelto
a desconfiar
de las palabras.

Sin saber 
oír ni decir, 
dichoso el niño 
cuando escucha 
la canción de cuna
y la voz del aire
frente a la ventana.
Pero aquí, 
sentados sobre rocas, 
no hacemos 
más que pensar 
en el nombre del mar, 
mientras la espuma 
pincela los pies 
de pescadores 
y bañistas.

¿Desde cuándo 
cautivos en palabras?

¿Desde cuándo 
ciegos hacia el mar?





Raíz abierta, Diego Alegría: Libros del Pez Espiral, 2015
Colección Pez Espada (Poesía)


Texto de contraportada

De entre todas las cosas, ¿a cuáles poner atención? ¿Conocer qué? Raíz abierta nos muestra un rastro entre estas preguntas, palabras intentando alcanzar lo que puedan a llegar a ser en nosotros: las imágenes (un vocabulario, los anillos del árbol, una ondulación entre la piedra y el mar) que evidencian la transformación de lo común. Poesía clara y honda, o la profundidad transparente de palabras que en nosotros regresan al silencio del que surgieron, para volver a emerger como nuestras.

Kurt Folch




Selección de poemas



el poema no debe
dibujar el océano
sino abarcar
su distancia



*



la puerta
del acantilado
siempre estuvo

abierta al mar



*



mientras
cruzo el río

desaparece

tu silueta



*



sin tronco
ni monte
ni cielo

el árbol



*



las piedras se desnudan

llueve
en el desierto



*



pierden color

los hilos
que cosían

nuestras bocas



*



separados
caen del risco

la roca

el árbol





"LA RAÍZ ABIERTA DE DIEGO ALEGRÍA" POR ANDRÉS MORALES

Como una verdadera poética que abre este libro, el texto que lo empieza diciendo “el poema no debe/dibujar el océano/ sino abarcar/su distancia” parece advertir desde un principio que la poesía será objeto de lo cantado y que el estilo estará al servicio, como se decía antes, de lo dicho. “Lo dicho y lo entredicho” es la materia sutil de este primer volumen del poeta. Un primer libro notable que ahonda, precisamente en las raíces de lo que es la poesía y cómo ésta nos conmueve y nos hace meditar cuando está bien escrita.

“Las puertas de los acantilados están abiertos al mar…” Esta es una poesía que se divide entre lo marino y lo terrestre, entre lo concreto y lo inasible y, esos son los territorios por donde transita el poeta de verdad, no en la “estratósfera lejana” ni en la “realidad sucia” de un par de palabrotas dichas con desdén. En este punto, puedo afirmar, creo y sin equivocarme que Alegría es un poeta lírico que celebra esta condición pero que se abre a un provenir importante al hacer reflexionar al lector a la par que logra que sus versos encandilen, fluyan, lleven a su cómplice a cuestionarse no sólo asuntos estéticos o del lenguaje, sino de la trascendencia entendida como una palabra justa, clara y meridiana.

Finalmente, en el texto que cierra el poemario (muy homogéneo, por cierto), aparece ese poema clave que conecta con el primero arriba señalado que inaugura el volumen: “las raíces/se abren al cielo// árbol// iluminado”. Las raíces buscan al cielo sin saber su distancia, como un mar, evidenciando -en la inversión- como las palabras que poseen un origen (el mar, la tierra) pueden proyectarse a lo infinito, pero, desde la figura del árbol, uno de los símbolos más concretos de la humanidad no sólo por su aparición en el Génesis y en el paraíso, sino porque conecta lo pequeño con lo grande, lo terreno con lo celestial, siendo un verdadero puente que une ambos mundos y una columna que sostiene el techo de la tierra apoyándose en lo pedestre y en lo humano. En resumen, para mí, esa es la gran poesía de Diego Alegría: una búsqueda, un grito, un pensamiento, pero por sobre todo una conexión, con lo humano y lo divino, con lo emotivo y lo filosófico entre la poesía y aquel “desocupado” que abre sus páginas para sobresaltarse y reconciliarse con el mundo.

                                Santiago, diciembre de 2015





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