martes, 29 de noviembre de 2016

DIANA MAURA [19.665]



Diana Maura 

Pseudónimo que utiliza para escribir Ángeles Marcos Alonso, nacida en Vigo, Galicia (España) hace casi medio siglo. Escribe poesía desde que recuerda para alimentar el espíritu y el alma, aunque para alimentar el cuerpo se dedica a la labor de la docencia con el entusiasmo propio que genera una apasionada vocación.

Ha publicado: "Buscando llaves para...CERRADURAS AUSENTES", 2015.


Niebla a la espalda

Y las víctimas
de silencios cobardes
se agolpan
en el trastero. 

Y fuera,
la niebla llora
en los ríos
portando simientes
preñadas en esperanza.

Y en este bosque
ya no quedan espejos
ni puertas
donde esconderse.

Y yo...
Yo soy una hoja más
en el suelo...




Tan solo una escribiente

Yo
recreo en palabras
dictadas
sentimientos
propios y ajenos.

Yo
busco sensaciones
reinventadas,
las compongo
y las suelto al viento
cual cometas.

Y yo
ya no es yo
es tú
vosotros
y nosotros.



Otra luz

Se hace intolerable esta luz
que parece castigo divino
esta luz opaca y cetrina
que todo lo ensucia 
que todo reconvierte a gris.

Premoniciones
de falsas promesas por venir
la ausencia de melodía
la lasitud del tiempo
y la dejadez de estos brazos
que se rinden.

Brazos extendidos
a lo largo del cuerpo
olvidándose de oraciones
paganas, dejándose caer
en total abandono.

Y ya no son brazos
ni manos, ni dedos...
tan solo alas desgajadas
desteñidas, reconvertidas
a muñones...amputadas
por esta luz de hoy.

Luz intolerable 
que me violenta y descubre
que me vacía por dentro
y me vuelve del revés
cual bolsillo viejo.

Cierro los ojos
buscando otra luz,
menos hiriente
más plácida
que no enllague...
una luz que fluya de mis adentros
y al fin... me libere!



Madre

Nunca quise ser
tabla de náufrago, 
nunca quise, madre,
seguir tus pasos.

Ahora
me reconozco en ti,
madre,
me miro y te miro,
tablas de náufrago
ambas,
necesarias y...
necesitadas
de necesitarse. 

Cuántas veces, 
madre,
he llorado
tus lágrimas! 

Fuiste perdiendo la vida
gota a gota,
fuiste marcando
huellas intangibles
en esta casa
de caricias sin retorno
que sólo de ti procedían
adentrándose en el infinito
de los tiempos
sin templanza ni medida. 
Sólo tú 
caricia reencarnada.

Susurros del viento
profundos aromas
...madre! 



Abismo mío

Este precipicio...
ya es mi casa,
tan familiar,
tan mío
tan propio y...
cotidiano.

A resultas
de tanto recorrerlo,
caminando al borde,
equilibrando sueños
en ambas manos.

Obstinados equilibrios
al filo de este abismo...
que ya es mi casa.



Días

Y son ya
varios días de ortiga
violentando mi piel.

Días 
en que resulta imposible
dar esquinazo
a la amargura.

Días de ortiga,
sin motivo
ni porqué...

Días
que se entremezclan,
en esta cuneta,
despiadamente
con las amapolas...



Viaje de silencios

Un silencio áspero
amargo en aromas
precipitado en vacíos
desalienta el tiempo.

El tiempo que se distrae
que se escapa
entre los huesudos dedos
de los días. 

Un despropósito de silencio
de ausente mirada
atrapando horas, minutos y segundos. 

Y al tiempo 
sólo claman
campanas silentes
huérfanas de badajo.

Campanas anunciadoras
de la prisa por llegar...
a ninguna parte.






 .

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