viernes, 13 de febrero de 2015

ISABEL-CLARA SIMÓ [14.845]


ISABEL-CLARA SIMÓ

Isabel-Clara Simó i Monllor (Alcoy, Alicante; 4 de abril de 1943) es una escritora y periodista española en lengua catalana, además de política militante de SI.

Se le considera una de las autoras modernas más importantes de literatura catalana. Ha sido galardonada en múltiples ocasiones; entre otras distinciones, en 1978 con el Premio Víctor Català por És quan miro que hi veig clar; en 1993 recibió el premio Sant Jordi por La Salvaje, en 1999 le fue concedida la Cruz de Sant Jordi por su trayectoria literaria, en el 2001 le otorgaron el premio Andròmina de narrativa por Hum... Rita!: el hombre que husmeaba mujeres y el Premio de la Crítica de los Escritores Valencianos en ensayo, por En legítima defensa.

Como periodista, ha sido directora del semanario Canigó y es columnista en el diario Avui. Fue Delegada del Libro del Departamento de Cultura de la Generalidad de Cataluña.

Obras

Poesía

ABCDARI. 1995.
El conjur. 2009.

De entre sus más de cuarenta obras, destacan las siguientes:

Júlia (1983)
Alcoi - Nova York (1987)
La veïna (1990)
La Nati (1991)
Raquel (1992)
Històries perverses (1992)
La Salvatge (1994)
Dones (1997)
El gust amarg de la cervesa (1999)
T'imagines la vida sense ell? (2000)
Carta al meu nét. Sobre el nacionalisme (2000)
La Nati (2001)
Estimats homes (una caricatura) (2001)
L'home que volava en el trapèzi (2002)
En legítima defensa (2003)
Angelets (2004)
El caníbal (2007)
Adéu, Boadella (2008)
Els racons de la memòria (2009)
Homes (2010)
El meu germa Pol" (2006)

Su obra ha sido traducida al alemán, el inglés, el vasco, el castellano, el francés, el gallego, el italiano, el neerlandés y el sueco.



LAS PAREDES QUE SANGRAN

Si un día vas a Praga, allí donde el Moldava
lame la tierra en volutas elegantes, no dejes
de entrar en la sinagoga Pinkas. Es fácil de encontrar,
pues es allí donde los checos lloran a las víctimas judías,
en el cementerio más famoso del mundo.
Cuando entras, las paredes gritan, y sientes que te salpica
la sangre de los inocentes. Allí están escritos,
en letras muy pequeñas, pared tras pared:
cuarenta y cinco mil quinientos judíos de Chequia, la bella.
Por orden han escrito sus nombres, y han puesto
la edad. La lista cubre muros y rincones,
los dinteles y las lindes: toda la sinagoga
es una libreta fúnebre. Es el balance de un genocidio.
Cuando entras en la sinagoga Pinkas sientes deseos
de llorar, y sientes que la garganta te quema y quieres
huir. ¿Dónde huirás, esclavo de los prejuicios,
si no adentro mismo de la pared?
En el mundo hay muchos memoriales parecidos,
sangre vertida, insensata codicia
de personas que creen que matar
es su deber. Pero en la sinagoga Pinkas,
en el corazón de Praga, te sientes como un verdugo,
como si las paredes que sangran, las paredes
que gritan, fuesen escritas para ti,
porque tú, déjame que te lo diga ahora,
también formas parte de la repugnante tropa
de los asesinos. No te hagas ilusiones:
te revuelves indignado porque tienes
tu parte de culpa, porque tú también mataste.
Al lado, está el cementerio de lápidas torcidas,
más triste que todos los cementerios
donde lloramos por nuestra vida efímera.
No es necesaria ninguna lección de Historia: sólo mira
las paredes de Pinkas, y prueba el amargo
sabor de la muerte en tus labios.

Traducción: José Luis García Herrera




Aquest poema forma part del llibre “El conjur” i va ser llegit per la seva autora a l’acte d’homenatge a Ovidi Montllor, que va tenir lloc el passat diumenge 23 de novembre a Sueca.



ANIMALS


A Ovidi Montllor

Amic Ovidi: ¿has vist
 els gossos,
com els portem?
Una cadena i, tibant el coll,
una corretja. Deu fer mal.
Si ho preguntaves, et dirien
que els gossos ens estimen tant.
Per correspondre, els lliguem,
els fermem i els anul·lem,
i, després, els fem una manyaga
al llom, i somriem.
Per què els lliguem? Diu que perquè
no prenguin mal.
Però, saps, amic, la veritat?
Els lliguem, és clar, per evitar
que se’ns escapin. Perquè
odiem la llibertat, perquè
els volem submisos,
sota domini de la nostra voluntat,
esperant el plat i la manyaga
al llom, caritativa.
¿Saps, amic Ovidi, què pensen
els pardals tancats en una gàbia?
¿Saps per què canta
el groc canari i l’àgil
cadernera? No canten
d’alegria: els malparits
no estan contens a la presó.
M’ho va explicar un que sabia
la llengua dels pardals.
Diu que els tremola el coll,
vibra la llengua i refila
el bec agut cada cop
que passa un altre ocell,
i criden: <Socors, germans,
allibereu-me>.
I tu vas i li poses una fulla
de lletuga entre els barrots.
Ovidi, germanet,
m’han dit que els peixos
dels aquaris són estúpids
i, sobretot,  desagraïts.
Diu que fan voltes
perquè les coloraines
escatades i les aletes
ràpides i elàstiques.
Diu que ho saben,
que els mirem,
i que agraeixen
la pols sintètica del pinso
que pessiguem.
Jo, amic, crec que un aquari
s’assembla a un estómac
quan fa la digestió; això sí,
després d’haver begut
tot un pitxer ple d’aigua.
Fingim que no sabem
una cosa tan antiga
i contrastada com aquesta:
que no hi ha res més avorrit
que fer voltes
nit i dia, dia i nit,
només per fer bonic
al menjador
de casa teva.
Ovidi, amic, ¿eh que ho saps,
com estimem els animals?



El conjuro, Isabel-Clara Simó, Barcelona, Ed.. 62, 2009

El primer libro de poemas de Isabel-Clara Simó no es el primer ofrecimiento público de su poesía. Antes habíamos podido leer, por ejemplo, los poemas que acompañaban a los cuadros de Antoni Miró en la muestra de 1995 “ABCDARI AZ”. En aquella ocasión ya pudimos conocer uno de los continuos en la poesía de Simó, la ironía, el sarcasmo, la visión aguda de la realidad. Así es El conjuro, un libro de poemas narrativos, como bien avisa la autora en el “Proemio”, que abordan la realidad más inmediata. Podemos entender las palabras previas de la escritora como una especie de captatio benevolentiae, en la línea de los que hacía la Caterina Albert, pero nada más lejos, tenemos que hablar, como en tantas ocasiones hemos visto en textos personales o autobiográficos de la autora , de sinceridad. Aunque Simó afirma “No pretendo, pues, ser poeta”, el lector puede encontrar una serie de poemas de rima libre con un ritmo natural que lo atrapa incesantemente. En el libro encontramos las inquietudes y preocupaciones de una escritora que ha aportado un sentido cívico y reflexivo de nuestra sociedad y de nuestra cultura en todos los géneros que se ha dedicado, desde la prosa, el teatro y ahora, la poesía. Así, podemos destacar la actualización de la historia de Jesucristo en clave nacional en “El crucificado” ( “era muy magro / vivir en un país / colonizado [...] Pues fueron y me mataron, / por terrorista.” ( pág. 14-15). Y cautivador, al igual que el artículo que Isabel-Clara firmó en el Avui un día no muy lejano, pero suficientemente lejos para objetivizarlo, sobre la desaparición de Xavier Dalfó Simó .. . ( “Tu muerte y la mía”, pág. 22-23). Y tierno y entusiasta el poema dirigido a Ovidi Montllor ( “Animales”, pág. 27-29). Es obvio que el sentido narrativo gana cuerpo, especialmente en dos de los tres capítulos o apartados con los que la autora ha agrupado los poemas: “Épica” y “Dramática”. Las composiciones de la tercera parte-segunda en el libro-, “Lírica”, se convierten en auténticas declaraciones de principios, como la que leemos en “Yo no soy tú”, a nuestro padre, uno de sus mejores poemas: “Si quieres ser amigo mío, / aprende a amar / lo que hay fuera / de ti mismo.” pág. 47 Un libro para disfrutar y reflexionar, como la mayor parte de los libros de Simó.




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