sábado, 19 de noviembre de 2016

LEÓN VALLEJO OSORIO [19.580]


León Vallejo Osorio

León Vallejo Osorio. Escritor colombiano. Educador, poeta, ensayista, cuentista.

Nació en Santiago de Cali, Valle del Cauca en 1947.

Trayectoria literaria

Radicado desde su juventud en Medellín. Ha ejercido el magisterio de tiempo completo en diferentes colegios e instituciones de Medellín. Se reveló muy joven como poeta combativo y ajeno a las modas literarias de su momento, lo cual le llevó a la exclusión y persecución oficial.

Su trabajo con la poesía le llevó a asumir posiciones de riesgo en la lucha por los derechos humanos, obreros, sociales. Sin embargo, la calidad de su lenguaje, la fuerza y la sinceridad de sus poemas le han salvado de caer también en el panfleto o el servilismo ideológico rampante. Ha sido colaborador de periódicos, revistas y medios culturales del país y aun del exterior. Y sobre todo, un formador consecuente de jóvenes escritores y lectores desde el aula. Muchos de sus libros de ensayo y poesía circulan casi clandestinamente por fuera del mercado editorial conocido, lo que limita el reconocimiento que merece su trabajo.

Codirige con su esposa, la poeta Beatriz Valencia, su propio sello editor en el que da a conocer los libros de nuevos valores de la literatura y la poesía.

Ha ganado algunos premios nacionales y departamentales de ensayo y poesía.

Obras:

Creciendo
Reja por reja
Saberlo
Sentado el hijo de cara hacia la guerra
Solo fantasmas capitales
Vox Populi
Tiempo de mirarnos
Bajo el nuevo país
Ensayos sobre la educación
Antología desde el aula


ciudad sitiada
(con miles de  antígonas)

poesía 
—cantata—

león vallejo osorio


(para chucho
con
las semillas y el aliento
de la tribu) 


Estas mis reglas son en el gobierno/ con que pretendo prosperar a Tebas;/(…): “Eteocles que ha muerto por la patria,/(…) tenga la gloria de un sepulcro(...) / Mas su hermano, Polinices digo, / (...) Para él ni exequias ni lamentos. Nadie/ le brinde sepultura, y que su cuerpo/ sea festín servido a las voraces/ aves y perros, y escarmiento a todos”

DECRETO DE CREONTE, EN ANTÍGONA DE SÓFOCLES 

“(…)en la Riga ocupada por los nazis [17 de septiembre de 1941](...) Habiendo sido sorprendida mientras trataba de esparcir tierra sobre el cuerpo públicamente expuesto de su hermano ejecutado, una joven, completamente apolítica en sus sentimientos, fue preguntada sobre la razón de su acto. La joven respondió: “Era mi hermano y para mí eso es suficiente”. En diciembre de 1943, los alemanes ocuparon la aldea de Kalavrita en el Peloponeso. Apresaron a todos los varones y les dieron muerte. Desobedeciendo las órdenes explícitas y con peligro de su vida, las mujeres de la aldea salieron de la escuela en que habían sido encarceladas y corrieron en masse a lamentar y dar sepultura a los muertos. Muchos años después, Charlotte Delbo conmemoró la acción de aquellas mujeres en un poema llamado justa e inevitablemente “Des Mille Antigones”

GEORGE STEINES. ANTÍGONAS

“...salimos esta mañana a coger el bus. Entre los muertos, en la calle, estaban todavía tres muchachos a quienes habían matado, con otros dos, hace  dos días. Como no se podía hacer el levantamiento legal [de los cadáveres], habían venido, unos parientes, a recogerlos, pero los que los mataron se lo prohibieron; habían dicho que a una señora y a otros dos muchachos los podían recoger pero que, a esos tres, no. Como ya se los estaban comiendo los gallinazos, y yo creo que porque ya  no se aguataba la perramenta encima, ni el olor, finalmente unas muchachas, con los amigos  de los muertos,  vinieron y los echaron en una carreta de esas que sirven para vender verduras en el barrio; se los entregaron a los familiares para que los  llevaran al Centro de Salud de San Javier donde dicen que  les hicieron el levantamiento ...recogieron también una cabeza de uno que habían matado junto a la escuela, más arriba. A ese, después de cortarle la cabeza, se la habían quemado, dejándosela colgada de una cerca...” 
TESTIMONIO DE UN HABITANTE DE LA COMUNA TRECE DE MEDELLÍN COLOMBIA:  OCTUBRE DE 2002 

“Escribir poesía después de Auschwitz es un acto de barbarie (...) escribir poesía es imposible hoy”
T.W. ADORNO, 1956.


para una guía de (lectores) perplejos
(Textos de Antígona de Sófocles)

Creonte: (...): Ya que en rebelión  la he sorprendido/ a ella tan sola en la ciudad entera,/en rebeldía franca, (...) yo la mato./(...).  La anarquía/ es el supremo mal. Ella destruye/ Ciudades, y familias desconcierta./ (...) indispensable/ es, pues, salvar el orden ante todo”
Coro: “Muchas cosas hay portentosas, pero ninguna tan portentosa como el hombre”
Ismene: “...yo no quiero hacer nada deshonroso, pero de natural me faltan fuerzas”
Antígona: “De todos modos. ¿ cómo podía alcanzar más gloriosa gloria que enterrando a mí hermano? Todos éstos te dirían que mi acción les agrada si el miedo no les tuviera cerrada la boca”
Hemón:  “Yo no podría ni sabría explicar por qué tus razones no son del todo rectas; sin embargo(…)Tú no has podido constatar lo que por Tebas se dice; lo que se hace o se reprocha. (..)  A mí, en cambio, me es posible oírlas en la sombra” 
Tiresias: “Me obligarás a decir lo que ni el pensamiento debe mover”
Mensajero: “Yo estuve allí, señora, y te diré la verdad sin omitir palabra (...) la verdad es siempre el camino más recto”
Eurídice: “ Me ha venido al oído el rumor de un mal para mi casa”



uno: bajo la mancha

(tiresias)
1. memoriosos 
(aquí)
todos cierran ventanas
negando esta demencia: 

sólo 
la enorme 
cicatriz
de las páginas en blanco
rompe —ahora— la línea 
vertical 
que viene de la amnesia
repitiendo la ciudad 
contra mis ojos

(del coro)

2. desplazados
huyendo
deambulando
(de la vereda 
al pavimento) escrutando 
en la ubre insana
de la loba 
los vocablos y las manos
ausentes

nada…
...nada queda 
confinado en el comienzo
...nada permanece en la inocencia

mnemófagos asaltan  los pliegues
de 
la infancia

...todo
(ahora) marca 
el designio
de los ojos 
y el fuego 
del espanto

(mensajero)

3. palmario y simple 
ya nadie
levanta una bandera
blanca:
ha terminado la pesquisa
de todo 
entendimiento

ahora
todos hacen cargos
a sus íntimos besos:
al odio señalado
bajo el vasto
(y —sin embargo— común o comunal)
 desasosiego

...cada quien responde
por su encono
entre las claves de su propia condición 
y de su afecto

todos fabrican
—cada cual 
a contramano— abominación 
terneza
y sobresalto 
... nadie 
responde 
por el delirio
de nadie
(palmario
 y simple
...el dolor es el mismo)

(etéocles)

4. mayoristas
los mercaderes de la infamia
(con presteza) dan curso 
al miedo 
que nos aturde y calla

los mayoristas
de oprobios
 y vilezas
vienen
ampliando su comercio...

(del coro)
5. omisión  
...las avenidas olvidaron 
el camino de los cerros

(mientras) el campo
de batalla
derriba cortafuegos
cansancios
y azoteas
bajo el mudo relumbrón 
de los crepúsculos

(al redoble 
del viejo intento 
de los mismos silencios
tutelares
ya nadie 
busca
..ya nada
espera)

 (mensajero)
6. vienen  
vienen 
ya 
bajando
estas 
colinas

han devorado sueños
...han reventado 
colosales abriles 
sus paisajes inciertos  

 ...las bestias 
(esas que habitan 
los espantos) vienen 
llegando

(tiresias)

7. todavía
 (...) despiadado 
(sin embargo) el verdugo
ignora
—en medio de las ráfagas 
de espanto— de qué modo 
y manera
más temprano 
que tarde
caerán
su estatura
y sus dominios 

bajo el fuego implacable
del amor 
el rencor —todavía—  cala 
nuestros
huesos

(polinices)
8. permanencia
ahora
todo
(y
nada)
salva 
(y 
devora) 
nuestros 
muertos

(ismene)
9. más allá de las pupilas
son nuestros
los ojos que inventan
países más allá de las pupilas
...nos pertenecen
los sueños y los días 
que en la lucha 
han derogado todos los espantos
 ...nuestros 
son los paisajes
que el olvido no pudo
tragarse
 ...tan nuestros son 
como los miedos 
innombrables... 
tanto como todos 
estos muertos 
que amanecen 
ya sin ojos 
zigzagueando el silencio 
entre la primera cuneta
y el paréntesis del miedo 
que llena las gargantas
y —sin embargo— …ahora nos define
 el mejor de los  intentos

(etéocles)
10. fusileros de la cólera
el silencio que han dejado
los fusileros de la cólera 
se ha tomado la ciudad
insomne
preñada de caminos
tropel
y desconciertos

ya no duermen 
las barriadas     (... por estos días
de vigilias y corazas
el sueño vive 
con los ojos abiertos)

(hemón)
11. paréntesis
...continuamos
tercos 
sectarios
reclamando 
los
abrazos

(mientras...
la 
muerte
impaciente 
va 
cerrando
—aquí—
su 
lazo)


(mensajero)
12. sobrevivientes 

los sobrevivientes 
del penúltimo insomnio
quedaron 
a la espera 
...aún 
acechan 
los cómplices 
de la extraviada
ciudad 
del sobresalto

(eurídice)
13. manos como zarpas
afuera de este amor
(tan sólo afuera) la ciudad
engulle sus desastres 
y regurgita sus fronteras
sus caminos
 mis abrazos
y mis muertos 

(entre tanto) las manos 
(como zarpas) que escribieron 
cada verso 
sobreviven a toda 
pesadilla

su artera condición
de garras (o gargantas) 
permanece
como si —huérfanas 
del cuerpo— amputadas
desplazaran cada golpe 

sobreviene esta sangre 
fuera de este amor
que preña y mueve caminos 
fronteras y desastres

(tiresias)
14. consecuencia
...la canción 
se levanta
sobre la misma piel
inexorable 
por cada  
puesta de sol       por cada 
      naufragio    por cada
funeral     por cada
 despedida
(creonte)
15. herramienta
aquí 
sobre la sal y la sed
bajo el hilo precoz 
que deja abiertos
insomnios y mentiras
el cuchillo más urgente 
recobra su filo denegado
(su rugido tumultuoso)

(del coro)
16. titulares
...ahora
las 
calles 
invaden 
las 
primeras 
planas
las 
últimas 
          demencias

(hemón)
17. treta
los que sabían deslizarse
en el asfalto
almacenaron espejismos

como equilibristas 
de pánico
y  boatos
—innombrables— ahora
—en medio de este cúmulo
de golpes— aconsejan
huir
hacia la noche

(no les creas
—amor—
es una treta infame)

(mensajero)
18. informe 
presa 
de 
un 
aire 
deplorable
enmudece
aguarda 
en 
cada 
esquina
el 
penúltimo 
cadáver... 

(antígonas)
19. otras
..otras aves
de rapiña
—en silencio—  esperan
alistan  
—predisponen— el paso
el
peso 
del
novísimo 
festín 
de 
los 
rufianes...

(creonte)
20. orden
todos somos ahora deudos 
de la madrugada        
...la muerte
no ha dejado 
lugar para el balance:

el carnicero ha trastocado
el orden misterioso de sus mataderos
usurpado 
el lugar de nuestros ritos   

todo queda insepulto: 
volúmenes
certezas
arterias
restos
y canciones

(mientras) la ciudad 
se confabula con la noche
y desmantela los cuerpos 

(del coro)
21. mancha
“de cara a la pared estoy mirando esa pequeña /mancha
que apenas entorpece el blanco de la cal. Un calor /manso
retiene todavía esas blandas maneras
que nos anclan al mundo sin fondo de los sueños” 
piedad bonett
 “fueron veintidós dice la crónica.
Diecisiete varones, tres mujeres, 
dos niños de miradas aleladas,
sesenta y tres disparos, cuatro credos,
tres maldiciones hondas, apagadas,
cuarenta y cuatro pies con sus zapatos,
cuarenta y cuatro manos desarmadas, 
un solo miedo, un odio que crepita,
y un millar de silencios extendiendo
sus vendas sobre el alma mutilada”
piedad bonett
la mancha
que me atrapa en las comunas
está en cada 
pared y en cada 
esquina  ...se esparce afuera del dolor 
con el sordo
rumor
de los morteros
con el ronco clamor
de los fusiles
y la sórdida canción 
de las bombardas…

la mancha obedece 
—en estos días— a la obscena 
mirada que se quema 
ante el ritmo voraz 
de las tanquetas    ...ella cae
como un golpe de horror
bajo la bronca atroz 
del helicóptero

me quedo (nos quedamos) de pronto
sin fronteras cuando sólo 
es posible leer 
sobre la mancha que se traga 
al país...
cuando no son ya los veintidós
de la crónica que cito
(diecisiete varones —dice— tres
mujeres
dos niños de miradas aleladas)
y no son sólo sesenta y tres disparos
en cada madrugada

...los credos ya van siendo 
más de cuatro         las maldiciones 
—ahora— son más
hondas y más 
definitivas 

¿qué haremos 
—aquí— con los poemas 
si el horror paró ya de contar 
los pies con sus zapatos 
luego de las pesadillas
fronterizas del agobio
—justo antes del odio— y al lado mismo 
de todos los cortejos?

...las cuarenta y cuatro 
manos 
desarmadas
que constatan las palabras 
puestas sobre la blanda carne 
de un poema 
ya van siendo todas 
las manos levantadas      todos 
los puños apretados    todos 
los  silencios extendiendo
—como dice allí 
tan bellamente 
y con franqueza— sus vendas
sobre las almas mutiladas

por eso digo —a la poeta—: ésta 
que aquí veo
sobre el país hecho de luces
puñales y ceniza
seguramente 
es otra mancha  ...es otra mancha

...es otra mancha
(es otra 
—y 
otra—  ...otra mancha)


dos: ciudad sitiada


(creonte)
22. rupturas
ya no hay listas ni espera 
ni galas
ni zafras en la entraña 
ni fúnebres  fanfarrias     
,..tan sólo
queda 
—va quedando— el inventario
del verdugo: 

su faena continúa
—metódica—
hasta romper el día
(en mil pedazos)

(eurídice)
23. vigías
ronda 
la 
muerte
y  
atesta 
tus 
huesos
un 
dolor
de 
arenque 
ciego...


(hemón)
24. planos
he aquí esta ciudad que se repite
inútilmente 
apalabrada
en cada centímetro
del laberinto que se tiende 
bajo nuestros pasos

por asfaltos
cañadas
terraplenes
hondonadas
—ahogada 
en muertes— es (ahora) coto 
de caza (defecto
lejanía)
inicio del penúltimo
sendero
que pierde peatones
entre memorias 
y corazas


(eurídice)
25. lebrel
el dolor
transita la mostrenca alegría 
de los necios

ahora
todo lo precario 
(el sueño
y lo soñado) libra
la mejor de sus batallas 
contra el tiempo

 el miedo
que rumia
en el vacío 
revoca pasiones 
apuestas y porfías 

todo 
contamina:
...insomnios 
y delirios
desafían —aún— bajo 
esta niebla el lebrel
proscrito
que vela nuestros sueños

(creonte)
26. evasiva
... el abrazo 
merodea 
el exquisito
delirio 
del regreso
mientras 
un experto 
aguijoneo
del olvido
surca 
la febril
 evasiva 
o la lúcida
huida de las víctimas...

(del coro)
27. panorama
he aquí por estos días
la ciudad
—esta ciudad— que continúa 
más 
adentro   más 
profunda
entre la queja

he aquí cada suburbio
que multiplica
esta pública orgía de las sangres
este cortar de las raíces
sobre el río que fluye 
muerto 
entre cansancios
ausencias 
y mentiras

(tiresias)
28. otros fantasmas
hay una extraña sinapsis 
en los muros del suburbio
—aún—  invicto: entrañas 
adentro 
la vetusta ciudad
—por estos días— invoca 
sus propias 
negaciones       su más urgente 
dolor
sus linajes 
y sus castas      ...su vieja condición
de parturienta 
de afrentas
desvergüenzas
                 y nostalgias

(del coro)
29. interregno
(entre tanto) cada cual 
conoce su memoria: 
en ella habita
—y con ella
reconstruye— cada prójimo 
adjunto
sus espantos más simples...


(ismene)
30. síntesis
¿quiénes 
—ahora— 
se 
redimen 
sí 
mismos
en 
medio 
de 
estas muertes?



(eurídice)
31. témporas
reconozco este paisaje 
lleno 
de ausencias 
y reclamos:

antes era la nostalgia
fronteriza del asco 

…ahora 
se pierde 
en cada 
sílaba rota   ...en cada 
duro
ejercicio del silencio

(los techos
enmudecen 
y enmudecen 
—en ellos— los graznidos 
de los cuervos)


(del coro)
32. inútiles
...no puede
 el alfabeto
con su arrope 
borrar la cicatriz
del alfarero

los primeros 
semblantes
aturdidos
permanecen
aún de cuando los muertos
—nuestros muertos— eran (todavía)  para todos
sólo cuerpos 
(cadáveres inútiles
insólitas momias 
...simples interfectos)


(mensajero)
33. informe
la 
lluvia 
no 
ha 
borrado 
en 
la 
memoria
el 
caligrama 
del 
sueño
ni 
los 
quicios 
del espanto

(tiresias)
34. inventario
la ciudad va siendo
un laberinto de ausencias
en tanto
mis poemas vienen
o regresan a las calles

intacto aún 
debo saberlo: superpuesto 
a este espanto
nada puede el poeta
sin su prójimo exacto
...nada la canción
sin la memoria


(hemón)
35. agenda
(sin embargo)
mientras esta ciudad 
siembra sus muertos
jóvenes exactos corren  
por sus dudas 
sobre las avenidas emergentes 
pendientes 
de un octubre que les deje
sudores repentinos
senos entreabiertos
tormentas en la piel
delirios
 y  tormentos...

(guardianes)
36. colina abajo

no es la mano 
en la mano
no es el ojo en el ojo
ni la oscura libélula 
del miedo
esto que ahoga
el rojo
...esto
que va fluyendo
de las casas
colina abajo
...colina 
abajo..

(ismene)
37. otros saldos
...sobre
los
restos 
de
 sueños 
concluyentes
(ahora) 
 otros 
saldos 
de
 sol
y
sal
habitan 
nuestros 
ojos...


(antígonas)
38. saldos
queda 
una cuantía de sangres grises
por lavar 

nos va deshabitando
 el cadáver de una canción
 tan simplemente como las primeras 
contiendas o los últimos
 espantos

(ismene)
39. rastro 
aturdidos 
todos  estos pájaros del miedo
tras los contados 
pasos de la historia
que —hoy— vivimos
han dejado un velado 
tropel en la memoria 
y —entre 
los dedos— un rastro 
indubitable 
     y manifiesto...
   

(polinices)
40. antídotos
contra 
los 
legatarios 
del 
espanto
hemos 
sido
lázaros 
borrando 
pesadillas

(creonte)
41. tarea
los buitres hacen la tarea... 

en 
cada 
callejón 
en 
cada 
pasadizo
de 
la 
ciudad 
infame
se 
repite 
este 
desastre

(tiresias)
42. espejismo
...pero el espejismo del odio 
ha hecho crisis
y esa será nuestra victoria:
inexpugnables exorcismos
se corrompen

(ahora dejan los cuerpos sometidos
a la infamia de otras muertes)

(antígonas)
43. alarmas
aves de carroña
hacen —bajo el sol 
y sobre el miedo— cumplida diligencia:
solidarias se tragan los pavores
diluyendo cada fragmento
de la muerte 

cada vuelta de tuerca
que se ha dado
acrecienta un motín de gatillos
en las calles: 
...hemos prendido 
ya 
todas las alarmas...

(polinices)
44. black hawk(s)
arriba:
el gallinazo planea 
ávido sobre la ciudad 
envuelta en la bruma 
gris
que va dejando el grito
procaz
del helicóptero

abajo:
¿dónde escondernos 
de la muerte?

(del coro)
45. ciudad sitiada
ahora escribo
enumero
digo
nombro
y la ciudad se va quedando
en líneas diluidas
bajo el golpe de los ojos
aturdidos

escribo y la mano sobre el muro
en el papel
en el teclado
se deja caer sobre las calles
...(y) la realidad ahí
acometida
pide tinta
cansada de tinglados
vacía
entre chequeras 
domos 
criptas y vigilias

ahora escribo
y el poema exige
nombres
adjetivos
palabras
golpes de piel
sordinas que agoten sus fantasmas

siento vergüenza
—aquí— de mis palabras
...digo
grito
escribo esto que he visto
esto que oigo y otros callan
esto que el viento trae
a la epidermis       pero también 
este dolor
y este amargo
de días malos y de prójimos exactos
guardas de un pueblo 
que se vuelve
y ya no lee pensamientos
sino palomas sangrientas
y cuervos solidarios
a la hora del pan
hecho vinagre

las palabras sólo nombran:
no es la palabra “muerte”
quien fulmina en cada noche
al más prójimo de todos
mis hermanos 
ni la palabra “sangre”
la materia viscosa que inunda
cada madrugada     ... no es la palabra
“angustia” quien lacera
los ojos abiertos de los niños
a plena luz del sol desvergonzado

por eso digo “calle” o “beso”
o “noche”
o simplemente “pan”
y nada
digo

tengo vergüenza y miedo de mí
de mis palabras
...mis sílabas se agrietan
se agitan
se quedan gravitando
para que el olvido
no cope la terneza
para que la muerte
no decapite
la promesa y no decapite
también a mis palabras

por eso cuando digo 
“caricia” y cuando digo
“calle”
las dos se insubordinan y me gritan
para que pueda
entender que son ellas
iras que corren en cuclillas
aguantando cataclismos
y cuando digo “mañana”
usted que lee
tranquilo 
relajado
en este inalterable vergel
en esta sobria alcoba
en este tranquilo salón de fastos
en esta biblioteca libertina
más allá de este libro
y esta página
debe leer
—dentro muy adentro— “resplandor
de martillos”
“sordo rumor de espantos”

por eso cuando hablo
o cuando escribo
es esta ciudad quien aquí nombra
enumera
dice o calla sus propios delirios
sus más profundos extravíos

así
la palabra
—mi palabra—  estos poemas 
—hechos de sal
y lumbre—  hacen parte
de la ciudad que nombra
—de la ciudad sitiada—     y son
apenas el eco 
de otro eco
que aquí grito
nombro
digo
enumero desnudo 
y pleno  ...escribo


tres:  cuerpos breves

(eurídice)
46. fantohe
(ahora) 
la 
ciudad
—dentro 
fuera— 
es 
el 
fantoche 
que 
nos 
rompe 
los  
huesos... 

(antígonas)
47. signo
a cada tranco un vacío:
un signo contrapuesto
contrario y contrahecho
consume 
insaciable nuestros sueños
y condena al silencio 
nuestros muertos


(ismenie)
48. a voces
(afuera) bajo el fuego cruzado
todo se niega a las pupilas
y el miedo
deja beber su leche
de calles arrasadas

las manos que buscan 
bajo 
el inútil 
doblez una cartilla 
ciudadana
nada encuentran

¿dónde y cómo  acallar el golpe
de la bestia?

es un secreto a voces:
...los buitres ya bordean 
las esquinas

(guardianes)
49. rastro
guerreros 
que redimen
precarios 
equilibrios
—peligrosos registros
de agujas 
cotidianas  en todas
las miradas—  sobre
un remedo 
de arcaicas inocencias 
van dejando
un acre dolor 
de pájaros inciertos


(polinices)
50. ruta
al pie de la ciudad 
la muerte fue (otra vez) primera
confidente
...el grito una señal    ...el dolor 
un acicate

el fuego que devastó la madrugada 
ha sido tea 
(y fue antorcha) en el camino

el balbuceo de las manos
como lumbre fecunda
atiza 
para que la sonámbula
noche nunca olvide 
el camino 
de la madrugada

  (hemón)
51. inquilinato
la ciudad  no deja en estos días 
piedra sobre piedra:

perdida
anclada
confundida y putrefacta
como el río 
(¡ciudad al fin!) acuchilla 
a sus amantes
reduce
esta noche a dura
y simple noche...   

(tiresias)
52. mi río
el río mismo es la ciudad como una
charca 
en un relato herido por nostalgias

sobre los muros surgen
los fantasmas 
que dicen la memoria 
de tantos hombres y mujeres 
que la urbe fue perdiendo 
al filo de la piel
(tragados en asfalto)

el río es la ciudad 
(aquí) 
como una charca...

(creonte)
53. certeza
la 
agonía
que
corre
corroe
estas
esquinas
ya 
va 
siendo 
un 
instante 
caduco 
(arrasado
...permanente) 

(ismene)
54. pájaros
me reconozco en estas calles y estas
pintas... se acumulan 
en mis dedos todos estos muros 
todas estas iras 
todas estas charcas

...sin embargo —también— bajo estos
puentes 
agarro del canto la ternura 
llena de atisbos y de atajos 
en busca de otro cántaro imposible 
que nos diga cómo cazar 
los pájaros 
del miedo 
que planean sombríos sobre 
el viento 
escapando indolentes al silencio...

(eurídice)
55. tras los excesos
cierran caminos
mientras la escala 
del odio desanda la terneza

 el acero cifrado 
escruta 
las distancias

tras los excesos 
nadie
—en esta hora— anuncia
su llegada 
 ...todos ocultan 
los regresos

(tiresias)
56. permanencia
creciendo en la raíz de mi camisa
—y a duermevela— entre neones
extraños rituales 
se levantan contra mi ciudad 
que ignora
mata y acaricia

(a mi lado 
fatuos fuegos siguen juntando 
ausencias  
fastidios y fatigas)

(creonte)
57. argumento
la realidad 
es una y es diversa: en las comunas
—golpeando el dintel de nuestras
casas— bajo el pánico azul
—prendiendo fuego— la muerte 
parda
viene bajando
de los cerros...

 (hemón)
58. (adentro)
 (y) 
la ciudad (adentro)
perdida en el camino de la sangre  
se ha hecho de mutismos... 

oculta a los perfiles 
paga cotidiana 
la obscura factura
de los diarios

(creonte)
59. esquinas
 un engendro gris 
en las esquinas llena su hornacina 
con el peso 
de toda una ciudad que continúa
buscándose 
en 
la 
sombra

(antígonas)
60. nada creas 
nada creas 
a esta ciudad cuando te diga
de la herida mortal de sus pasiones
...no la creas
pero guárdate del frío
cuando bajes 
el peldaño de la fiebre
que me arropa 
y prende 
entre mis huesos 
cada uno de mis días

(antígonas)
61. aclaración
es
esta 
mi 
canción 
para 
vos
(y es tu costado)

(creonte)
62. antífonas
...el 
asesino 
ha 
extraviado 
ya 
sus
cotidianos
abalorios:
...(ahora)
las 
cárdenas 
carnes 
doloridas
de 
las 
víctimas
han 
quedado 
la 
espera 
del pico solidario de los cuervos

(del coro)
63. treno por los cuerpos breves
imagino
los pasos ligeros de estos niños
en la batalla de una ciudad 
que sólo sabe de canciones 
lentas
levantadas 
a orillas de la sangre

sospecho de los susurros
que el río se ha llevado con sus aguas
putrefactas

los pienso —así— desmantelando 
tantos cepos 
que estas calles
levantan 
contra sus cuerpos breves
y sobre sus aún más largas 
lealtades

luchan contra el río 
que aquí muere —en la ciudad— y sin embargo 
fluye
preso de exilios
dudas —deserciones— bajo el peso 
de su propio caudal —de arteria siempre 
ausente— que —ahora— sólo 
tasa todas estas 
momias de almas 
todos estos cadáveres de hombres 
y de cosas

impugnan —estos
niños— la ciudad que va dejando
la vana promesa 
de tragarse entre los muros
reventados
todo el lodo 
todo el odio y todos los olvidos 

sé —sabemos— que imaginan 
el juego de luz de las luciérnagas
cuando el fuego baja
brotando del siniestro
rugido 
de las mortíferas libélulas 
del cielo           cuando el incendio 
sube por las calles desde  la insaciable 
ciudad hacia sus ojos    cuando la hoguera 
que hacen sus pupilas
revienta entre su pecho
ese nido de púas 
estiércol  
mentiras y cenizas

presumo —entonces— la enorme 
mancha de pus
que baja desde el firmamento
consumando un callejón 
sin salida en la memoria
donde los buitres han copado 
amarga la trinchera
de sus pesadillas 

...imagino 
hueso a hueso y cara
a cara desgarrada
cada niño
—cada muchacho 
de la dura
barriada levantada— y no logro 
aceptar
que estas  muertes
puedan alcanzar las fronteras
de sus sueños


cuatro: contra los proxenetas del olvido


(tiresias)
64. maestros
constructores de un país
imaginado
estamos ahora —aquí— sordos
simples 
(o alelados)

sobrevivientes de un arca
construida
con el mismo acento de los sueños
¿maestros de qué saber?
¿ausentes de cuál luz?

¿constructores de cuál país
no imaginado
vamos siendo dato y rumor
caldo del penúltimo cultivo
sobrevivientes del ruido
del miedo y la migraña?

oímos todavía
en tono de reclamo
cómo el mapa ya no alcanza 
para el fuego

maestros de olvidos
por llegar
aquí sentados
vamos inventariando
sueños
quejas 
cansancios y motivos

sobrevivientes de un país
donde sólo sobreviven 
las sospechas
vamos... 
…vamos sin embargo
con los años a cuestas
y las ganas completas
—el sueño intacto— con las manos 
y otras manos
—con la sangre  
de otras sangres— mutiladas

(guardianes)
65. planos
esta ciudad se repite
inútilmente 
apalabrada
en cada centímetro
del laberinto que se tiende 
bajo nuestros pasos
por asfaltos
cañadas
terraplenes
hondonadas
   
ahogado en muertes
el país va siendo (ahora) coto 
de caza (defecto
lejanía)
inicio del penúltimo
sendero
que pierde caminantes
peatones
travesías
entre memorias 
corazas
y porfías

(hemón)
66. bajo el desahucio 
contra las páginas en blanco
nada es superfluo a la memoria

bajo el desahucio reptan 
nuestros  pasos
en cada callejón
en cada 
esquina hecha trinchera

(mensajero)
67. saldo
son éstos: la ciudad 
(la noche)     los hemisferios
medulares       los temores
(la artera presencia 
de la amnesia del humo)

he aquí
que ésta es la pasión que niega 
—siempre negó— la edad 
del extravío

(tiresias)
68. certidumbre
ya no tengo la edad 
del extravío

por eso 
de vivir como he vivido
confirmo en cada golpe posible 
y necesario: no sólo
es el naufragio

la tormenta que nunca leímos 
en los mapas y jamás 
bosquejamos
a orillas del afán y los enconos 
siempre hizo parte  
de todos los caminos

(antígonas)
69. márgenes
tampoco 
hemos temido 
la edad del desvarío 
    
                por eso 
jamás 
pudimos instalarnos 
en la caricia 
de la amante
o en la zarpa del miedo 
transitando
la ruta de un olvido

no hemos caído en la trampa
voraz del extravío      ... no hemos 
anclado
en el puerto fatal 
de las perplejidades
y sin embargo:
éste 
es el día     ésta 
la noche     y éste 
que vemos 
(ése que parece inalcanzable)
sigue siendo el camino 

(tiresias)
70. misión 
(también) hemos
 hecho 
posible 
la 
luz
hemos 
cruzado
los caminos 
hemos 
salvado el paso
(a pesar de los
fantasmas)

hemos
abierto
el 
paso
a
los
mejores
espectros y a los últimos
olvidos

(ismene)
71. nada es superfluo
nada es superfluo en la memoria
nada
ni 
la tarántula del miedo     ni 
la ponzoña gris del desamparo    ni 
el eterno felino que en nosotros
juega con la muerte
paso a paso

(polinices)
72. programa
ésta
sigue 
siendo 
completa 
firme 
la 
misma 
edad 
la
misma 
flecha
la 
misma 
obsesión
el
mismo
deterioro
el
exacto
designio 
que 
todo
restituye 
y todo lo proscribe

(antígonas)
73. apostrofar
dudas y desastres
círculos
y manos
cuerpos
y cepos
...libertades
nada
nada es superfluo 
nada
nada es redundante
nimio 
o excesivo

no el espanto
ni el coraje
...no la herencia que nos pesa
ni las dejaciones
...nada

...nada es redundante
nimio 
         ...excesivo 
  

(ismene)
74. vínculos
nada es excesivo
para el demonio atroz
de la memoria

nada:
ni 
a sombra que hacen las palabras
ni el fardo 
que en nosotros construye 
las canciones 
ni las paredes de la primera ciudad 
que habitaron 
nuestras 
pesadillas

(polinices)
75. paisaje vulnerable
los fantasmas
que ahora nos devoran
nunca han hecho el paisaje vulnerable:

otras manos y otros ojos 
otras 
edades 
ante nosotros 
mismos —de la raíz 
a las semillas— doblarán 
la tarántula del miedo  ...harán acopio 
de tantos desvaríos

el pan escaso será multiplicado
el fogonazo de cada verdad 
será multiplicado
...devastado será 
el secreto oculto en la evidencia


(tiresias)
76. definitivamente 
definitivamente...
cada aventura 
fabrica un inédito luzbel
a contramano

lo sabes y lo sé:
nunca nadie pudo 
seducir sus propios 
ángeles     sus propios 
duendes 
... sus fantasmas más íntimos:
el íncubo 
que tasa
 sus razones 

...definitivamente

 (polinices)
77. fracasos
los que pusieron 
peajes a los sueños
no pudieron borrarnos el asombro
ni 
arrancar los poemas de las calles   ni 
averiar el fabuloso tronar  de nuestras quenas    ni 
corromper el ardoroso rumor
de nuestras flautas

(nada
nada pudieron...) 

(tiresias)
78. pupilas
ahora
 lo 
sabemos:
sólo 
existe 
el 
ojo 
para 
la 
pupila 
más 
despierta 

(polinices)
79. hemos hecho el camino
nadie
nadie en nuestra edad
ha cabalgado insolentes inocencias: 
batallas
combates
guerras y rebatos
mordieron nuestros años

el desamparo y el tedio
el asco y el vicio
la ferocidad cifrada 
en la alegría descompuesta
diseñaron la primeras contiendas
y los penúltimos hastíos
  
..no hemos 
vivido en vano:
hemos hecho el camino

(eurídice)
80. precedente 
en mis arterias
todo este gris 
va  devorando
la ciudad 
amotinada 
sobre 
mis  
páginas 
en 
blanco


(polinices)
81. no es inocua la canción 
no es inocua la canción que nadie
escucha (accede)     ni es inútil la jornada
perdida
en la batalla

nada
que tu digas o yo diga
—nada que hagamos—  dará 
cuenta de la terrible cicatriz
...de la coraza
que todo escarnio va tejiendo
contra todo escarnio
entre las manos

sin embargo
no toda canción existe por canción
ni toda batalla por batalla
(aunque la canción y la batalla
sean ellas mismas necesarias)

(antígonas)
82. no sólo la memoria
esta endecha de hoy
(estas jornadas) tiene no sólo la memoria
no únicamente la emoción
ni tan sólo las mismas 
dudas y las mismas
certezas de otros días

estas batallas
esta fuerza comunera que nos crece 
de garganta a garganta
ahora nos inunda y se levanta
no sólo entre las manos

(digo
cómo crece
en tu mano
y mi mano
en nuestras manos)

(hemón)
83. porque esta voz
porque esta voz —la voz hecha
de todos los puños y todos
los abrazos— es apenas
la ruta
es el camino de las manos
más próximas
que siempre son y siempre han sido
las mismas viejas manos
combatientes
                        ( solidarias
altaneras....)


polinices
84. los mismos puños
los mismos puños
y nudos 
hechos con la misma cal
y la misma levadura
que fermenta
viejos odres
estarán en los días por llegar
junto a los labios 
que merecen 
los besos más exactos
y los abrazos 
verdaderos

los mismos puños
los mismos dientes
la misma levadura
hará del pan el pan de la tribu solidaria
y del vino y el agua
el agua y el vino que —hoy— guarda 
esta memoria

(ismene)
85. marcas
transitando la vereda
y deambulando
el pavimento
hemos buscado 
 en la ubre insana de esta loba 
los vocablos y las manos
que rehagan
o traigan los ausentes

nada queda sobre estas calles 
confinado en el comienzo
...todo 
marca el designio
el fuego 
y el espanto

(antígonas)
86. otra agenda
testimonio 
hecho de todos 
nuestros huesos todos 
los espantos y todos 
los hastíos:
hoy combate
nota a nota
—puños a beso— esta memoria
hasta entonar 
la más alta 
de todas las canciones
la más dulce todas las porfías

damos 
(demos) en cada entre tanto 
 —en la batalla— un sitio 
a la alegría 
...caminamos (caminemos) la comarca 
que es ya nuestra o debe
serlo desde el fondo de la quena 
y de las flautas
...levantemos 
(levantamos)
esta inapelable 
memoria de la tribu 

(del coro)
87. contra los proxenetas del olvido
no se hizo nuestra edad en borradores

nada de lo vivido es oquedad
intervalo perdido: toda la senda
todo lo ido y lo avanzado 
—incluidos el invierno
y el hastío— ha sido
 parte esencial
de este deseo
(del rojo galope de mi pecho
...del mapa de precoces 
presupuestos
denegados)

extrañas mediciones 
y perplejas 
—inciertas— irrevocables
realidades
admiten —afirman— contra 
los mismos 
fantasmas 
los viejos y altaneros
propósitos nunca 
derrotados

 ...he trazado 
sobre el afán de mis botas
abriendo los caminos
el esbozo sutil de la esperanza
que dio paso 
al  obstinado zarpazo
del intento y el olvido

nada… 
…nada en nuestra edad 
se hizo en borradores:
todos fuimos propósito
de octubres
sueño de mejores eneros
delirios desandando
infamias y rencores

sobre la fábula del vino
unos y otros levantaron mortales
salamandras contra la voz
y alzaron los gatillos
frente a oscuros 
oráculos al miedo
sobre duros 
presagios del recuerdo

...nada 
nada en mi edad 
se hizo en borradores:
el miedo no pudo filtrarse 
entre las sombras … ...ningún 
exorcismo fue propicio
a nuestra sed 
de constructores     

… hemos hecho 
posible 
la luz
aunque la luz transite 
—ahora— sus caminos 
más fríos 

ya 
hemos cruzado 
la calzada más alta y hemos salvado 
el paso
y —a pesar de los fantasmas—
a contravía de los sueños 
aterrados 
hemos sorteado abracadabras
lidiado desvencijados espantos
que sitian —todavía— los sueños 
de los hombres
despiertos con fuerzas milenarias

hemos abatido a enloquecidos 
cangrejos de resignación 
y desamparo: ninguno de nosotros 
—lo sabemos— pudo inventarse 
la guerra  ...y sin embargo 
ninguno 
trajo en su equipaje
el horror de alguna paz 
inmerecida

tal vez por eso 
ahora 
rompemos nuestras lanzas
contra los proxenetas 
del olvido





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