jueves, 11 de junio de 2015

JOSEF AMÓN-MITRANI [16.243] Poeta de Colombia


Josef Amón-Mitrani 

Nació en Bogotá, Colombia en 1987. Se graduó de Filosofía en la Universidad de los Andes con una tesis en autores presocráticos. Cursó, a su vez, estudios de dramaturgia y guión para el cine y la televisión en la escuela de cine Black Maria. Al poco tiempo de iniciar sus estudios de maestría en literatura religiosa, en la Universidad Hebrea de Jerusalén, se retiró por un tiempo del mundo académico para fundar la Escuela de Piratería y Analfabetismo poético. Recientemente ha publicado algunos poemas rústicos (como él los llama) en revistas independientes de España y Latinoamérica. En 2012 apareció su primer libro: Mamarracho de meditaciones imposibles, un proyecto de “escritura elástica”que desarrolló en la ciudad de Tel Aviv. Al regresar a Bogotá, ese mismo año, participó en la fundación del Taller Ciudad de Nubes con el propósito de promover el arte independiente. Hoy, además de los quehaceres del Taller, dicta clases de literatura y artes en el bachillerato y cursa una maestría en literatura en la Pontifica Universidad Javeriana. En el 2015, la editorial Domingo Atrasado publicó su segundo libro: una antología de“poemas rústicos” titulada Lluvia de astronautas.


Escrititicos
por
Josef Amón-Mitrani


Serie de escritura curiosa:
dedicada a Emily Bernstein  (una muchacha de Nueva York)
y a un buen conocido (que no me recuerdo su nombre ni su apellido)



א

Lo que escribo hoy no es realmente importante
solo lo escribo por escribir, por, ¿cómo decir?
por escribir

Ni un poema de amor ni un poema de odio
ni un poema de vida ni un poema que hable sobre «la nausea» de Sartre.
Solo un poema:
uno que no fuera un poema poema

No siento nada importante para escribir
no soy nada ni nadie
para hacer un poema importante

No soy nada para ser
algo.
No soy nadie para ser
alguien.


ב

Como siento tanto
ya no siento nada.

(Creo que lo que dije en los primeros dos versos de este pseudo-poema es verdad,
creo,
en verdad,
que es verdad. Demasiado verdad).

Me cansé de sentir
y eso, para mí, es demasiado sentir

(es verdad,
creo,
en verdad,
que es verdad. Demasiado verdad).

Ya no quiero escribir más esto,
hablo muy en serio,
me cansé de sentir:
ya
no
siento
nada.

ג

Hace seis días creía que todo el mundo era un poeta.

Hoy, después de un día que se le puede llamar feliz,
creo,
con claridad,
que nadie es un poeta

¿Qué es ser un poeta?
pues nada,
pues nadie.

Lo que hay en este mundo es:
burocracia,
grafitis,
gelatinas racionales-racionalistas
y gentecita que va a los museos.

¡Poeta será su madre!


ד

¡Yo lo sabía!

Estaba seguro de que mi mareo y mi nausea fueron causados por la falta de sueño.
No dormía hace cinco días y medio
(digo, un poquito aquí
un poquito allá)


Y hoy ya dormí muy bien

(digo, dentro de lo que se puede)

¡Gracias!


Muchas gracias por la cama y los fríjoles con arroz.

ahora ya estoy mucho mejor,
ahora ya estoy bien.


¿Cuál es, entonces, el siguiente paso?

fácil:
de nuevo a la soledad;
de nuevo a el laberinto que pintó un viajero.
(digo, yo me quedé con aquel dibujo de aquel laberinto
para meterme en él cuando se me pasara
la nausea y el mareo).

ה

Hoy he pensado mucho en dos cosas:
en un cuento que no entendí
y en algo que sí entendí pero pretendo no haber entendido para seguir escribiendo
esta serie de cinco poemitas que no son cinco ni son poemitas.

El cuento que no entendí aporta la forma
de estos versos,
y la cosa que sí entendí aporta el contenido
de mi mediocre y obsesivo modo de escribir estos versos.

Claro está,
El cuento aporta algo al contenido
y
la cosa aporta algo a la forma.

Ya está.


ו

Este escrititico
de cinco escrititicos
hace que esta serie
de cinco escrititicos 
no sea una serie (de cinco escrititicos).






Niño flotando #1

Hay, en el viento, 
que vuela con las formas de los bichos 
y el gusano y el río que nunca va a llegar, 
un niño de botas de goma y mugre,
paloma agria y fábula quieta y paleta de mandarina. 
Un niño que chupa el piso
para llegar al pulmón de alguna abeja.

Siente una fiebre que se le riega 
por todas partes, y él ahí, 
sentado en una banca, 
escribiendo las pistolas de agua, 
la estampilla de Frank Sinatra y el dibujo
que pintó para poder llegar al aire;
al viento;
a las ballenas;
al muelle;
al espacio de la nieve
que no existe en el país.

“A nosotros 
(decía con ojeras y bosque y chaqueta de cuero),
los que todavía no hemos aprendido a ser poetas,
nos salen ronchas y carnes
en la piel;
nos sale mostaza en los ojos
y agua salada en la taza de café”.



Niño flotando # 2

Mientras tanto, 
un chorro de burbujas se va quemando
en el talón,
en el frío de algún mundo…
…y a lo lejos del balcón
sale un hombre con pantuflas
y el sol que arranca el párpado de cinco moscas.
11:00am en la casa del señor: 
no hay ni un chorro de vaso sanguíneo,
no hay ni un poster del Che,
ni Schopenhauer, ni Verlaine:  
la vida no es más que una hora antes 
de salir para su fábrica de algodón,
la piyama y el periódico de los hombres de bien
que mezclan el café de una mañana sin Rimbaud,
sin Whitman, sin Artaud.
Es ese hombre, a lo lejos del balcón,
que no sabe que en el fondo del asfalto
nace un soplo, una grasa, una roña,
un cielo amargo que no respira la lluvia
en forma de arcoíris del color;
una culebra,
fondo del tequila, Coca-Cola, sombra y acordeón.

Debajo de la tierra, y él no lo sabe,
vive una idea cósmica que asfixia
y se va inyectando en los pequeños
pedazos de alma que le quedan a ese niño
que flota, burbuja, y que aún le queda un poco del alma.
Queda, querido niño ahogado,
solo un poco de letra
que de lírica no tenga nada;
que de poética sólo tenga telarañas.



Niño flotando # 3

“Querido: 
He sentido últimamente
que ya nadie me quiere;
que ya nadie me convierte 
en el insecto
que puede,
poco a poco,
carcomerle la parte de adentro de los huesos.
He sentido que ya no digo;
que soy sólo una nube…
Que me la paso todo el día
leyendo el techo
que es linterna
que es la física cuántica de un zapatero
que es calamar en un puré de calamar.

Y después, en la cama ya, 
el ruido egoísta de un espermatozoide, 
el punto muerto de cualquier muchacha, 
los anteojos que se le encaraman 
a los ojos de una piña
que sale volando, colibrí, 
por el hueco roto de una hamaca 
de un cuarto mío
que ya no dice, 
que es sólo nube, 
que se la pasa todo el día leyendo su propio techo,
su propio cuarto”.





HUECO

Cuando yo era cantinero
llevaba una camiseta sin mangas
con un hueco en el pecho.
Hoy, que enseño literatura en el bachillerato,
ya no llevo la camiseta sin mangas...
sólo me queda el hueco en el pecho



OFICINAS DEL EJÉRCITO

Saliendo para las oficinas del ejército
se me enredó la barba en el occidente del mundo.
Se me enredaron los pelos
en el árbol de cereza que vomita sonetos de Shakespeare



EN COMA

Yo vi los rezos dragonescos
que dejaron en coma a la biología,
yo vi el arte secreto de ir machacando
las leyes más duras de la ingeniería,
yo vi al mago degollador
que se degollaba a sí mismo
mientras se enjuagaba sus muelas de alcantarilla




EL CAMINO DE PUÑO INTERCEPTOR

Brinca una hemorragia de orgía machacada
en la potencia de cualquier estrofa,
porque la poesía es mi ring de boxeo;
mi fondo;
mi ojo morado y el chichón raspado
que sonríe en mi cráneo

Rebota una hemorragia de tripas
en el ardor de cualquier versículo,
porque la poesía es mi flauta;
mi sístole;
mi diástole;
mi visión nocturna;
mis botas belicosas y mi telaraña

Brinca y rebota una hemorragia de abejorros
en el bailoteo del GrUpO mÍsTiCo de los Lanceros.
Todo salta en
en salsa golf (Mayonesa + Salsa de Tomate );
en salsa mora

Mi camino es el
camino fábula del camino
único del impulso del Karateca:
¡Hemorragia!
¡Potencia! (P= W / t )
¡Lancero!
Lanzador de cuchillos, idólatra del agua-ardiente

“Be water” decía el sabio camino del dragón. 
“I am water” decía mi sombra
disolviéndose
en
electricidad 
 anti-democrática (H20)

(Es el arte de “hacer el cuatro” con las piernas mientras voy
devorando el botello de Arak.
Es meditar profundo sobre la posibilidad lejana y líquida de
hacer una orgía con los cuentos de Chéjov)

Miren, señores:
La vida es la paciencia del agua cuando cae el lancero de su
catapulta obligada...
y mi vida, insociable, es un MaNiMoTo:
tieso antes probar los flujos, pero ahora blandito y sin su
afanoso sabor a sal




TRABAJAR Y ESTUDIAR AL MISMO TIEMPO

Estoy cansadito...
cansadito de los músculos en los músculos.
Cansadito del arte de subir
y bajar por el televisor de mi mareo.

Te quiero escribir, así cansadito, 
algo que (ya) no sea poesías y músculos 
de dos amigos que fumábamos maderas
y escupíamos tortugas y alicate pum
pum 
chis pum

Estoy cansadito...
cansadito de las rodillas,
cansadito de la poesía poética te vi...
Te vi en una foto y se me vino
,así nomás,
,así de frente, 
un bombillo de niña de moñito y música 
y me dieron pum
pum
chis pum
ganitas de amor.

Pero, como yo soy de esos poetas nuevos
que andan con los pelos parados pum. 
Como yo soy de los punck-rock
que vamos por los andenes pumpum 
escupiendo aguardiente de la sangre de nuestras águilas
que habitan una metáfora (ya) cansada...cansadita...

Decía,
como soy eso,
no me pueden dar ganitas de amor. 
Pum.
Te vi.

Pero igual te vi. 
Te vi en una fotico.
Y así, con este cansanciesito tan físico, 
tan de músculos, 
tan de cuando uno jugaba al fútbol en las tardes 
del colegio ese, de mi colegio ese donde llovían los martillos,
con ese cansadito
de tener los músculos
tan pero tan pero tan llenos de poesías poéticas
y la poesía, así solita, 
siendo lo único que tengo en la culebra de mi cuarto 
construido por libros y nubes que montan bicicleta y libros
y libros y libros y libros y libros
pum.
Te vi. 

Cansadito pero te vi. 
Y te escribí (cansadito (ya))
como soy eso, 
no me pueden dar ganitas de amor pumpum. 
Cansadito de todos los músculos,
cansadito de verte en foticos,
cansadito de todos los andenes.
Cansadito, sobre todo, de escribir poesía
cada vez que estoy cansadito 
y te vi.
Pum 
pum
chis pumpumpu





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