jueves, 3 de mayo de 2012

6674.- NICOMEDES SUÁREZ ARAUZ


Nicomedes Suárez Arauz (1942). Nació en la población de Cachuela Esperanza en el departamento del Beni (Bolivia), es un autor universal, reconocido mundialmente como uno de los creadores de la "poesía concreta", que ha influido en forma muy importante en muchos poetas de fines del siglo XX. Actualmente reside en los EE.UU., impartiendo cátedra de literatura en universidades de ese país.


Receituario amazónico, de Nicomedes Suárez Araúz

Por Marjorie Agosín

El muy extraordinario poeta amazónico Nicomedes Suárez Araúz ha creado una colección muy única en la poesía de América Latina. El lector que se adentre a estos textos encontrará imágenes desbordantes, sabores deleitosos y, más que nada, un sendero de fauna, flores y símbolos que invitan a la posibilidad del gozo que es la verdadera poesía. Estos textos son sugerentes, exquisitos, e invitan a los sentidos y al paladar. La imaginación y la poesía se alían en las potencialidades de un lenguaje inquietante, ágil y misterioso. La lectura de este poemario se acerca a la magia y al dominio de los sueños.
Las recetas son a veces simples, complejas; son posibles e imposibles. Son para aquellos lectores cocineros que manejan con habilidad el arte de la magia y de la ilusión. Por ejemplo, las Orquídeas Amazónicas “se pueden hacer del tamaño/ que se desee/ con sólo variar/ el molde cortador de masa.” También estas flores amazónicas son parte de la historia que invadió en forma feroz a estas tierras: “La forma normal de estas flores/ es de tres sépalos y tres pétalos/ sin contar el primero/ que cayó en 1542/ cuando Francisco de Orellana y sus huestes/ irrumpieron en mi río.”
El paisaje amazónico, el río del poeta, es un manantial de una imaginación devoradora que configura el espacio lírico de estos poemas sensuales: manjares auditivos y fragrantes. Nicomedes Suárez Araúz ha logrado crear un recetario de imágenes geniales y apasionadas. En el poema “Papaya cristalizada,” se cocina mezclando la fruta con sol: “Se corta una papya bien madura/ y se le quita sus semillas negras,/ dientes cariados del trópico./ Se pela la papaya/
y se pesa./ Se aumenta igual peso/ de sol.” Y en el poema “Pan de mentira,” la receta se entibia y se acompaña con “algunas leyendas de riquezas.” Además el poeta da instrucciones para la forma de ingerir los alimentos: “Se come un poquito cada día/ con el chocolate espeso de la noche.”
En “Pepitas de almendras,” vuelve Suárez Araúz a instruirnos en las alianzas entre la cocina y la historia: “Luego se le agrega canela molida/ y las armaduras enmohecidas/ de Lope de Aguirre y sus soldados/ para darle color de pepa.”
En la historia de la poesía americana y a las instancias más famosas de poesía culinaria, como el célebre recetario Comiendo en Hungría de Pablo Neruda y Miguel Angel Asturias, o las odas nerudianas que celebran la asombrosa posibilidad de la vida y la naturaleza, debemos incluir a estos poemas memorables por su belleza exquisita, por su complejidad y misterio. Pero más que nada por la capacidad creadora de Suárez Araúz que nos invita a compartir su amada Amazonia, con sus fábulas e historias reales e imaginadas. El poeta cocinero es a la vez mesurado y exagerado en sus ingredientes. Es hábil en mezclar ciertas palabras y olvidar otras, pero más que nada es genial al compartir la belleza de lo que ama y describe con ternura, con picardía, con fabulación, como por ejemplo en el poema “Árbol”: “Tiene que llevar formas/
irregulares con sobresalientes,/ así como Iquitos, Leticia, Riberalta,/ Manaus o Belém/ se elevan en la selva/ sobre el nivel de las aguas.
Recetario Amazónico [Edible Amazonia] es una celebración del paladar y los sentidos/ fiesta del lenguaje y visión de la historia, una orquídea para saborear y comprender la vida en los “verdes llanos de la amnesia” de la Amazonia.



ORQUIDEAS AMAZÓNICAS

Se agarra un pedazo de luz del alba
y se dobla la punta
dándole forma de bastoncito.
Se le agrega goma
para que prenda la bolita de masa
preparada de antemano.
Con ésta se hará el pistilo.
Se agarra un poquito más de masa
y se le pone tinta verde bajita.
De este pedazo se forma el receptáculo
que se coloca en la parte inferior
de la orquídea.
Una vez cortados los pétalos
se adelgazan los extremos de la masa
con los dedos y se pegan alrededor
del pistilo. Se pintan con colores bajitos,
blanco, rosa, celeste, violeta, agregándole
como gracia unos lunarcitos y bordes oscuros.
Las flores y los moradores del río
siempre se ponen a secar parados
ya sea contra un pedazo de cielo o de masa verde.
Se pueden hacer del tamaño
que se desee con sólo variar
el molde cortador de masa.
La forma normal de estas flores
es de tres sépalos y tres pétalos
sin contar el primero
que cayó en 1542
cuando Francisco de Orellana y sus huestes
irrumpieron en mi río.




PIERNA SILVESTRE

La pierna se lava y se raspa
el exceso de gordura que hubiera.
Se pone en una asadera al horno.
Una vez que larga un poco la gordura,
se cuece hasta secarse y se cubre
en azúcar y caldo de piña.
Se deja en horno fuerte
cociendo unos veinte minutos.
Al retirar del horno
se corta la pierna de indio formando rombos
colocando un clavo de olor
en cada uno.
Los rombos se comen
con yuca hervida
y una tajada de silencio.




SALSA DE AJI

Se añaden sal y pimienta
a una cucharada de ají amarillo molido
con una cucharada rasa de pesares.
Se pone sobre el sueño
como se pone mantequilla al pan.
Después de sacar del sartén
a las fragatas invasoras
se pone caldo o agua.
Se hace dar un hervor
y se vacía como un grito
entre los vivos y los muertos.







Semillas amazónicas

Quizas un dia,
hacia el fin de lo tangible,
hablemos con nuestras bocas
soldadas en las semillas
de una fuente de sol.

Y nos irimos disecando
hasta ser solo semillas,
esperando bajo tierra
el nuevo fulgor del verde
en nuestro centro.










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