martes, 3 de febrero de 2015

ARI J. GONZÁLEZ [14.664] Poeta de México


Ari J. González 

Acapulco, México  1988. Textos suyos aparecen en Punto de partida, Kátharsis XXI y Los bastardos de la uva. Actualmente es beneficiario del PECDA Guerrero, en el área de Letras.



Flor de hoy

Después de todo,
hemos creído al fin que la guerra es lo permanente,
que la militancia y la comandancia,
nacen y desnacen al son de un taconazo,
de los taconazos de todas las marchas del mundo;
hemos visto al homo ludens romperse la crisma
contra lo inmediato: niños
desiertos y mares ciudades,
¿qué fue primero, la guerra o la paz?
no encontramos otra respuesta que lo constante
del suicidio y de las botas de sangre salpicadas,
que el cañón, la ojiva, la bomba y la navaja,
cosas todas dulcísimas en su generosidad inmutable
de estar siempre alertas, con el metal caliente
y filoso como un pito dispuesto a perforar todas las carnes,
a eyacular en ellas su semen de muerte y preñarlas de la
nueva, floreciente guerra.





Casa imaginada

I

Pensemos en la ventana
crucificada,
atenta y fría, 
puesta hacia el vacío,
colmada y
miserable,
incapaz de arrojarse
por ella misma.


II

Digamos que el piso tiene
agraciados favores:
sobre él habitan las cosas todas
y andan libres,
y descalzas, las mujeres.
Sólo una terquedad lo enviciará
a partir de ahora:
su gana de pararse,
hacerse vertical y móvil,
y conocer la vida en otras huellas.


III

Que tenga el techo la cordura
de permanecer concreto
y no ser imagen,
elevación del día errante.
Detenerlo el aire en su tendencia
por ser más que oficio —
y derrumbarse
hasta los escombros de la muerte
y el silencio.



Poética para una deconstrucción periódica


dos mil catorce años siendo junio, al tercer día del viejo dios de la guerra

Acapulco:
de sexo
fue hallado
 flotando masculino

una edad aproximada a los treinta y cinco,
la “presentaba” con toda la seriedad de un hombre muerto,


          las playas son hamacas para rescatar el cuerpo a los ministerios
          tradicional es solicitar un cadáver 
          entre las aguas de ese mar
          descubrirlo en sus regiones navales  malecones portuarios
          una persona una máscara al filo del auxilio en nuestra llamada

lo anterior 
se informó se dio cuenta
se acercó         se trasladó
se presentó se halló

y posteriormente 
se ahogó a sí mismo

al tratar de saber si estaba viva la noticia

pero no era más que un cuerpo
ocurrió que estaba muerto en el principio


           los pescadores del lugar 
           llegaban a divertirse
           junto a los bañistas 
           a esa hora de antes lunes y mareas;
           acudían, vestían cada short cual verde y el costado azul
           de las siete treinta, como lo marca la ley

intervención inmediata
de los elementos  de las aguas de la playa
del agente en turno de quebrado y pelo
de la policía   del público adscrito

quienes esperaron a más de una que acudiera
para llevar las diligencias
presumiendo los elementos

en seguida dieron parte
de rigor dieron y lo sacaron
a dar servicio a los del foro



             en calidad de nadie
             alguien le “ayudó” a perder la vida
             era el momento de las solicitudes entre las aguas
             la llamada al filo del costado resuelta había sido ■

             Los restos levantados mortales fueron.
             El cuerpo del ahora quedó tirado bocarriba.
             Acordonado por los elementos, el lugar fue ocasión para el traslado.

             Se hacen amarres, endulzamientos,

             un centenar de cascajos percutidos. un auto negro.
             huellas .223 de rifle AR-15. 
             huellas .9 milímetros portaban ambos bandos

             reconciliaciones, separaciones, 

             Al filo del cuartel lo asesinaron, a 200 metros del policía más cercano; 
             un agente inspector 
             ocular de cuerpos fulminados, 
             observa su reflejo en un iris 
             ajeno al mundo que lo tuvo

             curaciones: 
             magia negra, vudú.

             Un enfrentamiento a tiros necesita de dos bandos.
             Bueno o malo, elegimos nuestro grupo en las apuestas.
             Entre uniformados policías, ministeriales o estatales, ¿por quién decidir?
             El poema no toma partido por los hombres 
             que se debaten en sus líneas   (de fuego) ■





                                                          Esta fotografía  anula
                                                             las posibilidades de la
                                                             s  i  g  u  i   e   n   t   e


un hallazgo de materia antes palpitante en inmediaciones de una calle



                                                              No hay correspondencia
                                                              entre las imágenes        :
                                                              son ciegas,       obscenas
                                                              lenguas            de  papel
                                                              entre la sangre


una calle que no existe más que en la carga de un animal caliente entre los ojos ■



En la primera plana dos muertos conviven lado a lado;
podríamos decir que van en hombros 
como el santo en carnavales.
Con toda su falsedad, esa cercanía 
los hace compartir la muerte y el espacio
un instante,
incluso cuando han muerto a kilómetros de distancia
sin miradas ociosas que los comparen a los amantes en el lecho.■


Un viernes que para amores infinitos amarra dos ochos frente a frente, desde hace siglos

Un retén entre la concepción
Una asamblea para asesinarla

En las notas se dijo
                        Sólo una vez nos madrugaron los sicarios que también iban
                        Los vamos a venadear en el templo de Venus
                        Los vamos a amarrar del mismo sexo

Venadear el pago de los muertos
Chingarse al muerto con impuestos

Se dijo también
                         En la pachanga de los docentes trabajos gratis para amores imposibles
                         En la secretaría de educación hasta muertos cobran el estado
                         Asesinar al comunero o levantarlo como a un pueblo un machete

“Usted no me diga nada,
yo le digo a lo que viene”
Templo de Venus, soluciones en veinticuatro horas.
Sólo necesito su nombre o su fotografía.


En el festejo tuvo lugar la lluvia de aplausos flores y macetas para no sufrir más
Los docentes estuvieron contentos a pesar de la declaración enésima del cobro de los mentores fallecidos

La asamblea de la comunidad fue interrumpida ayer día por el ataque de la hembra. En respuesta las mujeres y algunos hombres la siguieron. Hembra de venado dirigida al templo de Venus. Al llegar a la morada, salió su esposo con un machete y una piedra en el regazo. Era el grito del miedo renunciado. No podemos educar a los muertos para que no se metan en asuntos de los vivos. La gente respondió con rocas del mismo sexo a la cara del marido. Un retén entre la concepción del templo y la comunidad. Una asamblea para asesinarla ahí mismo de cuerpo entero. Piedras en el lado derecho de los cráneos. Sacrificio de pareja híbrida a la entrada de una casa.

El templo es morada del asesino
casa del gobierno de por vida 
escuela en el arte del amarre
Después de las fiestas
es recomendable seguir hasta ahí 
a las víctimas del progreso cuaternario

La asamblea interrumpida continuó sus labores al día siguiente. Con todo y muertos, querían chingarlos como antes tiempo, se dijo. Pero no habría de renunciarse a la concepción de la madrugada. 

Los muertos salen a cobrar una tarde 
en que todos vamos de compras 
disfrazados de hombres y mujeres vivos
No andan por el súper o en la plaza 
para no sentir lástima por nosotros
mientras llevamos nuestra esperanza
en las bolsas del mandado.

Madrugada: 
retén natural en que piedras y machetes simulan llevar un sexo amarrado entre las piernas

Un muerto no cobra para repartir la lana con los otros
Los muertos no cobran en flores salvo en el sueño de los deudos ■



[El poema es ese muerto que aparece en tabloides de bajo presupuesto. Lo encontramos a mitad de camino, entre el graznido político y el apartado de espectáculos. Pero sabemos que está muerto desde el principio; no en el principio de los diarios ni en la primera plana de estas hojas, está muerto desde antes de las noticias de este día, justo cuando creíamos que un poco del odio del mundo se había ido por el excusado] ■


Se amarra a un poema como a un cerdo a la cabecera de la cama.
Se le endulza el lomo con la tintura de la sangre en las banquetas
o se le anuncia en los clasificados de los diarios para encontrar al amor en la discordia.
Reconciliados con la bestia, curamos la falta de amor verbal.
Curamos la falta de amor y el atropello del cuerpo separado.
En la negra religión de las ciudades, vigila el sueño un ojo porcino.
Las imágenes de ese iris nos atan hasta morir con ellas ■


[La noticia de la palabra nos llega demasiado tarde aun con las prisas de las ediciones. Objeto mutilado en marcos de la primera plana, un brazo sin sangre ahuyenta los vestigios del significado. No hay tal inmediatez de la verdad. Un cuerpo amordazado, garganta llena de heces y escorbuto, es la palabra de rutina. Lector, abre la boca exhausta de este diario y amputa la lengua cancerosa] ■





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