lunes, 26 de noviembre de 2012

HU XUDONG [8570]


Hu Xudong (Chongqing, China, 1974) es poeta, crítico, ensayista, profesor y traductor. Graduado en Literatura Comparada y Doctor en Literatura China Contemporánea por la Universidad de Pekín, donde es profesor asociado del Instituto de Literatura Universal y es vicedirector del Centro de Cultura de Brasil. Ha publicado siete libros de poesía, tres ensayos y varias traducciones, incluyendo una nota de viajes de Brasil y algunas traducciones de poetas brasileños como João Cabral de Melo Neto, Vinicius de Moraes, Carlos Drummond, etc. Sus poemas han sido traducidos al inglés, español, alemán, portugués, sueco y japonés.
Ha ganado múltiples premios, entre los cuales destacan el premio de poesía Liu Li´an, el Rougang, el Tomorrow-Erguna y el Premio Diez Mejores Poetas Nuevos. Participó en el programa International Writing de la University of Iowa y ha pasado por el The Hermitage Artist Retreat en Florida. Recientemente ha sido profesor visitante en la National Central University of Taiwan.
Publicaciones: Travel/Writing (poesía, 2011), Eat/Think (narrativa,2011), Eternal Inside Woman (poesía, 2010), Strength of Calendar (poesía, 2008), Hidden Passion in Brazil (narrativa, 2007), What time is it there (narrative y poesía, 2006), Random Words of a Random Life (narrativa, 2005), El amor en los tiempos del SARS (poesía, 2003), Juice of the Wind (poesía, 2002), From the Water Edge (poesía, 2001).






VOZ INFANTIL

Un amigo de voz infantil te lleva
a comer a un restaurante lleno de chicas con voz infantil.
En la televisión la presentadora de voz infantil
transmite con voz infantil asesinatos y entretenimientos.
Cuando la camarera con voz infantil
va a tu lado con la carta2 de voz infantil,
de repente te apetece comer la deliciosa vocal de sus cuerdas vocales,
te apetecen las dieciocho rimas de Pingshui3 de voz infantil.
Empiezas a comer con los oídos: lo que comes
son ensalada de voz infantil, voz infantil cocinada al vapor,
cazuela de voz infantil con brotes de bambú y una
gran sopa de voz infantil, ostras y col ácido, aliñada con tonos modales.
Después de la comida, incluso tus retinas,
están cubiertas de una pátina de voz infantil. Entras
en el metro de voz infantil y ves unas
medias de voz infantil murmurar entre las piernas.
Y tú estás condenado a no poder absorber todas estas
voces infantiles. Al final se transforman
en tu estómago en cálculo de voz infantil en forma de isla pequeña.
Mientras tú sigues digiriendo los feroces verbos continentales.









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