jueves, 14 de marzo de 2013

FRANCO CASTIGNANI [9437]



Franco Castignani nació en Bragado (Prov. De Buenos Aires, ARGENTINA) en 1985. Es Licenciado en Ciencias Políticas. Se encuentra cursando la Licenciatura en Filosofía (UBA). Ha publicado textos en la Revista Plebella y La Voz Joven. Ha resultado finalista en el IV Certamen de Ediciones Ruinas Circulares (2011). 
Ha publicado el poemario El sueño del soldado (Editorial Ruinas Circulares, Año 2012)
Actualmente cuenta con dos libros inéditos (género poesía).



mujer se acerca, besa la herida

camina descalza
sobre el barro

abatida en el fuego
de la tarde

desolada
cubre su piel

con agua
de tormenta

los párpados
se visten de llanto

la niebla entre
sus manos blancas

al fin es mi devota
compañera

*

el centro

en el centro
de la tierra

un fuego
salvaje

consume
otra vez

los silencios

[de El Sueño del Soldado] 







parabellum

la lucha es clamor solitario, madre

sobre cielo plomizo un sol ardiente
cubre el campo de ortigas rojas

pobre comienzo animal, madre

ahoga

tristes

fortunas

[de El Sueño del Soldado] 






acerca de


precisa la muerte en la batalla
al encontrar la herida

el canto ínfimo

precisa la muerte en el camino
al encontrar

el canto
la herida

gran palabra

llamado vacío

hermana perdida
en el clarear
del látigo

[de El Sueño del Soldado] 








instrucción


hay quien especula y hay quien se quema en el propio fuego
leopoldo marechal                                                


da un giro
o dos o tres
el soldado

un roll (quizás)
hasta alcanzar
el centro de
su sueño

su espejo
brotando
en el fuego

cuando llega
(si llega alguna
vez)

se arma
de paciencia
y espera 

[de El Sueño del Soldado] 






Poemas inéditos

IV


al acecho de algo que ya era tu mirada
serpentea bajo el rocío; es aún temprano
el cuerpo no despierta una taza y otra de
café no aplazan el cansancio ni callan el
rabioso canto de la carne bajo los árboles

volvés a tu casa decidís quedarte allí
sin demasiadas pretensiones sólo
esperar la llamada de alguien
que en otro tiempo te vestía
de sierva o nodriza para reinventar cada
amor cada dolor;  “ el problema no es la
libertad sino encontrar una salida “ te decís,
la radio anuncia próxima invasión de abejas
producto del indeclinable cambio climático,
se acostaba con el juez, quien luego la
prostituía para que el mundo sepa y
entienda de una vez cómo hay que
tratar a las mujeres;  

ellas corren como lobos enfebrecidos
beduinas a punto de perecer en la mitad
del desierto;

no es sencillo todo esto el resto de los
mortales duerme o grita en silencio
vos intentás abrir otra puerta
una grieta interrogar las cicatrices
aún abiertas desaparecer entre
la gente salir





VII


eterna la música de una palabra,
guerra que se vuelve absurda
y prolongada / ni adentro ni afuera
sólo un testigo muy pocas veces invocable;

te acomodás sobre la almohada no hay
mejor posición que aquella que se encuentra
y en el mismo instante se pierde pensabas
se siente en los brazos los tobillos se hinchan
las venas a punto de estallar el infinito de un
cuarto sutil imagen para lo que muere;  

desordenaste los recuerdos / otra vez es otra
noche y la misma  el cielo arquea su boca
de azufre pronto sudestada quizá todo acabe
de una vez para recomenzar los esclavos canten
al fin sus deseos sin ser apaleados tu pena y la mía
aquí como peces heridos que vierten su sangre

inocente en círculos sobre todas las costas
se pierden alojan el mar





VIII

                                                                                              minding me to know                                                                                           that I`m glad                                                                                        Sufjan Stevens

oís sol moribundo siete cisnes 
tocan la puerta melodía de lobos
hambrientos por detrás se abren
el pecho muestran su secreto
luz tenue quién violentaría
este instante sino un rostro
desde siempre amado y
perdido conmoción mis
hermanas se han alejado
como agua que corre
busca huracanes cojo
cazador tanto bosque encinto
de malvones te abruma sopla
viento fuerte aquí aliento redime
voz  muñeca ronca bocanada
se tuerce hasta dar en el blanco
distancia es aquello que merece
cada lobo al subir la montaña
más empinada ya sin pelo
sombra o presa que
alcanzar

De: "Poemas de amor y guerra" 






Tres poemas inéditos, que formarán parte de su próxima obra Corpusculario


CANCIÓN DEL CREPÚSCULO

al ocaso marchad amiga
que muero con la muerte
y si muero no es mi muerte

las calles estrujan la sangre
con su puño de hierro
acompañad un cortejo de
pájaros blancos que beben
del rayo beben y trinan
furiosos a la noche y caen
sin memoria ni olvido caen


al ocaso marchad amiga
que muero con la muerte
y si muero no es mi muerte

brisa misterio amado
apaciguad tanto hambre

de mundos en la carretera
alguien acuna un sol observad
el ruido de los muros
el ojo roto la lluvia
impaciencia nueva
gran salud rojo estertor

al ocaso marchad
amiga

amada
misterio

salud
ternura


y un
dolor







ETOMÍN

H. V. T

hombre que
te mides con
el pulso
de las
últimas
olas


en tus brazos
la dicha de un
agua
negra
avanza

-estallada-

hacia la luz

construye
el silencio

feroz
compañero


padre
de las mil
heridas

las mil
y una
noches

al filo del viento

silencio

el hombre
es un
barco errante
sobre las costas
de la noche

trepana las rocas
congeladas

hasta devolver
al mar
su olvidado
fulgor






CANCIÓN DEL AHOGADO

dice cuerpo como
dice sed como dice
trinchera
como dice
sexo
como dice
cuerpo
como dice
fragua
cosmos
como dice
cuerpo como dice
ángel como dice
muerte como dice
dolor agujero
cuerpo como
dice
amor









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