miércoles, 12 de septiembre de 2012

7810.- ALEXIA CARATAZOS


Alexia Caratazos nace en Santiago de Chile en 1985, cursó estudios de Literatura y Pedagogía para Enseñanza Media en Lenguaje dentro de la Universidad Diego Portales.

Su participación literaria la ha cursado en proyectos poéticos como: "Cantares: Nuevas voces de la poesía chilena (LOM, 2004) cuya selección estuvo a cargo de Raúl Zurita.

En la actualidad se desempeña como docente, editora en Cuadro de Tiza Ediciones y proyectos literarios como "Desbordes" junto a Julieta Marchant (2009)

El año 2010 publica su poemario "Lenta" por Cuadro de Tiza Ediciones.






No he sido más que un mismo dolor 
en dos cuerpos uno afín, de la herradura marcando los pasos
con fuego, caliente, quemando
marcada de por vida
dos mujeres nacidas a la fuerza, expulsadas con rabia
como si no quedara más imagen que un techo cayendo a pedazos
para luego desaparecer en un mar inmenso
como inmenso es lo amargo de haber nacido amarga
rocío agresivo o amante 
todo sucede en las piernas: las marcas, los pasos, la pena.






Quise ser héroe o fruta madura
terminé siendo traición
agua salada que viene a carcomerlo todo
y dejar costras
manos retorciéndose unas a otras
intentando recobrar el dolor primero
ese que es dulce, que no raja el velo
y nos permite seguir intuyendo
lo que pasa allá al fondo.




Selección de poemas 
Lenta (Santiago: Cuadro de Tiza ediciones, 2010)



CIERRE

tibia por dentro el vaho me sale de la boca empaño los vidrios ya no hay corazones dibujados sólo la ceniza del cuello estirado escuchar más allá en el carbón el reflejo del pez en la muralla apagada esqueleto mi sonrisa el abrigo que es la trenza pegada a la cabeza amarrada con pánico en la noche párpado aire azul que me sale por la nuca la nuca y la boca el vaho el espanto de ser tibia por dentro afuera estatua dura huesos grises laberinto cerrado sin cara sin mueca no hay llanto el agua no cae queda atrapada se hace carne caliente cuerpo cicatriz persiana estática llena de polvo dedos rocío café pieza subterránea sin ventana ni puerta ni agujero por dónde.



BOCA

tengo la boca triste como si se tratara de un pájaro muerto o del olor de los árboles cuando es la noche y de mis ojos salen perlas opacas medias muertas nácar marchitado y hablo de mi boca como se habla de un molusco blando varado en la orilla de la playa fría tan fría y mientras la digo me la voy cosiendo con hilos gruesos con lana dura y seca me muerdo la boca la como a pedazos mientras hago rodar la almendra pelada sin cáscara y salada por el estómago duro atento inclinado esperando el gesto comerse el gesto la mueca que diga algo que descosa la boca que raje las piernas.



LENTA

a M.A.

fui lenta en el letargo la cama la modorra de una mañana blanda una mañana donde tu nombre en mis piernas mi voz fuiste también lento adormecido en una pausa de gemas y girasoles blancos telas de espejo y cebolla todo lo transparente agitándose ahí mismo entre nosotros siendo otros siendo lenta música acordeón agua como tu voz que es lenta es transparente y lenta agua de estanque verdosa y quieta y nos miramos con los ojos tibios y nos decimos los nombres y los nombres son todos los nombres los nombres son el encaje los corazones dibujados la ropa chorreando la línea del tren los nombres son la altura de ese lugar ajeno de piedra y eco donde no se escucha cáscara de huevo postal en la muralla lápiz plateado. Azar.



MUDA

no sé decir el nombre de lo mudo de lo que no se deja tocar rozar tampoco sé la anchura de los ojos del río el pez encerrado sé del alga que amarra sapos ranas animales de agua que respiran anfibios no sé el transcurso el tiempo la memoria sí sé el agujero que se mete en la tierra y hace que en ella aparezca un agujero sé de la planta que se planta el día después le temo a lo húmedo y por eso no me riego me escondo en las flores los arbustos no me riego no tomo agua no sé tragar.



DOMINGOS

domingos viejos crujen madera añeja noches calurosas bellas durmientes pequeñas fugas de gas no aguanto el olor del agua cuando es tan caliente la nariz tan helada las sábanas tosidas mojadas deshechas domingas no escuchan la escarcha el susurro mano abierta estómago blando el ombligo es un pozo un eco un hoyo alargado contándome fábulas de lagartijas dormidas

calabozos 
castigos en la piel 
desecha roja quemada 
burbujas suaves 
al final.






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