jueves, 11 de abril de 2013

FELIPE ARRESE BEITIA [9613]



Felipe Arrese Beitia
Otxandio, 1841-1906.
El poeta Felipe Arrese Beitia nació en Otxandio (Bizkaia) el 25 de mayo de 1841, hijo de Andrés Arrese y Tomasa Beitia. No fue persona de muchos estudios, pero sí muy religiosa. Tras comenzar sus primeros estudios en Otxandio a los siete años, dejó la escuela a los trece para ayudar a su padre en la carpintería construyendo cruces continuando la afición que desde niño tenía por la escultura. Tres años después marcha a Vitoria para aprender el oficio, bajo la vigilancia del santero Marcos Ordozgoiti; durante el día trabajaba en el taller y de noche estudiaba dibujo. Alumno esforzado, Arrese consiguió el primer premio de su promoción. Este hecho, y la predilección que sentía el maestro por él, le granjeó la animadversión de algunos compañeros, por lo que a los dieciocho años regresó a Otxandio donde decidió abrir un taller. Son numerosas las menciones que el poeta hace de aquellos años en el poema "Bitoria'ko Uria".

Viendo las facultades de Arrese para el dibujo y la escultura, la Diputación de Bizkaia le ofreció una beca para estudiar en Roma, pero el poeta la rechazó aduciendo los peligros que esta estancia acarrearía a su fe y a su moral. A partir de 1865 su trabajo de santero le llevó a recorrer Oñati, Donostia, Gasteiz, Aramaio, Abadiño, Arantzazu, Iurreta, Urkiola y otras muchas localidades, aunque pocos de los trabajos realizados han permanecido hasta hoy. Ese mismo año de 1865 publicó su primer poema y comenzó a escribir poesía para la revista Euskara a petición de Arturo Campión, creador y director de la publicación, que acudió de visita a su casa de Otxandio. En esta casa, en la biblioteca del segundo piso escribía sus poemas F. Arrese Beitia.

Trabajó también como profesor santero alternando este oficio con su amor por la poesía y por el euskara y realizando doble actividad en sus recorridos por Euskal Herria: su oficio para la familia y la poesía para "Ama Euskeria" ["Madre Euskara"].

En 1871 se casó con Ángela Bengoa con la que tuvo seis hijos de los que solamente sobrevivieron dos. En 1873, iniciada la Segunda Guerra Carlista, se declaró antimilitarista y se trasladó a Donostia, donde realizó los retratos de reputados ciudadanos vascos para colocarlos en el "Instituto Provincial". En este período, en 1874, publicó un manual de gramática y léxico vizcaíno: Diccionario y Manual Bascongado y Castellano y Elementos de Gramática. Conoció entonces a José Manterola creador y director de la revista Euskal-Erria, quien posteriormente publicaría sus poemas y traduciría algunos de ellos al castellano. Muestra de su amistad son algunos poemas que Arrese dedicó a Manterola: el poema "Nere erriko ujola", y fallecido Manterola, "Nire adiskide laztan", "Manterolaren eriotzea" "Euskal festa onen asmatzalle eta gidari On Jose Manterola zanari koroitzea".

Al cabo de tres años la familia volvió a Otxandio, donde en 1894 falleció su esposa, la que durante todo este periodo había leído y corregido sus poemas. A ella están dedicados "Anjela", "Eriotzea" e "Illetea". A causa de la juventud de sus hijos, volvió a casarse con Gabriela Iturrieta. Gozó de la amistad de numerosos euskaltzales; su amistad con el capitán Duvoisin, por ejemplo, surgió en los Juegos Florales de Elizondo. Fue también gran amigo suyo Antoine D'Abbadie, el impulsor y organizador de los Juegos Florales. Se relacionó además con Arturo Campión, con José Manterola, director de la revista Euskal-Erria, con Antonio Arzak, director de la misma publicación después del anterior, y con quien fuera director en el último periodo, López Alen. Enviaba sus poemas a Resurrección María Azkue para que los publicara en la revista Euskalzale, pero, además, la filología y el lenguaje eran tema de conversación entre ambos, por lo que Azkue tomó en consideración la opinión de Arrese mencionándolo, entre otros colaboradores vizcaínos, en la introducción del Diccionario Vasco-Español-Frances. Es de destacar, así mismo la relación epistolar con Sabino Arana, Ramón de la Sota, Juan Carlos Guerra, Trueba, Dodgson o bien Menéndez Pelayo y Emilia Pardo Bazán.

En su vejez abandonó su oficio de santero, a causa de una afección cardiaca y vivió sus últimos años gracias a la ayuda económica que mensualmente le hacía llegar un grupo de nacionalistas vascos acomodados.

El hecho de haber nacido en el periodo entre las dos carlistadas y haber conocido el surgimiento del nacionalismo tuvo gran influencia en Arrese. Aunque en un principio fue partidario de los carlistas, su modo de pensar cambió paulatinamente; la primera manifestación de su pensamiento político aparece en el poema "Milla zortzireunda irurogeita amargarren-urteko udan ipinitako buru bidia, ur-etxe edo bañutegi bateko salan kantetako" publicado en Revista Euskara. Pero tras la firma del acuerdo de Amorebieta el 24 de mayo de 1872, abandonó la filiación carlista pues en su opinión las ideas carlistas respondían más a los intereses dinásticos que a los forales. Como respuesta a las vicisitudes de la cultura vasca a consecuencia de la desaparición de los fueros, numerosos euskaldunes se posicionaron contra el predominio del ambiente castellano. En esta coyuntura Antoine D'Abbadie tomó la decisión de trasladar los Juegos Florales a Elizondo. En el sur, el euskara vivió un renacimiento en torno a estas competiciones y, con ello surgieron en el entorno de la cultura vasca las publicaciones Revista Euskara y Euskal-Erria que publicaban los poemas premiados. Arrese Beitia tomó parte en numerosas ediciones de estos juegos entre 1879 y 1899, consiguiendo numerosos premios. En la primera edición celebrada en Elizondo, el poema de Arrese "Ama euskeriari azken agurrak" fue merecedor del primer premio según el parecer de muchos euskaltzales, pero, contrariamente, no obtuvo ninguno. Son de esa época las menciones al poeta aparecidas en las revistas, y también los poemas que Duvoisin le solicitó sobre la unidad vasca. Para entonces había acabado la Segunda Guerra Carlista y, como la situación política no era estable, en la Revista Euskara no se atrevieron a publicar la traducción al castellano de Arturo Campión. En este ambiente, se decidió a participar como miembro, junto con Sota, Campión e Iturralde en la asociación foralista Euskalerria, pero a partir de 1896 coincidió más con la ideología de Sabino Arana. Muestra de ello son los poemas "Gure eguzkia amatau da!!", dedicado a Arana por su fallecimiento, o "Gora gora Sabino gure izarra" compuesto para la inauguración del batzoki de Durango en 1905.

Arrese Beitia compuso más de cuatrocientos poemas, la mayoría, como confesó a Campión por "impulso del corazón". Los poemas fueron editados por su amigo en dos tomos antes de la muerte del poeta: Ama Euskeriaren liburu Kantaria (1900) y Asti orduetako bertsozko lanak (1902). En 1956 Santi Onaindia publicó de nuevo la obra completa en un solo tomo de título Olerkiak, y en 1987 la Asociación de Editores Vascos publicó en la sección "Klasikoak" la edición preparada por G. Aldabaldetreku, A. Boneta y M. Goikoetxea con el título Olerki sorta bat. Finalmente, en 1999 apareció en dos tomos y con la ayuda de la Diputación Foral de Vizcaya y el Ayuntamiento de Otxandio, la edición preparada por Itziar Urrutia Felipe Arrese ta Beitia. Idazlan guztiak. Además de esto, entre las obras del poeta podemos encontrar también las versiones en euskara de poemas compuestos en castellano por otros autores como: Bernardo Balbuena, Teresa de Jesús, Joaquín Rubio y Ors, F.M. Samaniego, J. Zorrilla, P. Calderón de la Barca...

Los poemas que en palabras de Campión surgieron a "impulsos del corazón" pueden clasificarse por temas del siguiente modo:

Los cantos dedicados al euskara y a los fueros comprenden cantos patrióticos que expresan el dolor provocado por la pronta desaparición de los fueros, y como consecuencia de ello, también del euskara, aunque también se incluyen los que pretenden encender la esperanza de los euskatzales. El tono pesimista se impone además del llanto derramado por los temas con los que mayor popularidad logra el autor.
En segundo lugar los cantos líricos plagados de sentimiento que muestran el interior del poeta y cantan a los elementos de la naturaleza. El pesimismo y el llanto de los primeros se imponen también en este caso. Los hay que se desarrollan en torno al eje de la felicidad y la vida placentera del mundo rural, pero aún en la dicha, en el tono se percibe la nostalgia de la felicidad más que la felicidad propiamente dicha.
En tercer lugar podemos mencionar los dedicados a ensalzar las virtudes y hechos de renombre de personajes influyentes: Antonio Okendo, Calderón, Mendiburu, Manterola, Astarloa, Iparragirre, Leon XII...
En cuarto lugar, los cantos religiosos. Aunque casi todos los textos fabulados en este apartado fueron compuestos por Arrese, hay algunas versiones al euskara de las fábulas de Félix María Samaniego.
En el apartado de los cuentos podemos encontrar poemas llenos de ironía, dedicados a personajes populares desastrados y de malas intenciones, o bien algunos que esconden el aguijón de la política.
Compuso también algunas lecturas de estilo narrativo o bien dialogado con ánimo de exponer hechos históricos y enseñanzas religiosas.
Para finalizar, en el apartado de su obra en prosa se reúnen textos de diverso tema: historias religiosas, relatos históricos, cuentos...






Neure biotzeko Amatxo zarra.
Antxiñako ama Euskera,
Seme leial bat orain datortzu
Azken agurra emotera;
Ainbeste gerra goitu ezinda
Danori atsotu zara,
Zaurien zauriz galdu galduta,
Amatxo, zuaz illtera.




Oh venerable y querida madre de mi alma, 
¡oh antiquísima euskara,
permite que uno de tus leales hijos 
venga a darte el último adiós.
Las prolongadas luchas debilitaron tu vejez 
desgarrada por mil heridas,
¡oh madre, vas a morir!





Zori gaiztoan negargarri ta
Dot sentimentu andia,
Geure lur maite dakustalako
Gaztelatuta jarria;
Bestela erdu, erdu ikustera,
Tubal euskeralaria;
Baña, ez dozu ezagutuko
Oraiñ zure jatorria. 





En terrible aflicción lloro 
al ver nuestra querida patria castellanizada.
Túbal, padre del Vasco, acércate y mira.
¿Reconoces aún a tu descendencia?




¿Nun dira bada zure semiak
Foru ta euskera zaliak?
¿Nun dira bada, Tubal, gure aita,
Zure ondorengo garbiak?
¿Nun dira bada zure ume zintzo
Eta leialen legiak?
¿Nun dira orain, orain negarrak,
Nun dira nire begiak?





¿Dónde están tus leyes, 
dónde los amantes de tu lengua, 
dónde tus hijos están? 
¡Oh Túbal, padre nuestro!, 
¿dónde se oculta tu limpia prole, 
dónde yacen las libertades de tus valientes hijos? 
¡Lágrimas mías, saltad llorando de los ojos!





Agur illun bat egin deuskue
Guraso zarren legiak.
Umezurtz batzuk gelditu gara
Billosik foru bagiak;
Izan bagiña eurak legetxe
Euskeriaren zaliak
Oso ta garbi gordeko ziran
Oitura aiñ miragarriak.






Las viejas leyes de nuestros padres 
nos lanzan un sombrío adiós; 
como huérfanos despojados quedamos 
al perder nuestras libertades. 
¡Ah!, si hubiésemos amado al Euskara, 
aún vivirían entre nosotros nuestras puras 
y admirables costumbres.






Errazaiagaz esango dabe
Gure urrengo umiak,
Izan giñala duda bagarik
Ero ta zaro garbiak;
Jakingo dabez euskeriagaz
Genduzan eskubidiak,
Erdera zale giñalako egin
Galdu zirala guztiak.





Con cuánta razón 
nos han de decir nuestros hijos: 

"Fuisteis unos locos, unos insensatos; 
por haber amado lengua extraña, 
perdisteis los derechos que el Euskara
os concedía".



Zorioneko arkaitzak eta
Zorioneko mendiak,
Oraiñ artian zuek zare izan
Foruen gordelariak;
Zuek goietan beti euskeldun,
Ez alan beian erriak,
Orra zer gero ekarri deuskun
Azkenian erderiak.





¡Felices montes, 
bienaventuradas rocas! 
Hasta el día habéis sido leales guardadores 
de nuestras instituciones. 

Vuestros elevados flancos son 
y han sido siempre vascongados; 
no así las llanuras 
que duermen a vuestros pies. 

Mirad las desdichas 
que consigo trae la lengua 
que no ha nacido en el país.





Beietan ia ez dot ikusten
Tubalen ume zintzorik,
Ez dalako gaur emen entzuten
Erderaz baño besterik;
Onexek dauka nire biotza
Naibagez erdibiturik,
Ez dodalako gure euskera
Osatuko dan usterik.




No; ya no veo en las llanuras 
los prudentes hijos de Túbal; 
mis oídos no escuchan 
sino los acentos de Erdara. 

¡Y cuando pienso que el Euskara 
no podrá recobrar su antiguo poderío, 
mi corazón se parte a impulsos del dolor!






Euskeriari gorroto eta
Gozau nai be re foruak,
Dirala uste dot barru barrutik
Auterestia zoruak;
Izan leiteke ori alan baña,
Niri ezetz diñost goguak:
Baldin euskera biztzen ezpada
Illtzat daukadaz foruak.





Odiar el Euskara 
y pretender conservar las libertades 
es locura insigne.
Tal es mi convicción. 

¿Es posible tal empresa? 
La razón me dice que no. 
Si muere el Euskara, 
adiós para siempre nuestras libertades.







Geure erruz bada, ekarri dogu
Eriotzako unera,
Berbeta eder gozo ta leun au
Beste munduko atera;
Norbait ezpada laster minduten
Osasuna emotera,
Mundutik laster juan bear dau
Ama Euskerak bestera.






¡Por nuestra culpa agoniza 
esa lengua tan dulce, tan noble, tan hermosa! 
Socorramos pronto a nuestra madre, 
antes que se aleje de la tierra.




Ainbeste seme emon zituzan
Itxasorako zoliak,
Liorrerako ez gitxiago
Gerrari bildurgarriak;
Liburuetan ta izkuntzetan
Ugari miragarriak,
Ill ziran danak, ta oraiñ ill biar
Euskera maitegarriak.





¡Cuántos ilustres marinos, 
cuántos terrribles guerreros ha engendrado, 
cuántos sabios ilustres en las ciencias 
y en las letras! 

Todos ellos murieron, y ahora ... 
ahora su idolatrada madre Euskara 
va a morir también.






Or, Gernikako arboliaren
Oman dago etziñik,
Estu ta larri ia illian
Arnasaz bete eziñik;
Au ikusita ¿ez ete deutsa
Iñok artuko errukirik,
Ez ete datoz bere semiak
Osagarriak arturik?






Miradla al pie del árbol de Guernica,
caída en tierra convulsa, oprimida, 
atormentada por estertor de la muerte, 
buscando, en balde, un poco de aire para los pulmones.

¿Tan inmenso dolor no despertará ninguna compasión? 
¡No acudirá nadie con las manos llenas de remedios!







¡Ai! neure Ama, gaurko semiak
Deritxat dagoz aztuta,
Estura onetan lagundutera
Iñor ez da agertuta;
Ill zaite bada, bakar ta soillik,
Paradisuko izketa,
Sei milla urtian ainbeste damu
Garratz mingotz iruntsita.





¡Ay, madre mía! 
Tus actuales hijos parecen haberte olvidado completamente, 
porque ninguno de ellos acude a consolarte.

Muere, pues, sola, abandonada, 
lengua descendida del cielo, 
que tantos ultrajes, amarguras y dolores 
has devorado durante seis mil años.





¿Zer al daiketzut, Ama, bakarrik
Agonia estu orretan?
Zotin, zizpuru, negarrez urtu
Etziñik zure oñetan;
Parka eskatu seme danentzat
Biotzez bene benetan,
Zure arimia lagun ipinten
Jainkoaren eskuetan.






¿Qué puedo hacer yo, oh madre, 
cielo, en trágica agonía? 
Gemir, sollozar, verter lágrimas a tus pies, 
y desde el fondo de mis entrañas 
pedirte perdón en nombre de todos tus hijos 
hasta que tu alma pura suba al Creador.






Zuaz mundutik orban bagarik,
Zuaz mundutik garbia,
Zuaz mundutik adorau baga
Ez idi eta ez beia;
Beti gorrotau, beti zapaldu
Zenduan idolatria,
Ta ora in zagoz Jaunari emoten
Fedian zintzo bizia.






Sal del mundo sin mancha, 
sal de la tierra adornada 
con la inmaculada blancura de la virginidad,
tú que jamás entonaste himnos 
en honor de los falsos dioses. 

Ya llegó la hora de entregar al señor soberano 
el espíritu iluminado con los resplandores de la fe.








¡Ill da Euskera! ¡ill da Euskera!
¡Betiko itxi dauz begiak!
¡Negar Arabak! negar Gipuzkoak!
¡Negar egin bei Bizkaiak!
¡Negar arkaitzak! negar mendiak!
Agortu arte iturriak,
Ainbeste geiso, ainbeste gatxen
Osasun emongarriak.






¡Euskara ha muerto, 
Euskara ha muerto!
 ¡Ya se cerraron sus ojos para siempre!
 Llora, Alava; llora, Guipúzcoa; 
llora, Vizcaya. Llorad, peñascos; 
llorad, montañas; 
hasta agotar vuestras fuentes, 
esas fuentes tan saludables para todos los males 
y tan bendecidas por todos los que sufren.






¡Negar Naparrak, geure anaiak,
Ta euskaldun Frantziakuak!
Neugaz batera danok urratu
Sentimentuz soñekuak;
Aztu istoria edo konclairak
Emengo antxiñakuak,
Ta euren lekuan asi barriak
Aurrera erclerazkuak.







Llorad vosotros también, 
hermanos de Navarra y vascos de Francia.
Confundamos nuestras lágrimas, 
desgarremos nuestras vestiduras 
y las páginas de nuestra historia 
y sus fastos gloriosos. 

Quede para otros el triple empleo de escribir 
en extranjera lengua los futuros acontecimientos.








Eta ¿nun dozuz, zeruko arbola
Zuk bere jantzi berdiak?
Zure erramok billos dakustaz
Igar ta ezkur bagiak.
¡Ai mingarria! Gaztelako arrak
Jan deutsuz sustrai guztiak,
Baita biotza, baita barruak,
Azala itxita bestiak.







Y tú, árbol celeste, 
¿dónde has dejado tu frondoso adorno? 

Veo tus ramas desnudas, secas, sin frutos.
¡Oh dolor!, el gusano ultra-ibérico devoró tus raíces, 
tu médula y tus fibras. 
¡No queda más que la árida corteza!






¿Zagoze oraindik zutik, arkaitzak?
¿Dollortu baga, mendiak?
¿Samur emoten Somorrostrogaz
Zeuen ondasuntegiak?
Errotak klan klan, taun taunka olak,
Eta pill pill iturriak,
Biziro errekak baita itxasuak
Opaka arraintza ugariak.







Rocas: ¿aún permanecéis enhiestas?
Montañas: ¿no os hundís? 
¿no entregáis, como las minas de Somorrostro, 
el depósito de vuestros bienes? 
¿Por qué todavía turban el silencio 
las volteantes ruedas de los molinos 
y los resonantes martillos de las fraguas? 
¿Por qué las fuentes brotan con murmullante arrullo? 
¿Por qué avanzan saltando los torrentes? 
¿Por qué el mar llena de sabrosos peces 
la codiciosa red del pescador?









Geiegi da ta ausi, arkaitzak,
Onegi ez izan, mendiak,
Lurpetuteko Euskera illa ta
Bere ondasun biziak;
Bera tontorrak, bete arruak;
Erdue Gaztel-lau igarrak,
Agortu, errekak, Iurtu itxasuak,
Agur, euskeldun ibarrak.






¡Basta, basta! 
¡Rompéos rocas, desgarráos montañas, 
dejando ya de ser generosas! 

Euskara ha muerto: 
¡cubrámosla de tierra; 
sepultemos sus bienes inapreciables! 
¡Hundíos, altivas cumbres; rellenáos, 
profundas gargantas! 

¿No oís la voz áspera del ultra-ibérico? 
¡Secáos ríos; petrifícate, oh mar! 
 ¡Adiós, valles vascongados!





Geure Erria, gizaldi danak
Zugaz dira gomutauko,
Ez dabelako beste erri bat
Zu duiñ garbi aurkituko;
Etsai batzuek alper alperrik
Zure izena zikinduko,
Zeure Jaungoiko egi bakarrak
Dau oso garbi gordeko.







Oh patria mía!, 
las generaciones futuras no te olvidarán, 
pues no han de poder encontrar 
tierra más pura que tú. 

En vano querrá manchar tu nombre el enemigo; 
tu Dios es la verdad eterna
y Él sabrá preservarte de toda impureza".








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