jueves, 21 de agosto de 2014

FEDERICO VALFRÉ [12.977]


Federico Valfré

Nace en Montevideo en la clínica Saint Boa. En una sala aislada de maternidad. Con el pasar de los años descubre la nostalgia…Escritor convencido de la autocracia de las razones. Por diferentes caminos comprobó su propia razón. La incongruencia de los medios de comunicación. Reclina su parentesco a todo comunicador. Publico dos libros artesanales de poesía: “Un guerrillero tratando de gobernar” y “ Aro lunar”. Participó en 2 antologías. Una de cuentos en Argentina y otra de poesía en Uruguay. En un diario repartido por algunos barrios de Montevideo y de Canelones publicó varios cuentos. Repartió por diferentes zonas de Montevideo, Canelones y Maldonado unos “fascines” (como él los llama). Sus nombres: “Amor extra-oficial”, “Natural des-naturaleza”, “Encuentros de Eurípides”. Su primera publicación fue una revista artesanal mensual llamada: “Sacá del ojo”




Insignia

Estamos por delito
Desfigurando una sociedad

Penitencias de sexo
Tiempo de acercarnos

Para mí, los demás vamos a curar
Tus piernas despacio
Tu nombre en vida

La luna alterada carga amor






el tiempo

Ambiente de adentro
Se encarga más gente

Un trabajo pronto
Más cosas
Otra compañera

Trabajo de mal a llamar

Proyectos terminan
sueños





Sobredosis

Pensamiento y puerta
Esperanza por tiempo pareja

Ahora más palabras volvieron

Compañía impotente
Suma de suicidio
Amor en la soledad

Solo conquista pérdidas

Suficiente

Horizontes posibles
La puerta se inició





Te vas a quebrar

Tengo descontada la entrada – fue lo que pensé temprano
cuento las palabras para iluminar mi fracaso
el silencio que conoce los impulsos mismos
nostalgia de una compañía abandonada de cuerpos
compro mentiras y aguanto los saludos en este lugar
pocos se mueven para mostrarse
las vecinas dibujan libres con sus redes
la presión se convierte en pesca y una alegría efímera me llama
con la risa trabajo el olor que puedo dar, así camino sin ocio
me evalúan al escucharme para preguntarme algo
una aseveración la mejor manera de quedarse solo

que tu mujer no se quede para estorbar
Sólo nombrar unas palabras y la calma llega al instante.
palabras pocas y simples
hay que tener el coraje de decirlas, el valor
querer estar solo sin una carga
Tan sólo decir. Con voz lenta y pausada.
Uso mi voz más tierna. “Yo a veces deseo
otras mujeres”                        Por suerte nunca fui

asesino querían que fuera, puede que sí
rótulos que por suerte no cumplí
estoy orgulloso                           De haber resistido
                     convertirme en uno sería raro

conversar con gente que me conoce está bien
No. No entiendo. Quizás. Quizás sea mejor volver

Guiones impresionantes se mantienen congelados.
Es bueno volver. Es tan simple que ya no estoy
Los ciclones vienen tanto y las cosas sanan.






Me mantengo firme

Desearía que los poemas fueran de amor. El hombre
“Es imposible hacer todo bien, errores cometemos todos. Mejor ver
reparar y evitar volver a caer”. Me gustaría
cosas diferentes. El mundo ya da bastantes

Quiero estar en tu vida. Desearía olvidar el cansancio
mis ojos caen y esperan que termine

Desearía no haber empezado, me voy a reír
los amigos de tu hermano para escudarte.
la cama se te salpica de jugoso flujo, ojalá
busca. Ya entraste en mis dominios
te quedaste sola. Sin nadie que endulzara tu sexo.
Dependiente de tu familia. Exprimida
sin saber a quién recurrir. No me usaste, sólo
venías por favores. Te daba lo que querías
sos independiente
Todos tus logros y yo un estorbo.
yo tenía pero no sabía cómo
te hablé de la sinceridad
Te expliqué
mil veces cómo hacerlo
me dejaste. “Más de acá no voy”
La última vez
me dijiste: “Me mataste de amor”

Hoy te hablo claro
cuando recién empiezo a calentar
No tenemos nada.







Tu reflejo más solitario

Mi mente me jugó una mala pasada. Me dijo estás despierto
ella está lejos. Y acá estoy preparando una moñitas,
sentado al lado de la estufa para no pasar frío, busco
el hambre y el no dormir son cables a tierra
los días se hacen largos, casi no llego a pedalear
desde el almacén cada puerta que había tocado me tenía
expectante me encontraron en mi rancho
una figura de soledad, cómoda y con dolor de cabeza
ni las pulgas entran al rancho
Algunas arañas hay. Hasta las cucarachas están
no estaba mal. Alguien aparecería. Por eso
un cartel: “La que quiera entrar tendrá
convenir reglas”. No hubo convocatoria.
empezaron a venir. Una se fue
volvió pidiendo clemencia y se quedó hasta mi sedante
duró para ella lo que mi cariño demora en escupir espinas.

Triste, borracho, solo; recorriendo como una sombra
las calles siempre fueron una fija. Pasan los amigos,
la familia, las mujeres, los paseantes, las paseantes

Triste, borracha, sola a recorrer como una sombra
las calles, las más oscuras

Tanto no viví pero la rambla es mi hogar
de Rocha a la Escollera Sarandí. Y los barrios, algunos,

a veces piso Las Piedras.






Tu recuerdo

Bien escondido en mi madriguera. Un lugar seguro.
El mundo no me alcanza. No tengo que interactuar.
Es un lugar seguro y hay algunas nuevas
parecen limpiar con más firmeza de seguro
ya no se le podrá llamar madriguera. No nos podemos sentar
hablar. No puedo. Ya con eso es todo. Nos queremos
ahora hay una barrera infranqueable. Estaba viviendo
una burbuja. Hecha de todos los grises más oscuros. Completada
los negros más claros. Una cuna de recién llegado.


Hola                          Hola a tu cara invisible.




Podrías haber sido mi mujer. Mi única mujer. Mi mundo. Pero
no creo en esas convicciones. Vengo con un montón
historia. Un paquete que traigo conmigo. Te puede gustar o no
el mío. Las figuras pueden llegar a desdoblarse. Puede
dos muy parecidas en los momentos cruciales hacen
opuesto que une, deshace. La que deshacía, une.


Me siento mal realmente           No tengo ganas de suicidarme.



No tengo ganas de tomar 500 pastillas. No tengo ganas
coger hasta que duela. No tengo ganas de meterme un palo
el culo me siento mal realmente. No tengo por qué
inflingirme un dolor que no siento. Realmente me siento mal.
el cuerpo se me cae a pedazos. Aunque estoy aguantando
quizás realmente me siento mal. Yo creía
aguantar era de hombre. De macho. De duro. Pero no.
Estúpido aguantar es lo más idiota que hay. No
estúpido. No soy Jesús... No soy
Napoleón. No soy Hitler ni Gandhi. No soy Gengis Khan
Buda. Sólo soy sentimental. No voy a seguir aguantando mi llanto.


Es sólo eso            El agua empozada en el alma.


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