viernes, 10 de octubre de 2014

PIETRO GORI [13.609]


Pietro Gori

Pietro Gori (Messina, 14 de agosto de 1865 – Portoferraio, 8 de enero de 1911) fue un abogado, escritor y anarquista italiano. Además de por su actividad política, se le recuerda como el autor de alguna de las canciones anarquistas más famosas del final del siglo XIX: "Addio a Lugano", "Stornelli d'esilio", "Ballata per Sante Caserio".

De padres toscanos, en 1878 la familia se traslada a Livorno. Donde, jovencísimo, se une a una asociación monárquica, de la que fue expulsado por conducta indigna. Pasa entonces a colaborar con ”La Riforma”, un periódico moderado.

En 1886 se inscribe en la Universidad de Pisa y muy pronto toma contacto con el movimiento anarquista pisano, del que pronto será una de las figuras más influyentes. En 1887 fue arrestado por un artículo escrito en memoria de los Mártires de Chicago y por haber denunciado la presencia de barcos estadounidenses en el puerto de Livorno.

Al año siguiente, como secretario de la asociación de estudiantes, organiza la conmemoración del filósofo Giordano Bruno. En 1889, se gradúa en Derecho con la tesis: ”La Miseria e il Delitto”. En noviembre del mismo año publicó, bajo el seudónimo Rigo (anagrama de su apellido) un primer opúsculo “Pensieri ribelli” (pensamientos rebeldes), que contiene los textos de sus primeras conferencias. La publicación le valió la detención por “instigación al odio de clase”, acusación de la que sale absuelto gracias a que un nutrido número de abogados -compañeros de universidad y profesores- asumió su defensa.

El 13 de mayo del año siguiente, vuelve a ser arrestado nuevamente por ser considerado organizador de la manifestación del primero de mayo en Livorno. Esta vez fue condenado a un año de prisión (que se redujo tras la apelación), permaneciendo encarcelado, primero en Livorno, después en Lucca, hasta el 10 de noviembre.

Periodo milanés

Se trasladó a Milán, donde ejerció como abogado con Filippo Turati. En enero de 1891, apoya las tesis de Errico Malatesta en la Conferencia de Capolago, en la que se decide la fundación del Partido Socialista Anárquico Revolucionario (Partito Socialista Anarchico Rivoluzionario). En el mismo año, participa en el congreso del Partido Obrero Italiano (Partito Operaio Italiano), celebrado en Milán, y traduce para la biblioteca popular socialista, el Manifiesto del Partido Comunista de Karl Marx y Friedrich Engels. A finales de año, inicia la publicación ”L'amico del popolo”, un periódico que se autodefinía como “socialista anárquico”, 27 números, todos secuestrados, que le valieron otras detenciones y procesos.

El 4 de abril de 1892, en una conferencia sobre “Socialismo legalista y socialismo anárquico” celebrada en Milán, explica las posturas anarquistas fuertemente criticadas por el socialismo reformista que él considera autoritario y parlamentarista. No asombra pues que el 14 de agosto del mismo año, en el congreso nacional de las organizaciones obreras y socialistas celebrado en Génova, Gori despunte como el mayor opositor de la mayoría reformista que decide crear el Partido de los Trabajadores Italianos, que después pasó a ser el Partido Socialista Italiano.

Bien conocido por la policía, en la proximidad del Primero de mayo, fue sistemáticamente arrestado de forma preventiva. En una de estas detenciones, escribe desde la cárcel de San Vittore, el texto de una de sus canciones más famosas: “Himno del Primero de Mayo”. Su primera obra poética -"Alla conquista dell’Avvenire" y "Prigioni e Battaglie"- publicadas en los meses sucesivos se agotaron rápidamente pese a que la tirada fue de 9000 copias.

Su actividad como abogado en defensa de los compañeros y como conferenciante continuó sin pausa. En este periodo participó también, en agosto de 1893, en el Congreso socialista de Zurigo, del cual fue expulsado, y fundó la revista “La Lotta Sociale”, que tuvo breve vida a causa de las continuas intervenciones de la autoridad.

El primer exilio

Tras la aprobación del gobierno de Francesco Crispi de tres leyes antianarquistas (julio de 1894), Gori, que había mantenido correspondencia con Geronimo Caserio al que había defendido en un proceso en Milán, fue acusado por la prensa burguesa de ser el instigador del asesinato del presidente francés Sadi Carnot y, para evitar una condena de 5 años de cárcel, tuvo que huir a Lugano (Suiza). En enero de 1895, fue arrestado junto a otros 17 políticos italianos y, tras dos semanas de cárcel, son expulsados de Suiza. En esa ocasión compuso la letra de la que será la canción anarquista más famosa: "Addio a Lugano".

Llega a Londres, donde coincide con los principales exponentes del anarquismo mundial. Tras su breve periodo inglés, viaja a Nueva York donde comienza una amplia gira de conferencias (más de 400 en un año) por Canadá y Estados Unidos. En este tiempo, colaboró en la revista “La Questione Sociale”.

En el verano de 1896, vuelve a Londres para participar en el 4º Congreso de la Segunda Internacional, como delegado de la unión de trabajadores estadounidenses. En la ciudad inglesa, cae gravemente enfermo y es ingresado en el National Hospital.

Gracias al interés de algunos parlamentarios, el gobierno le concede poder volver a Italia, aunque en un principio le obligó residir en la Isla de Elba. Ya de vuelta, retoma los contactos con el movimiento anarquista y a la actividad como abogado en defensa de sus coidearios y a la colaboración en periódicos anarquistas como la “Agitazione” de Ancona.

Segundo exilio

En 1898, el aumento del precio del pan, provocó protestas en toda Italia, ante las cuales, el gobierno respondió con mano dura. El 7 de mayo en Milán, el general Bava Beccaris, ordenó al ejército que disparara sobre la masa, asesinando de 80 a 300 personas (el número varía según la fuente). La represión sobre los partidos de izquierda y los sindicatos también fue muy dura. Gori, hubo de exiliarse de nuevo para evitar una condena de 12 años de cárcel.

Desde Marsella embarcó hacia Argentina, donde se dio a conocer, no sólo por su actividad política, si no también, por su actividad científica. De hecho, además de ser el promotor de sindicatos, impartió cursos de criminología en la Universidad de Buenos Aires y fundó la revista “Criminología moderna”. Allí fue maestro del argentino José Ingenieros e influenció en su viraje al anarquismo.

El último período
Gracias a una administía por problemas familiares y de salud, en 1902, Gori vuelve a Italia y, al año siguiente, junto a Luigi Fabbri funda la revista “Il Pensiero”. Salvo un viaje a Egipto y Palestina en 1904, pasó el resto de su vida en Italia, ocupado en sus actividades habituales de activista político, escritor y de abogado defensor de coidearios detenidos.
Muere el 8 de enero de 1911, en Portoferraio, dejando una amplia producción literaria que va del ensayo político al teatro, de la criminología a la poesía.




Himno del Primero de mayo

Ven ¡oh
mayo!, te esperan las gentes,
te saludan los trabajadores;
dulce pascua de los productores
Ven y brille tu espléndido sol.

En los
prados que el fruto sazona
hoy retumban del himno los sones
ensanchando así los corazones
de los parias e ilotas de ayer.

Despertad, oh falanges de esclavos
de los sucios talleres y minas;
los del campo, los de las marinas,
tregua, tregua al eterno sudor.

Levantemos
las manos callosas,
elevemos altivas las frentes,
y luchemos, luchemos valientes,
contra el fiero y cruel opresor.

De tiranos,
del ocio y del oro
procuremos redimir al mundo,
y al unir nuestro esfuerzo fecundo
lograremos al cabo vencer.

Juventud,
ideales, dolores,
primavera de atractivo arcano,
verde mayo del género humano,
dad al alma energía y valor.

Alentad
al rebelde vencido
cuya vista se fija en la aurora,
y al valiente que lucha y labora
para el bello y feliz porvenir



Inno del Primo Maggio

Vieni o Maggio t'aspettan le genti
ti salutano i liberi cuori
dolce Pasqua dei lavoratori
vieni e splendi alla gloria del sol.

Squilli un inno di alate speranze
al gran verde che il frutto matura
a la vasta ideal fioritura
in cui freme il lucente avvenir.

Disertate o falangi di schiavi
dai cantieri da l'arse officine
via dai campi su' da le marine
tregua tregua all'eterno sudor!

Innalziamo le mani incallite
e sian fascio di forze fecondo
noi vogliamo redimere il mondo
dai tiranni de l'ozio e de l'or.

Giovinezze dolori ideali
primavere dal fascino arcano
verde maggio del genere umano
date ai petti il coraggio e la fè.

Date fiori ai ribelli caduti
collo sguardo rivolto all'aurora
al gagliardo che lotta e lavora
al veggente poeta che muor!

(1892)



Addio a Lugano

Addio, Lugano bella,
o dolce terra pia,
scacciati senza colpa
gli anarchici van via

e partono cantando
colla speranza in cor.

Ed è per voi sfruttati,
per voi lavoratori,
che siamo ammanettati
al par dei malfattori;

eppur la nostra idea
non è che idea d'amor.

Anonimi compagni,
amici che restate,
le verità sociali
da forti propagate:

è questa la vendetta
che noi vi domandiam.

Ma tu che ci discacci
con una vil menzogna,
repubblica borghese,
un dì ne avrai vergogna

ed oggi t'accusiamo
di fronte all'avvenir.

Banditi senza tregua,
andrem di terra in terra
a predicar la pace
ed a bandir la guerra:

la pace tra gli oppressi,
la guerra agli oppressor.

Elvezia, il tuo governo
schiavo d'altrui si rende,
di un popolo gagliardo
le tradizioni offende

e insulta la leggenda
del tuo Guglielmo Tell.

Addio, cari compagni,
amici luganesi,

addio, bianche di neve
montagne ticinesi,
i cavalieri erranti
son trascinati al nord.

(1895)



Sante Caserio

Lavoratori a voi diretto è il canto
di questa mia canzon che sa di pianto
e che ricorda un baldo giovin forte
che per amor di voi sfidò la morte.
A te, Caserio, ardea nella pupilla
de le vendette umane la scintilla,
ed alla plebe che lavora e geme
donasti ogni tuo affetto, ogni tua speme.

Eri nello splendore della vita,
e non vedesti che notte infinita;
la notte dei dolori e della fame,
che incombe sull'immenso uman carname.
E ti levasti in atto di dolore,
d'ignoti strazi altero vendicatore;
e t'avventasti, tu si buono e mite,
a scuoter l'alme schiave ed avvilite.

Tremarono i potenti all'atto fiero,
e nuove insidie tesero al pensiero;
e il popolo cui l'anima donasti
non ti comprese, e pur tu non piegasti.
E i tuoi vent'anni, una feral mattina
gettasti al mondo dalla ghigliottina,
al mondo villa tua grand'alma pia,
alto gridando: «Viva l'Anarchia!».

Ma il dì s'appressa, o bel ghigliottinato,
che il tuo nome verrà purificato,
quando sacre saranno le vite umane
e diritto d'ognun la scienza e il pane.
Dormi, Caserio, entro la fredda terra
donde ruggire udrai la final guerra,
la gran battaglia contro gli oppressori
la pugna tra sfruttati e sfruttatori.

Voi che la vita e l'avvenir fatale
ofriste su l'altar dell'ideale
o falangi di morti sul lavoro,
vittime de l'altrui ozio e dell'oro,
martiri ignoti o sciera benedetta,
già spunta il giorno della gran vendetta,
de la giustizia già si leva il sole;
il popolo tiranni più non vuole.





Addio compagni addio

Addio compagni addio
sorelle spose e madri.
La società dei ladri
ci ha fatto relegar
sepolti in riva al mar!

Siamo coatti e baldi
per l'isola partiamo
e non ci vergognamo
perché questo soffrir
è sacro all'avvenir.

Ma la sublime idea
che il nostro cor sorregge
sfida l'infame legge
che ai cari ci strappò
e qui ci incatenò.

A viso aperto i diritti
al popolo insegnammo
e a liberar pugnammo
da tanta iniquità
l'oppressa umanità.

Sognammo una felice
famiglia di fratelli
perciò fummo ribelli
contro ogni sfruttator
contro ogni oppressor.

Vedemmo l'alba immensa
delle speranze umane
lottammo per il pane
e per la libertà
contro ogni autorità.

Vi giunga o plebi ignare
da questa fossa infame
del freddo e delle fame
sdegnoso incitator
quest'inno di dolor.

O borghesia crudele
tu non ci fai paura
la società futura
per la tua gran viltà
te pur condannerà.

Ma voi lavoratori
voi poveri sfruttati
per questi relegati
rei di bandire il ver
avrete un pio pensier.

Addio dolente Italia
d'illustri ladri ostello
di tresche ree bordello
stretti alla nostra fé
oggi partiam da te.

Ma un dì ritorneremo
più fieri ed implacati
finché rivendicati
non sieno i diritti ancor
di ogni lavorator!

Straziate o sgherri vili
le carni e i corpi nostri
ma sotto i colpi vostri
il cor non piegherà
l'idea non morirà.




Amore ribelle

All'amor tuo fanciulla
Altro amor io preferìa
E' un ideal l'amante mia
A cui detti braccio e cor.

Il mio cuore aborre e sfida
I potenti della terra
Il mio braccio muove guerra
Al codardo e all'oppressor.

Perché amiamo l'uguaglianza
Ci han chiamati malfattori
Ma noi siam lavoratori
Che padroni non vogliam.

Dei ribelli sventoliamo
Le bandiere insanguinate
E innalziam le barricate
Per la vera libertà.

Se tu vuoi fanciulla cara
Noi lassù combatteremo
E nel dì che vinceremo
Braccio e cor ti donerò.

Se tu vuoi fanciulla cara
Noi lassù combatteremo
E nel dì che vinceremo
Braccio e cor ti donerò.










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