martes, 15 de octubre de 2013

ANDRÉS MONTENEGRO [10.693]


ANDRÉS MONTENEGRO 

(Bahía Blanca, ARGENTINA 1985), aeronáutico, asesor previsional, administrador de ajenas propiedades y sueños propios. Emprendedor con más iniciativa que talento, participó de la antología poética “Los siete magníficos” (Colectivo Semilla 2010, editó “Umbrales”-Narrativa (Rigor Mortis Ediciones 2011), actualmente trabaja en “Otoño en si bemol”, una publicación Neobarriosa, junto al poeta Daniel Martinez y el pintor Sergio Santini.







CERRANDO CUENTAS

Si me financias la deuda de besos no dados
te firmo un pagaré por todos mis errores,
si dejas de tenerle temor a los temores
prometo entregarte mi amor al contado.

Pero si al momento de hacer el balance
desparramas en mi mesa todos tus recibos,
habrá que condenar la pasión a un archivo,
no habrá tiempo de olvidar que nos alcance

Dime en que estación nos detuvimos,
me bajaré a buscar otros caminos,
a encontrar en otra piel un buen cobijo

Ya no podemos sumar lo que perdimos,
nos ha cerrado la cuenta el destino
y no quiero mas tu amor a plazo fijo.





A DON JOSÉ

Que cada cicatriz que hay en tu mano
te traiga algún recuerdo a la memoria,
que hoy vine a escuchar esas historias
que son a prueba del paso de los años.

Graduado con honor, firme en su trazo
esta tu corazón atado con alambre
y algo en tu adn, algo en tu sangre
se burla de la muerte en cada paso.

Y me siento como un niño que se sienta
a la falda de ese abuelo que le cuenta
anécdotas que trae desde el pasado.

La envidiable juventud de tus noventa,
y tu cuerpo que no pone su alma en venta...
le han dicho al diablo que espere sentado.





DE TU EXISTENCIA

Quiero saber…
quiero saber el secreto que esconden las gotas que caen,
los adoquines mojados, la luna encendida, los sauces cansados de llorar.
Quiero saber si hay espacio en tu calma para desatar mi tempestad,
si queda un hilo de margen en el guión de tu historia para improvisar,
Quiero saber de tus sueños, y si hay cicatrices que restan sanar,
y como rompen las olas al dilatar tus pupilas rodeadas de mar

yo quiero saber…

Quiero saber de tus miedos, tus dudas, tus duelos, tu debilidad,
si la vida te sonríe, si lloras de risa, si ríes para no llorar,
quiero saber de tu historia, desde donde vienes, hacia donde iras,
si crees en el destino, o elijes tus pasos haciendo camino al andar,
quiero saber si alguna vez has pensado en volver a empezar,
quiero saber (sobre todo) en que sitio del mundo te puedo encontrar.





Algunos versos de "La Mujer Nunca"


I

Aquella Mujer Nunca,
tenía los ojos
como dos esperanzas-
la que llegó con su primer buen día
la que se fue con su último
hasta luego.




II

Yo le había inventado un sobrenombre
temí que desapareciera el mundo
por nombrarla
como le sucedió al palacio 
del emperador, cuando el poeta
dijo la palabra universal.




III

La Mujer Nunca,
un día preguntó
y yo le respondí
que la poesía era un lugar
debí ser más didáctico
quizás,
pedirle que se viera
en un espejo.






NUEVA BUENOS AYRES

I

Parece apaciguado ese rumor
que traen las olas mansas
a tu orilla de barro y salitre
parece que hasta el cielo 
repite esa cosmogonía de celeste suave 
y pulcro blanco.
Quizás los restos de tus nombre
puedan volverse mística palabra
quizás los derroteros te guarden para siempre
a pesar de los distintos símbolos del hombre
y así Francisco Albo pueda nombrarte
Bajos de las Corrientes
y Uriarte en su litografía 
Baya de los Bajos Anegados
esfuerzos por pertenecer a un mapamundi
bitácoras que el tiempo va borrando
lentamente
como la luna borra lo escrito en la arena
con el devenir de la marea
Después por la estrategia o la necesidad
un Juan Manuel, entonces Comandante
le supo ordenar al Coronel Estomba
la construcción de un fuerte en tu regazo

y ha de dudar cualquiera que ha leído
que el destino ha concebido el nombre
que al presente llega, 
Fortaleza Protectora Argentina
promiscua Bahía Blanca.
Yo he visto el documento
que los doctos ignoran
y que conserva un amigo 
con implacable recelo
o bien con una duda
que mora en la incertidumbre
de si es veraz que aquel puño
redactó la sentencia
que te ofreció la ambrosía
disfrazada de nombre

sentencia de eternidad
que todo amor necesita
así es que te nombraré
Puerto de la Nueva Buenos Ayres.



II

Aquellos dos hombres se encontraron 
una mañana en el fuerte Independencia
quizás porque el destino sea un conjunto
indefinido de azares
o porque así lo ordenó Juan Manuel
y así se haría
Lo cierto es que el pasado 
es una alquimia hecha de nombres
y era preciso que el sol alumbrara ese encuentro
como un testigo del pacto de hacer por la patria
lo que la patria demande por duro que sea
-Usted Cabalgará-dijo el Coronel-
con rumbo al sur
por el prudente llano
y ha de observar con cuidado
y astucia
el sitio donde erguir la fortaleza

mañana en las primeras luces
no quiero ver su sombra.

Se lleva a los nativos de Venancio
y veinte coraceros.
Lo alcanzo luego con el regimiento. 



IV

Como habrán sido tus ojos Coronel?
Nada me dice la historia de tus facciones
tus gestos
te inventaron tantas veces que solo queda tu nombre
Yo te imagino severo de cejas unidas
y la mirada profunda de ojos acostumbrados
a la noche
a ver el horizonte con viento de frente.

¿Habrá brillado al sol tu sable en una tarde pampa?
¿se habrá saciado de sangre originaria inocente?



VI

Una tranquera separa
dos rostros sombreados por la noche,
pocas y elementales palabras 
median sobre sus monturas
el resero ha esperado veinte años
este preciso momento
que inadvertidamente define
su futuro
y mi presente
Y pregunta a Manuel Montenegro
si tiene un lugar para pasar la noche
que mañana hay que entregar el ganado
en la estancia de Herize

El hacendado
pregunta al resero quien es
y como sabe su nombre

del lado del camino, llega el rumor
con el viento:
me lo enseñaron de chico,
soy Fabio, tu hermano menor.



VII

El meñique recostado en el papel
donde la historia espera
la pluma cargada de tinta
apretada por índice y pulgar
lista para disparar futuro agonizante
Balcarce piensa en grande
sueña un destino próspero
y escribe
Nueva Buenos Ayres




VIII

Lo que no se puede medir no se puede controlar/
ell conquistador camufla el pensamiento
le pone una sotana
lo manda a tierra bárbara/
venimos a evangelizar
en son de paz 
te cristianizo
dibujo la forma de tu tierra
estudio tu lenguaje
y te mato
si
te mato
y siempre en son de paz

descansa en paz, nativo.






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