sábado, 20 de septiembre de 2014

JUVENAL MACHÍN CASAÑAS [13.385]


Juvenal Machín Casañas 

Nace en las Islas Canarias, La Palma. Ingeniero, poeta y músico. Estudia Ingeniería Informática y se especializa en el campo de la seguridad de la información. Ha sido docente y Decano del Colegio Profesional de Ingenieros Técnicos en Informática de Canarias. Desde principios de los noventa, está presente en la escena musical canaria a través de distintas bandas. Perroverde es su última formación, donde da rienda suelta a la experimentación sonora en forma de paisajes sónicos y texturas procedentes del ambient-noise y elementos de la electrónica y el rock.
Ha editado el poemario Cartas a una señora de bien. NACE. 2014
y figura en la antología Recapitulando 2013: Doce meses, doce autores. (ebook).

Cartas en Facebook: www.facebook.com/cartaslibro





                                            
Poemas del libro: Cartas a una señora de bien. NACE. 2014



Carta a una señora de bien

No me normalice aún señora
sepa usted que yo nací para quemarme
y romperme los labios frotando caracolas,
asustando notarios.

No haga usted de la aritmética
un cruel alivio a sus temores:
el diablo persiste en los detalles
y los detalles quizás corren
como duendes hacia la espuma
atropellados.

No me normalice usted, señora:
no disfruté la métrica ni las buenas costumbres
y ya conoce mi tendencia
al espasmo y a la lírica
inútil.

Pero si alguna vez desea perder el reloj
por favor, entonces ¡búsqueme!
búsqueme
entre cucharadas de viento confuso y tardes
de hotel y paraguas:
allí estaré, nutriendo aves eléctricas
allí estaré como cada quincena
desde el Holoceno
en torbellino acelerado.

No se normalice usted, señora
usted nació para quemarse.






Calendario (I)

El calendario se arremolina
en torno a la cama
El tiempo gira
y me coloca cabeza abajo
en tu simetría
Luego recojo mis despojos
y miro los días exhaustos
el plomo derretido, la hojarasca
El tiempo gira
y me coloca cabeza abajo
en tu simetría.




Todos los caballos salvajes

Todos los caballos salvajes
tienden hacia el abismo
el viento en las venas, sin más equipaje

No tramitan claridad, origen o tesis
declaran, definen, desarrollan la luna
y nadie corona su casa

En este momento urge decir
mientras resbalas entre mis manos:
sólo es preciso estar vivo
para estrellarse la madrugada

Todos los caballos buenos
se adivinan en tus ojos
corren, giran y luego se esconden.





Substancia

La geometría de los árboles que se agolpan en el camino
Las músicas como cristales molidos
El ruido del motor, el ángel exterminador

Voy a tu encuentro y ya no siento el peso
me substancio allí donde no hay espejos
propulsado por un tambor de hojalata
mientras me late la razón

Y ahora bien quisiera ser niño aferrado a tu teta
memoria que se recrea en tus ojos cerrados
quisiera ser compañero de viaje
sonrisa, láudano, eterno aspirante
desayuno para dos

Entonces sucede
que rebusco saber qué quieres, quién eres
tú, la improbable combinación de átomos,
un regalo del tiempo
girando en la rueda de mis brazos
ateridos

Y yo allí en el fondo, en lo más profundo del silencio
te estoy llamando:
¿Cuánto de ti permanece en las costuras?
¿cuánto de mí mañana en tus manos?
¿qué puedo hacer, dime, con esta isla de náufrago?

Tomarte fotos continuamente
para que no me olvides
me crees un tonto y no lo soy.





Buenos días

Ser bálsamo para tus heridas, o un disparo de risa.
El mismo sol nos reúne en torno al carbono.
Dulces sueños, buenos días.





Graffiti escrito en tu piel

Mientras todo se derrumbaba
en una ciudad de lluvia
yo estaba en ti.




Eterno

Qué fácil sería
Sumergirse en el mar
Y respirar profundo
Abandonar toda vida
Y sin embargo
En algún lugar
Circule mi nombre
En los membretes,
Apenas un campo magnético
En el silicio inducido
Como un susurro
Perenne
Eterno
Extraño.

(inédito)






En los bolsillos

el suelo bajo tus pies
son mis pies sin tu suelo
la noche que se prolonga
en tu abrazo
hueco, aterido
no tengo un nombre
ni un sentido
sólo viento
en los bolsillos

(inédito)





Últimas noticias

De un tiempo a esta parte
los insectos no sueñan en la mañana enferma
un muerto que paga sus facturas
sigue siendo un buen ciudadano
los árboles aquí crecen
como intentando alejarse del suelo
la noche calcinada y cinco mil perros aullando
la suerte prolongándose en aristas
viscerándose.
Y hay algo cómico
en la forma en que gira el agua
obstinada del fregadero:
La demencia del Atlántico persiste
y dicen que se ha muerto Panero.

(inédito)





Epifanía II

Tubulares magníficos
herían la piel del mar.
Colisionan los átomos:
ozono,
acaso pájaros.

(inédito)

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