martes, 22 de mayo de 2012

JOHN GALÁN CASANOVA [6.899] Poeta de Colombia



John Galán Casanova


John Galán Casanova. Es un poeta y ensayista colombiano nacido en Bogotá en 1970. Es también traductor al español de algunos poetas brasileños. Su poesía se destacó desde el primer libro por la originalidad del lenguaje, el tono a veces irónico y satírico, como también la observación directa y profunda de la realidad cotidiana. Realizó propuestas innovadoras en la presentación de sus recitales con el grupo de danza, vídeo, fotografía y música, denominado por él mismo Poesía Ácida. Se desempeñó además, como coordinador de talleres literarios en comunas populares de Medellín durante varios años.

Obras

ALMAC N AC STA (1993)
El coraz´n portátil (1999)
AY-YA (2001)
Luis Tejada, vida breve, crítica crónica (2005)
Al pie de la letra (2008)
Arbol talado (2009)

Escribió una columna periodística para el periódico colombiano El Espectador entre 1994 y 1995, y ha sido colaborador habitual de revistas como El Malpensante, Número, La Hoja de Medellín entre otras.

Premios

Premio nacional de poesía joven Colcultura, 1993
Premio internacional de poesía "Villa de Cox", 2009.






A una transeúnte
Esta tarde
de recio temporal.

La mujer
de blanco
que se apresura.

La falda
encumbrada
de nieve.

Su andar de geisha
en puntas
sobre el andén.

El bailoteo
de una bolsa
aparatosa en su mano.

Bajo el torrente
de paraguas,
anónimo, irrepetible,
sitiado por la lluvia,

su rostro
que nunca
veré.

(de Arbol Talado)




Fotopoema
Para Damário da Cruz, fotopoeta
Salvador de Bahía - Brasil

I
El mundo ocurre
a la vista
del poeta.
El poeta parpadea
cierra un ojo
entorna el otro
¡clic!
retiene el curso del tiempo.
Pasa el viento y no cesa,
se queda
avivando
la transparencia.

II
El ojo avizor
se aviene,
se aproxima.
Actos, objetos,
revelan la belleza,
la íntima fuerza inadvertida.

III
¿Qué irradia el fotógrafo,
que la gente acude
a reflejarse en su mirar?
Los rostros entreabren
ecos y presagios.
Huellas del pasado
y fulgor del porvenir
en cada gesto.

IV
Observamos, vemos, fisgoneamos.
Siempre mirando,
miramos tanto
que cada noche urge
verter en la almohada
el caudal de imágenes del día.
El poeta va y viene
del paisaje incesante
al paisaje entre líneas
de su mano.


V.
Dejar de mirar,
la muerte será eso.
(De ahí el gesto piadoso
al cerrar los ojos de los muertos).
Dejar de mirar,
aplacar el vértigo de la mirada,
el vuelo de la luz.

(de Arbol Talado)





Todo bajo control, 2
... carro bomba deja 85 muertos en Irak,
descuartizados padre, madre y su pequeño hijo
en San José de Apartadó,
y vamos a los goles...

También yo
tengo la mirada cautiva
ante el paisaje vertical
de la pantalla.

También yo
despierto y repaso
las noticias del día anterior,
que se repetirán al mediodía,
a las siete, a las nueve,
a las once de la noche.

Con su dicción irreprochable,
simpatía remunerada
y melodiosa voz,
el presentador
me es más familiar
que el vecino o el tendero.

Durante los comerciales,
a partir de tantas horas
de tragedias indoloras
y miseria desplomada en el sofá,
describo
esta apacible iniquidad.

(de Arbol Talado)





Selección del libro inédito LI Poemas para Li 
con sus respectivas divisiones

X
tu voz trae consigo
el rumor del río
y una tibia sucesión de amaneceres
en Mucujún,
valle encantado de sol y niebla

el curso de tu vida
irriga, parte en dos
la avidez de la mía

ahora que soy
revuelo de tu rastro,
en la superficie del papel
nos damos cita

enuncio en voz baja
estos vers.o.s.
y en la biblioteca me sorprendo
exigiendo silencio
para no perturbar en mí
tu algarabía

( de Canto de Mucujún)


XII
el alambre de púa
desgarra el aire,
cuadricula este inmenso verdor
en el paradisíaco bosque
la inexorable púa
divide, ahuyenta

( de Canto de Mucujún)


XX
hinco la uña
en las semillas de eucalipto
que recogí en Mucujún

su olor rebasa fronteras,
me habla de un país apenas recorrido,
de árboles en lentas caravanas,
la luz dormida
sobre el piso blando de hojas,
el furor de los perros esnifando la tierra,
girando sobre sí en la húmeda hierba

el ímpetu de estas semillas
cruza las líneas de mi mano,
es raíz que crece a distancia
y vuelve al bosque,
al cielo bajo rozando las espigas,
a tanto gozo cautivo en la soledad de la piel

( de Canto de Mucujún)

XXIII
al fin me encontraste

no te pierdas

ordena los días
ocupa mi tiempo y espacio
trastoca mis planes
ahuyenta familiares y amigos

haré lo mismo contigo

deseo y realidad,
realidad y leyenda,
soñamos ser uno
y despertamos como mitades perplejas

(de La Pareja Inmantada)

XXX
al fin se caza Casanova

el de los muchos comienzos
el de finales abruptos
el experto en hacer falta
el escapista

quien escribió:
Nunca escasea el coraz´n
y aún recita para sí:
Primero y siempre está la soledad…

quien una vez lloró en la playa
al ver que le faltaban brazos
para alcanzar tanta belleza

el macho cabrío, el gallo
el cazador solitario…
¡felizmente cazado con su leona!

rinde la recia coraza
al coraz´n que ella te brinda como un durazno
cada día, Cazanovias

entra al espejo imantado

tan pronto confiado
como incrédulo

encantador, huraño

espléndido y mezquino

(de La Pareja Inmantada)



XXXIV
Pico Espejo:
4.765 metros sobre el nivel del mar,
punto más alto de este viaje sin término

en el techo del mundo
vi con las gafas de Dios,
sentí su mutismo
la frialdad de su aliento
la tozudez del sol
el tiempo contado de la nieve

al subir,
¡qué algarabía en el teleférico!
¡qué alborozo de cámaras, gorros y bufandas
al remontar las copas de los árboles!

y de regreso,
estupor, desconsuelo

extrañeza de haber ido al cielo
y tener que posar de nuevo
los pies sobre la tierra

(de Notas de viaje)











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