sábado, 1 de marzo de 2014

MICHELL PÉREZ ACOSTA [11.116]

Michell Pérez Acosta (Foto cortesía del autor)

MICHELL PÉREZ ACOSTA

CUBA. Licenciado en Historia. (Universidad de la Habana. Universidad de Costa Rica). Premio Encuentro Prov. de Talleres Literarios. La Habana 1997. Premio Editorial Opera Prima. Madrid. España. 1998. Premio Dulce María Loynaz. 1999. Mención Concurso Internacional de Poesía Lamás Médula. Buenos Aires. Argentina. 2013. Tiene publicado el libro “Pasajero del invierno” (Poesía) Editorial Unicornio. La Habana. 2001. Incluido en las antologías de Poesía “Surtidor”, La Habana 1997. “Aldea Poética”, Madrid 1998. “Entre un silencio y otro”, La Habana 2005. Columnista (temas de arte, literatura) Periódico El Centroamericano, Costa Rica 2009-2011.






Molécula a molécula
estalla.
Todo él se nos vuelve un relámpago a plazos
implosivo
silente.
Lo supimos en catarsis
antes del parto literario
da igual decir siempre.
Habrá que resignarse a someterle
a una presencia leve,
habrá que darle en premio
lo inasible
su brocal de palabras.
Habrá que sostener con fe
los muros del apartamento
donde cuelga una ventana
con vista a la debacle que germina
en la acera de enfrente:
allí
en la esquina del hasta luego y punto,
en la Tabaquería de Fernando Pessoa.






A mis soledades voy,
de mis soledades vengo.
Lope de Vega. La Dorotea.


I have been one acquainted with the night.
Robert Frost. Acquainted with the night.

Una silla una pequeña mesa
–con un objeto encima–
al centro de la pieza.
A la silla un hombre
detrás casi una cama
un tragaluz lleno de noche
en el falso
techo.
El silencio de la estancia se funde al humano silencio,
son dos cumbres de un silencio que no deshiela
el tableteo del objeto encima de la mesa
porque el hombre ha comenzado a fabricar
–con el oficio que ejerce–
la soledad:
tercera cumbre del silencio.







Al ofrecer saludo
dada razón del ángulo que forman
torso y brazo
-derecho-
más prolongación  la mano abierta
el sujeto prevé
que a pesar de la réplica
–maniobra adhesiva
improbable negación del ángulo opuesto–
puede no ser honesta la reacción del prójimo.
Admite incluso
que puede no ser leal su oferta.
Por tanto
la resultante de fuerzas  el estrechón maniqueo
se anula en un porciento de escándalo
no registrable acaso por instrumento alguno
ni por el ojo infiel de quien observa.







What are dry phantoms to the old men
lying at night alone?
Robert Fitzgerald. Song for September.

En tanto el viejo defeca
ad libitum
pero inconsciente
sentado en la piltra,
en tanto su incoherencia gestual aumenta
y la cabeza pende sobre colgajos
que no proyectan vida ni expiración
solo un brutal abandono
que denota el claro oscuro
pendular
de la bombilla,
en tanto los poros eyectan
la poca herrumbre
que de humano le va quedando,
en la estancia contigua
y en torno al banquete
el grupo familiar se anima.








¿cómo naces tan llena de alegría,
si sabes que la edad que te da el cielo
es apenas un breve y veloz vuelo?
Francisco de Rioja. A la rosa.

Tuerce la espiga su corpulencia 
en flexión manierista que dibuja al viento.
Nadie la mira
nadie la ve.
Una luciérnaga yerta
–hidrocarburo del barro–
le acompaña
la nutre.
No mengua el viento
y agradece la espiga el gesto de la yerta
con otra flexión manierista.
No le es difícil ser humilde a la espiga,
no le cuelgan abalorios,
prescinde de un cerebro sitiado por tropos.
La espiga es ella en la flexión manierista que
junto a la yerta luciérnaga
dibuja al viento.





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