jueves, 5 de abril de 2012

ALEKSÉI TSVETKÓV [6.425]


Alekséi Tsvetkóv

Alekséi Petróvich Tsvetkov en ruso: Алексе́й Петро́вич Цветко́в (n. el 2 de febrero de 1947 en Stanislav) es un poeta y prosista de Ucrania.

Alekséi Tsvetkov pasó su infancia en Zaporizhia. Estudió en la facultad de químicas de la Universidad de Odesa y en las facultades de historia (1965-1968) y periodismo (1971-1974) de la Universidad Estatal de Moscú. Junto con Bajit Kenzhéiev formó parte del grupo no oficial de poetas «La hora de Moscú» (Московское время). En 1975 fue arrestado y expulsado de Moscú, y el mismo año emigró a los Estados Unidos de América. Entre 1976 y 1977 escribió en el periódico «La vida rusa» (Русская жизнь) en San Francisco. Después estudió en la Universidad de Míchigan, donde defendió su tesis en 1983. 

A continuación enseñó literatura rusa en el Dickinson College (Pensilvania). Entre 1989 y 2007 trabajó en Radio Europa Libre-Radio Libertad como redactor y locutor de los programas «El séptimo continente» y «El diario atlántico», primero en Múnich y después en Praga. Desde 2007 vive en Washington.

Obra

A finales de los años 80 dejó de escribir poesía para centrarse en la prosa. Su novela inconclusa «Simplemente la voz» (Просто голос), escrita como la autobiografía de un guerrero romano (completada sólo hasta la adolescencia), refleja la concepción de Tsvetkov acerca de la civilización romana como uno de los puntos culminantes de la historia de la humanidad. En relación a la poética se distingue por un estilo depurado, con abundancia de digresiones lírico-filosóficas, heredando directamente la prosa de Vladimir Nabokov y Sasha Sokolov.

Tras un paréntesis de 17 años, en 2004 Alekséi Tsvetkov regresó a la producción de poesía, completando en menos de un año y medio un nuevo libro de poemas.

En 2007 fue laureado con el premio literario Andrei Biely.

Libros

Colección de piezas para solo de vida. (Сборник пьес для жизни соло). — Ann Arbor. Editorial Аrdis, 1978.
El estado de sueño (Состояние сна). — Ann Arbor. Аrdis, 1981.
El Edén (Эдем). — Ann Arbor. Аrdis, 1985.
Poesías (Стихотворения). — San Petersburgo. Editorial Pushkinski fond, 1996.
Recitar brillantemente: colección de poesías (Дивно молвить: Собрание стихотворений). — San Petersburgo. Editorial Pushkinski fond, 2001.
Simplemente la voz: poema [en prosa]: ensayo (Просто голос: Поэма [в прозе]; Эссе). — Moscú. El Periódico Independiente, 2002.
Bestiario (Бестиарий). — Ekaterimburgo: Editorial Eudoxia, 2004.
Shakespeare descansa (Шекспир отдыхает). — San Petersburgo. Editorial Pushkinski fond, 2006.
Los nombres del amor (Имена любви). — Moscú. Ed. Nueva Editorial, 2007.
El Edén y otros (Эдем и другое). — Moscú. Ed. OGI, 2007.
El viento constante (Ровный ветер). — Moscú. Ed. Nueva Editorial, 2008.
Cuento a la noche (Сказка на ночь). — Moscú. Ed. Nueva Editorial, 2010.
Detector del sentido (Детектор смысла). — Moscú. Ed. ARGO-RISK, reseña literaria, 2010.


Traducciones de Ludmila Biriukova:

¿Para qué se esmeraban las golondrinas?
¿En qué se afanaban los vencejos?
Qué rápido se desvanecían en el aire
Bosquejos de las alas sutiles.
Con qué claridad en el aire se deslumbraban
Y ahora, observa, vuélvelo a descifrar.
Tan efímero fue todo
Como si nunca hubiera sucedido.


Y así nosotros para alguien
Tejíamos encaje en el vuelo.
Pero la faena delicada de las alas
No permanece mucho en el aire.
¿Para qué es la pose profética
Sobre la hoja manchada?
Sólo somos golondrinas sin provecho
En el aire vacío de nadie.


*



Como el cielo sobre la ensenada, corazón, deja de latir,

No alteres el curso de las libélulas.
Dios para un palmo de tierra tiene
Una columna de almas proyectadas.
Él quitará con la pala un estrato de tierra,
Descubriendo los siglos.
Pero, Señor, ¿qué se podría hacer conmigo,
Si estoy vivo por ahora?


No pongas la casa más rica que la paterna,
Aun más penosa será tu frustración.
Así las hormigas no cambian su orden
Y las aves entre los claros de los tejados.
Está en llamas la pared,
De los ojos apagados sale humo.
Pero sobre mí, ¿qué podrán decir ustedes
Que yo mismo no haya dicho?


Sin fe mendiga el espíritu cansado,
En la puerta susurrando con la alforja,
Una vida que fuese más apreciada que dos,
Más rica de sí misma.
Recuerdo la tierra de mis poemas,
He cantado cerca de su fuego.
Pero ¿qué puede ser cambiado si como y duermo,
Y parece que no existo?


Traducción de Jorge Bustamante García:





Toma la armónica y canta desde lejos.
Di que la vida es grande y cálida.
Cántale a la mujer que se entrega a otro,
a las malvas polvorientas en el camino a casa
a que después de tantos años de trabajo
llega la muerte, lo cual no es una desgracia.


TRADUCCIÓN DE Natalia Litvinova:


dime qué es ese rebaño de estrellas
como partículas del arcoíris en el ojo después de llorar
dejan su perfume intenso en el jardín en el prado
acaso es posible acaso las estrellas tienen olor
quién las arrojó a la tierra para que sus canciones de luz
rompan el corazón quién permitió eso


te diré que por las estrellas los sueños del día
derraman luz en el jardín y en el prado
algunos dicen que son las flores otros que es la primavera
en verano y también en invierno arden bajo la nieve
para una celebración inútil o para que
vivamos aquí y amemos la tierra


ahora dime qué son estos pétalos de ceniza
qué son estás flores de dos alas temblando en el cielo
cantan con tanta dulzura que el cadalso no da miedo
sigan cantando como lo hicieron siempre
quién los arrojó tan alto para que por su vuelo
el corazón se rompa como el de un enamorado


yo te diré qué son esos pétalos humanos
son nuestras hermanas aves del viento
nacidas en la tierra pero viven en el vuelo
como el pez es un fantasma de la profundidad
las aves son fantasmas de las alturas
cantan y quieren disolverse en lo azul
para que desde la tierra nos alegremos


dime algo más pero dime la verdad qué son estos
pájaros esa fila de ángeles que va al río
voz de tórtolos y rostros más brillantes que la rosa
entregar la vida como una polilla que vuela hacia el fuego
y vivir eternamente viendo como desfilan
para que el corazón se parta en pétalos azules


te diré quiénes son estos ángeles terrestres
que bajan al río y cantan con tristeza para el ocaso
son las hijas no reconocidas de los hombres
podrían ser nuestras novias incluso esposas
para ellas el día es largo y la noche corta pero junto a ellas
aquel a quien amamos parece paraíso y después morimos


entonces dime sin mentirme dime
por qué sucede solo lo que ya pasó
las flores florecen los pájaros cantan en la mañana
pedían al sol que brillara y él aprendió
las muchachas bajan al río los niños nacen
y yo no existo por qué no vivo en este mundo


que dios te bendiga si no estoy vivo no hace falta
el que no vio el día no le llegará su noche
la madre del nonato no llorará está alegre
la flor que no se abrió no se marchitará
el pájaro no caerá si no planea en el cielo
no se romperá el corazón del que no lo tiene



No es el viento


somos niños todos guardamos cama

rapados al cero en las sienes venitas azules
me han dado un libro y leo acerca de estepas
y bosques que no he visto en la vida
liusia que duerme a mi izquierda recuerda que iba
al parvulario pero el sentido de sus recuerdos es confuso
aunque lo describe todo son imágenes oscuras
no puedo imaginarme ningún parvulario
estamos enfermos pero nada sabemos de ello
porque estuvimos enfermos desde que nacimos
muchos adultos son buenos nos dan de comer
los adultos están para dar de comer a los niños

después de la siesta nos ponen inyecciones

viene el importante jefe de sección con mascarilla
a la derecha huele mal resulta que a kolia
le han salido llagas y le están vendando
kolia cuando podía caminar presumía y se pavoneaba
vio un escarabajo y un caballo dice tan grande
como un elefante pero después de la operación volvió
escayolado y como liusia y yo calla no molesta
en el libro hablan de un partisano aseguran
que lo abatió una bala fascista el libro se parece
a la verdad la cosa buena es que mueren
los adultos mientras los niños no saben más que vivir acostados

el día en que murió stalin nos llevaron a bañarnos

lloran pero aún así nos lavan día de baño en la sala
lusia en el catre como pollo en el plato
nunca llevó ni trenza ni vestido
mientras estamos tumbados cerca uno del otro desnudos
nos enjabonan y la enfermera verka
canta que no es el viento el que dobla la rama que levanten
el brazo los que no han olvidado el sabor del viento en la lengua
recuerdo que jugábamos con erizos de goma
por qué justamente con erizos ese día
lo guardo en la memoria por lo de stalin y nosotros acostados
llenos de jabón los hijos del edén en el día del pecado original

La hora de Rusia. Poesía contemporánea, Visor, Madrid, 2011

Traducción de Eva Crego









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