sábado, 31 de agosto de 2013

ALFONSO ESPINOSA ANDRADE [10.417]


Alfonso Espinosa Andrade 

(Quito, ECUADOR 1974)
Actualmente es Editor General de Revista Q. Ha publicado textos en importantes revistas nacionales como Eskeletra y País Secreto. Tiene publicados varios libros de poesía: Cascabel con que me matas (Quito, 1995) y Breves anotaciones edificantes y curiosas sobre los principios de las fábulas noctámbulas y su monstruosa memoria agujereada y sobre las máscaras, los designios y los dolores del ser entre tinieblas del sonido de las cosas (Quito, 1997),  Fragile (1997), Partes del desierto (2002) y La vida angosta (2007).




no es el verbo el origen de las cosas
somos algo que se mueve entre dos cosas

corredores de tablones carcomidos
que la luz denuncia

una mujer que pasa y al andar le crecen  alas
su andar deja en el aire un olor de plata calcinada







¿cuántos soñaremos contigo
en qué formas?

¿cómo - neblina -
te vuelves caricia
tierra acariciada?

¿cómo - barro -
te dejas modelar?

¿cómo - fuego inmenso -
nos consumes?








más allá del cristo transparente
nuestras almas se diluyen en la sal completa

las heridas de piel vienen de dentro
y hay un modo desolado del amor

otra mentira







la celda en qué persigo tus aromas
no tiene luz ni trampas escondidas

nada hay que temer
nada

de Partes del desierto,Ediciones País Secreto,Ecuador,2002







PROFECÍA DE MAR

1
  
cada ola sobre sí misma vuelve
busca...

la sal sigue gritando
            profecías 

sobre las crestas
            la luz desperdigada
en piedras de colores

última voz en los rumores
           de la espuma 

un giro sobre el propio centro
un deseo de atraparlo todo             
            incumplido

un suspenderse
           asida del abismo
antes de ser
            del Todo

antes de no ser nada


9
  
no van para ningún lugar
las barcas muertas en la playa
el horizonte
          sordo
permanece como un muerto
           lívido
de luz recién amanecida

entre tabla y tabla curtida
en los resquemores de la brea cansina
la inquietud guardada 

una seca inquietud
            de tierra




13
  
agua sin arriba y sin abajo
encuentro de todas las aguas del mundo
desembocadura del diluvio
           ceguera mineral

sonido del agua sobre el agua
          entre la sombra
dulzor transparente
          perdiéndose
en la sal crispada

como una voz cantando bajo el rugido
como un soplar de cara a la tormenta

y este estarse de la tierra
           tan callando





17
  
un paso sobre la huella
           que nunca permanece
invisible hebra de tiempo
          iniciada hace mil años
se tiende hacia la luz una atarraya
quisiera abrazar el firmamento
y acaba detenida sobre el agua

la mar recibe ese fantasma
hilos anudados como en la vida
           las vidas

recoge el pescador su trampa
          cargada de milagros

el pie camina sobre la esperanza
mil años cada vez el impulso se repite

alguna red se eleva
          buscándose las alas





28
  
qué es
cómo es

un color sin nombre
y un sonar de siempre

agua infinita
           y sal

tiempo contenido
           y horizonte abrazándonos
perpetuo desplazamiento
del presente hacia el instante







REFUGIOS
(fragmentos)


¿quién aprieta los hilos de la trama del reloj
sobre la urdimbre de la frágil alma?

el tejedor peina las hebras
sobre la carne tensa el presente
                          el futuro
                                     sobre los nudos pasados

de niños escondernos era un juego
               esperar que otro nos encontrara

                        luego correr juntos
                                           hacia el hogar

el miedo entonces
la urgencia en el cause de ese estrecho

entre piedra papel y tijera
golpe
         manto        
                arista

de la risa rescatados
la fuerza fresca
                      recién lavada
la yerba limpia

pero una flama nos recorrió hacia adentro
dejamos piedra
               papel
               y tijera
                       olvidados en la huida        








mediodía
piel abierta

el frío grababa en el metal de adentro
las primeras iniciales

la voz se congelaba entre los labios

un resto de memoria
                        tierra bajo las uñas
con su talón de alfarero
                          mueve los ejes

oh dios
       oh luz
                 oh muerte









aquellos ocultos retazos
                           su danza

piedra papel o tijera

los ojos repletos de sangre
                              no admiten cerrarse
       la cueva y la puerta
       los ojos que nunca se cierran

cambiábamos sangre por sombra
               luz por refugio

piedra papel o tijera

ni dios
       ni luz

sí lápida

sin prisa ni premura
sin límite de espanto y sin aurora
sin rosa cardinal ni vestimenta

¡sin dios
         ni luz!









no ha de sonar como se espera
cristal de luces o bruñido acero

la risa de los niños de la cueva
arrastra la amargura de las hambres
y del frío que se cuela hasta la sangre

colgada de sus bocas secas
no busca nada
no pide nada
no dice nada









ni luz
         ni dios
                ni muerte

cosas atrapadas
                 somos otros

prisioneros de otros
                       y aún de otros

                       






arriba del yermo solo
                               la cruz
                               nadie

somos bajo el peso de la luz ausente
nao verdecida
en febril premura de amor

sí luz
           y dios
                  y muerte






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