jueves, 23 de octubre de 2014

CARLOS BAIER [13.815]


Carlos Baier 

(Rancagua, CHILE  1971)

Nació en la ciudad de Rancagua el 13 de Noviembre de 1971, donde cursó casi toda su enseñanza básica y media en el Instituto O´higgins de los Hermanos Maristas. En 1991 ingresa a estudiar periodismo en la Universidad Nacional Andres Bello. En 1992, recibe la Beca Fundación Pablo Neruda para participar en su taller de poesía anual. En 1997, recibe también la beca Talleres José Donoso a cargo de la Biblioteca Nacional. Es co-autor junto a Cristián Basso, de la antología de poesía, 22 voces de la novissima poesía chilena (Ed. Tiempo Nuevo, 1994). Figura en diversas antologías nacionales.




Yo sé que hable contigo en lo oscuro

Yo sé que hablé contigo en lo oscuro
Que te llamé en la oscuridad
Cuando todo era principio tan sólo iniciación
Cuando todo era también el final de los tiempos
Yo sé que hablé contigo en lo oscuro
Yo sé que te hice verbo
Cuando la luz era sólo de los condenados
Temblados desnudos en el piso de los mataderos
Cuando fui el verbo que te habló
Te hizo mariposa o águila o cuervo
Hablé en el murmullo que hay en lo oscuro
Toqué tus labios gruesos con dos lenguas saladas
Fui palpando tu cuerpo en lo oscuro con una hoja de olivo
Que no es de este mundo
Yo sé que hablé contigo en lo oscuro.





Perdí mis dos manos escribiendo 
poesía para ti mujer

Perdí mis dos manos escribiendo poesía,
para ti, mujer; manco,
cojo de arriba; las he perdido las dos
en el aire,
izquierda y derecha
en lo oscuro. Se me fueron a las nubes, y más arriba todavía
en el intento se me fueron las dos manos a la cresta; las
mandé de un solo
tajo, arriba del Globo.
Perdí mis dos manos escribiendo por ti diez poemas a
la vez que no valían
ni 1$,
femme delgada, y
oscura:leona:pantera loca, y
todo para qué: botado a la semana; excusa
y más excusa: mal parida,
te bastaron sólo 7
para dejar botado a este chileno enamorado hasta las
patas de tus ojos redondos como el horizonte; la cuestión
es que las perdí de hambre, de desaparición: se volaron:
se arrugaron: se recogieron mis manos sudorosas
que escribieron en tu cuerpo toda la luz.
Arriba del mundo se abrieron de pronto
señalándote con el dedo
Índice.




El secreto

Un punto aparte en la línea de la vida. La Belleza
completa con la Nada, con un signo que ilumina los
vacíos,
hasta abrir

la Vista.






Sangría

Broto, broto, broto, broto

como una flecha
saliendo por el mundo.



VIAJE CON MICHELLE EN LA LETRA O

Creaturas metafísicas somos, Michelle.
Nuestras bocas giran como las luces de un estadio de fútbol
vacío, en un largo viaje hacia no sé dónde. Anímalos
somos, fuego somos, Michelle,
suave creatura intangibles. Y ni el ser
tiene esencia con nosotros ni ropero tiene
fémina mía, inmateriales de lo más
besando lo nocturno en las mareas. Nos pusieron cuerpos
de mujer y de hombre, silueta que nos son ajenas, Michelle;
y lo que no existe nos existe ante nosotros; La nave
nos espera; el viaje donde tanta belleza, nos espera. Águila,
potros libres que corren
fiera mía,
entrándonos en silencio
al universo. Oxípala y mágica hija de Gamínedes,
olorosa y ondulada, oscilante en la O del Oeste
donde nos amamos, Michelle, calle Echaurren N° 560,
abriendo entre la lluvia nuestro libro de astros
que nadie conoce y que nos lleva
a donde van
abandonándose espléndidas
las ciudades.




CUÁNTAS MUJERES HAY EN TI ROSARIO

Cuántas mujeres hay en ti, Rosario,
cuántas en una ola que van y vienen,
que soplan el aire eterno de su cuerpo,
esas que van saliendo como alcoholes
o sangre, mil veces en ti como águilas
de mi cuerpo a los planetas.
Van reventando millones en mi pecho, abriéndolo
ellas las que aguantan el aliento,
se manchan el vestido conmigo de ese modo sin hablar
una palabra, encendiendo el último cigarro
a las 03:45 horas de la noche, en mí,
llevándose para siempre mi hermosa juventud.
Cuántas mujeres van saliendo de ti Rosario,
cuántos rostros, cuántas bocas que voy oliendo,
cuántos, cuántos cuerpos repartidos por el mundo
en rosas y en peligro, cuántas mujeres son
que me están mirando y no conozco
y que aún sin saber su nombre las llamo siempre; -Rosario.





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