miércoles, 6 de agosto de 2014

ANDRÉ MEYER [12.700]


André Meyer 

André Meyer nació en 1983 / Santiago de Chile, estudió licenciatura en Bellas Artes en la Universidad Arcis. Ha participado en varias antologías “Metalenguaje” por editorial Ajiaco y Cinosargo, “Masturbaciones” por la Fonola cartonera, "Terrorismo doméstico” por la editorial Moda y Pueblo y "PlexoPerú: Poesía y Gráfica Perú-Chile" del Grupo Casa Azul, Editorial Quimantú, además de participar en las Revistas Botella del Náufrago, Río Negro y en La Otra Costilla. Adicto a los espejos, quema vida y noctámbulo, es vocalista en la banda N47UR4L y participó de la banda Waste Off Human. Bocabajo, 2015, es su primer libro.



Tila

Orbe – esta mañana se realizaran diligencias en la cárcel de colina II con el objeto de aclarar el suicidio del denominado sicópata de la dehesa, la madrugada del sábado en su celda del módulo alfa del penal.

Resuenan las teclas de su máquina
como un epitafio
aquí donde cuelgan las horas
y la madrugada sublima
esa lengua rasgada
por  gemidos callejeros
y  goces robados.
Porque fuiste un poema
leído  en silencio
canto recluido de esperma
quemadura en el rostro serial
estertor de la vida
hecha un túnel de miseria.
Letra por letra
seducido por tinta carnal
eres un espejo de fuga
que incrusta el sábado
inundado de voces/luces/sombras
al leer la biblia y recordar
a tu madre y tíos travestis
al ras de las horas quemadas
por el hambre del cuerpo.






Sábanas

Por los días quemados, de sábanas sin nombre
de pieles tendidas que no callan
de sábanas adulteradas por el humo
cigarros consumidos, tras el sopor del contacto.
Sábanas sobre la historia.
Sábanas mordidas por el roce.
Sábanas preñadas por el sudor
que claman por vida bajo el abandono del sueño y el goce.
Sábanas inundadas de culpa.
Sábanas impregnadas por frote.
Sábanas que violan mi silencio.
Sábanas roídas por el cuerpo de la memoria.
Sábanas invitando al desgaste en la comisura.
Sábana tras sabana como metáfora de mis días sin noche.






"Bocabajo" de André Meyer por la Editorial Segismundo.
Publicación: 12 Agosto 2015


Bocabajo, es el libro de poesía, y es la escritura como metáfora. “El deseo escribe en mi boca”, es la sentencia de este joven autor, quien en su primer libro elige el erotismo como propuesta estética, y asumiendo ese frotamiento escritural, o esa lectura masturbatoria, retomando incluso el camino de lo biográfico “No soy André cuando vivo desde abajo y del no nombre refugio tu hambre oculta por inocencia; la edad nos separa porque un vientre te cobijó 15 años después del mío”. Porque es la piel la que inscribe, son las paginas la piel y sus pliegues, es el libro entonces como objeto poético, una alianza con estos cuerpos, cuerpos sexualizados, deseantes, que se acoplan uno sobre otro, a pesar de la culpa y la carga moral, de la sentencia y el juicio del hablante, que lo persigue al amarla, enunciarla, escribirla. Por eso es el hombre que escribe el que convierte en mujer a la niña, el cuerpo “herido” de la niña, es entonces la cicatriz, lo único que queda, la cicatriz en la boca del autor, la cicatriz, en la boca abajo de la niña mujer, la cicatriz es la escritura de bocabajo, el libro como la copula, la boca, la escritura, el género erótico, son la fragmentación de esta poética: ·¿Entonces qué guardo bajo mi cama?·- “Si las heridas no sangran”- responde el hablante, si no hay sangre en la cama, en la culpa, en el deseo, entonces sólo queda leer este desafío a lo moral, de lo erótico, de escribir sobre las mujeres y sus bordes, sus recovecos, su figura.











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