jueves, 12 de mayo de 2016

POEMAS MAYAS [18.689]


POEMAS MAYAS

1º Poema

La sagrada piedra roja, su piedra,
el ser rojo oculto en la tierra,
la ceiba roja primigenia,
atributo principal del oriente,
el árbol rojo del monte,
su árbol,
sus fríjoles rojos,
sus fríjoles,
sus aves rojas de cresta amarilla,
el rojo maíz tostado.

La sagrada piedra blanca, su piedra,
la piedra del norte,
la ceiba blanca primigenia,
su atributo principal,
el ser blanco oculto en la tierra,
las aves blancas,
los fríjoles blancos,
el maíz blanco, su maíz.

La sagrada piedra negra, su piedra,
la piedra del poniente,
la ceiba negra primigenia,
su principal atributo,
el maíz negro, su maíz.
El camote negro, su camote,
las aves negras, sus aves,
su casa, la noche oscura,
el fríjol negro, su fríjol.

La sagrada piedra amarilla, su piedra,
la ceiba amarilla primigenia,
su atributo principal,
el árbol amarillo del monte, su árbol,
su camote amarillo,
as aves amarillas, sus aves.
El fríjol amarilío, su fríjol.



2º Poema

(Un katún corresponde a un año maya o a una cantidad unitaria de calendario maya.)

En el ll‑Ahau
es cuando salió Ah mucen cab
a poner vendas en los ojos
de Oxlahun ti ku,
Trece‑deidad...
Con las vendas de su rostro
terminó el amanecer para ellos
y no supieron ya lo que vendría.
Cuando fue apresado
Oxlahun ti ku,
Trece‑deidad,
por obra de Bolón ti ku,
Nueve‑deidad;
entonces será
cuando bajen cuerdas y fuego
y piedra y palo
y sea el golpear con palo y piedra,
cuando sea apresado Oxlahun ti ku,
Trece‑deidad.
Entonces será
cuando se le rompa la cabeza
y se le abofetee el rostro,
y sea escupido y cargado a cuestas
y despojado de sus insignias
y cubierto de tizne;
y el quetzal, el pájaro verde yaxum,
sea molido y tomado como alimento,
juntamente con su corazón...
Por obra de Yax bolón dzacab,
Gran‑nueve‑fecundador.
Este se posesionará
del decimotercero piso del cielo
y hará que se disperse el polvo
que se desprende de las semillas
y la punta de la mazorca desgranada,
el hueso del maíz,
aquí sobre la tierra,
lugar de su corazón,
porque Oxlahun ti ku,
Trece‑deidad,
no respeta el corazón del sustento...

Se hundirá el cielo
y se hundirá la tierra también
cuando los extremos del doblez del katún
se unan...
Se alzará entonces Cantul ti ku,
Cuatro‑deidad;
los cuatro Bacabes, vertedores,
que arrasarán la tierra.

Al terminar el arrasamiento,
se alazará Chac Imíx che,
la ceiba roja primigenia,
columna del cielo,
señal del amanecer del mundo,
árbol del Bacab, vertedor,
en donde se posará Kan xib yuyum,
el ave amarilla.

Se alzará también
Sac Imix che,
la ceiba blanca al norte,
allí se posará Sac chic,
el ave blanca.
Soporte del cielo,
señal del aniquilamiento
será la ceiba blanca.

Se alzará también Ek Imix che,
la negra ceiba primigenia,
al poniente del paísllano.
Señal de aniquilamiento
será la ceiba negra.
Allí se posará Ek tan Picdzoy,
pájaro de pecho negro.
Se alzará también Kan Imix che,
la ceiba amarilla primigenia,
al sur del país llano,
como señal de aniquilamiento.
Allí se posará Kan tan picdzoy,
pájaro de pecho amarillo...

Se alzará también
Yaax Imix che,
la ceiba verde primigenia,
en la región central,
como señal y memoria de aniquilamiento.
Ella es la que sostiene el plato y el vaso,
la estera y el trono de los katunes
que por ella viven.



3º Poema

Así explicó el gran sabio,
el primer profeta Napuctun,
primer sacerdote solar, ah kin.
Así es la canción.
Sucedió que nació el mes,
allí donde no había despertado la tierra,
antiguamente.
Y empezó a caminar por sí mismo...
Y se explica que haya nacido
porque sucedió que Oxlahun oc,
el de los trece pies,
emparejó su pie.
Partieron del oriente.
Y se dijo el nombre del día,
allí donde no lo había antiguamente...
Así nació el mes
y nació el nombre del día
y nacieron el cielo y la tierra,
la escalera del agua,
la tierra, las piedras y los árboles,
nacieron el mar y la tierra.

El 1‑Chuen sacó de sí mismo su divinidad,
él hizo el cielo y la tierra.
El 2‑Eb hizo la primera escalera
y bajó su divinidad en medio del cielo,
en medio del agua,
donde no había tierra,
ni piedra, ni árbol.
El 3‑Ben hizo todas las cosas,
la muchedumbre de las cosas,
las realidades de los cielos,
del mar y de la tierra.
El 4‑Ix sucedió que se encontraron,
inclinándose, el cielo y la tierra.
El 5‑Men sucedió que todo trabajó.
El 6‑Cib sucedió
que se hizo la primera luz,
donde no había sol ni luna.
El 7‑Caban nació por primera vez la tierra,
donde no había nada
para nosotros antiguamente.
El 8‑Edznab asentó su mano y su pie
que clavó sobre la tierra.
El 9‑Cauac ensayó por primera vez
los mundos inferiores.
El 10‑Ahau sucedió que los hombres malos
se fueron a los mundos inferiores...
El ll‑Imix sucedió que modeló piedra y árbol,
lo hizo así dentro del sol.
El 12‑Ik sucedió que nació el viento
y así se originó su nombre,
viento, espíritu,
porque no había muerte dentro de él.
En el 13‑Akbal sucedió que tomó agua,
humedeció la tierra
y modeló el cuerpo del hombre...

Así nació el mes
y sucedió que despertó la tierra,
aparecieron el cielo y la tierra
y los árboles y la piedra...
La lectura de la cuenta de los días,
uno antes que el otro,
empieza por el oriente...

Publicado en La mentalidad maya, textos literarios, edición de José Vila Selma, Editora Nacional, 1982
Extraído de www.webislam.com



Canción de la danza del arquero flechador
Versión castellana

Espía, acechador que andas cazando por los montes,
una vez, dos veces,
vamos a cazar a orillas de la arboleda
en rápida danza, hasta tres veces.
Alza bien tu frente,
alista bien la mirada,
no hagas errores
para que alcances tu premio.
¿Tienes bien afilada la punta de tu dardo?
¿Tienes bien enastada la cuerda
de tu arco, has puesto buena
resina de calzitn en las plumas
que están en la punta de la vara de tu dardo?
¿Has untado bien
grasa de ciervo macho
en la fuerza de tu brazo, en la fuerza de tu pie,
en tus rodillas, en tus gemelos,
en tus costillas, en tu tórax, en tu pecho?
Da tres vueltas rápidas
alrededor de la columna de piedra pintada,
ahí donde está atado el viril
hombre joven, virgen e inmaculado.
Da la primera, a la segunda
toma tu arco, ponle la flecha,
apúntale al pecho, no es necesario
que pongas toda tu fuerza
para asaetearlo, para no
herirlo profundamente en sus carnes,
para que pueda sufrir un poquito,
pues así lo quiso
el Bello Señor Dios.
Cuando des la segunda vuelta
a la columna pintada de azul,
cuando la des,
asaetéalo de nuevo.
Habrás de hacer esto
sin dejar de danzar, porque
así es como lo hacen los buenos escuderos guerreros,
los hombres que se escogen
para dar bondad
a los ojos del Señor Dios.
Así como se asoma el sol
sobre el bosque del oriente,
comienza del arquero flechador
el canto.
Todo lo dan
los escuderos peleadores.




Versión maya

X-pacum-x-pacum-che-
ti-hum ppel-ti-caa ppel
coxx-zuut-tut hal-che
t-alca-okoot tac-oxppel
Cii liiz u-tan-a-pol-
malo-ppilha-uich
maa-menttic-x-ttileich
tial-caa-ch′a-u-tohol
A-ci-zuuzma-u-yee a huul
a-ci-xaab-cheiltma-u-zumil
a-ppum-adzamaa-maloob
yiitz-x-caatzim-tut-kuuk
meel-u-yiit-u-chilbil-a-hul
A-ci-choimaa-u-u
tzatzel-xibil-ceh-tu-
muuk-a-kab-tu-muuka
ouc-ta-piix-ta-ttoon-
taa-ch′alatel-taa-tzem
dzaa-oxppel-alca-zuut-tut
pach-leil-ocom tum-bonan
lail-tuux-kaxaan-leil xibil
pal-h′zac-zuhuy-uinic
dzaa-u-yaax-ti-ca-sutil/
chh′ a-a-ppum-dza-u-hul-ch ei l
toh-tant-u-tzem-ma-kabeilt
a-dziic-tu-lacal- a muuk-tiyal
a-huul lomtci-tio lal-ma u
kilic-tu-tamil u-bakel-u-
tial-ca paatac-u muk-yaatic
hu-hum-ppiiltil-ley-u yota
ciliich celem-yum-ku-
tu-caa-zuut-ca-dzaa-ti-leil
ocom tum-ch′o-ca-zuut
ca-dzal-ca-hulic-tu-caaten
lailo-yan-a-beiltic-xma-ma
a patic a uokoot-tu-men
bail-u-mentic-malo-chi-
mal-h′batel uinic-tut
teetal-u-tial u-dza-utz-
t-yiich-yum-ku-
Lail-cu-tippil-kin
t-yokol-kaax-t-lakin-
cu-hoppol-hul-ppum
kay-leil-chimal-hba-
teil-u-dzaicoob-tulacal

Nota: El presente texto, llamado "Canción de la Danza del Arquero Flechador", forma parte de una colección de cantares mayas, en manuscritos posiblemente del siglo XVIII que están en poder del Sr. Alfredo Barrera Vázquez, quien lo ha publicado ya en la revista Tlalocan, Vol. I, No. 4, 1944, en donde aclara que el texto se refiere seguramente a la canción en la que se exhortaba y aconsejaba a los flecheros cazadores para llevar a cabo el sacrificio humano por flechamiento.

Extraído de www.palabravirtual.com




Cómo nació el Uinal 
(Itzaes (textos del Chilam Balam de Chumayel)
Versión castellana

Así explicó el primer gran sabio Merchise, el primer profeta Napuctun, primer sacerdote solar. Asi es la canción. Sucedió que nació el mes ahí donde no había despertado la tierra antiguamente. Y empezó a caminar por sí mismo. Y dijo su abuela materna, y dijo su tía, y dijo su abuela paterna, y dijo su cuñada: "¿No nos fue dicho que veríamos al hombre en el camino?" Decían mientras caminaban. Pero no había hombre antiguamente. Llegaron al Oriente y empezaron a decir: "¿Ha pasado alguien por aquí? He allí las huellas de sus pies." "Mide tu pie" dijo la señora tierra. Y fue y midió su pie allí donde está el señor Dios, el Verbo Divino. Éste fue el origen de que se dijera: Cuenta toda la tierra a pie, doce pies. Y se explica que haya nacido porque sucedió que Ox-lahun Oc emparejó su pie. Partieron del Oriente. Y se dijo el nombre del día ahí donde no lo había antiguamente. Y caminó su abuela materna, y su tía y su abuela paterna y su cuñada. Así nació el mes y nació el nombre del día, y nacieron el cielo y la tierra, la escalera del agua, la tierra, las piedras y los árboles, nacieron el mar y la tierra.

El Uno Chuen sacó de Sí mismo su divinidad e hizo el cielo y la tierra.

El Dos Eb hizo la primera escalera y bajó su divinidad enmedio del cielo, enmedio del agua, donde no había tierra, ni piedra, ni árbol.

El Tres Ben hizo todas las cosas, la muchedumbre de las cosas, las cosas de los cielos, del mar y de la tierra.

El Cuatro Ix sucedió que se encontraron, inclinándose, el cielo y la tierra.

El Cinco Men sucedió que todo trabajó.

El Seis Cib sucedió que se hizo la primera luz, donde no había sol ni luna.

El Siete Caban nació por primera vez la tierra donde no había nada para nosotros antiguamente.

El Ocho Edznab asentó su mano y su pie, que clavó sobre la tierra.

El Nueve Cauac ensayó por primera vez el inframundo.

El Diez Ahau sucedió que los hombres malos fueron al inframundo porque antiguamente Dios el Verbo no se veía.

El Once Imix sucedió que modeló piedra y árbol, lo hizo así dentro del sol.

El Doce Ik′ sucedió que nació el viento, y así se originó su nombre: viento, espíritu, porque no había muerte dentro de él.

En el Trece Ak′bal sucedió que tomó agua, humedeció la tierra y modeló el cuerpo del hombre.

El Uno Kan por primera vez se enojó su espíritu por lo malo que había creado.

El Dos Chichan sucedió que apareció lo malo y se vio dentro de los ojos de la gente.

El Tres Cimil sucedió que el señor Dios pensó la primera muerte.

El Cinco Lamat pensó el gran sumidero del mar de agua de lluvia.

El Seis Muluc sucedió que llenó de tierra los valles cuando no había aún despertado la tierra. Y sucedió que la palabra falsa de Dios entró en todo, ahi donde no había palabra del cielo, ni había piedra ni árbol antiguamente.

Entonces fueron a probarse a sí mismos. Se dijo pues así:

′′Trece en un grupo y siete en otro." Y se dijo que saliera la palabra donde no había palabra. Que se preguntara por su comienzo, porque el primer señor sol aún no había abierto su voz antigua a ellos. Sucedió que se hablaron los unos a los otros. Y fueron enmedio del cielo y se tomaron de la mano unos a otros. Entonces se dijo enmedio de la tierra: Sean abiertos ahí. Y se abrieron ahí los cuatro Tocoob.

Cuatro Chicchan Ah Toe. E.
Cuatro Oc Ah Toe. Pió
Cuatro Men Ah Toe. MER
Cuatro Ahau Ah Toe.

Los Ahau son cuatro. 
Ocho Muluc Cinco Cauac
Nueve Oc Seis Ahau
Diez Chuen 2 Siete Imix
Once Eb Ocho Ik′
Doce Men 4 Nueve Ak′bal
Trece Ix 5 Diez Kan
Uno Men-(Ben) 6 Once Chicchan
Dos Cib Doce Cimy(sic)
Tres Caban 7 Trece Manik
Cuatro Edznab Uno Lamat

Así nació el mes y sucedió que despertó la tierra, se explicaron el cielo, y la tierra, y los árboles y la piedra. Nació todo por causa del Señor Dios El Verbo. Donde no había cielo ni tierra, estaba ahí su divinidad, nebulosa por sí misma, y creó el universo que había pensado. Conmovióse lo celeste por su divinidad, su gran poderío y su majestad.

La lectura de la cuenta de los días, uno antes que el otro, empieza por el Oriente, así como su relación.




Versión maya

Bay tzolci yax ah miatz, Merchise, yax ah bovat, Napuctun, sacerdote, yax ah kin.
Lay kay: uchci u zihil uinal ti ma to ahac cab cuchie. Ca hoppi u ximbal tuba tu hunal.
Ca yalah u chich, ca yalah u dzenaa, ca yalah u mim, ca yalah u muu: "Bal bin c′alab ca bin c′ilab uinic ti be?" Cu thanob ta-rnuk u ximbalob cuchie, minan uinic cuchi.
Catun kuchiob te ti likine, ca hoppi yalicob: "Mac ti mani uay lae? He yocob lae. Ppiz ta uoci." Ci bin u than u colel cab.
Cabin u ppizah yoc ca yumil ti (Dio)s Citbil. Lay u chun yalci xoc lah cab oc lae, lahca Oc.
Lay tzolan zihci turnen oxlahun Oc, uchci u nup tanba yoc.
Likciob te ti likine. Ca yaiah u kaba ti minan u kaba kin cuchie, zimbalnahci y u chiich y u dzenaa y u mim y u muu.
Zi uinal, zihci kin u kaba, zihci caan y luum, eb haa, luum, tunich y che, zihci u bal kabnab y luum.

Hun Chuen u hokzici uba tu kuil. u mentci caan y luum.

Ca Eb u mentci yax eb. Emcil likul tan yol caá, tan yol haa, minan luum y tunich y che.

Ox Ben u mentci tulacal bal, hibahun bal u bal caanob y u bal kaknab y u bal luum.

Can Ix uchci u nixpabal caan y lumm.

Ho Men uchci u meyah tul-Tal.

Uac Cib uchci u mente-i yax cib, uchci u zazilhal ti minan kin y u.

Uuc Caban yax zihci cab ti minan toon cuchi.

Uaxac Edznab edzlahci u cab y yoc, ca u chichaah yokol luum.

Bolom Cauac yax tumbabei metnal.

Lahun Ahau uchci u binob u lobil uinicob ti metnal turnen D(io)s Citbil ma chicanac cuchie.

Bulu(c) (Im) ix uchci u patic tunich y che, lay u mentah ichil kin.

Lahcabil Ik uchci u zihzic ¡k. Lay u chun u kabatic. Ik turnen minan cimil ichil lae.

Oxlahun Ak(b)al uchci u chaic haa, ca yakzah luum. Ca u patah, ca uinic-hi.

Huinil Kan u yax mentci u leppel yol tumenel u lobil zihzah.

Ca Chicchan uchci u chictahal u lobil hibal y ¡lah ichil u uich cahe.

Ox Cimil u tuzci cimil, uchci u tuzci yax cimil ca yumil ti D(io)s.
Ho Lamat lay u tuzci uuclam chac haal kaknab.

Uac Muluc uchci u mucchahal kopob tulacal ti mato ahac cabe.

Lay uchci yocol u tuz thanil ca yumil ti D(io)s tulacal ti minan tun than ti caan, ti minan tunich y che cuchi.

Catun binob u tum tubaob. Ca yalah tun bayla: "Oxlahun tuc uuc tuc, hun." Lay yalah ca hok u than ti minan than ti. Ca katab u chun turnen yax ahau kin ma ix hepahac u nucul than tiob uchebal u thanic ubaobe. Ca binob tan yol caan, ca u machaah u kab tuba tanbaobe. Catun ualah tan chumuc peten: heklayob lae. Heklaobi Ah Tocob, cantulob lae.

Can Chicchan Ah Toe. E.
Canil Oc Ah Toe. Pió
Ca(n) Men Ah Toe. MER
Can Ahau Ah Toe.

Lay Ahauob, cantulob lae. 
Uaxac Muluc Hoil Cauac
Boloc Oc Uac Ahau
Lahun Chuen 2 Uuc Imix
Buluc £b Uaxacil Ik
Lahca Ben 4. Bolón Akbal
Oxlahun Ix 5 Lahun Kan
Hun Men 6 Buluc Chicchan
Ca Cib Lahca Cimiy
Ox Caban 7 Oxlahun Manik
Can Edznab Hun Lamat

Lay zihci uinal y uchci yahal cab, tzolci caan y luum y cheob y tunich, zihci tulacal turnen ca yumil ti D(io)s lae, lay Citbil, ti minan caan y luum, ti bay yanil tu Diosil tu muyalil tuba tu hunal, ca u zihzah balean tuzinil. Ca pecnahi tu caanil tu kuil: Ti bay noh uchucil yanil ah tepale. U tzolan kin zanzamal licil u xocol u chun ti likine hebix tzolanile.



Nota: El Chilam Balam de Chumayel fue escrito en lengua maya yucateca y compilado por Juan José Hoil, del pueblo de Chumayel, en 1782. De él Voz Viva UNAM ha seleccionado tres textos: el primero, habla de los españoles o Dzules con la opinión que de ellos y los cristianos tenían los mayas, al menos algunos de ellos. El segundo, habla del origen y principio de los Itzes, y el tercero, de la creación del tiempo, del uinal o mes, del principio de la cuenta de los días.
El Chilam Balam de Chumayel ha sido publicado íntegramente dos veces, en castellano por Antonio Mediz Bolio (1930), y en inglés por Ralph L. Roys (1933). Aquí utilizamos la versión maya publicada por Roys y una versión castellana preparada por Voz Viva UNAM

Extraído de www.palabravirtual.com





El principio de los Itzaes 
(textos del Chilam Balam de Chumayel)
Versión castellana

Trece veces ocho mil Katunes reposó en su piedra. Entonces se movió la semilla de Hunac Ceel Ahau. Éste es el canto: E¡ ¿Son los hombres como el sol? De la Piedra del que es Amarillo, E¡ ¿de ahíson los hombres buenos? Mi ropa, mi vestido, dijeron los dioses. Así se sabe, lo sabe cualquiera. Al agua tierna de la orilla del pozo, a la tierra suave llegaron conquistando, haciendo la guerra. En Chichén estaban los Itzáes, los herejes. Allí estaban, el día uno Imix alcanzaron el cielo, el Señor fue al pozo del Poniente. Allí estaban los dioses. Así se habló el día uno Imix. En Chichén estaban los Itzáes, los herejes. Allí estaban. ¡Ocultos, ocultos! Así se exclamaba. ¡Ocultos, ocultos! El espíritu de los muertos lo sabe. Cuando llegaron el espíritu de los muertos, en ese día resplandeciente, gritó con dificultad. ¡Estaban, estaban, estaban, allí estaban! ¿Alguien acaso está despierto? Tres veces en el día resplandeciente, en el día de los dioses, ¡Estaban! gritaron. Son pobladores, son moradores. Así se oía. Pero no es que hubieran llegado a Chichén los Itzáes, ¡Allí estaban los herejes! Sí, allí estaban. Tres veces gimen en ese día. El espíritu del hombre dice: ¿Somos alguien? ¿Somos alguien? Esa es la palabra del espíritu del hombre. Adivínalo, sabio. Yo fui engendrado en la oscuridad, de ahí nací. ¿0 tampoco esto es verdad? Fui engendrado por Mizcit Ahau. Y hasta el final fue roto. ¿He amargado a alguien con mi canción? Allí estaban. Estoy muerto, lo dijo el sacerdote del pueblo, estoy escondido, lo dijo el que pierde al pueblo. Así lo creyó su espíritu, así su corazón. El sabio, el que pierde al pueblo, se llena de amargura con mi canción. ¡Allí estaban!

Este canto, todo este canto, es en justa alabanza del Señor Dios.




Versión maya

Oxlahun pie u katunil chelan tu tunil. Ca pecnahi u uilim Hunac Ceel Ahau. Kay: E¡ Mac etkin on? Tix kanthixal ti tun. E¡ Mac u cobol yutztacil uinic? In nok, in uex. Yalaho ua kue. Bala ca uoktic iix? Ci ix mamace. U munal en u Chich′een, cen, ti ulio chuc ium dzidz u tah katun. Ayano ¡ Tu Chich′een Itzao antan hereyao. Yulu uayanooj E¡ Ti hun Ymix u kiinil chucaan bin ahau tu Chikin-ch′eene. E¡ Taba ech yane kue. E¡ Tun hun Imix u kin yalah. Tu Chich′een Itzaoa antan hereyao. Yulu uay ano ¡ Muclam, muclam; Ci ix yauato. Muclam, muclam¡ Ci xan yohelob thunci yaue. Ci xan yauato tu hunte yax kine, chichi! kinii, ca te akyabil ti talio. Ayano, ayano, ayanoj Yulu uayanoj Yan xin mac xin ahan uale? Chichilni ca ten. Ayanoj Ox ten c′acan u kine kue cahualob, cahualob. Uuiyao¡ Maxan ulom tu Chich′een Itzaoa antan hereyae. Yulu uay ano ¡ Oxte caan u kin. He, mac en ua tu than yol uinice? Cen u mac lee. Eya¡ Mac en ua than tan yol Putun? Men a ñateo. Eyan¡ Ch′ab en akab en. Coon ua zihiio? Eya¡ Alak on Mizcit Ahau. Hoa tal u xul u max. E, la bi in kahcuntah tin kay be. Antan hereyao. Yulu uay ano ¡ Eya¡ Cimil en, yalah, turnen u kin caho. Eya¡ Ca tac en, yalahe, turnen u zat caho. U ti ulah ti yol, u tuclah tu puczikale. Men u zatzaho. Ualic kaheuntan in kayo. Antan hereyao. Ayano yulu uay ano ¡ Lay kay tulacal lae, u dzoclukanil yanumal Ahau Dios lae.

Nota: El Chilam Balam de Chumayel fue escrito en lengua maya yucateca y compilado por Juan José Hoil, del pueblo de Chumayel, en 1782. De él Voz Viva UNAM ha seleccionado tres textos: el primero, habla de los españoles o Dzules con la opinión que de ellos y los cristianos tenían los mayas, al menos algunos de ellos. El segundo, habla del origen y principio de los Itzes, y el tercero, de la creación del tiempo, del uinal o mes, del principio de la cuenta de los días.
El Chilam Balam de Chumayel ha sido publicado íntegramente dos veces, en castellano por Antonio Mediz Bolio (1930), y en inglés por Ralph L. Roys (1933). Aquí utilizamos la versión maya publicada por Roys y una versión castellana preparada por Voz Viva UNAM.

Extraído de www.palabravirtual.com




Los Dzules 
(textos del Chilam Balam de Chumayel)
Versión castellana

Esto es lo que escribo: En mil quinientos cuarenta y uno fue la primera llegada de los Dzules, de los extranjeros, por el Oriente. Llegaron a Ecab, así es su nombre. Y sucedió que llegaron a la Puerta del Agua, a Ecab, al pueblo de Nacom Balam, en el principio de los días de los años del Katún Once Ahau. Quince veintenas de años antes de la llegada de los Dzules, los Itzáes se dispersaron. Se abandonó el pueblo de Zaciahtun, se abandonó el pueblo de Kinchil Coba, se abandonó Chichén Itzá, se abandonó Uxmal y, al sur de Uxmal, se abandonó Kabah, que así es su nombre. Se abandonaron Zeye, y Pakam, y Homtun, el pueblo de Tixcalomkin y Ake, el de las puertas de Piedra.

Se abandonó el pueblo Donde Baja la Lluvia, Etzemal, allí donde bajó el hijo del todo Dios, el Señor del cielo, el Señor-Señora, el que es Virgen Milagrosa. Y dijo el señor: "Bajen los escudos chimallis de Kinich Kakmo". Ya no se puede reinar aquí. Pero queda el Milagroso, el Misericordioso. "′Bájense las cuerdas, bájense los cintos caídos del cielo. Bájese la palabra caída del cielo." Y así hicieron reverencia de su Señorío los otros pueblos, así se dijo, que no servían los Señores dioses de Emal.

Y entonces se fueron los grandes Itzáes. Trece veces cuatrocientas veces cuatrocientos millares y quince veces cuatrocientas veces cuatrocientos centenares vivieron herejes los Itzáes. Pero se fueron y con ellos sus discípulos, que los sustentaban y que eran muy numerosos. Trece medidas fue Iximal y a la cabeza de la cuenta de los de Iximal hubo nueve almudes y tres Oc. Y los hijos del pueblo fueron con sus dioses por delante y por detrás.

Su espíritu no quiso a los Dzules ni a su cristianismo. No les dieron tributo ni el espíritu de los pájaros, ni el de las piedras preciosas, ni el de las piedras labradas, ni el de los tigres, que los protegían. Mil seiscientos años y trescientos años y terminaría su vida. Ellos sabían contar el tiempo, aún en ellos mismos. La luna, el viento, el año, el día: todo camina, pero pasa también. Toda sangre llega al lugar de su reposo, como todo poder llega a su trono. Estaba medido el tiempo en que se alabaría la grandeza de Los Tres. Medido estaba el tiempo de la bondad del sol, de la celosia que forman las estrellas, desde donde los dioses nos contemplan. Los buenos señores de las estrellas todos ellos buenos.

Ellos tenían la sabiduría, lo santo, no había maldad en ellos. Había salud, devoción, no había enfermedad, dolor de huesos, fiebre o viruela, ni dolor de pecho ni de vientre. Andaban con el cuerpo erguido. Pero vinieron los Dzules y todo lo deshicieron. Enseñaron el temor, marchitaron las flores, chuparon hasta matar la flor de los otros porque viviese la suya. Mataron la flor del Nac-xit Xuchit. Ya no había sacerdotes que nos enseñaran. Y así se asentó el segundo tiempo, comenzó a señorear, y fue la causa de nuestra muerte. Sin sacerdotes, sin sabiduría, sin valor y sin vergüenza, todos iguales. No había gran sabiduría, ni palabra ni enseñanza de los señores. No servían los dioses que llegaron aquí. ¡Los Dzules sólo habían venido a castrar al Sol! Y los hijos de sus hijos quedaron entre nosotros, que sólo recibimos su amargura.


Versión maya

Helel dzibnahen ti yaabil mil quinientos quarenta y uno años yax ulci dzulob ti lakin, Ecab u kaba. Tu yabil uchci u kuchulob tu hol haa Ecab, tu cahal Nacom Balam, tu yax chun u kinil u hábil u katunil Buluc Ahau Katun. Ca paxob Ah Itzaob hoolhun kal haab u talel yulil dzulob. Ca paxi cah Zaclahtun, ca pachi cah Kinchil Coba, ca paxi cah tu Chich′en Itzam, ca paxi cah tu xax Uxmal, tu nohol cah Uxmal, ci bin u kaba, y Kaba. Paxi cah Zeye, y Pakam, y Homtun, ti cah Tixcalomkin, y Ake, Holtun Ake.

Paxi cah Emal Chac, Etzemal ti emi yixmehen hahal Kui, u yuumil caan, ixahau, ix zuhuy ix mactzil. Ca yalah ahau: "Emom chimal Kinich Kakmo". Ma paat ti ahaulil uaye. Uay ti pati ix mactzil, ix dzayatzil. "Emom zum, emom tab, tal ti caan. Emom u than, tal ti caan." Lay cicuntabi yahaulili turnen u chucán cahob, ca yalahob, ma pati yahaulilob Emal.

Catun bin noh Ah Itzaob lae. Oxlahun bak u bakal u picilob, catac holhun bak a bakal u hokalili u nucteelob, heregesob, Ah Itzaob. Hetun bini yah tzenulteob xan numbilob bin tu pachob tzenticob lae. Oxhunppiz bin yiximal u pol u cuentailob catac bo-lonpiz almud catac ox oc yiximalob. Yab ix mehen cahob bin u ah uay tanililob tu pachob xan.

Mat yoltahob u paktob dzulob; ma u kat cristianoilob. Ma yolta hob u bot patán ah uayom ch′ich′ob, ah uayob tunob, ah uayom ziniltunob, ah uayom balamob, ox uayahob. Can bak hab u xul u cuxtalob catac holhun ka] hab yan cataci tu xul u cuxtalob turnen yohelob u ppiz kinob tubaob. Tuliz u, tuliz hab, tuliz kin, tuliz akab, tuliz ik cu ximbal, tuliz kik xan tu kuchul tu uayob, tu poo-poob, tu dzamob. Ppiz u canticob yutzil oraob, ppiz u caxanticob yutzil kin latuppiz yilicob yocolob utzul ekob tu yahualil, tan u ppix-ich-tieob yocolob yahaulil utzul ekob. Utz tun tulacal.

Catun u takbez yalob tu cuxolalob yan. Manan tun keban tu santo okolalob yan u cuxtalob. Manan tun ch′apahal, manan tun chi-bil bac tiob, manan tun dzam chacuil tiob, minan tun xpomkakil tiob, minan tun elel tzemil tiob, minan ya nakil tiob, minan tun tzentzem cimil tiob, minan chibil pol tiob. Tzolombil tun u bin u uinicilob. Ma bay tun u mentah dzulob ti uilob lae. Zubtzilil utal zahob ca talob. Ca cuxhi yol nicte; cuxhi tun yol tu nicteob Nac-xit Xuchit tu nicte u lakob. Minan tun yutz kinob yetzahob toon. La y u chun cakin xec, cakin xec, cakin ahaulil; lay ix u chun cimil toon xan. Manan yutz kin ton xan, minan cuxolal toon. Tu xul ca zatmail ilil y zubtalil ellahom tulacal. Minan nohoch can, minan yahau than, minan ahau can ti lay u hel ahauoob ti uilob lae. Tzuc cep ah kinil cu talel u mentabal ti telae turnen dzulob. Catun tu ppatahob yal u mehenob uay Tancah lae. Lay tun kamicob u numyaliob, uchci u chibil lay dzulob lae.

Extraído de www.palabravirtual.com


Poemas lacandones
Versión castellana

Frente a ti ofrezco mi copal, es para ti. Ofrécelo al padre, es para ti, elévalo al padre. Cumpliré de nuevo con mi ofrenda de pozol, es para ti, ofrécelo al padre. Cumpliré de nuevo con mi ofrenda de pozol para ti, para ti. Frente a ti hago mi don, de nuevo, para tu felicidad. La he ofrecido para que mi don no se corrompa, permanezca entero, sea la cabeza (parte principal) de mi don, para ti. ¡No se quiebre el don que te hago! ¡No se rompa el don que te hago! ¡Mírame haciéndote un don, oh Padre! ¡Que no sea yo hundido en el fuego de la fiebre! Yo te he colocado en el nuevo brasero, mírame haciéndote nuevamente un don para tu felicidad, mírame haciéndote un don para el espíritu de mis hijos. Que no queden cercados, que no los aprisione la enfermedad, el frío, la fiebre. Entra, camina hacia mis hijos, cura a mis hijos.


Versión maya

Tan in cubic in pom cech′ tiala cubic tic yum tiala nasic tic yum. Hen booticech′ in ch′ula tech′ uhel a cunya tiala cubtic yum. Hen booticech′ in ch′ula tech′ tiala tilili. Tan in meetic in sil tech′ci uhel a cunya. Bin in cin poc in sil tech′ ma tu buhul ma u lacal u hol in sil tech′. Ma tu wacal in sil tech′. Ma tu paxal in sil tech′. II in meetic in sil tech′, yume. Ma tu lubul ch′acwilci bin in cin pulicech′ yoco umu lac. II in meetic in sil tech′ uhel a cunya. II in meetic in sil tech′ tia yol in palal. Ma u nactantic yahil, ma u nac-tantic ceel, ma u nactantic ch′acwil. Oocen ta ximbal a wilic in pal, acune in pal.

Versión castellana

Cada vez que levanto mi pie,
cada vez que levanto mi mano,
muevo la cola.
Escucho tu voz venir de muy lejos.
Casi estoy dormido:
busco un árbol caído,
voy a dormir en el árbol caído.
Mi piel, mi pie, mi mano,
mis oídos están rayados.


Versión maya

Jujuntsit in jitik in wok
jujuntsit in jitik in k′ab
tan u pek in nej
tin wu′uyaj u tar a k′ay ch′iknach
netak in wenen
tin kashtaj u pachtakih che?
oken tin wenen yokor jenen che?
tu yek′er in nok′ tu yek′er in k′ab
tu yek′er in shikin.


Nota: El primer poema lacandón fue recogido por Alfred M. Tozzer entre los lacandones de la selva de Chiapas, México, entre los años 1902 y 1903. Él mismo lo publicó dos veces (Tozzer, 1907 y 1921). La versión maya que se utiliza es la misma que usó Tozzer en su publicación de 1921, pero se ha modificado el sistema de escritura para facilitar la impresión. La versión castellana ha sido preparada por Voz Viva UNAM del original maya. Es un canto sagrado para bendecir el copal y ofrecerlo a los dioses.
El segundo poema lacandón, parece un poema festivo, un poema para niños. Sin embargo, seguramente encierra también un sentido religioso. Fue recogido entre los lacandones de Pelhá por Phillip y Mary Baer. Se usa su versión maya y una traducción de Voz Viva UNAM al castellano.



Textos del Popol Vuh

I

Ésta es la relación de cómo todo estaba en suspenso, todo en calma, en silencio; todo inmóvil, callado, y vacía la extensión del cielo.

Ésta es la primera relación, el primer discurso. No había todavía un hombre, ni un animal, pájaros, peces, cangrejos, árboles, piedras, cuevas, barrancas, hierbas ni bosques; sólo el cielo existía.

No se manifestaba la faz de la tierra, sólo estaban el mar en calma y el cielo en toda su extensión.

No había nada junto, que hiciera ruido, ni cosa alguna que se moviera, ni se agitara, ni hiciera ruido en el cielo.

No había nada que estuviera en pie; sólo el agua en reposo, el mar apacible, solo y tranquilo. No había nada dotado de existencia.

Solamente había inmovilidad y silencio en la oscuridad, en la noche. Sólo el Creador, el Formador, Tepeu, Gucumatz, los Progenitores, estaban en el agua rodeados de claridad. Estaban ocultos bajo plumas verdes y azules, por eso se les llama Gucumatz. De grandes sabios, de grandes pensadores es su naturaleza. De esta manera existía el cielo y también el Corazón del cielo, que éste es el nombre de Dios y así es como se llama.

Llegó aquí entonces la palabra, vinieron juntos Tepeu y Gucumatz, en la oscuridad, en la noche, y hablaron entre si y meditando; se pusieron de acuerdo, juntaron sus palabras y su pensamiento.

Entonces se manifestó con claridad, mientras meditaban, que cuando amaneciera debía aparecer el hombre. Entonces dispusieron de la creación y crecimiento de los árboles y los bejucos y el nacimiento de la vida y la creación del hombre. Se dispuso así en las tinieblas y en la noche por el Corazón del Cielo, que se llama Huracán.

El primero se llama Caculhá Huracán. El segundo es Chipi-Ca-culhá. El tercero es Raxa-Caculhá. Y estos tres el Corazón del Cielo.

Entonces vinieron juntos Tepeu y Gucumatz; entonces conferenciaron sobre la vida y la claridad, cómo se hará para que aclare y amanezca, quién será el que produzca el alimento y el sustento.

—¡Hágase así! ¡Que se llene el vacío! ¡Que esta agua se retire y desocupe (el espacio), que surja la tierra y que se afirme! Así dijeron. ¡Que aclare, que amanezca en el cielo y en la tierra! No habrá gloria ni grandeza en nuestra creación y formación hasta que exista la criatura humana, el hombre formado. Así dijeron.

Luego la tierra fue creada por ello. Así fue en verdad como se hizo la creación de la tierra: —¡Tierra!, dijeron, y al instante fue hecha.

Como la neblina, como la nube y como polvareda fue la creación, cuando surgieron del agua las montañas; y al instante crecieron las montañas.

Solamente por un prodigio, sólo por arte mágica se realizó la formación de las montañas y los valles; y al instante brotaron juntos los cipresales y pinares en la superficie.

Y así se llenó de alegría Gucumatz, diciendo: —¡Buena ha sido tu venida, Corazón del Cielo; tú, Huracán, y tú, Chipi-Caculhá, Raxa-Caculhá!

—Nuestra obra, nuestra creación será terminada, contestaron.

Primero se formaron la tierra, las montañas y los valles; se dividieron las corrientes de agua, los arroyos se fueron corriendo libremente entre los cerros, y las aguas quedaron separadas cuando aparecieron las altas montañas.

Así fue la creación de la tierra, cuando fue formada por el Corazón del Cielo, el Corazón de la Tierra, que así son llamados por los que primero la fecundaron, cuando el cielo estaba en suspenso y la tierra se hallaba sumergida dentro del agua.

Así fue como se perfeccionó la obra, cuando la ejecutaron después de pensar y meditar sobre su feliz terminación.

Luego hicieron a los animales pequeños del monte, los guardianes de todos los bosques, los genios de la montaña, los venados, los pájaros, leones, tigres, serpientes, culebras, cantiles, (víboras), guardianes de los bejucos.

Y dijeron los Progenitores: —¿Sólo silencio e inmovilidad habrá bajo los árboles y los bejucos? Conviene que en lo sucesivo haya quien los guarde.

Así dijeron cuando meditaron y hablaron en seguida. Al punto fueron creados los venados y las aves. En seguida les repartieron sus moradas a los venados y a las aves. —Tú, venado, dormirás en la vega de los ríos y en los barrancos. Aquí estarás entre la maleza entre las hierbas; en el bosque os multiplicaréis, en cuatro pies andaréis y os sostendréis. Y así como se dijo, así se hizo.

Luego designaron también su morada a los pájaros pequeños y a las aves mayores: —Vosotros, pájaros, habitaréis sobre los árboles y los bejucos, allí haréis vuestros nidos, allí os multiplicaréis allí os sacudiréis en las ramas de los árboles y de los bejucos. Así les fue dicho a los venados y a los pájaros para que hicieran lo que debían hacer, y todos tomaron sus habitaciones y sus nidos.

De esta manera los Progenitores les dieron sus habitaciones a los animales de la tierra.

Y estando terminada la creación de todos los cuadrúpedos y las aves, les fue dicho a los cuadrúpedos y pájaros por el Creador y el Formador y los Progenitores: —Hablad, gritad, gorjead, llamad, hablad cada uno según vuestra especie, según las variedades de cada uno. Así les fue dicho a los venados, los pájaros, leones, tigres y serpientes.

—Decid, pues, nuestros nombres, alabadnos a nosotros, vuestra madre, vuestro padre. ¡Invocad, pues, a Huracán, Chipi-Ca-culhá, Raxa-Caculhá, el Corazón del Cielo, el Corazón de la Tierra, el Creador, el Formador, los Progenitores; hablad, invocadnos, adoradnos!, les dijeron.

Pero no se pudo conseguir que hablaran como los hombres; sólo chillaban, cacareaban y graznaban; no se manifestó la forma de su lenguaje, y cada uno gritaba de manera diferente.

Cuando el Creador y el Formador vieron que no era posible que hablaran, se dijeron entre sí: —No ha sido posible que ellos digan nuestro nombre, el de nosotros, sus creadores y formadores. Esto no está bien, dijeron entre sí los progenitores.

Entonces se les dijo: —Seréis cambiados porque no se ha conseguido que habléis. Hemos cambiado de parecer: vuestro alimento, vuestra pastura, vuestra habitación y vuestros nidos los tendréis, serán los barrancos y los bosques, porque no se ha podido lograr que nos adoréis ni nos invoquéis. Todavía hay quienes nos adoren, haremos otros (seres) que sean obedientes. Vosotros, aceptad vuestro destino; vuestras carnes serán trituradas. Así será. Esta será vuestra suerte. Así dijeron cuando hicieron saber su voluntad a los animales pequeños y grandes que hay sobre la faz de la tierra.

Luego quisieron probar suerte nuevamente, quisieron hacer otra tentativa y quisieron probar de nuevo a que los adoraran.

Pero no pudieron entender su lenguaje entre ellos mismos, nada pudieron conseguir y nada pudieron hacer. Por esta razón fueron inmoladas sus carnes y fueron condenados a ser comidos y matados, los animales que existen sobre la faz de la tierra.

Así, pues, hubo que hacer una nueva tentativa de crear y formar al hombre por el Creador, el Formador y los Progenitores.

—¡A probar otra vez! ¡Ya se acercan el amanecer y la aurora; hagamos al que nos sustentará y alimentará! ¿Cómo haremos para ser invocados, para ser recordados sobre la tierra? Ya hemos probado con nuestras primeras obras, nuestras primeras criaturas; pero no se pudo lograr que fuésemos alabados y venerados por ellos. Así, pues, probemos hacer unos seres obedientes, respetuosos, que nos sustenten y alimenten. Así dijeron.


II

He aquí, pues, el principio de cuando se dispuso hacer al hombre, y cuando se buscó lo que debía entrar en la carne del hombre.

Y dijeron los Progenitores, los Creadores y Formadores, que se llaman Tepeu y Gucumatz: "Ha llegado el tiempo del amanecer, de que se termine la obra y que aparezcan los que nos han de sustentar y nutrir, los hijos esclarecidos, los vasallos civilizados; que aparezca el hombre, la humanidad, sobre la superficie de la tierra." Así dijeron.

Se juntaron, llegaron y celebraron consejo en la oscuridad y en la noche; luego buscaron y discutieron, y aquí reflexionaron y pensaron. De esta manera salieron a luz claramente sus decisiones y encontraron y descubrieron lo que debía entrar en la carne del hombre.

Poco faltaba para que el sol, la luna y las estrellas aparecieran sobre los Creadores y Formadores.

De Paxil, de Cayalá, así llamados, vinieron las mazorcas amarillas y las mazorcas blancas.

Éstos son los nombres de los animales que trajeron la comida: Yac (el gato de monte), Utiú (el coyote), Quel (una cotorra) y Hoh (el cuervo). Estos cuatro animales les dieron la noticia de las mazorcas amarillas y las mazorcas blancas, les dijeron que fueran a Paxil y les enseñaron el camino de Paxil.

Y así encontraron la comida y ésta fue la que entró en la carne del hombre creado, del hombre formado; ésta fue su sangre, de ésta se hizo la sangre del hombre. Así entró el maíz (en la formación del hombre) por obra de los Progenitores.

Y de esta manera se llenaron de alegría, porque habían descubierto una hermosa tierra, llena de deleites, abundante en mazorcas amarillas y mazorcas blancas y abundante también en pataxte y cacao, y en innumerables zapotes, anonas, jocotes, nances, matasanos y miel. Abundancia de sabrosos alimentos había en aquel pueblo llamado de Paxil y Cayalá.

Había alimentos de todas clases, alimentos pequeños y grandes, plantas pequeñas y plantas grandes. Los animales enseñaron el camino. Y moliendo entonces las mazorcas amarillas y las mazorcas blancas, hizo Ixmucané nueve bebidas, y de este alimento provinieron la fuerza y la gordura y con él crearon los músculos y el vigor del hombre. Esto hicieron los Progenitores Tepeu y Gucumatz, asi llamados.

A continuación entraron en pláticas acerca de la creación y la formación de nuestra primera madre y padre. De maíz amarillo y de maíz blanco se hizo su carne; de masa de maíz se hicieron los brazos y las piernas del hombre. Únicamente masa de maíz entró en la carne de nuestros padres, los cuatro hombres que fueron creados.

Éstos son los nombres de los primeros hombres que fueron creados y formados: el primer hombre fue Balam-Quitzé, el segundo Balam-Acab, el tercero Mahucutah y el cuarto Iqui-Balam.

Éstos son los nombres de nuestras primeras madres y padres.

Se dice que ellos sólo fueron hechos y formados, no tuvieron madre, no tuvieron padre. Solamente se les llamaba varones. No nacieron de mujer, ni fueron engendrados por el Creador y el Formador, por los Progenitores. Sólo por un prodigio, por obra de encantamiento fueron creados y formados por el Creador, el Formador, los Progenitores, Tepeu y Gucumatz. Y como tenían la apariencia de hombres, hombres fueron; hablaron, conversaron, vieron y oyeron, anduvieron, agarraban las cosas; eran hombres buenos y hermosos y su figura era figura de varón.

Fueron dotados de inteligencia; vieron y al punto se extendió su vista, alcanzaron a ver, alcanzaron a conocer todo lo que hay en el mundo. Cuando miraban, al instante veían a su alrededor y contemplaban en torno a ellos la bóveda del cielo y la faz redonda de la tierra.

Las cosas ocultas (por la distancia) las veían todas, sin tener primero que moverse; en seguida veían al mundo y asimismo desde el lugar donde estaban lo veían.

Grande era su sabiduría; su vista llegaba hasta los bosques, las rocas, los lagos, los mares, las montañas y los valles. En verdad eran hombres admirables Balam-Quitzé, Balam-Acab, Mahucutah e Iqui-Balam.

Entonces les preguntaron el Creador y el Formador: —¿Qué pensáis de vuestro estado? ¿No miráis? ¿No oís? ¿No son buenos vuestro lenguaje y vuestra manera de andar? ¡Mirad, pues! ¡Contemplad el mundo, ved si aparecen las montañas y los valles! ¡Probad, pues, a ver!, les dijeron.

Y en seguida acabaron de ver cuanto había en el mundo.

Luego dieron las gracias al Creador y Formador: —¡En verdad os damos gracias dos y tres veces! ¡Hemos sido creados, se nos ha dado una boca y una cara, hablamos, oímos, pensamos y andamos; sentimos perfectamente y conocemos lo que está lejos y lo que está cerca! Vemos también lo grande y lo pequeño en el cielo y en la tierra. Os damos gracias, pues, por habernos creado, ¡oh Creador y Formador!, por habernos dado el ser, ¡oh abuela nuestra! ¡oh nuestro abuelo!, dijeron dando las gracias por su creación y formación.

Acabaron de conocerlo todo y examinaron los cuatro rincones y los cuatro puntos de la bóveda del cielo y de la faz de la tierra.

Pero el Creador y el Formador no oyeron esto con gusto. No está bien lo que dicen nuestras criaturas, nuestras obras, todo lo saben, lo grande y lo pequeño, dijeron. Y así celebraron consejo nuevamente los Progenitores: —¿Qué haremos ahora con ellos?—¡Que su vista sólo alcance a lo que está cerca, que sólo vean un poco de la faz de la tierra! No está bien lo que dicen. ¿Acaso no son por su naturaleza simples criaturas y hechuras (nuestras)? ¿Han de ser ellos también dioses? ¿Y si no procrean y se multiplican cuando amanezca, cuando salga el sol? ¿Y si no se propagan? Así dijeron.

—¡Refrenemos un poco sus deseos, pues no está bien lo que vemos! ¿Por ventura se han de igualar ellos a nosotros, sus autores, que podemos abarcar grandes distancias, que lo sabemos y vemos todo?

Esto dijeron el Corazón del Cielo, Huracán, Chipi-Caculhá, Raxa-Caculhá, Tepeu, Gucumatz, los Progenitores, Ixpiyacoc, Ixmucané, el Creador y el Formador. Así hablaron y en seguida cambiaron la naturaleza de sus obras, de sus criaturas.

Entonces el Corazón del Cielo les echó un vaho sobre los ojos, los cuales se empañaron como cuando se sopla sobre la luna de un espejo. Sus ojos se velaron y sólo pudieron ver lo que estaba cerca, sólo esto era claro para ellos.

Así fue destruida su sabiduría y todos los conocimientos de los cuatro hombres, origen y principio (de la raza quiche).

Así fueron creados y formados nuestros abuelos, nuestros pa¬dres, por el Corazón del Cielo, el Corazón de la Tierra.




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