martes, 25 de diciembre de 2012

OLIMPA BRACHO [8.949]



OLIMPA BRACHO 

Olimpa Bracho (VENEZUELA, 1965)
La poeta Olimpa Bracho, llega a la poesía siempre, desde su natal El Cardonalito, pueblo que la ha visto crecer y soñar, soñar y crecer, teje su palabra que cruza a veces las resquebrajadas tierra de la otra banda en medio de un sol que tuesta la soledad de las tardes y otras veces, cuando el río enfurecido toca las puertas de las ancestrales casas, navega su espejo inmaterial y ve el reflejo de su familia armar un lamento para desarmarlo en la noche entre susurros de espantos y luces de luciérnagas que le traen el advenimiento de la palabra, de un nuevo poema, de una voz que la multiplica más allá del asombro. 
Olimpa Bracho llega a la Casa Chío Zubillaga de la UCLA en el año 2007, sembrada de palabras; ya escribía poesía cuando se inició en los Centros de Creación Literaria específicamente al CCL “Las Últimas Máscaras”, y a la luz de la Teoría de la Abstracción de la Palabra Poética irrumpe con intensidad obteniendo una Mención Especial en el Concurso de Poesía José Numa Rojas (2007), premio que gana al año siguiente (2008) con el poemario “La Loba en su Laberinto”, de una poesía en la que un sutil erotismo confeso a través de la simbiosis entre la sencillez del verbo y la profundidad estética y lo sentimental vibran y hacen vibrar en las fibras de la piel y el alma. La poesía de Olimpa Bracho redescubre códigos perdidos, los endulza y devuelve con el atrevimiento de quien sabe donde están los derroteros del fuego, de su fuego. Articulista de prensa en el periódico “El Caroreño”, la poeta Bracho descarga toda su sensibilidad con escritos que abordan la realidad social, proponiendo un tratado de participación humana en los asuntos humanos. 





HUMO FATUO

Me esperas
en una esquina de la noche
para mostrarme el soplo de los soles
y tu abrazo
definiendo la curva del orgasmo 
me libera del naufragio
para pernoctar en tu roca lluviosa

Me esperas 
en una esquina de la noche
por encima de la copa de los pinos
Desnuda
paseo tus estancias
en el refugio de los amaneceres
sol calcinante
estallido silencioso
ceniza nostálgica rozando mis manos 
¿Qué me quedó de vivir 
al borde del miedo?...
tu placer impune
cumbre helada
humo fatuo.





AL OTRO LADO DEL SOL

Tú fuiste 
leve despliegue de lo eterno 
luz que alimentó a las crisálidas
y acarició mi sombra
el génesis...
Hoy 
solo me queda la incertidumbre de tus dedos 
sellando las estaciones
el recuerdo de tus piernas tensadas
como flecha en un arco
palpando el horizonte en pleno vuelo
al filo del asombro
Para reprimir el espasmo del deseo
he construido un cuarto sin ventanas 
para guardar mis anhelos 
y he tapado las rendijas 
para evitar el escape de esa bestia retráctil
mi ansidd exiliada
al otro lado del sol...





OLVIDO MORTAL

Aquí estoy
mordiendo esta nostalgia evasiva
que no alcanza a arropar mis días contínuos
con la soledad a cuesta
casi sin gritos, casi sin lágrimas
como piedra visionaria en el camino

Aquí estoy
sorteando ese vacío enrarecido
que enardece tu cuerpo
trozo de lejanía 
cayendo de mis dedos
la tristeza me pesa
y prefiero callar para que hable el silencio
mientras algas oscuras atrapan mis deseos
y se adhieren a tus huellas

Aquí estoy
flotando en burbujas de lascivia
luchando con mis fieras
casi esfinge, casi nada
con esa quietud de los bosques
poblados de sombras
la brisa me sostiene y tus labios rozan el contorno 
de esas noches remotas

Aquí estoy... y tú no estás...
tu olvido es mi muerte
¿Por qué duele tanto el olvido
si los muertos no sienten?...





ORÁCULOS DE PIEL

Detente sombra del cenegal del delirio
sofocada en las hebras del sueño
mientras se filtra la aurora de puntillas
y vibra el silencio temerario
en un gemido de aves sin descanso
Ha pasado la sombra 
y tu nombre cubrió la distancia de caricias derruidas 
busco atrapar tu cuerpo
petrificado de olvido
inaccesible en el tiempo
fugaz en tu piel de otoño
¿De quién es esta sombra?
persigo tus pasos de gato nocturno 
en la semipenumbra cubierta de hojas secas 
y esta ansiedad que penetra 
en esos árboles quietos 
llenos de dias perdidos
La sombra me abraza
y se rasga en el recuerdo 
del último verano
de ese beso salvaje que enredó mi boca
cual una enredadera
de huellas sin retorno
Por hallarte, soy pobre mortal que busca respuestas
en oráculos de piel.





CICLO DE SOMBRAS

¿Qué sientes cuando me ves?
cruzo las calles de tu memoria 
rompiendo la penumbra imprevista
con gritos fraccionados y suspiros de placeres pasados
y por tan solo un momento
formo parte de esa planicie abstracta 
donde el deseo es lobo estepario que le aulla a tus ojos
mientras la tierra gira sobre una órbita alterna
y se precipita al silencio
en un jadear de amaneceres rotos y gemidos alados

¿Qué sientes cuando me ves?
huyo envuelta en los pliegues de la noche 
impregnando la ausencia perforada
de un rocío sin luces encallado en olvidos
Busco la calidez de tu abrazo 
esa liana que degolla mis sentidos 
envenenando las ansias conmutadas 
de quedarme contigo
aunque sea, en la más pequeña de tus células
para que nadie me vea y me señale
la almendra dual, la fruta dividida
prisionera virtual, en un ciclo de sombras.






PASOS EN LA LLUVIA

He trazado arcos pluviosos sobre tu orilla
A donde vuelan pájaros en fuga
Mientras subrayo tu nombre con trazos de nostalgia
Beso tus huellas
Y la ansiedad muerde el portal de la noche 
Como loba enamorada

Mientras duermo
Vienes desde la lluvia
Y traes plumas de pájaro en tu pelo
Y un canto primitivo en tus labios 
Te eriges ante mí como dios antiguo 
Que exige sacrificios
Viento, agua, selva virgen
Misterio, penumbra, selva virgen…
Despierto y existes
Legendaria sombra hecha de savia y sol
Volcada en mi cuerpo desde el silencio
Vienes a buscarme
Viajero inmemorial de tiempos infinitos
Huyendo de mí misma te espero
Mientras tu voz entona ese canto primitivo
Y llegas como el viento
Marcando pasos en la lluvia.






PAN DE CADA DÍA

Tu cuerpo se me ofrece 
Como un pan tibio al amanecer
Oloroso a trigo fresco
Mojado por la lluvia
Y yo lo como hambrienta
Con la avidez sin memoria del otoño
Llenando la piel intacta 
Con gritos subterráneos 

Tu cuerpo se me ofrece 
Como un pan tibio al amanecer
Trasmigra al infinito
Para nutrirme de pétalos ansiosos
Maná del cielo prodigado a mi vientre
Que alimenta mis ganas hastiadas en el desierto

Quién me alimentará cuando no esté tu sombra
Cuando en la enredadera solo cante el silencio
De mil amaneceres sin el pan de tu cuerpo

Qué culpa tengo yo que le des a mi boca
La miel, la leche, el vino… alimento oportuno
Desnudo eres un pan y desnudo te como






FÓRMULAS QUEBRADAS

Hemos quebrado las fórmulas
se nos durmió la espera
en un batir de alas hambrientas
ya no camino las calles
raptándole minutos
a un reloj de arena
el tiempo tejió redes de ausencia
sobre esas rosas rojas de primavera trunca

Hemos quebrado las fórmulas
se nos durmió la espera
ya no estás tú, ya no estoy yo
sentados en el banco
de la plaza dormida
besos, hojas, plenilunios...
tu cuerpo de unicornio desbocado
para esta noche imperfecta
Hemos quebrado las fórmulas
bebo tu olvido hasta la última gota
y sin embargo, me persiguen tus duendes
Al pasar
alguien me dice adiós 
desde una esquina en sombras
y busco construir esa ecuación antigua
mientras despejo la incógnita para este silencio...






DESNUDO

Te quiero desnudo
para contar uno a uno tus lunares
mientras perturbo el sueño de las piedras
atrapada en tu equinoccio 
sobrevivo
allí los deseos ladran
en una esquina solitaria del tiempo

Aunque se que un día 
ya no tendré el nácar de tu cuerpo salado
y seré tan solo sombra detenida
en el reducto azul de tu memoria
te quiero desnudo
para velar tus ojos de gato montés
con los pasos del crepúsculo
¿Adónde fue tu placer primigenio 
de animal peregrino?
Silencio...
Los árboles viven su orgía vegetal sin pensar en la muerte
y yo
aunque sea en la eternidad de lo efímero
te quiero desnudo
como cuando yaciste entre mis piernas.




¿A DÓNDE VAN LOS PÁJAROS?

Apuré la última gota de tu licor ardiente 
me sumergí en tu enigma
con el alma mojada de imágenes
de cuerpos estampados en el mar
Y esa epopeya silenciosa 
que colmó mis noches
 de jornadas insomnes

el beso fundido en el olvido
como todos los recuerdos
pájaros posados 
fantasmas de otro tiempo

desterrado de Luz en el lienzo
como si vivieras
danzando en el espacio
que separa las quimeras
Tu cuerpo desnudo
invadido de acuarelas
como escribiendo deseos en el viento
Más allá de la ausencia
¿Quién te habita?
Cada noche te reconstruí
a golpe de memoria
y trozos de nostalgia 
tu licor
el beso
el olor de tus ganas…
Salgo a la noche gris 
con mi cuerpo de paja
espantando recuerdos
Un día
anclaré en el olvido
como si durmiera
y se posarán pájaros en mis hombros
volviendo a ser de nuevo 
mis propios fantasmas…






PIGMALIÓN 

Aquella noche con forma de laberinto
fui inmigrante perdida
en las calles de tu cuerpo
Soñabas con alegorías de corales
y  yo, te regalé una luciérnaga tatuada en llamas
Vendí mi alma a los dioses del milagro
a cambio de engranarme en el regazo de tu embrujo
y  besar tu desnudez de adonis fugitivo
Dijiste: soy el tiempo
¿Y acaso yo soy solo ceniza, extendida a la orilla de tu abismo?
Ven 
y fecunda en mí todos los recuerdos
de mil amaneceres sin sosiego
y  sueños que no fueron
para no estar tan sola
en esta ciudad antigua y transparente
que huele a destierro
Y aquella noche con forma de laberinto
jugué con el sol enlazada a tus piernas
El tiempo
mis caricias y mis lágrimas conjuran tus rodillas
a los pies de tu escultura
 pero tú
silencio y alabastro
te invoco…¿No respondes?...
ya no hay nada
ni tu presencia 
ni el olvido
ni siquiera la ausencia…
Cerceno un grito con ésta nostalgia autista
porque te has hecho inerte a mis deseos
 te beso y te destruyo
cual si fuera Pigmalión





INALCANZABLE

En la nieve de tu piel soleada
muero y renazco
húmeda
desnuda
eterna
cual crisálida raptada
Tú eres mi sueño
dentro de un sueño invasivo
sin el cual nada podría ser soñado
Mis manos modelan
el vértigo de tu cuerpo
después de la ausencia y el grito
Mi lengua te presiente
inalcanzable
en tu cercanía
naciendo de mi deseo
¿A dónde vas cuando rozas mi abismo convulso?
Soy araña que teje el silencio de la espera infinita 
sobre tus pasos de escarabajo
Te quiero absoluto
atrapado en esta red insaciable
como cuando solo  importaba 
ser cuerpo y gemido
Al devorarte
la muerte se convierte en nacimiento
y  somos tempestad vertical desde tu centro
Se ha hecho la luz 
te acercas
te veo
te rozo…
tu gloriosa lumbre me convoca 
a amortajarte con mis besos
Te invado…




 LABERINTOS

¿Cómo hago para vivir con tu ausencia?
Permito que me persigas
Que bucees en mi sombra
Rota de tanto silencio
Tu voz
Apenas un canto de caracolas
Un grito susurrado
Y esos horizontes abiertos cubiertos de heridas
El polvo de mis huesos
Tu huida
Mis huellas
Besos que abarcan el monte de mi luna
Desgarrándolo a mordiscos
Como gato salvaje

Permito que me persigas
Libertándome de tu olvido
Tu sudor deja en las sábanas
Un rastro amortiguado
De deseos inconformes
Liberados al viento en el último orgasmo
Me vuelco a ese momento sobre tu piel sin tiempo
Los pájaros del recuerdo picotean la luz
Y la hacen sangrar
Sobre nosotros
Pobres aventureros desnudos
Somos relámpagos hendiendo los instintos
Apenas fragmentos mórbidos
Pero somos uno
Aunque luego nos separe la distancia
Y volvamos a ser silencio
O cuerpos anudados llenos de gritos…
Yo permito que me persigas
Y tú buceando en mi sombra.



ENCRUCIJADAS

Luz de luna en el rescoldo
Tus pasos ausentes
Cabalgan mis anhelos
Luna llena
Casi eres mío en la penumbra
Hueca
Loca
Azul
Tejidos hambrientos
Asilando la memoria
Junto a tu recuerdo

Si te encuentro
Quiero hallarte tejiendo soles y mariposas
Echando a volar golondrinas
En la selva de mi vientre
Tan dulce como perverso
Siendo encrucijada
Casi un eco sin sonido
Regreso de tu bosque mojado
Para enraizarme en el suspiro
El ayer es el presagio que busco
Ánfora de tesoros
Dentro  de tu cuerpo edénico
Sin hastío
Tras tus huellas
¿Quién eres tú?
¿La serpiente o la manzana?
Ese ángel exiliado
Con alas transparentes
Tentación de Eva en el presente
Sobre mis noches sin contornos
Descalza y desnuda
He comido la fruta vedada
Y ya solo me queda existir
En el precipicio de tus ojos.



ALGUIEN RETORNA BAJO LA LLUVIA

Siempre regresas aquí
y tus suspiros medran los soliloquios del silencio
buscando un rastro
tras ese arsenal de nostalgia
te veo aunque no me ves
tus ojos como remansos sedientos
pétalos de azucenas marchitas
descansan sobre el reloj
que marca la hora fugaz
de un otoño imprevisto
Siempre regresas aquí
no sabes con cuanta ansiedad
espero cada día
verte cruzar el umbral del recuerdo
visitante de auroras escarpadas
y quisiera abrazarte y quedarme contigo
en ese oasis de tu cuerpo desnudo
Siempre regresas aquí
a la casa en ruinas guardando nuestra historia
y estás tan cerca en la distancia
aunque ya tengas la piel hecha jirones
y yo esté llena de insomnio y telaraña
nunca dejas que me envuelva
este aleteo de insectos y olvido
y el crepitar del polvo
en las alacenas de la memoria
donde las mieles de la ausencia
destilan campanarios
Siempre regresas aquí...
y si pudiera volver
pernoctaría la noche en la mordida de tu huella
y enlazaría la huida al gravitar las estaciones
hojarasca azul
enredadera dormida...
Ahora
el tiempo enmudese sobre mis manos
se hace trizas en átomos de llovizna
y en ellos encuentro, un punto de retorno...




UVAS CANSADAS

Te sembraste en mí como un uvero
y tu raiz indultada
se alimentó de mis ansias
desafiando la fría aridez ce la ausencia
mientras, crecías ebrio de sol y espacio abierto
Te sembraste en mí
con la fuerza huracanada del secreto
emergiendo de un cálido arrecife de suspiros
trasponiendo el tiempo
en un húmedo silencio de palabras
tus ramas albergaron mis sueños de alondra migratoria
y creciste
alimentándote de mi savia subterránea
tu sombra amparó mis anhelos
de mil espinas flageladas
y al final
probé el vino alucinante de tus besos
hecho de uvas cansadas. 




1 comentario: