miércoles, 1 de agosto de 2012

JUAN MAURICIO MUÑOZ MONTEJO [7.353]



JUAN MAURICIO MUÑOZ MONTEJO

(Lima, 1984): Es autor de los poemarios “El Lado Oscuro” publicado en Argentina (Editorial De Los Cuatro Vientos, 2009) y Autogolpe (OREM, Trujillo, 2012).  

En el 2008, obtuvo el tercer puesto en poesía y cuento en los Juegos Florales organizados por la universidad Ricardo Palma. Y finalista en el Concurso de Microrrelatos “Cuentos Alígeros” (España, 2010) y en el IV Premio Internacional de Poesía Simón Bolívar (Italia 2010). Sus cuentos y poemas han sido publicados en revistas digitales y literarias de México, Chile y Argentina. Ha formado parte de antologías como “Avisos (Des) Clasificados Vol II - Colección de cuentos de Cinosargo 2009” (Arica, Chile), "Cuentos Alígeros" (Editorial Hipálage, Madrid 2010) y en la IV Antología de poesía bilingüe italiano-español "Premio Internacional de Poesía Simón Bolívar" (Ediciones Lo Spazio, Italia 2010). Ha colaborado con sus poemas en ferias independientes en Tuxtla Gutiérrez y Toluca, México. Es editor del blog “Las Voces Peruanas” donde publica a variopintos poetas y colaborador habitual del diario dominical “El Chompipe” (Tabasco, México).


Memorias de un mojado 

El polvo sobre tu rostro. 
El paraje es inmenso 
el río Bravo aguarda. 

Una luz, una luz 
¡Corran sin mirar atrás! 
Es el otro lado, 
el otro mundo 
el sueño desvelado de dos meses. 

Una voz gruesa intenta detenerte 
tú continúas corriendo 
Sin mirar atrás. 

Porque atrás es el pasado 
porque atrás será el pasado. 

Y no quieres recordar 
que dejaste mujeres violadas, descuartizadas 
que dejaste las equis sin nombre de los ataúdes desconocidos 
que dejaste los cuerpos inertes de tus compañeros baleados por la migra 

que dejaste de ser tu mismo cuando cruzaste la línea fronteriza 
Y ahora les pertenecías. 


Amparos Ajenos 

Te asiento entre mis brazos como la aprecié a ella. 
La estación que no apartaste. 
Ella evadió el tiempo hacia su espacio y el mío, 
hacia su existencia y la mía, 
hacia su esencia y la mía. 

Complementó mi nostalgia con su felicidad. 
Completó mi desolación con su regocijo como si fuera un aguijón 
aliviándome del padecimiento. 
Alivió mi desventura. 

En esta noche plagada de estrellas 
fuerzo tu pecho 
contra el mío, 
te hago el amor incandescentemente 
mientras me alimento en ella. 

Penetro tu hálito, 
la discierno a ella en mi sentimiento 
sin intenciones perversas, 
ni contriciones. 

Pero, pienso en ti. 
En nuestro hircismo 
en nuestro hedor 
en nuestra existencia juntos. 

En cinco años pretendiendo amarte. 
Lo repugnante de todo 
es que no te amo a ti 
sino a ella. 


El escritor mudo 

a Julio Ramón Ribeyro 


Fumé contigo al este 
en un ventanal 
pregonaban unos bichos. 

Al oeste un vino bourbon 
aguardaba 
nuestro encuentro 

II 

En París exploraste 
a los mudos indolentes en Lima 

estableciste tu escritura 
tácitas 

situaste palabras atónitas 
en un cuento libresco. 

III 

Tu hermano Bryce te extraña 
extraña ese desorden concebido 
al prender un cigarrillo 

(la humareda volaba) 

Eras ajeno al boom 
pero Octavio y Gabo 
se rendían ante tus textos 

(admirados) 

IV 

La Remington 
ausculta y rememora 
aquellos instantes 

Tu dolor: 
renunciar a esos globos de humo 
persistías cuando regresaste a tú siempre y querido Miraflores 

en la pequeña roca 
donde 
tus pitillos eran encubiertos. 


Cuando alzaste vuelo, querido Julio, 
un busto de oro se erigió en tu honor 
pero tus mudos, tus ciegos, tus pobres 
lo despojaron para disipar un pan. 

A ti, 
te hubiera cautivado 
porque trazaste esos cánticos narrativos 
por ellos y para ellos. 

Y hoy te evoco. 
Y hoy fumo a tu lado. 
Al este 
en un ventanal… 


Cuenta conmigo 

Si el amor es frustrante, 
cuenta conmigo para apedrearlo. 

Si tu vida es sórdida, 
cuenta conmigo para escupirle. 

Si odias a tu prójimo, 
cuenta conmigo para asolarlo. 

Si aborreces a la Iglesia Católica, 
cuenta conmigo para quemarla. 

Si el sufrimiento acompañó tu existencia, 
cuenta conmigo para alcanzarte. 

Si el suicidio ronda tu mente, 
cuenta conmigo para viajar al mundo desconocido. 

En vocablos habituales, 
cuenta conmigo para todo 

Porque donde seas, 
seré yo. 


Poema dedicado a Bolívar: 
Entrada triunfal 

Los ojos de independencia 
se han plasmado en ti, 
Libertador. 

Has visto nuestras miserias 
nuestro rostro ensombrecido por crueles látigos hundidos hasta la pus de la piel 
la miseria impregnada en la explotación 

los océanos de sangre derivaron 
en el eje del grito ahogado de libertad 
los intentos revolucionarios perecieron. 

El pueblo oye tu osadía 
eres su última esperanza 
para destrozar las impunes cadenas 
enroscadas en nuestras venas 
durante tres siglos. 

La entrada triunfal 
con tu galope blanco 
se pierden en un mar de loas infinitas 

levantas el brazo izquierdo 
exclamando al unísono: 
¡Libertad! 



Dueña de la Noche

I

Ha concebido ser tu padre
bajo condiciones infrahumanas
después de tres varones y cuatro mujeres
serás el séptimo día
el último de la lista
si los frejoles y el sexo mantienen una tregua.

El cuarto varón que no llegó con el pan bajo el brazo
más hambre/menos arroz con huevo
los hermanos mayores juegan a la ouija
porque ya no hay espacio en la cama.

Gracias a ti.

Las madrugadas son llantos inconsolables,
tu madre no puede amamantarte,
tus hermanos, ahora, escupen sobre tu estiércol.

Tu madre amanece con las llagas de tu padre
correspondiéndole la crucifixión de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén.


II

En cinco años
tu vestidura holgada es tu manifiesto del arenal
donde pintan tu casa con ladrillos imaginarios.

Tu padre ha visto en ti
el pecado de los pobladores sodomitas
y has sido condenado Al tormento
al lado de tu madre.

Estás conociendo el Infierno
con tinta roja
que eyacula de tu ano
doloroso, penetrante
cruje tu garganta
la piel escarapelada
los pies sumisos en el aire
las manos afligidas
la imaginación vedada
los juguetes tuertos sin dueños.

Tu madre ha guardado silencio
y su pierna aniquilada en púrpura
y tú tan pequeño/ sin poder hacer nada
sólo resistir/resistir/resistir

gimotear

con el semen a cuestas de tu progenitor
nadie vendrá a socorrerte
ni tu Dios que llevas colgada en el cuello.


III

Amanece negro
es un balance justo
en tus huesos.

Sigues agradeciendo ese caminar nocturno
vendiendo tus órganos
a jóvenes setentones
porque los gusanos de tu estómago necesitan alimentarse

has escapado del lejano oeste donde nadie te socorría
miseria
tras miseria
tras miseria.

No esperabas menos
ahora eres dueña de la calle
ahora eres dueña de la noche
ahora eres dueña de tus órganos
ahora eres parte de la Selva de Cemento.

No hay fiestas de bienvenida
ni abrazos gratificantes

¿pero cuando obtuviste una sonrisa de bienvenida?


IV

Hoy has amanecido feliz, Solange
sobre las plantillas de una mujer con tacos
sin una delgada línea morada
surcando tu rostro
porque los cien soles son suficientes
para que el carácter endemoniado no te toque.

Hoy has amanecido feliz, Solange
y prefieres no exponer tu verdadero nombre
ni las calles transitadas
ni las noches costeadas con tu ano.

Hoy prefieres olvidar tu existencia
ser feliz
ser feliz como ninguna vez
sabiendo que, tal vez, sea
la última vez que se dibuje una sonrisa
en tu rostro.



El Paraíso no existe

I

los huesos enmascarados de los Inmigrantes
mientras ese equilibrio perenne mantenido
en la razón
esa acción fortuita de seres sin voz/ni voto
convertidos en huesos húmeros
el río Grande/el río Bravo
corriendo
corriendo
corriendo
los sueños intangibles
están al Norte


2.

estos son versos
desde el más allá

el sinsabor de la noticia
de esta ilusión en los albores del Norte

para los ciudadanos del patio trasero
donde pertenecí/donde nací/donde perecí
son canciones al viento
respira/respira/respira
son papiros
para que mi gente
no sufra/no sufra/no sufra

(como Yo)


3.

cuando los soles se aspiran
en un llanto

son los Mojados

que se unen en un camino
tergiversando los extramuros

de un patio sin futuro


4.

son todas esas voces que nos hostigan al unísono

(la Migra)

el viento fugaz detrás del desierto
que recorrimos/sin agua

(los Inmigrantes)

en esa madrugada
y se llevaron nuestro ser

(ahora, les pertenecíamos)


5.

el polvo sobre tu rostro.
el paraje es inmenso,
el río Bravo aguarda.

una luz, una luz
¡Corran sin mirar atrás!
es el otro lado,
el otro mundo,
el sueño desvelado de dos meses.

una voz gruesa intenta detenerte,
pero continúas corriendo
sin mirar atrás.

porque atrás es el pasado
porque atrás será el pasado.

no quieres recordar
que dejaste mujeres violadas, descuartizadas, mutiladas
que dejaste las equis sin nombre de los ataúdes desconocidos,
que dejaste los cuerpos inertes de tus compañeros baleados por la Migra,

que dejaste de ser tú mismo cuando cruzaste la línea fronteriza…


El último vacío de la Nada

Todavía nos vemos bajo la lluvia
en el paradero del Metropolitano

el incienso que venden en el Jirón de la Unión a medianoche
llega a nuestras narices
llega a nuestros oídos
escarapela nuestro cuerpo.

Nos cuesta comprender
que estamos solos,
solos en la patria de nacimiento y fallecimiento
solitarios como la señora que vende dividis
en su puesto de la avenida Emancipación a dos soles.

Nos vemos situados en la parafernalia de la madrugada
con los fletes de la Plaza San Martín
con a sol la barra de Colmena
con las prostitutas y travestis de la avenida Wilson.

Bajo la lluvia…

Aún si no existiera esa lluvia
aún si fuera verano
aún si esa ropa mojada fuera del éxtasis de vernos entre los dos
con los borrachitos que caminan zigzagueando
y se quedan dormidos a nuestros pies como almohadas.

Todavía queda un granito de esperanza
en las marchas/en los bares/en las calles
sé que tú crees que nuestra lucha mueve montañas
aunque reniegues

pero siempre te apareces ahí
a la medianoche
con tu saco azul y tu camisa blanca percudida
porque

todavía tienes esperanza

que no estemos en
el último vacío de la Nada



Sentimientos

A veces,
sólo a veces,
pienso en ti
sobre todo
porque te quedaste con toda mi cuenta bancaria
y me engañaste con la lesbiana que amé.




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